viernes, 19 de enero de 2007

Filotiranicidas




Fué durante un exámen de Historia del Arte, en la entonces Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Sevilla. Proyectaban diapósitivas que teníamos que comentar. Las había de todo tipo: fáciles para animar, equívocas para tentar y raras para sobresaliente y matrícula.

Entre una serie de escultura griega antigua, pusieron una de Los Tiránicidas, Harmodio y Aristogitón, los que se cargaron al tirano Hiparcos, el hijo de Pisístrato (la historia es una crónica trágico-heróico-político-erótica de tomo y lomo); la escultura original de Antenor, nos ha llegado a través de copias posteriores, entre ellas esta de Kritios (h.470 a.C.) del Museo Arqueológico de Nápoles.

En un susurro tipo exámen, me lanzan el S O S :

- Ellos (susurrando ansiosos, desconcertados; sin pajolera idea, vamos) : "Qué es? Cual es? Qué son?..."

-Yo (susurrando con aplomo dominante, caritativo-repelente-pedante): "Los Tiranicidas!!!"

- Ellos (de uno a otro, corriendo el soplo en cadena): " ... Los Tiranicidas...Tiranicidas...anicidas...icidas...idassss...asss...sss...!!!"

Terminó el exámen y ellos, los soplados, me invitaron a un café en el bar de la Facultad, a mí, el soplador. Comentaban la mala idea del profesor por poner diapositivas que no habíamos comentado en el áula (pero que sí venían en el Summa Artis, de Pijoán...Je Je!!); que si la del Trono Ludovisi; que si la del pié del Auriga de Delfos; que si la del detalle del Poseidón de Artemísion...

Y va y dice uno:

- "Jo, tio! Menos mal que me soplaste la de Tirón y Cidas, que no tenía puñetera idea. Te debo una. Me has salvao!"

Y digo yo:

- "¿Tirón y Cidas? ¿ Y esos quienes son?..."

Y dice el otro:

- "...Los dos tios esos en pelotas; el de la barba y el del brazo..."

En fin, que le dieron un aprobado, pero con anotación al márgen del folio del exámen, que decía:

- "Tiene usted que estudiar más láminas y, también, hacerse una revisión de oído".



La anécdota de mis felices peripecias de estudiante, venía como ilustración de esta tesis:

Si uno fuera vinatero o bodeguero, de vino fino, manzanilla, rioja o cava; en Xeréz, Logroño o San Sadurní...

Si uno fuera tabaquero, en Las Canarias o en Las Antillas...
Si uno fuera...Uno se hacía tiranicida, como Harmodio y Aristogitón, y se cargaba a la malnacida de la ministra anoréxica-caquética que censura el vino, que pena el tabaco, pero reparte abortivos, paga abortorios y enseña higiénicas perrerías por ahí.

A esa y al malnacido que la tiene de ministra; y de camino, al resto de los malnacidos del gabinete.

Con todo el derecho del más clásico tiranicidio; como los más genuínos y prestigiosos y heróicos tiranicidas de la madre Grecia, de la gran Atenas. (Bueno, uno se vestiría un poco más, que no tiene uno formas de escultura arcáica helena, ni tipo apolíneo para el mármol y tal).


Suerte para esos tiranos que aborrecen copa y puro, y revientan criaturas inocentes en vientres de malas madres; suerte para ellos que ya no andan sueltos por ahí Harmodios y Aristogitones.


Y qué lástima y qué desgracia que gobiernen malnacidos-as abstemios-as de vino y borrachos-as de muerte.


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