

26 Y esta es la interpretación de las palabras: Mené: Dios ha contado los días.
de tu reinado y les ha puesto fin; 27 Tequel: tú has sido pesado en la balanza y
hallado falto de peso; 28 Parsín: tu reino ha sido dividido y entregado a los
medos y a los persas".29 Entonces Baltasar mandó revestir de púrpura a Daniel e
hizo poner en su cuello el collar de oro y proclamar que ocuparía el tercer
puesto en el reino.30 Esa misma noche, mataron a Baltasar, rey de los caldeos
Dies irae dies illa,
solvet saeclum in favilla,
teste David cum Sibylla.
Quantus tremor est futurus,
quando judex est venturus,
cuncta stricte discussurus.
Tuba mirum spargens sonum
per sepulcra regionum
coget omnes ante thronum.
Mors stupebit et natura,
cum resurget creatura,
judicanti responsura.
Liber scriptus proferetur,
in quo totum continetur,
unde mundus judicetur.
Judex ergo cum sedebit,
quidquid latet apparebit,
nihil inultum remanebit.
Quid sum miser tunc dicturus?
Quem patronum rogaturus,
cum vix justus sit securus?
Rex tremendae majestatis,
qui salvandos salvas gratis,
salva me fons pietatis.
Recordare Jesu pie,
quod sum causa tuae viae:
ne me perdas illa die.
Querens me sedisti lassus,
redemisti crucem passus.
Tantus labor non sit cassus.
Juste judex ultionnis,
donum fac remissionis
ante diem rationis.
Ingemisco tamquam reus,
culpa rubet vultus meus;
suplicanti parce Deus.
Qui Mariam absolvisti
et latronem exaudisti,
mihi quoque spem dedisti.
Preces meae non sunt dignae,
sed Tu bonus fac benigne,
ne perenni cremer igne.
Inter oves locum praesta,
et ab haedis me sequestra,
statuens in parte dextra.
Confutatis maledictis,
flammis acribus addictis,
voca me cum benedictis.
Oro supplex et acclinis,
cor contritum quasi cinis,
gere curam mei finis.
Lacrimosa dies illa,
qua resurget ex favilla.
Judicandus homo reus,
huic ergo parce Deus.
Pie Jesu Domine,
dona eis requiem.
Amen.
Durante esta semana, última del Año Litúrgico, se reza en el oficio latino de la Liturgia de las Horas la antigua secuencia Dies irae de la Misa de Difuntos, adaptada con ligeras variaciones del original y dividida en tres fragmentos como himno para el Oficio de Lectura, Láudes y Vísperas; a cada una de las partes se le ha añadido para cerrarla una estrofa con una doxología: O Tu Deus maiestatis/ alme candor Trinitátis/ nos coniúnge cum beátis. Amen.
Así ha sobrevivido litúrgicamente una de las piezas más inspiradas e inspiradoras del repertorio del gregoriano. Con la restauración del antiguo Misal (rito romano extraordinario) podrá volverse a interpretar tal cual, como sequentia previa al Evangelio en la Misa pro Defunctis.
Está atribuída al franciscano Tomás de Celano (1200-60), aunque no le han faltado otras atribuciones a autores más pretéritos. Con suficiente inspiración en la misma liturgia romana y el tema de las postrimerías tal y como aparece en los Evangelios, el primer verso parece estar tomado expresamente de Sofonías, 1,15-16.
Despertó una especial atracción en los mejores maestros de la música, que compusieron sus Réquiens dándole a esta sequentia un especial resalte (Fauré sólo pone el verso final Pie Iesu como añadido al Sanctus). Las primeras notas aparecen como motivo en otras muchas partituras, pero también se vulgarizó como símbolo de lo macabro, la música de la muerte por excelencia.
Rara vez se hallan armonizadas tan adecuadamente letra, música y circunstancias como en el admirable, bello y pleno de sentido Dies Irae. Tales coincidencias sólo aparecen en obras maestras, perennes como esta que aúna espiritualidad y arte.
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- " Falite dereto colo palo, Carvoncelle " (Pónlo derecho con el palo, Carvoncelle)
Y Sisinio dice:
- " Fili dele pute, traíte !" (Hijos de puta, tiradlo !) .
En fin, una basílica romana con un rico tesoro espiritual, artístico, arqueológico, lingüístico, y hasta humorístico, con un insospechado fumetto-cómic del siglo XI. Insuperable.
Hoy, que es su día, podría haber escrito de la Procesión de la Espada, de San Fernando, de la Reconquista de Sevilla, o del Monasterio de San Clemente, todas estas clementinas sevillanerías. Pero he preferido esta otra semblanza, más romana, como el propio San Clemente.
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Las bellotas tiene peculiar sabor, más dulce en la cabeza y menos en la punta; si la punta está verde, amarga. Pero es dulce incluso con el amargor inmaduro, porque si tomas un sorbo de agua mientras las comes, cuanto más amarga, más dulce es el efecto que hace con el agua.
Las que me ha sacado mi tia de re-postre, las ha traído esta misma mañana Cipriano el Rubillo desde la Dehesa. Eran para mi hermana, que está delicada. Dice mi tía que dijo el Rubillo que se las comiera todas, que daban salud, y que ya traería otra taleguilla más cuando se acabaran.Tampoco desentona como música para Noviembre:
Es de Rossini (ahora dicen que atribuído), y tiene toda la gracia.
A mí me la hace.
Es muy interpretable porque aunque se desafine, como cantan gatos, hasta resulta bien no afinar demasiado.
Yo lo canto mucho; con bastante éxito, además.
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Plácido Domingo canta en concierto el O Souverain de El Cid, de Massenet
Es de las escenas y arias más bellas de toda la ópera francesa, el "O Souverain!..."; pero lo extraño es que el gran Jules Massenet no le haya puesto música y escena a un gran françois como Roland, sino a un español histórico-legendario como el Cid. Y menos mal, porque si hubiera sido español no hubiera conseguido esta página con elementos tan "molestos" para un español: Un héroe, una patria, una causa, la fe...y una victoria sobre sobre los moros. Ahí va el texto:
IIIº Acte
Troisième Tableau
- (La tente de Rodrigue) -
RODRIGUE
(seul, avec un profond découragement)
Ah! tout est bien fini...
Mon beau rêve de gloire,
Mes rêves de bonheur S'envolent à jamais!
Tu m'as pris mon amour...
Tu me prends la victoire...
Seigneur, je me soumets!
O souverain, ô juge, ô père,
Toujours voilé, présent toujours,
Je t'adorais au temps prospère
Et te bénis aux sombres jours!
Je vais où la loi me réclame
Libre de tous regrets humains!
Ô souverain, ô juge, ô père,
Ta seule image est dans mon âme
Que je remets entre tes mains!
(Un lueur grandit peu à peu et se
détache sur le fond de la tente. C'est
l'image vivante de Saint Jacques le
Major qui apparaît pendant
que des voix célestes se font entendre)
VOIX DU CIEL
Ô souverain, ô juge, ô père!
Toujours voilé, toujours présent!
RODRIGUE
(extasié)
Ces voix! ces voix d'en haut!
la nuit s'éclaire!
SAINT JACQUES
Rodrigue!
RODRIGUE
Saint Jacques!
SAINT JACQUES
Jusqu'au ciel a monté ta prière!
RODRIGUE
Naguère, il a reçu ma foi!
Il m'entendait! il vient à moi! à moi!
Ô souverain ô juge, ô père!
Ta seule image est dans mon âme
que je remets entre tes mains
Ô souverain ô juge, ô père!
SAINT JACQUES
Qui donne le fardeau prête aussi le soutien...
Et je l'apporte au fils,
au soldat, au chrétien!
VOIX DU CIEL
Ô souverain ô juge, ô père!
Tu seras vainqueur! Va! Va! Va!
SAINT JACQUES
(répétant, comme en extase)
Tu seras vainqueur!
(La vision disparaît.)
RODRIGUE
(avec égarement)
La vision s'efface!
(comme transfiguré)
Ah! le souffle d'en haut a passé sur ma face!
Dieu m'a parlé!