Lo del funeral de Colonia fue una minucia comparado con lo del funeral en Malta por los ahogados en el naufragio : Una ceremonia fúnebre mixta católica-mahometana presidida por el obispo católico de Gozo y un imán mahometano; también había un clérigo copto, que no sé si participó, aunque su sola presencia ya le compromete en esa ceremonia de la confusión.
Una confusión sangrante, una llaga viva si se considera la guerra criminal con que el islam asola a los cristianos del Oriente Medio. Una guerra en la que el tráfico de emigrantes es otra arma no bien tipificada, pero al fin un instrumento de agresión-desestabilización contra la Europa mediterránea.
Pero el daño no es político sino espiritual, por ser otro golpe a la fe y a la conciencia católica. No existe comunión entre islam y cristiandad. No nos pueden obligar a comulgar con la piedra de molino de una imposible comunión interreligiosa que es una blasfema impostura contraria a la fe, la doctrina y la tradición cristiana.
La Iglesia puede rogar por los infieles, puede pedir por sus perseguidores y perdonar a sus enemigos. Pero la Iglesia no puede mentir, no puede prestarse a falsear la verdad de sí misma por un equívoco concepto pan-religioso que contradice al Evangelio.
"...No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen." Mt, 7, 6
+T.