sábado, 28 de marzo de 2009

Menos manifestaciones, ya no más, por fa...


Desde que la despenalización del aborto se planteó en España, se confundió lo moral con lo político (supongo que lo mismo que en otros sitios, con las salvedades propias de cada sitio). Unos y otros confundieron moral con ideología política o programa de partido. Y seguimos igual, confundidos y confundiendo.

Las manifestaciones (la que viene y las pasadas) contra el aborto, son más políticas que morales. Reconozco que puedan ambientar cierta "campaña moral" y que se entienda la necesidad de hacer propaganda del bien en un mundo/una sociedad en la que el mal tiene tantos medios, altavoces y publicidad. Pero la movilización y sus gestores son políticos, lo reconozcan o no.

Son políticos usando el "tirón" cristiano como "base" política. Una motivación cristiana como fuerza política. No son el PP ni el peperío, cada vez más reticentes a identificarse con principios cristianos. Son los que votan al PP como "mal menor" los que movilizan. Gente y plataformas tan equívocas y mal identificadas como HO, que nadie sabe bien (aunque todos sospechan quien).
Pienso que es inútil, otro alarde para contentar (distraer?) a unos y poner de mal humor a otros. Sin efecto. Porque se trata de algo que se dirimirá en el Parlamento, donde hay tan pocos cristianos en activo, muchos menos de los que se pueda imaginar, y casi todos con un "cristianismo hipotecado" al partido (el que sea).

A esa clase política, a sus partidos, habría que darles una lección. Muy merecida. Incluso como medida "higiénica", ya que la única censura posible que un "ciudadano" puede hacer al sistema es el que el sistema le concede (1 vez cada 4 años) para luego inmovilizarlo practicamente hasta las siguientes urnas.

Lo efectivo sería que hubiera una voz que articulara una respuesta cristiana moral efectiva y contundente. Lesiva. Que doliera y dejara tráuma. ¿Un comando bomba-católico? No, en absoluto (no somos islamo-terroristas, gracias). Algo más temible: Una restricción del voto católico, una movilización de la abstención. Una re-versión actualizada y versátil del famoso "non expedit". Por lo menos probarlo, a ver qué tal.

Pero quizá se tema evidenciar el poco calado social de una decisión así. De todas formas, insisto, yo probaría. Por lo menos para saber cuánta fuerza se tiene y cuántos escaños se pueden poner en juego. Un experimento muy interesante. Y muy comprometido. Y arriesgado.

¿A que no? ¿A que no hay "mitras" para eso? Pues que se dejen de pancartas y bullas por Madrid y se recojan, que es Cuaresma y no es tiempo de mojigangas por la calle. Que ya llevamos demasiadas.

En Sevilla, las Cofradías (tan pragmáticas y contemporizadoras) se han salido por la tagente, muy discretamente. Hay que vivir, convivir y sobrevivir (y llevarse bien con los caciques).

Una Iglesia con cañonería (sin balas) y el castillo interior descuidado, jugando a guerras urbanas, es un despropósito en los tiempos que estamos. O nos hacemos fuertes ad intra, en el centro, o somos un tiovivo girando según el mundo y sus volteretas. Para nada, y encima sufriendo desgaste.

Hay que reconocer con claridad y predicar más claro todavía que tenemos enemigos: Enemigos implacables, suicidas sociales con ideas, planes y leyes en mente. Y un absoluto desamparo político, sin ninguna formación política efectiva capaz de representar y defender el punto de vista cristiano en el escenario clave de la política, donde se hacen las leyes y se legaliza el crímen.

Si no lo ven, malo. Y cuanto más tarden, peor.

Son obispos, "supervisores", y se les debiera exigir que hagan honor a su nombre: Que vean más, mejor, más profundo y más largo.
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viernes, 27 de marzo de 2009

Temporada de pregones

En Sevilla somos creativos con éxito. Señoritones de grandeza inmemorial, no sacamos beneficio rentable a nuestras creaciones porque no inventamos para negocio sino por ocio, por gusto propio y para consumo y uso interno, de los de casa. Si alguna vez invitamos a alguno, salimos con la experiencia displicente de ver que lo nuestro sólo nos gusta a nosotros y está más allá del gusto común de los demás, siempre extranjeros en Sevilla.

El pregón es, según se mire, una pieza de distinta valoración. Literariamente, es de género ínfimo; retóricamente, puede rayar cimas de oratoria dignas de los mejores, digo un Cicerón, digo un Bossuet, digo un Castelar. Y no exagero (no más de la desproporción de exageración cultural reconocida a nuestra idiosincrasia sureña).

El pregón semasantero es una loa aperitiva de la Semana Santa. De suyo y rigurosamente, tiene una temporada muy restringida, con veda que se abre no antes del Domingo IVº de Cuaresma, temporada plena en la Semana de pre-Pasión, y postrimerías en la Semana de Pasión. El dia dorado de pregón es, por tradición y sin discusión, el Domingo de Pasión (o Vº de Cuaresma, o Domingo de Doctrina, o, simplemente, Domingo del Pregón). Más allá del Miércoles de Pasión, sería de suma vulgaridad atreverse a pregonar nada.

Pero como el invento hizo fortuna, todo el año es pregón. Y se hacen pregones del Rocío en Mayo, de Sacramentales por el Corpus, de gloria en Agosto, de romería en el mes que caiga. También tenemos pregón de Toros antes de Feria, y de la Feria antes de la misma (Feria). Luego vienen los patronales, los locales, los ocasionales, los de efemérides y, cerrando la temporada, los de Navidad y Cabalgata de Reyes.

Aunque el genuíno, el pregón-pregón, praeconium praeconiorum, es el semanasantero. Los expertos en el género consideramos que es un snobismo cursi llamar a la pieza "exaltación de" porque, aunque la oratoria exalte y el orador se exalte (y los oyentes también), el nombre es "pregón" (que, por cierto, se pronuncia mejor que "exaltación"; y lo mismo - y es más adecuado - "pregonero" que "exaltador").

Estas tardes de primavera y azahar, de suave brisa nocturna y jaramago en la teja (las pocas que quedan), de golondrinas que vuelven (pero no son aquellas que no volvieron (aunque no sé si consta ornitológicamente que no, que no vuelven (con perdón de becquerianos, disculpen Uds.))); estas noches de torrija y caña de manzanilla, de espinaca y bacalao y platito de arroz con leche y canela, estas fechas pre-pasionistas de capirote de cartón y ruán con aroma a naftalina, de terciopelo planchado y botonadura forrada, de medalla y esparto, de costal y faja; estas veladas de sevillanía catárquica, de síndrome hiper-cofradiero agudo y recurrente; esta semana y media si no sales a un pregón por día, es que tienes compromiso para dos o tres.

Hay pregones en la radio, prensa y televisión. Y en la asociación de vecinos, y en la peña taurina, y en la bética, y en la sevillista, y en la tertulia cultural, y en el instituto del niño, y en el colegio de la niña, y en la peña de los moteros del barrio, y en la sede del distrito, y en el Colegio de Ingenieros Funcionales, y en el Colegio de Arquitorturas, y en el de Médicos, y en el de Médicas, y en el de Matronas, y en la Cámara de Agentes, y la de Pacientes, y en el Parque de Bomberos, y en el Teletaxi...

Y no hay uno en el Parlamento porque la piara socialista es impía y atea profesional (pero toda ella aficionada a los pregones, y todos ellos cofrades vergonzantes que se pirran por una vara en una cofradía y disfrutan en Semana Santa más que un tonto con un nicanor; no por fe, sino por "curtura populá", que dicen ellos-as, mir'usté que bien).

En fin, que estamos en temporada alta de pregones con el mercurio del termómetro pregonero rayando el punto de ebullición. El Domingo - D. m. - es el Pregón (el más, el legítimo, el non plus ultra) en el Teatro de la Maestranza, gloriosamente ubicado (y mira que es feo) entre la Plaza y la Santa Caridad. Si será acontecimiento, que el que lo pronuncia pasa a ser una especie de "cónsul" a la hispalense, que le da "nombre" al año cofradiero (el año del pregón de fulanito), entrando en el Parnaso sevillano y lucrando una de esas noblezas de por vida que Sevilla concede graciosamente y ya no retira.

¿Y el pregón? Un tostón repetido, la mayoría de los pregones; una somnolienta perorata, otros; una mamarrachada de pésimo gusto, tantas veces. Y, raramente, alguna pieza de valor (dentro de su género) que son los que menos gustan al vulgo (que es mayoría). Yo prefiero los de lírica y verso porque se pasan antes que los de prosa monolítica y retórica blindada (aunque también reconozco lo traumático de una ristra de ripios rimados con sentimentalidad cofradierista, un horror lesivo para el tímpano y el oído medio y el interno, con peligro de eco fantasmal durativo, espeluznante).

¿Y el pregonero? Un fatuo a la sevillana con chaqué y pose de espejo, cuanto más "pregonero", peor. De entre los especímenes sevillanos, un insufrible (ante y post-eventum) tipo y caso a cuya conversación mejor no exponerse. (Si se corriera el riesgo de irremediable ocasión o insoslayable encuentro con uno, lo mejor es hacerle coincidir con otro (pregonero) y dejarlos que se entiendan y se pregonen/reciten brani scelti).

Por cierto, que se me olvidaba: Un servidor, el que esto escribe, tiene que pregonar este año, Dío piacente. No digo dónde ni cuándo, pero me cachis en la hora que dije que sí al que me comprometió para el pregón.

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miércoles, 25 de marzo de 2009

El Primer Ave



El aire nazareno se estremece con alas celestiales,
luz que envuelve el primer Ave.
Tú recibes la primera el Evangelio,
Virgen de Dios y Madre del Altísimo.
Dices "Ecce Ancilla" y el Señor
se complace en su escogida.

La sombra luminosa del Espíritu
fecunda numinosa tus entrañas puras,
y el Verbo Omnipotente se hace en ti
cuerpo, alma, hombre.
Sintiendo, sufriendo, amando,
tu corazón de madre acompasado al suyo.

+T.

Encarnación y des-encarnadas

El acontecimiento de los acontecimientos ha sido la Encarnación. Por eso se hinca la rodilla, al rezar el Credo, en el verso "...et incarnatus est...et homo factus est..." Y no se hace en el Crucifixus, ni el Resurrexit, sino en el Incarnatus. Y la Encarnación - que es realidad - necesitó como conditio sine qua non, una mujer. También se dice, entre el incarnatus y el homo factus: "...de Spíritu Sancto ex María Vírgine...". Nunca nadie ha estado tan cerca de Dios (Dios tan cerca de nadie) como en esos 9 meses de gestación de la Humanidad sacrosanta del Verbo, cuando Dios se contuvo hecho hombre en el seno de una mujer. Una mujer a la que mantuvo Virgen haciéndola Madre.

Lamentablemente, ahora las mujeres no quieren ser ni madres ni vírgenes. Me refiero a nuestras mujeres, post-modernas del siglo XXI. Prefieren ser cualquier cosa, desde chicas de pasarela a ministresas de cuota de partido. Hasta falsas y ridículas "clérigas". Pero madres y vírgenes no.

Recuerdo al venerable y sabio padre Antonio Orbe s.j. en la Gregoriana, en sus clases, magistrales siempre, que comentaba con su vocecilla de vejete sordete: - "Ya verán ustedes, que vivirán más, cómo el problema de la Iglesia en el siglo que viene no será el marxismo ni otras ideologías, que están cayendo o caerán. El gran problema para la Iglesia del siglo XXI será el de la mujer: Las mujeres serán el gran problema de la Iglesia".

Al cabo del tiempo, el padre Orbe (que en santa gloria estará) se me presenta como un perspicaz futurólogo. No es que diera de pleno en la diana, pero evidentemente veía largo y atinaba mucho. Reconozco que el "mundo de la mujer" no es el único ni el más grande, pero sí que es uno de los mayores conflictos para la Iglesia, que se enfrenta en tantos frentes a los problemas derivados de las "novedades" que han supuesto una re-interpretación de la mujer.

En el sentido de que la cultura post-moderna inventa y gestiona una ideología anti-femenina, desnaturalizadora de la mujer. Ya sea desde el agresivo e irracional feminismo militante o desde la aberrante ideología de género, esa "cultura", de hecho, se enfrenta a la mujer bombardeando su centro más íntimo que es la maternidad. Con la máscara de los "derechos" y la coartada de la "igualdad", pero con el efecto de un terrorismo constante que mina y aniquila su núcleo constitutivo.

Todo esto tiene como más grave consecuencia la descomposición de la familia, institución natural dependiente de la mujer y su maternidad, sine qua non. Y como segunda consecuencia que todo esto se discuta y resulten "discutibles" principios necesarios, de elemental fundamentación social. Un verdadero y letal absurdo. Absolutamente anti-femenino. Y el absurdo mayor que sean "ellas", las afectadas, las más inconscientes a la vez.

El día de la Encarnación se celebra en Sevilla con cultos a algunas imágenes de la Virgen veneradas bajo el título del Misterio, Anunciación y Encarnación. En la antigua iglesia conventual de los Terceros (una joya del barroco colonial andaluz) estaba el Domingo pasado en besamanos una de esas imágenes, la titular de una antigua congregación de esclavitud, la "Esclavitud de Ntrª Srª de la Encarnación", de la que fue último mayordomo y hermano el insigne y recordado historiador Don Antonio Domínguez Ortíz. Si les gusta la imaginería sacra sevillana, vean las fotos del besamanos en el blog FotosCofrades (un espléndido reportaje de Ricardo Villarrica).

La imagen es de las de candelero, para poder ser vestidas, pienso que del primer tercio del XVII, bastante cercana al estilo de Juan de Mesa. Representa una mujer-mujer, de tipo andaluz, morena, guapa, de talle garboso. Con los postizos de peluca y pestañas, se realzan los rasgos según el buscado cánon de una belleza pletórica, manifiestamente femenina. Sólo los atributos de ráfaga, cetro y corona la definen iconográficamente. No es una descolorida doncella de tabla flamenca, ni una grácil y delicada "madonna" florentina: Es una mujer figurada en plenitud, capaz para ser madre, con el realce de una virginidad reservada, escogida y ofrendada.

No es que yo imagine que Ella es así, pero sí me gusta esa representación de Ella así. Y otras también, acaso más que esta de la foto, muy distintas en concepto artístico o iconográfico. Pero esta me llama la atención por su encarnada feminidad, con tan remarcado realismo de femenina por femenina: Una Virgen-Madre que va a ser para siempre la Madre-Virgen, del Único y de muchos por Él. Con toda la consciencia de su virginidad y de su maternidad, tal como está en el Evangelio.

Evidentemente, nada que ver con las des-feminizadas, con déficit de feminidad sustancial y accidental, de identidad consciente y de vocación agente. Des-encarnadas, des-centradas, des-identificadas con lo que más les constiuye: Ser madres/ser vírgenes.

Alguna dirá que.

Yo digo sí.

Y tengo razón.

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lunes, 23 de marzo de 2009

François Mauriac, una calificación post-mortem

He leído este fin de semana en la prensa la novedad de una obra biográfica sobre el nóbel francés François Mauriac, algo nada extraordinario. Lo llamativo es la tesis del libro que "confirma" la homosexualidad del literato francés. Que no está vivo para defenderse y hacer una apología por vita sua. Me temo que se trata de un nuevo caso de "apropiación" homo-interesada gay-manipulada.

Nunca me ha atraído especialmente Mauriac, tengo que reconocer. Le he leído en español, y algo también en francés, también algunos artículos de periódico, pero no es de mis preferidos. Sin embargo reconozco su buena, muy buena literatura; es de los que merecen leerse en su francés original, excelente. Mauriac es francés-francés, y sus novelas le enmarcan en la Francia del XX, tan herida. Y tan moderna. A Francia, las dos guerras la despiertan de lo que le quedaba de su sueño de grandeur decimonónico. Y es un despertar traumático, que se nota mucho en toda la literatura, passim. En Mauriac también.

Entiendo que el católico Mauriac se comprende en esas coordenadas. Si ahora lo re-interpretan en clave homo-sex, me parece de un oportunismo abusivo. Una de las fijaciones de la pseudo-cultura gay es pretender monopolizar extemporáneamente personajes, vidas, obras e historia. Un absurdo y un falseamiento. No niego circunstancias, que desconozco. Niego absolutos, generalizciones, reducciones de una vida/un personaje a una (decadente) ideología y sus esquemas/prejuicios. En este caso de Mauriac y en otros.

Como autor, Mauriac es reconocidamente católico, uno de esos escritores que expresan la fe en su obra. Una fe nada conformista o corriente. El catolicismo de Mauriac es de su siglo, de su tiempo, existencialista creyente (digo existencialista y entiendo por ello la dramática y/o agónica consciencia del ser personal y la historia, el yo y la vida). La suma de sus circunstancias temporales y personales, propias y ajenas, se exponen con fe, abiertas a la trascendencia sobrenatural. Una fe que no "desproblematiza" sino que ilumina y eleva lo humano y toda la naturaleza. La fe que no quita el dolor, pero sí lo abre a la esperanza y el Misterio. Este sentido es perfectamente reconocible en la obra de Mauriac.

¿Y su supuesta homosexualidad? Cualquiera que se haya dedicado a elaborar una tesis sabe qué fácil es montarla en torno a 1 argumento/1 personaje/1 obra. Désele a un imaginativo ocurrente un mínimo leit motiv, y rastreará una oculta homosexualidad en El Cid Campeador, un latente lesbianismo en Madàme de Pompadour, o un cripto-tráuma homosex en Don Marcelino Menéndez y Pelayo o Don Pío Baroja (que eran solterones (espero no haber dado ideas (una mala idea))). Todo es ponerse y elucubrar.

Lo que el autor de la biografía filo-gay de Mauriac nunca reconocerá es que, aún el supuesto de lo que conjetura, Mauriac vivió su "tensión" en cristiano: Resistiendo, no consintiendo, corrigiendo y viviendo rectamente. Esposo y padre, que no me adivinen según novelorios sus tentaciones (de internis neque Ecclesia) sino que me concluyan según su vida. Precisamente lo más interesante, personalmente hablando.

Literariamente, me parece una proyección del gay-sexismo militante sobre-entender un Mauriac como ellos gusten.

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domingo, 22 de marzo de 2009

Si me olvido de tí...

El Salmo responsorial que se reza entre lecturas este Domingo, IVº de Cuaresma (de Laetare) es uno de los más "dramáticos" del Salterio. Y muy artístico: Ha inspirado a literatos, músicos, pintores. El célebre "Va pensiero" del Nabucco de Verdi es una glosa del Salmo 137. La melancolía de los desterrados de Jerusalén se desborda en lágrimas, junto a los canales de Babilonia. La monumental belleza de una de las 7 maravillas del mundo antiguo no consolaba la nostalgia de la Sión perdida. En el versículo escogido como responsorio de los fieles, se repite la sentencia fatídica: "!Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha!".

El verso del salmo sigue: "....que se me pegue la lengua la paladar si no pongo a Jerusalén en la cumbre de mis alegrías!". Ese es el tono del Salmo, dolorido y ansioso...y rabioso. Se explaya la pena en el canto y se recoge la rabia en una honda esperanza de vengaza. Esta parte no se reza. Con un discutibilísimo (y a mi juicio muy errado) criterio, en el Breviario de Pablo VI se suprimieron los versiculos imprecatorios - y hasta algún Salmo completo - porque no concordaban con la "moderna sensibilidad". Esa fue la excusa de los liturgistas. Insuficiente (no digo que no "comprensible"), pero insuficiente. La Palabra Revelada es cruda y dolorosa tantas veces, pero eso no excusa su "censura". Siempre he pensado que fue de los "detalles" más reveladores del confuso desconcierto post-conciliar.

El Salmo se desenvuelve "in crescendo" en tensión: De la melancolía a la nostalgia, después un reto desafiante con auto-juramento, y termina desbordado en una cólera brutal:

"...memor esto Domine filiorum Edom diem Hierusalem qui dicunt exinanite exinanite usque ad fundamentum in ea filia Babylonis misera beatus qui retribuet tibi retributionem tuam quam retribuisti nobis beatus qui tenebit et adlidet parvulos tuos ad petram..." vv. 7-9

"...Acuérdate, Señor, contra la gente de Edom del día de Jerusalén, cuando decían: “¡Arrasadla!¡Arrasadla hasta sus cimientos!”. ¡Capital de Babel, devastadora, feliz el que te devuelva el mal que nos hiciste! ¡Feliz quien agarre a tus pequeños tome y los estrelle contra la roca!..." Sal 136

Ese sentimiento es real, tal cual lo expresa el Salmo. Lo más tremendo es saber que se ha cumplido: Babilonia es un erial de barro seco y Jerusalén vive, Dios sea bendito!

También es tremendo prever que nuestra civilización terminará así, como aquella Babilonia.

Mientras, nosotros, los creyentes, repetimos la primera parte del Salmo: Nos alentamos para no olvidar el Cielo, que es nuestra Jerusalén nueva y eterna, la que esperamos. Y también podemos (debemos!) recitar en sentido alegórico-profético esos terribles versículos. La Iglesia los rezaba pensando en la esclavitud a que nos somete el pecado, rogando para que se destruyera el imperio del mal y los malignos. Un sentido que se debería recuperar junto con esos versículos.

Estamos en el mundo, pero no somos del mundo. Esperamos Cielo y Tierra nuevos, la Jerusalén celestial, nuestra Patria. Y estamos en guerra contra el mal y queremos que desaparezca absolutamente, hasta su raiz.

Si oblitus fuero tui Hierusalem...!!!

+T.

viernes, 20 de marzo de 2009

Küng, el enano del Rhin


Hans Küng dejó de ser teólogo hace muchos años. Dejó de ser católico por el año 80. Desde cuando no es cristianno, no lo sé, quizá desde aquella misma década, año más año menos. ¿Qué es Hans Küng? El profesor alemán es sólo uno más de la galería de pensadores post-modernos, con reconocibles raíces crisitianas y buena formación católica, en origen. Después ha ido derivando hacia un pan-teologismo, definidamente a-católico y sumariamente sub-cristiano. Sin señas de identidad definibles, sólo se ha afirmado en una tendencia: Un odio manifiesto-incontenible hacia aquel compañero suyo, también profesor de teología, de su mismo entorno académico: Josef Ratzinger.

Josef Ratzinger, en una historia-trayectoria muy distinta de la de Küng, se fue definiendo como uno de los teólogos referenciales del post-concilio. Su obra, en conexión con la tradición teológica más auténtica y profunda, es "magistral". Contrariamente a Küng, fue llamado a cargos eclesiásticos cada vez más cualificados e importantes. Es nombrado obispo de Münich y Cardenal por Pablo VI, posteriormente sería uno de los prelados más importantes del pontificado de Juan Pablo II, como prefecto de Doctrina de la Fe. Un curriculum admirable.

Por los mismo años, la trayectoria académica y personal de Hans Küng se hizo "contra" la Iglesia, contra la fe. Amonestado varias veces, con publicaciones cada vez más "polémicas", se identificó con los sectores más reactivamente contestatarios. Sólo su falta de "carisma" personal le impidió ser uno de los líderes del progresismo católico. Su dureza de trato, su escasa "empatía", le redujeron a sus límites académicos (ya sin la consideración de docente católico, que se le retiró por Roma y nunca más le fue revalidada).
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Contó a su favor con una muy prolífica y bien administrada actividad editorial, un auténtico "best-seller" mitad filósofo-mital teólogo (o fenomenólogo religioso). Con un público lector "adepto", se ha mantenido como el mascarón de proa del disenso contra Roma. Es el preferido de cierta prensa, de cierto sector con nivel cultural y veleidad "elitista", poco cristiano, nada católico, decididamente "progresista" y confusamente "creyente". A un paso del teísmo unitarista más neto y decimonónico, pienso yo. New age a lo europeo, con sello "continental", más o menos.


Se podría escribir un novelorio apasionante si, obviando lo "árido" de la intelectualidad, se trazara un leit-motiv apasionado como trama de la "tensión" Küng versus Ratzinger. Si Morris West estuviera vivo (q.e.p.d.) podría hacerlo magistralmente: Un drama personal entre estudiosos, intelectuales, teólogos. Con una conclusión también dramática: Uno arribando a la cumbre, y otro sumido en la más rabiosa sima de la humana envidia. Un Benedicto XVI depurado, sublimado, teólogo y hombre de espíritu, campeón de la fe y su voz, anciano y sabio, solitario como héroe de epopeya, admirable y fuerte en su fragilidad, valiente y firme, con la seguridad de la verdad recibida, cabeza de la Iglesia.

Y un Küng patética figura; un frustrado demiurgo, una especie de enano Alberich (un Gollum de Tolkien), ansioso por un tesoro perdido, ambicionado, motivo de su frustración y su encono. Y tirando "a matar" contra Benedicto, su viejo e insuperado (insuperable?) antagonista.

Lean las últimas declaraciones, los últimos comentarios de Küng. Y entenderán que no exagero si me lo imagino un energúmeno rabioso: Un enano del Rhin.

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Letal-Democracia, las fieras y el circo (que viene)

Aunque sea un felino menor, el lince no deja de ser una "fiera". Por aquí y en castizo, más bien "alimaña". Con una diferencia con respecto a las madres humanas desnaturalizadas: 1º Que una hembra de lince no va a un abortadero a que le maten las crías 2º Que tampoco la dejarían - si pudieran - porque las leyes, tan sensibles, de la piara progresista de la siniestra en el poder no lo permiten, tan responsables y sensibilizados ellos y ellas con los cachorros de la fáuna ibérica, pero tan feroces contra los hijos de los hombres. Ellos (y ellas) sabrán por qué.

Las izquierdas se quedaron sin ideología viable después del derrumbe del muro de Berlín y el comunismo (los más sagaces se transmutaron "socialdemócratas" unas décadas antes, pero sin renunciar a sus querencias). Sin ideología "respetable", las izquierdas han optado por definirse según contra-valores anti-humanistas aberrantes. Sin Marx que les inspire, se han apuntado a la contra-ética y ya no luchan contra el capital y los plutócratas (sería un suicidio) sino contra la vida, los inocentes, la familia, y lo cristiano. Ahora, el más "camarada" es el que propone el aborto más criminal, el que inventa leyes de eutanasia más expeditivas, el que planea una ley que de cáuce legal a la más degenerada "convivencia". Ese es el perfil (con ceja circunflexa).

Han conservado en el bolsillo - ¡oh los tiempos de la subversión juvenil, los piquetes universitarios, la filiación clandestina, la conspiración revolucionaria, la propaganda de octavillas y el boca-a-boca! - el manual del activista, apestando a viejo y podrido (por dentro y por fuera). Aprendieron bien, muy bien, que la mayor parte del éxito es publicidad, influencia, control de los medios de opinión. Que las masas son masas y ellos son los líderes de la revolución. Y se han revolucionado, por lo del lince, que es propaganda. Y propagar-propagar, aquí sólo propagan ellos (y ellas). Y nadie más.

Si se les dice que propagan muerte, se irritan. Si se les saca la cuenta de los que matan cada año, se ponen bravos (y bravas). Si se les llama asesinos legales, se ponen como fieras (como linces).
Por cierto que en estos días de abortadoras alborotadas y fieras enseñando los dientes, están dando leña en Barcelona, a los universitarios, a las juventudes descontentas con lo de Bolonia. Están arreando tela, tela, tela. Pero eso no es noticia.

Mientras, en las teles de ceja circunfleja, se arremete contra el Papa (la única voz de Occidente, lo demás son rugidos de fiera (y no lo digo porque esté en África)). Y se habla de las fieras enfurecidas por la ecuación real y cruda como la vida misma de que 1-lince en cría vale (x) veces más que 1-niño en gestación. Y la (x) que valora a la cría de lince es una cifra inversamente proporcional a la conciencia humana (recta conciencia humana): Menos conciencia, más vale el lince (y el niño menos). Y viceversa.

Y están rabiando porque lo estamos diciendo. ¿Qué esperaban? ¿Aplausos? ¿Entusiasmos? ¿Vítores?

En Luxemburgo, anteayer, sacaron adelante una ley eutanasista con una "mayoría" típica de las siniestras, 30 votos contra 26. Así funcionan "sus" mayorías, las de la letal-democracia. Aquí, dentro de nada, mientras las cajas y los bancos se hunden y todo se escora, los circunflejos (y las circunflejas) arbitrarán medidas de progreso por el estilo: Abortar niños y rematar viejos. Un futuro esperanzador, una opción "de progreso" ante la crisis.

Y las masas, borregueando sin chistar.

Se está preparando - ¿no tienen Uds. esa sensación - un circo. En el circo se definieron los antiguos cristianos, frente a las fieras. Fieras ya tenemos (linces, por lo menos). Público también. Y cristianos, claro, que es lo principal: Hacen falta cristianos-cristianos.

Sólo falta uno que grite "Cristianos ad leones (et leonas)!!!".

Y el espectáculo de la letal-democracia estará servido como un revival del paganismo más feroz: Panem, circenses et Christiani ad feras.
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jueves, 19 de marzo de 2009

Yendo y viniendo y volviendo a José

" Y para que os admiréis de la alteza del divino consejo, y cuán por otros caminos va la sabiduría de Dios que la humana prudencia, da marido a la que tenía por Esposa y la había de tomar por Madre no duque ni conde, ni rico ni rey, sino un carpintero, que tenía necesidad para se mantener de ganarlo con la azuela en la mano. ¿Quién no se admirará hasta salir de sí de cosa tan extraña, y fuera de los quicios de la humana razón?...¡Señor para siempre bendito!...¿Tan amigo sois de humildad y pobreza, no sólo amadas en el corazón, mas puestas por obras? ¿Tan dulce sonido hace en vuestros oídos y de vuestra Madre, que os llamen a Vos hijo, y a Ella esposa, de un carpintero?...Cosa nueva es, ni vista ni oída en el mundo; mas con esta doctrina y ejemplo de tanta humildad, queréis, Señor, dar a entender cuán engañados van los que desean engrandecerse en la tierra, y que el abajarse en ella es camino verdadero para ser ensalzados en el Cielo".
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Y el Cielo es otra cosa. Y las alturas del Cielo, sus exaltaciones, no se avienen a ser comparadas con grandezas y noblezas terrenas, que inventa el hombre. Porque en el Cielo sólo subsisten las obras de Dios, y las criaturas que junto a Él moren se estarán en concorde y perfecta armonía con Él, Dios nuestro.

De San José no se decir como los Santos, que pregonan del Patriarca por experimentada imitación. Yo, que soy infeliz pecador, predico del Santo carpintero por lo que me falta, según lo que el Santo tuvo y yo echo de menos, siéndome necesario. Me animo diciendo que verse los defectos ya es algo, para empezar. Pero así como a José se le va la vida en escuchar y obedecer, creer y hacer, a mí se me van los días distraídos y vacios, con mucho trabajo por labrar y poco fruto que entregar.

Ayer, cuando confesé, el cura me puso de penitencia que "hiciera un rato de oración a la Virgen". Se lo agradecí porque la penitencia que me impuso es católica pura de oliva, ungüento exprimido en la prensa exquisita de los Ejercicios de San Ignacio, que era mucho de recomendar "coloquios" del alma con Cristo, la Virgen o los Santos. Cuánta penitencia haya en ponerse delante de la Santísima y hablarle a pecho descubierto y el corazón en la boca, no se decirlo, porque me parece no ser penitencia, sino descanso. Y como es el día del Patriarca, la "penitencia" pensé hacerla hablando de su Santo Esposo.

No será de sus esponsales de lo que hable, que le hablaré de su fundamento, que Ella y el Patriarca son lo que son por Cristo, sólo por Él. Por eso hablaré de muchos "cómo", todos en torno a uno sólo: ¿Cómo amarle? Y servirle, y atenderle, y escucharle, y cuidarle. Vivirle, es decir. Y en esto el Patriarca sabe más que hombre alguno, sólo superado por su Esposa, la Virgen Madre.

De las intimidades de Belén y Egipto y Nazaret, también quisiera saber. Preguntaré sin palabras y esperaré respuesta de silencio, de esas que no vienen con verbo sino con espíritu. Se que el Patriarca es de pocas palabras, porque ni una suya conservan los Evangelios. Los capítulos que le nombran sólo traslucen la intensidad de su espíritu, interior y profundo para oir a Dios, y pronto y eficaz para obedecerle.

Eso le pediré a Ella, su Esposa Virgen. Para mí y para más que llevaré en mi rezo. Y es gracia que espero alcanzar y no malograr. Amén.

Termino como empecé, citando al Maestro Ávila, tratando sobre San José:

"...decir muchos bienes de él, y honrarlo y desear que todos dijesen bien de él, y agradecerlo a quien lo dijese. Cierto es así, que si por nosotros no queda, tenemos muy cierto el favor de Jesucristo nuestro Señor y de su madre bendita, para saber contar las grandezas de este bienaventurado Santo...así todo lo que se dijere en alabanza del Santo José resulta en honra de Jesucristo, nuestro Señor, que lo honró con nombre de padre, y de la Vírgen Santa María, de la cual fue verdadero y castísimo esposo. El Señor querrá que su santo ayo sea honrado, y la Virgen que digamos bien de su esposo; y Él y ella lo agradecerán, y copiosamente galardonarán."


Y amén, digo yo: Amén!!!
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n.b. Las dos citas, del comienzo y el final, están omadas del tratado intitulado "Del Glorioso San José, Esposo de la Santísima Virgen Nuestra Señora", escrito por el maestro San Juan de Ávila, apóstol de Andalucía.

+T.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Benedicto en África

El dia 3 de Junio, en la fiesta de Ss.Carlos Luanga y compañeros Mártires de Uganda, se lee como lectura hagiográfica del Oficio un fragmento de la homilía pronunciada por Pablo VI cuando su canonización, en 1964. El Papa Montini predicaba emocionado cómo el África de Perpetua y Felicidad y tantos Mártires de la Iglesia antigua emergía otra vez pujante y cristiana con la sangre de los jóvenes Mártires. Unas palabras proféticas, porque desde entonces no ha habido año sin mártires en África, el continente que rejuvenece a la Iglesia (junto con Asia, también martirial).
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Que el Papa Benedicto visite dos de las naciones africanas, Camerún y Angola parece casi nada, apenas una porción de la extensa y doliente África. Pero ayer tarde, mientras retransmitían en directo la llegada de Benedicto XVI a Camerún, en Popular-tv, un misionero comentaba el valor que en la cultura africana tiene la visita de un "jefe", mayor aun cuando se trata de un "jefe religioso". La sensibilidad espiritual del África que el Papa visita es mucha y muy prfunda, muy distinta de la del Occidente decadente y enfrentado a los valores y virtudes cristianas.

En África la Iglesia Católica lleva invertido un capital misionero de cientos de miles (¿cual será la cifra total real?) de sacerdotes, religiosos, monjas y seglares. Un verdadero empeño, genuinamente católico, ya desde la Edad Media, floreciente e incesante a partir del siglo XV. Al día de hoy al Iglesia Católica puede enseñar el "libro de cuentas" de su misión en África, tan irreprochablemente sacrificado, inmensamente rico en caridad y piedad, en compasión y compromiso humano y creyente. Cuando Benedicto pisa África está sobre la tierra fecundada con sangre y sudor de muchos "mejores". Que no paran de dar, de entregarse y de sufrir en y con África.
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Pero el mundo no habla de esto, que se obvia, que se mete en paréntesis, que se desprecia como noticia y/o comentario. Los medios, la prensa-radio-televisión del caduco Occidente en crisis hablan hoy de su obsexión, auto-describiéndose. Esta mañana comentaba en el blog de un amigo que África es una llaga abierta que quieren disimular tapándola con gomas. Y no dejan que se opine nada que contradiga la tesis oficial de que el sexo y sus excesos se curan con más sexo. Esa es la tesis del super-1er.mundo occidental sobre África. Y no admiten contradicción. Una aberrante obsexión que llega al punto de monotematizar la visita de Benedicto XVI sólo bajo esa vergonzosa tesis.

.No harán la estadísticas de los hospitales, ni de los orfanatos, ni de los centros de maternidad de nuestras misiones. Sólo barajarán cifras de dos o tres organismos (relativamente efectivos, peligrosamente desacreditados alguno) de la ONU; también disfrutan sacando a relucir las mini-actividades de alguna ong super-subvencionada. Una minucia comparado con la ingente actividad (permanente, no temporal ni estacional) de las Misiones Católicas en África.

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Cuando el Papa se presenta en África lleva por delante las OMP y deja detrás miles de centros misioneros que se quedarán haciendo todo el bien que contínuamente hacen.

Debería ser delito de lesa-conciencia que un ministro de una de las naciones-pesadilla de África se permita criticar al Papa. El Occidente y sus "potencias" que han vampirizado África y la tienen sumida en la más sórdida miseria no tiene argumentos para objetar, precisamente, al Papa.

Pero el ministro francés (y los que remeden su desvergüenza, que no me extrañaría que algún fulanillo o fulanilla de por aquí también abriera el hocico) cuenta con los medios, tan sumidos ellos mismos en la infecta corriente de Occidente. Propaganda en mano de los malos y acoso hostil a los buenos. Eso es lo que padecemos, el Papa el primero (eso también es "martirio").

Bien. Oremos por Benedicto, y por África. Su empeño y el nuestro es de fe. Y los frutos (compárelos el francés y quién se atreva sin complejos) son valorables y contrastables: ¿Quién da más y quita menos a África, quién?...¿Quién sufre más y soporta más el sufrimiento de África con África y en África, quién???

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Pecando con Tannhäuser

Me da escrúpulos decir, escribir, que he estado escuchando el Tannhäuser, en Radio Clásica. En directo! Desde el Real! Y en Cuaresma!...A ver cómo se lo cuento a mi Dire Spiritalis...



Porque ya sabrán Uds. cultos frecuentadores de este blog, que en Madrid han puesto un Tannhäuser porno. Yes.

Debe ser, tiene que ser, capricho de un caprichoso. No se si me explico. ¿Me explico? Es que estas cosas sólo se les ocurren a caprichosos, estetas volubles, chicos de antojo epatante. Eso.

La cosa es que han sacado en pelota viva, en escena, en lúbricas, voluptuosas y obscenas posturas a los figurantes (no creo que sean Coro, no me imagino). Y ha sido un escándalo...que es lo que se buscaba.

¿Se imagina alguien un Don Giovanni, dissoluto punito, matando en vivo al Comendador de turno, o "violando" calatravas en directo, entre aria y aria???? ¿O una Azuzena echando en la pira di orrendo fuoco a un tierno infante? ¿O que mataran a navajazos un Turitu cada Cavalleria Rusticana? ¿Y la Butterffly haciéndose el harakiri, con katana, con kimono? Ogh!

A mí los montajes operísticos me alteran porque suponen la alteración de una ópera en algo tan co-sustancialmente operístico como su apariencia formal. Que yo no digo que Don Ricardo Wagner no tuviera las imaginaciones libidinosas de todo macho - con perdón de Cósima -. Yo no digo eso. Lo que mantengo ante el mismísimo Siegfried Jerusalem que tuviera delante es que Wagner jamás hubiera pensado una ópera suya trasmutada en escenita de burdel con carnes promíscuas a lo vivo. No.

Pues eso ha sido. Y con la mismísima Reina de España, nuestra morigeradísima Doña Sofía de real espectadora. ¡Si la Chata levantara la cabeza!

En fin, que entre la p de la P recogiendo su idolillo de jolivú, el Almodóvar atacando(se) de nuevo y la Reina en el porno-Tannhäuser, buena se nos presenta la Primavera próxima, con un pre-souflle du printemps rijoso y verde inmoral que espanta.

Y en Cuaresma (y a pesar que el Tannhäuser tiene tema de). O tempora, o mores!!!

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martes, 17 de marzo de 2009

El silencio de los borregos

Somos presa del partididucho del capullo en el puño, esa mala partida que fundó el viejo de la gorrilla, el que se auto-publicitaba como el "partido de los 100 años de honradez". Después de treintitantos años de cacareada democracia y estado de derecho, lo que el partiducho ha conseguido es una borregada acrítica y resignada ("ciudadanos" y "ciudadanía", dicen ellos) que pica y pica y vuelve a picar el anzuelo del partiducho. Vergonzosa proletariedad (quién lo diría) sin prole y bajo el dictado del los caciques del partiducho. Imbéciles estragados gobernados por cretinos voraces. Eso hay.
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Y haya lo que haya, venga lo que venga, la piara calla, el borrego pace y duerme. En Sevilla, por ejemplo, hay un contenido arrebato popular (ciudadano, es decir) por lo de la muchacha asesinada. El pueblo - que es siempre populacho en cuanto se le presentan oportunidades - lo que quiere es una guillotina en La Campana. Pero una guillotina es peligrosa porque, una vez que empieza la degollina, es muy dificil parar la máquina justiciera. Y por eso no. Además, está demostrado que las pasiones del pueblo exaltado empiezan con emociones y terminan en delirium pandemoníaco.

Para mantener el letargo indolente de la manada, se les da pienso de tele, pienso rosa, pienso para sentir y no pensar. Es tan efectivo que los borregos se estarán quietos pacientes, sin menearse de donde estén, pase lo que pase. Y el lobo rondando. El lobo que no es uno sólo, sino una jauría lobuna rabiosa y feroz, lanzada a cebarse con los borregos pacientes y silentes. Cuando sientan los dientes en el pescuezo, ya será tarde. Y después de los lobos, los buitres. Crisis (económica) se llama el peligro inminente, tanto que ya devora y desangra.

En Sevilla las Hermandades dicen que se van a unir para protestar contra la ley del aborto. Una tardía heroicidad porque en Sevilla se aborta tranquilamente y sin obstáculos desde que la tribu socialista impuso su ley del aborto que luego mantuvieron sin problemas los que no eran socialistas pero sí abortistas; por lo menos, digamos, "abortistas oportunistas". Las Hermandades de Sevilla se han alarmado, más que nada, por los 16 años de las futuras abortadoras, que parece demasiado tierna la edad aborteril. Pero más allá de esa edad parece que no se piensa lo mismo, porque no se piensa en los inocentes concebidos asesinables sino en la aberración de las adolescentes engendradoras-abortadoras.

No van a conseguir apenas nada. Porque de entre las mismas Hermandades saldrán los hombres graves de la moderación, próceres del compromiso y del entendimiento a dos, tres, cuatro, cinco bandas. Expertos en dejar todo en un manifiesto (hasta una manifestación), hábiles en cerrar ostentosamente la puerta principal y dejar abierta de par en par la del corral. Son los de siempre, que están en todo y se alían con todo. Y todo seguirá como va, sin molestar al que manda, que para eso manda. Y los otros, esos, los demás, son mandados, sólo mandados y siempre los mandados.

En Sevilla se recogen firmas pidiendo la cadena perpetua (porque no dejan que haya guillotina perpetua, que es lo que pide la sangre: "Sangue chiama sangue!!!"). En Sevilla dicen que las Hermandades se van a levantar (ahora) contra el aborto (de las quinceañeras, sólo). En Sevilla.

En Sevilla, tan barroca, todo es un trampantojo, un bastidor pintado que remeda una cúpula que no hay, una puerta que no está, un balcón que no existe. En nuestro Palacio Arzobispal tenemos dos de esos balcones de trampantojo, con un naranjo amargo delante, para mayor disimulo. No se podía un balcón en aquella esquina, y se pintó uno, para no romper la armónica secuencia de los de verdad.

No se qué harán las Hermandades alborotadas con lo del aborto de las mocitas. Pero llegará Semana Santa y los caciques del partiducho estarán en la presidencia de los Palcos, el Alcalde llevará su vara en las Cofradías que se la ofrezcan, el Arzobispo aparecerá en los Palcos junto a las Autoridades, las Autoridades estarán en los Santos Oficios del Jueves Santo, las Autoridades desfilarán ante el Paso de Duelo del Santo Entierro (autoridades Eclesiásticas, Civiles, Militares, Académicas y Cuerpo Consular). Y la estampa se reeditará, nihil innovetur...Y después los Toros, y luego la Feria. Y cuando llegue el Corpus nada se habrá cambiado, todo seguirá lo mismo. Y ya, con las calores apretando, a la playa y en Septiembre se verá.

En Sevilla (y - digamos - que Andalucía en general), se está acabando el curso, el año sevillano que dura de Octubre a Marzo, y lo demás es siesta.

Por eso nuestros borregos son tan especiales, de tan excelente calidad y aprovechamiento.


¿Y fuera? Fuera de Sevilla, ¿qué?...Oh! Lo mismo, lo mismito. Pongan cabaña ibérica donde aquí digo borreguería, y ya está. O peor incluso, porque un poco más allá de la Extremadura la piara ya no es siquiera ibérica, sino porcino vulgar. O carroñeros (una variedad que llaman "nacionalistas").


HAY ANIMALITOS,
COMO LOS BORREGOS,
DE DONDE SE SACAN
ABRIGUITOS NUEVOS.
ELLOS DAN LA LANA,
CON QUE FABRICAMOS
TELAS CALENTITAS
CON QUE NOS TAPAMOS.
Y LOS BORREGUITOS
BALAN SIN CESAR,
BALAN SIN CESAR,
CUANDO POR EL PRADO
LOS MIRO PASAR:
BE-EEEE,
BE-EEEE


n.b. Esta ripiosidad la he encontrado sin querer, y me ha hecho gracia...aunque no tenga gracia.
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domingo, 15 de marzo de 2009

Scrutator cordium Restaurator animae

Este año, en el Ciclo B del Leccionario Dominical, el IIIer. Domingo de Cuaresma se lee el pasaje de la expulsión de los mercaderes del Templo, según San Juan Jn 2, 13-25 . San Juan coloca la escena en el comienzo de la predicación del Señor, en la Pascua, precisando la cronología; en los Sinópticos el episodio antecede a la Pascua de su Pasión y Resurrección. Habitualmente, en este y otros casos, se prefiere seguir la cronología joánica, aceptada comunmente como más ajustada.
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Se escoge este Evangelio enmarcado en la Cuaresma por la significación "bautismal" del texto. Desde muy antiguo, la mistagogia bautismal alegorizaba a propósito: Como Cristo echa a los mercaderes, su gracia expulsa de nosotros al demonio y el pecado, dejando al catecúmeno apto y digno para ser templo del Espirítu Santo y miembro del Cuerpo de Cristo.

El pasaje es muy conocido, popular incluso. Y muy mal usado y abusado por cualquiera de esos que se engallan y claman contra "el mercado de la iglesia". Un tópico de todos los tiempos, con más o menos apoyatura, la mayoría de las veces malintecionados.

El Templo de Jerusalén en tiempos del Señor era tan admirable en formas como repelente en actos, por lo menos según nuestra sensibilidad actual. Cuando algunos fanáticos neo-judaicos hablan de la "restauración del templo" y de un "tercer templo", no tienen en cuenta (supongo) la extraña repugnancia que supondría para la mentalidad contemporánea (la de los propios judíos primeramente) un espectáculo constante de matanzas y sacrificios animales, más cerca de lo que hoy se entiende un matadero que de un templo. Pero ese fue el Templo y la actividad sacrificial que conoció Nuestro Señor en su Jerusalén, tan amada. Y el celo por la Casa de su Padre ciertamente le "devoraba" interiormente.

Pero he aquí que Él viene a instaurar e inaugurar en sí mismo un culto nuevo y definitivo, en "espíritu y verdad", con su Cuerpo y su Sangre. Él, su Persona, será un perenne Templo, imperecedero, inmortal; y al mismo tiempo, de manera inclusiva-exclusiva, Sacerdote, Hostia y Altar.
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Es interesantísimo leer en paralelo complementario y explicativo este pasaje de Jn 2, 13-25 junto con el de la Samaritana en el pozo de Jacob, Jn 4, 1-42 , que es el evangelio tradicional del Domingo 3º de Cuaresma, el "Domingo de la Samaritana". Siendo tan diferentes las dos escenas, las dos hablan del culto nuevo, y del templo. Y en las dos se trata expresamente del conocimiento interno, espiritual, que tuvo (que tiene) Jesús. A la Samaritana le descubre los vericuetos de su azarosa vida, le suscita el deseo de santidad, le infunde la fe; y el pasaje de la expulsión de los mercaderes termina hablando de la extraordinaria ciencia de Cristo: "...los conocía a todos y no necesitaba que lo informaran acerca de nadie: Él sabía lo que hay en el interior del hombre."

Esa sabiduría es un atributo de Dios, proclamado en los Salmos, "Señor, tú me sondeas y me conoces..." Sal 139 . En cuanto fenómeno extraordinario de la vida espiritual, es un don concedido algunas veces a algunos Santos, dependiente en cierto sentido del don-carisma de profecia. Pero en Cristo alcanza una capacidad sin igual, siendo en Él una ciencia habitual, no una gracia infusa, gratis data y ocasional/temporal, como ocurre en los Santos.

En el caso de Cristo es Dios conociendo y escrutando a su criatura, el Redentor al pecador, viendo los fondos del alma, los secretos del corazón. Y excitando en ellos la gracia, la conversión.

Aunque no directamente, en esa afirmación del Evangelista hay una alusión a Judas Iscariote, cuya traición supo y conoció Jesús desde el primer momento de su incubación. Y hasta antes que el mismo traidor. San Juan es tremendo cuando señala y desenmascara a Judas, passim, por todo su Evangelio.


A mí me serena saber que me entiende y comprende porque me ama desde el primer instante de mi ser, incluso antes; que me lee el espíritu, que sabe mi alma, que conoce mi corazón. Y mis cosas, y mis sueños, y mis pecados, y mis debilidades, y mis miedos, mis ansias, penas, gozos, circunstancias y eventualidades. Todo lo mio, hasta lo que yo no se ni nunca sabré de mí. No tengo que explicarme, no tengo que contarme, tampoco justificarme: Él lo sabe todo!

...Y Él sabe que le quiero. Y que quiero quererle. Y que quiero querer quererle. Y que mi temor es no quererle, no amarle, no sentirle, no desearle.

Mi Cristo, mi amor, mi todo: ¡Mi Dios y mi Señor!

+T.

sábado, 14 de marzo de 2009

Benedicto, como el padre de la parábola


Hoy es Sábado de la IIª Semana de Cuaresma, y se lee en la Misa (la misa matutina) el Evangelio del "Hijo Pródigo". Estatio en SS. Marcelino y Pedro, en la esquina de la Via Merulana. Recuerdo haber estado en la statio, una de mis Cuaresmas romanas. Y recuerdo al párroco, un clásico monsignore romano-romano, quiero decir que no "curial" sino del clero romano, tan romano de verdad. Y recuerdo cómo pronunciaba en italiano recio "il vitello grasso", arrastrando y remarcando la doppia s. Parece que lo estoy oyendo.

Se me ha venido a la memoria esta mañana, en Misa, durante la lectura del Evangelio. Un evangelio muy del gusto de cierta exégesis moderna que ha ensalzado esta parábola sobre todas las demás. Es muy especial, porque está muy "elaborada", más que ninguna, quizá, con elementos narrativos-descriptivos singulares. No se por qué, pero así aparece en el Evangelio según San Lucas.
La clave de la parábola se expone al comenzar: "Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo entonces esta parábola..." Lc 15

Siguen a continuanción 3 parábolas, dos más breves, La Oveja Descarriada y La Dracma Perdida, y la más larga de El Hijo Pródigo, que en algunas versiones de los Santos Evangelios ya aparece con un título más adecuado: "El Padre Misericordioso". Como decía, es la parábola más desarrollada, una verdadera pieza del género de "narración breve". Se entiende desde el mismo ministerio de Cristo, que excita y recibe el arrepentimiento de los pecadores, les da el perdón y les admite entre sus discípulos. Se entiende como una censura de la dureza de criterios morales y religiosos de los fariseos; a la vez, se expone la dinámica misericordiosa de la gracia divina, desde el amor del padre de la parábola, imagen alegórica de la Paternidad Divina, implícita y explicitada en la misma revelación de Jesucristo, Hijo de Dios encarnado, Redentor de los hombres, que viene a salvar y reconciliar a la humanidad pecadora. Esta es la parábola de Lc 15.

Hace unos años tuvo fue best-seller del género "religioso" un libro titulado así, "El regreso del Hijo Pródigo", obra de un sacerdote católico, Henri Nouwen. El autor comenta la parábola apoyándose en un conocido cuadro de Rembrandt. Entiendo que, más que nada, refleja la interioridad afectiva del escritor y su nivel de comprensión espiritual, muy en sintonía con la sensibilidad contemporánea de la sociedad americana (de los USA). El libro se lee facilmente. No es una gran obra (ni tampoco el cuadro de Rembrandt). Pienso que se sobrevaloran, una y otro. Pero fue un hit, por lo menos aquella temporada en que se lanzó al público. Se vendió mucho. A mí me regalaron cuatro o cinco, entre Reyes y mi Santo.

Me sorprende siempre que el mismo perfil de los "sensibles a la parábola" sea tan reactivo según quién y cómo se repartan los papeles en la re-presentación de la narración evangélica y su acomodación a diversos tipos, personas y circunstanacias.

Por ejemplo, esta mañana, durante la lectura de la parábola, entendí que se debía interpretar en relación a la reciente Carta Apostólica de Benedicto XVI. Cuando se leía esta parte: "...'Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el ternero y engordado, porque lo ha recobrado sano y salvo'.El se enojó y no quiso entrar. Su padre salió para rogarle que entrara,
pero él le respondió: 'Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos...Pero el padre le dijo: 'Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo.
Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado'..."
Lc 15, 27-32

¿Han leído Uds. la Carta del Papa Benedicto? Va a pasar a la historia, por lo que dice y cómo lo dice. Y también por los aludidos, unos hijos pródigos que vuelven (4 obispos excomulgados y reconciliados) y que se han encontrado con unos hermanos displicentes, discrepantes, críticos y envidiosos (los obispos que no han "encajado" cordiáliter la decisión del Papa Benedicto). No será necesario decir que el padre de la parábola es el Papa Benedicto...¿o le cabe a alguno alguna duda? Un Benedicto magnánimo, misericordioso, reconciliador, que se ha tenido que quejar con el corazón abierto, sensible, herido, descubriendo su interioridad de "padre" ante la dureza de corazón de sus "hijos", los que más deberían estar y haber estado con él..

Es tan evidente que sólo un corazón duro como el pedernal no entenderá qué es lo que el Papa Benedicto tiene en la mente y en el corazón, corazón de padre.

Merecería que los mismos que se entregaron entusiasmados a leer el opúsculo aquel, el best seller, se aplicaran a meditar y entender esta nueva edición/escenificación/representación de la célebre parábola, con Benedicto XVI y sus obispos protagonizando los 3 personajes del drama.

Y el que tenga oídos para oir (corazón para sentir) que oíga (o que sienta).


+T.

viernes, 13 de marzo de 2009

Explicando y corrigiendo: "Una frivolidad (uds. perdonen)"

Sobre todo porque es Cuaresma, y no pega rien de rien. Peeeeero...la carne es débil y la risa floja y no he podido resistirme. Conque, ahí va:





No es original mio, sino "captado" por ahí. Y supongo que es vero veríssimo y no montaje home-video ad casum. Juzguen ustedes.

Se lo tienen merecido por ser impíos que celebran una cosa tan seria como una boda fuera de una iglesia, que es donde se debe. Y el "celebrante", lo mismo (que no es católico, ya se ve).

Pero hay que ver las cosas que pasan!!!

Y todos partidos de risa...luego. Porque el momento, el instante, el ínterin es trágico-dramático-cómico-bailable 100%.

En fin, un día para no olvidar, una celebración memorable, una boda para el recuerdo.

¡Que el Señor nos libre!

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Hasta las rayitas, esta era la entrada que ayer puse y que borré...arrepentido. Io mi pento! Porque es Viernes de Cuaresma y no es día para frivolidades, ogh! Pero el duende de los blogs ha comunicado a los visitantes habituales que había articulete intitulado así, frívolamente. Luego han venido y no han encontrado novedad. Conque en atención de los afectados me veo obligado a publicar...y reconocer il mio peccato frivolíssimo: Pietá!

Pero, para que la cosa no se consuma en vanité, frivolité et légèreté (oh!, perdón, que eso suena a otro "lema" (impío y revolucionista, además)), completo la insustancialdad risible de la primae intentionis con algo más, más serio.

Por ejemplo esto:



Eso dicen los afectados. Yo digo que excusatio non petita...etc. etc. etc. Es decir que si tienen que aclarar qué son y qué no son, es que las cosas no están claras.

A mí estos pasillos de comedia clerical no me convencen. Ni estos clero-rockeretes ni tampoco el trio calavera de los "The Priests" y otras especies por el estilo. No, no, no. ¿Me hacen gracia? Sí, si se reservaran para fiesta parroquial, seminarial, conventual, familiar u ocasional. Pero si se lucen y montan tinglado espectaculero, no. Rien de rien. Y no me convencen (¿a quién convence?) con preguntas ordinarias de estilo - "¿y por qué no". Aunque sea tan facil de contestarles con un radical y contundente: - "Porque no es eso ni están para eso".

A estas alturas, con tanta historia a cuestas, hemos tenido de quasi todo. Y con muy discutibles efectos, resultados, conclusiones y finiquitos. Por ejemplo, esto de cleriguillos cantantes no es nuevo. Ya los ha habido, muy famososos. Por ejemplo, ¿recuerda alguien a Soeur Sourire y su archi-popular Dominique-nique-nique? Yo sí. ¿Y recuerda alguien cómo acabó la cosa? Yo también. Pues eso. Y ya está.





No digo que todo acabe así, sino que no hay necesidad de exponerse y frivolizarse para correr el riesgo de rematar así. Además con tanto cantante suelto (y hasta en el paro, seguramente) y tantos showmen y showrgirls, me parece redundante y saturante que unos curitas se apunten también al mundo de la farándula ( y la Sociedad General del Autores, probablemente). ¿Que es que dan lo que ganan para las Misiones? Muy bonito (y eso habría que verlo), pero lo que deben hacer son colectas parroquiales y animar a que la gente se suscriba a las obras misionales. O lo que sea. Zapatero a tus zapatos, que dice el refrán (con perdón por decir "zapatero", que es insulto grave, ya se sabe; sorry).

Y para rematar en terna este divertimento, una horrenda frivolidad que me he encontrado esta mañana, en un blog que visito. Miren Uds:




La fotito es una celebración "ecuménica". Junto a un cura católico revestido con hopa (que no alba) y sin cíngulo (que en la simbología de los ornamentos significa la castidad y la pura continencia) y con una estola color yema-naranja (el amarillo no es ni ha sido nunca color litúrgico), junto al mal-revestido preste, decía, aparecen dos "ellas" pseudo-pastoresas de no se qué conciliábulo protestante; y un sacerdote ortodoxo con su talar (aunque no estoy muy seguro de su ortodoxia, dadas las circunstancias y los/las circunstantes). En el centro de todos, un muñeco de trapo, que no se sabe quién pudiera ser o a quien representaría. Y mejor no saberlo, me temo.

Y este otro de la foto no es un profesor jubilado con mal gusto para las corbatas: Es un "cura católico" de Linz que alardea de vivir con su barragana, sin escrúpulos y sin vergüenza. Y sin obispo con un par de ínfulas que lo suspenda a divinis, por lo pronto.

Pues esa es la Linz para la cual estaba electo obispo el sacerdote honesto p. Wagner al que no han querido los obispos de Austria enfrentándose al Papa y obligándole a retirar al electo. ¿Por qué no querían al p. Wagner? A parte dos o tres indiscretas opiniones sacadas de contexto y con relativo valor que hizo en su día el reverendo Wagner, es obvio que no le querían como obispo en Linz porque no es de la calaña de los de la foto "ecuménica", ni soportaría la barraganería del otro de la foto, el de la corbata. Y por eso. Todo se explica. Lo que no me explico es cómo va a resistir la Iglesia Católica en Austria, con estas fachas y fachendas reverendas.

Conque al final, como tantas veces, la risa frívola se nos vuelve compungido llanto. Propter nos peccatores.

Así que a pedir perdón, conversión, gracia y misericordia, que falta nos hace.
Tanta, tanta, tanta.

&.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Una carta del Papa en época del post-VaticanoIIº

Esta mañana daban la noticia, el aviso, en algunas páginas de información religiosa. A medio día ya circulaba el texto en alemán, adelantado por una agencia germana. Esta tarde ya aparece como noticia, con titulares chocantes:


Dejando aparte el problema de comunicación (de falta de buena comunicación y medios comunicadores) que tiene la Iglesia (y que seguirá teniendo porque nuestro mundo "global" no se entiende en términos benevolentes con la Iglesia, cuya "conciencia" no resiste), asombra la tendenciosidad de los textos: Subrayan lo negativo y apenas son capaces de entrar en el meollo del asunto.

El asunto es una amonestación, se entienda o no así, al episcopado universal por parte del único que puede y debe, el Papa. Aunque el texto revista la forma humilde de una exposición aclaratoria, de hecho es un toque de atención a quien corresponda. ¿A quien corresponde? Ya digo que a todos los obispos, pero es evidente que "más" a aquellos que han demostrado de una u otra forma su discrepancia por lo del levantamiento de las excomuniones a los 4 obispos de la FSSPX. Las voces, por ejemplo, de los prelados alemanes han sido manifiestamente molestas, y a pesar de protestar por las declaraciones "reduccionistas" de Williamson, lo que dejaban traslucir era un distanciamento displicente respecto a la intención del Papa Benedicto.

En parecido sentido al de los alemanes han asomado su mitra otros jerarcas, passim. No son muchos, ni siquiera un número apreciable, insignificante en suma. Pero han "protestado". Los demás, los que han callado, se han inhibido formalmente del tema, pero su "pecado" es que han callado, precisamente. Han habido declaraciones de apoyo, la primera (y más sincera) la del Episcopado Polaco. La Conferencia Episcopal española también publicó una "carta de apoyo", manifestando su "adhesión" etc. etc. etc. Una "diplomática" insignificancia que seguramente "arrancó" de nuestra CEE el Cardenal Bertone durante su reciente visita. La carta no nombra el caso de las excomuniones, sino que se refiere a la irritación de los judios por lo de Williamson. Muy "discreta", demasiado.

Los apoyos verdaderos, si lo son, deben ser ardientes, incondicionales y, mejor todavía: Implícitos en explicitas acciones que no tengan siquiera que "rozar" de lejos al Papa, pero que dejen bien claro que es por él y para él. Esto se puede hacer de muchas maneras, pero no se ha hecho de ninguna. Excepto la carta, tan "tibia".

Los Concilios, todos, han tenido su efecto una década después, y hasta dos o tres. A mayor "peso" del Concilio que fuere, más repercusión a posteriori. Y estamos en plena época repercutiva del Vaticano II, ya sin los entusiasmos primeros, pero con toda su problemática activada. Y la "resaca" también, que ahora es cuando se nota.

Cierto episcopado "vaticanista-2º" se ha crecido en su auto-consideración de forma muy peligrosa, afirmándose excesivamente, cosa que ni debe ni puede. Su "fuerza" son las "conferencias episcopales", instituciones muy "post-conciliares" pero de mínima entidad canónica puesto que apenas si son asambleas funcionales-consultivas y poco más. Pero "alzan la voz" y parece que son más, sin serlo.

Si algo debe tener claro un católico (un cristiano) tocante a "jerarquía" y "capitalidad" eclesiológica, es el Primado Universal y ordinario del Papa. El Papa es "cabeza visible", principio, vínculo y garantía de unidad de toda la jerarquía-episcopado de la Iglesia. Como tal, puede todo en cualquier sitio, y los obispos le deben una obediencia subordinada y dependiente, canónica, pastoral, doctrinal y espiritual. El Papa puede actuar como tal en cualquier diócesis, en cualquier caso, bajo cualquier circunstancia. Sin embargo, un obispo es obispo en su diócesis, para su diócesis y sóla y exclusivamente para las personas, cosas y casos de su diócesis; está nombrado por el Papa, debe rendirle cuentas al Papa, y al Papa "entrega" su episcopado cuando cumple la edad canónica que el Papa fijó para ello. Un obispo es para una diócesis, y un Papa es para la Iglesia. Con la distancia y diferencia que hay entre la parte y el todo, que respectivamente representan, se puede decir.

De la carta de Benedicto que mañana - Deo volente - se publicará en todas las lenguas para todos los obispos del mundo, algunos remarcarán lo que les favorezca, lo que les guste, lo que les irrite o lo que les interese. Pero cada uno sabrá que sólo uno - Benedicto XVI - puede dirigir una carta para todos con una autoridad que es única ex sese, ni compartida ni dependiente.

Por cierto que, como ya se están publicando, algunos párrafos merecen señalarse en rúbrica:

"...Uno no puede congelar la autoridad magisterial de la Iglesia en 1962, y esto debe ser claro para la Fraternidad. Pero a algunos de aquellos que se presentan como los grandes defensores del Concilio, se les debe recordar que el Vaticano II lleva consigo la completa historia doctrinal de la Iglesia. Quien quiere ser obediente al mismo, debe aceptar la fe de los siglos, y no debe cortar las raíces de las cuales el árbol vive".

Es, entre otros puntos, lo que yo subrayo.

+T.

Santas de Marzo: Mujeres y vocación cristiana

Una de las reliquias más "sorprendentes" de toda Roma (y eso que Roma es el plus y el plus ultra de las reliquias, sin discusión ni rival que se le aproxime), una de las más "llamativas" es la del esqueleto de Santa Francesca Romana que se guarda y venera en el convento de sus Oblatas, junto a los Foros Imperiales, cabe la Basílica de Majencio, un enclave sin igual que merece pasearse a cualquier hora, de dia o de noche. Aunque de noche es bastante problemático, supongo, porque no era raro ver entre las piedras de los dos o tres tramos de rampa y escaleras que llevan hasta la basílica conventual jeringuillas de las que usan los drogadictos para inyectarse. A pesar de todo, recuerdo más de una tarde-noche con la luna llena sobre los foros, junto al campanile de Santa Francesca Romana.
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Íbamos a las Stationes de Cuaresma, o alguna Misa por alguna conmemoración. En Roma, cuando hay fiesta u otra solemnidad, se marca el camino y los alrededores de la iglesia que sea con unos velones de cera, anchos y bajos, del tamaño de un plato, con varias mechas. Se encienden cuando anochece, y es una belleza verlos alumbrar las calles, los pórticos de la iglesias, las escalinatas y los atrios de las basílicas. Como esta de Stª María Nova, que el vulgo conoce como Santa Francesca Romana, que me parece fue allí la primera vez que vi esas candele festivas.

Santa Francisca es una santa de las que el Misal antiguo clasifica de forma muy especial: "Ni virgen ni mártir". Estuvo casada, con hijos, y se quedó viuda . "Vidua" es el título que acompaña a su nombre en el Santoral, categoría también muy específica, muy bíblica, muy paulina. Decir que una es viuda, dice bastante de la que sea; pero decir que una Santa es viuda, dice todavía más, dice mucho. Actualmente es un concepto que resiste a su pesar. El pesar me refiero de las afectadas por la circunstancia de la viudedad, raramente bien asumida y más raramente todavía si se trata de vivirla en cristiano, como tradicionalmente se ha propuesto con muy buenas referentes, como esta Stª Francisca, por ejemplo.


Virgen, esposa, madre y viuda. Una secuencia que enriquece y corona la consagración religiosa con la que algunas selectas remataron su tránsito terrenal, haciendo un verdadero cursus honorum femenino, el más conspicuo entre todos los posibles (si se culmina - que también hay casos - en martirio, el curriculum es quasi perfecto, glorioso).

Llevo un par de dias discutiendo a propósito de las mujeres, con las de mi familia y otras de mi entorno más o menos cercano. Les expongo y mantengo la tesis de que en la tradición cristiana la mujer es/debe ser esposa-madre o virgen-consagrada. En otras circunstancias pero sin salir de la temática, le argumentaba a un amigo con los textos paulinos cómo se entiende en la época apostólica y de la primera Iglesia a la mujer cristiana. En sustancia es eso mismo: Consagración en matrimonio o virginidad, con la coda paulina de la viudedad en oración y caridad, al servicio de la Iglesia y en expectación del Señor.

Lo corriente, sin embargo, es que se nos haya impuesto el pensamiento dominante, cultural y socialmente, derivado de ideologías políticas o tesis sociológicas asumidas e impuestas por programas políticos. Desde estas nuevas categorías se juzga a la Iglesia, la moral cristiana, nuestra tradición familiar. Cuando debe ser al reves: El cristiano desde su fe, firmemente asumida y explicitada en su vida, es quien debe cuestionar y "criticar" las novedades de esta sociedad y su "cultura".

Dificilmente me convencerán de que el sitio de una mujer no es la familia y el hogar. Contínuamente se me presentan casos de las desastrosas consecuencias de una esposa/madre laborando fuera de su casa. Un absurdo que se paga muy caro. O una opción que apenas mejora nada y pone en peligro casi todo. Casi siempre. Las excepciones son excepciones, y en todas pienso que cabría una mejoría si la mujer estuviera en pleno ejercicio intra-doméstico, sin reclamos externos.

La Santa de ayer fue de otra "tipología", en descrédito aun mayor que la de esposa-madre. Mª Eugenia de Jesús Milleret de Brou, belga, que a los 22 vírgenes años fundaba la Congregación de la Asunción, para educar y formar féminas católicas. De tal nivel que por los colegios de la Asunción pasaron las niñas y las jóvenes de la crême europea, la nobleza y hasta la realeza.



No se decir hasta cuando duraron esos ideales de la fundadora, Mª Eugenie. Quiero decir en plenitud de propósito, como auténtica e indiscutible opción-oferta de virtud y vocación "femenina" cristiana. No se decirlo porque, entre otras cosas, me parece que ni siquiera las mismas hijas de Stª Mª Eugenia Milleret están hoy en concordia plena con los ideales de su decidida y admirable fundadora. Desde el Vaticano II, ha sido la "norma" de muchas congregaciones religiosas "adaptarse" al mundo moderno y no luchar-trabajar por transformar el mundo que hay en un mundo cristiano. Un mundo cristiano que incluye un ideal de mujer cristiana que cuenta con un catálogo muy bien ilustrado, con ejemplos de mujeres cristianas de todos los tiempos que han vivido esa secuencia de virgen-esposa-madre-viuda con la esencia cristiana como denominador común y sustancia, haciendo del tiempo corriente tiempo y vida cristianos.

He escrito vivir la secuencia, pero tengo que corregir: Algunas solamente la empiezan y permancen en ella, vírgenes siempre por consagración y dedicación. Un "lenguaje" que no es que el mundo no entienda, sino que se resiste a hablar (y antes escuchar).

Ellas son un problema. Principalmente para la familia (cristiana y natural). Pero primeramente para ellas mismas. Me consta que ni siquiera todas las "buenas" se dan cuenta. De las "malas" no me atrevo ni a pensar.

Cuando se les insinua siquiera algo de esto, ellas se revuelven y arrebatan, no quieren aceptar ni reconocen. A ver cómo rematan.

Tengo claro que parte del futuro regenerable depende de ellas. Muy gravemente y sine qua non.

¡En fin! Oremus, para que surjan, prosperen y vengan muchas del estilo de estas Francisca y Mª Eugenia.

Amen.

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viernes, 6 de marzo de 2009

Basílica-restaurant

Una de las basílicas más bellas de Roma es la de Stª María in Trastévere. Vinculada a la memoria del Papa San Calixto (221-227), parece ser la primera iglesia de la Urbe dedicada a la Madre del Señor (anterior a la Basílica de Santa María Mayor en el Esquilino). Es el centro del romanísimo barrio del Trastévere, donde se precian vivir los "romani di Roma", los que llevan a gala ser de Roma desde hace muchas generaciones.
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Como cualquiera de las Basílicas de Roma, cuenta con riquísma historia, y hasta leyendas. Desde la famosa de las fons-olei que manó una especie de petróleo en tiempos de Augusto, y que se interpretó luego como un signo del nacimiento de Cristo, a la milagrosa e imponente imagen de la Virgen de la Clemencia, un icono admirable del s. VI, de los más interesantes de toda la iconografía mariana antigua. En el siglo XII, Inocencio II (1130-43) reforma y enriquece la basílica. De esta época y posterior son los bellos mosáicos del ábside con representación de la Dormición-Asunción-Entronización de la Virgen. También de esa época son los mosaicos cosmatescos del pavimento. Del XVII, la Asunta del centro del artesonado de la nave principal, del Domenicchino. Se conservan lápidas y fragmentos de sepulcros paleocristianos, algunos colocados en el atrio; y en las capillas interiores sepulcros de los Altemps, que fueron patronos de la basílica (de ellos proviene la devoción a la Mater Clementísima en el Collegio Spagnolo di Roma). Un admirable templo, corazón de su popular barrio.

Pues me he llevado tamaña sorpresa-escándalo cuando me he topado con esta escenita montada en (en el interior de) la Basílica de Santa María in Trastévere:


Lo peor es que a más de uno le parecerá bien. Tan bien como les parece a todos esos que salen en el video. Los organizadores son los miembros-socios de la "Comunitá di Sant'Egidio", que es una fundación de un monseñor romano que - me parece - es a la sazón párroco-rector de la basílica de Stª María in Trastévere.

La institución, es benemérita por muchos conceptos, iniciativas y obras (dense un paseo por la web, donde está el vídeo). Yo la conocí en Roma, allá por 1990, cuando ya era famosa. Recuerdo haber estado en algunas celebraciones, en la iglesia de San Calixto, justo-pegando con la Stª María in Trastévere, donde se conserva el pozo al que arrojaron el cuerpo del Papa Calixto I, cuando lo martirizaron. Recuerdo que simpre había iconos con velitas encendidas, cánticos estilo Taizé, gente joven y menos joven, un ambiente "ecuménico", de cierto "nivel", serio pero espiritualmente "abierto".

Después supe que también se dedicaban a atender enfermos, abandonados, gente de la calle, sintecho; "barboni" llaman en Roma los mendigos callejeros. En el vídeo se ven, son fáciles de reconocer. Un gesto amable y acogedor, en Navidad.

Pero ¿ese es el sitio para eso? ¿no hay otro? ¿no se puede arreglar otro? ¿más apto? No. No se puede porque no se quiere y se ha buscado-querido intencionadamente la Basílica. Un "signo" dirán los ocurrentes ideistas.
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La Iglesia Católica, antigua entre las más antiguas instituciones de Occidente (la que más???), cuenta con experta sabiduría y experimentada competencia de muchas y para muchas cosas. Nuestras basílicas, catedrales, conventos e iglesias han servido casi de todo y para casi todo cuando ha habido necesidad por lo que fuera: Una guerra, una epidemia, una inundación, una catástofre...todas y cualesquiera de esas cosas han motivado que nuestros templos se abrieran y sirvieran el tiempo que hiciera falta de hospital, refugio, depósito, etc. Cuando hay que improvisar por caridad, ahí está la Iglesia con sus cosas.

Pero ese almuerzo-comida navideña no es una improvisación, ni una urgencia. Tampoco una necesidad. Es un invento/un capricho de los de Sant'Egidio y del monsignore que se lo ha consentido (no se si me equivoco pero al final me parece que sale el Cardenal Echegaray???). Sea lo que sea y con permiso de quien sea, me parece un abuso (antes se le hubiera dicho sacrilegio, ahora ese concepto está timoratamente en desuso).

Como dije antes, lo malo es que parecerá bien a pios y pias bienintencionados...y muy malformados/deformados y con una degenerado/alterado concepto de qué es la caridad, qué es el culto, qué es una iglesia, qué es el respeto cristiano a lo sagrado, y cuáles son los deberes para cada una de estas cosas.

Tan desagradable me resulta ver a un prelado banqueteando en una sala con techo-artesonado dorado y decorado (eso ya pasó y ya no es tiempo de), como este cenáculo de caridad navideña. Del super-cómico-hiper-crítico (y real como las cosas mismas) Plácido (de Berlanga) a esta comida-basilical de los santegidios no hay ni un pelo de distancia: Es lo mismo, pero en vez de en ciudad castellana de provincias, en el Trastévere y con Basílica como motivo-gancho principal.

Al final somos nosotros quienes profanamos lo sagrado (dejemos de lado lo histórico y artístico). Sí, lo sé: Si la tropa infame de políticos y demás canalla come y se divierte (y más cosas) en los mejores palacios y espacios de Europa y del mundo, ¿los pobres por qué no? Estupenda idea. Pero que sean valientes los de San Egidio y organicen la comida en el Palazzo del Quirinale, el Madama, o el Barberini, o en el Campidoglio tal vez. Pero en una Basílica no, no en una Catedral, no en una Iglesia. Cuando sea y si es necesario, si. Por capricho (eppure "di natale"), ni hablar.

Pero para nada sirve esto que escribo, porque ahí está el video, con la escena de la cena (basilical). Por cierto que los pobres viejos estarían destemplados de frio, que el que no conoce Roma en Enero no se imagina el frio que hace, y más en una Basílica, con suelo de mármol, y a unos pocos metros del Tévere que le da nombre. Pobrecitos. Con lo de sitios calentitos para cenar que hubieran podido disponerles, y una vez que les preparan fiesta, se la dan en una Basílica con mármoles y corrientes de aire.

Un despropósito se mire como se mire.

p.s. No se si darían copa y puro al final.

p.p.s. Tampoco se de la ambientación musical, si hubo o no.

p.p.p.s. Espero que si tuvieron no fuera del estilo de la que suena en el vídeo.

p.p.p.p.s. Imagino la carita que tendría en su cuadro de la Sacristía mi Cardenal Don Pedro Segura y Sáenz, que fue titular de la Basílica!!!

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