miércoles, 31 de octubre de 2012

Precisar y aclarar el Vaticano IIº : Una urgencia con demora de 50 años

 
Un comentarista de ExOrbe, el muy estimado Miles Dei, dejó esta tarde una apostilla sacando a relucir la sorprendente y desconcertante cita del nº 21 de la Constitución Dogmática Dei Verbum, uno de los textos más controvertidos del Concilio Vat.IIº. Este es el texto al que se refería:

21. la Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras al igual que el mismo Cuerpo del Señor, no dejando de tomar de la mesa y de distribuir a los fieles el pan de vida, tanto de la palabra de Dios como del Cuerpo de Cristo, sobre todo en la Sagrada Liturgia. DV nº 21
 
Textos como este, una muestra de lo que el maestro Romano Amerio critica en su imprescindible obra Iota Unum, vuelven a la actualidad por una de las proposiciones recientemente elaboradas por el Sínodo de los Obispos:

Proposición 12: Documentos del Concilio Vaticano II
Los Padres sinodales reconocen la enseñanza del Concilio Vaticano II como un instrumento vital para la transmisión de la fe en el contexto de la Nueva Evangelización. Al mismo tiempo, consideran que los documentos del Concilio deberán ser correctamente leídos e interpretados. Por lo tanto, desean manifestar su adhesión a la idea de que nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, quien ha indicado el principio hermenéutico de la continuidad con el fin de descubrir en estos textos el auténtico espíritu del Concilio.



El mismo Miles Dei, en el comentario aludido (véase el comentario nº 15, contando desde arriba, de la entrada anterior, debajo de esta, titulada 'Mensajes para todos') enlaza un artículo suyo titulado 'La idolatría del libro en la Dei Verbum n.21 fue rechazada por Pablo VI ', publicado en la web de Tradición Digital.

El problema es que, tanto en los usos del Camino Neocatecumenal como en otras celebraciones parece tomarse ad pedem litterae, de manera heterodoxa, el muy equívoco enunciado (iuxta modum, al menos) de DV 21. Por ejemplo, vean estas fotos tomadas este verano en Alemania:



En lo que parece ser un acto inter-confesional de confraternización ecuménica, se ostentan, portan y exponen en una extraña y anómala liturgia una custodia con el Sacramento y un Leccionario: En la primera foto, el sacerdote católico lleva la Custodia junto al pastor luterano que porta la Biblia, detrás se ve un grupo de fieles, niños y adultos. En la segunda fotografía, la Custodia está depositada sobre un improvisado altar, a la derecha de una cruz, a la izquierda de la cual aparece el libro de las Sagradas Escrituras. No sé si el acto es el mismo o las fotos recogen dos escenas distintas de dos celebraciones diferentes (una de las fotos, la primera, creo que está tomada en Buxtehude, cerca de Hamburgo; la otra no me consta dónde). Lo que me importa es llamar la atención sobre el abuso quasi-sacrílego al equiparar la Presencia Real de Cristo Sacramentado con la simbólica o relativa del Señor en un volumen/tomo/libro con los textos impresos del Antiguo y el Nuevo Testamento, ¿quizá como extensión explícita de lo enseñado en DV 21?

El equívoco es tan tentador, el texto de la Dei Verbum se presta tanto a una incorrecta/heterodoxa lectura/comprensión que yo mismo he sido testigo de escenas inverosímiles en lugares sorprendentes. Recuerdo, por ejemplo, una tarde de Domingo, sería mediados de Noviembre de 1991, en la capilla del Colegio Español de Roma. Al entrar para el rezo de IIas. Vísperas, vimos que habían puesto sobre el altar, en un ángulo, la custodia lista para la exposición del Santísimo, y en el otro lado del altar habían colocado un atril de mesa con un evangeliario abierto. Anduvimos listos (sospechábamos quien era el perpetrador de aquello, un colegial, todavía diácono, que cursaba liturgia en el Anselmiano) y avisamos al director espiritual del Colegio, que desmontó el asunto rápida y discretamente.

Si aquello pudo ocurrir y lo de las fotos está ocurriendo (y los equívocos sagrarios-biblioteca de los neocatecumenales también se siguen usando y construyendo), es de rigor que los textos conciliares que dan pie a las confusiones, equívocos y malentendidos se expliquen suficiente y satisfactoriamente, cosa que hasta el presente no parece haberse hecho.

Un texto de un Concilio no lleva anejo el anatema apocalíptico del castigo terrible a quien quite o ponga nada, un punto o una coma. La pena es que aquello, aquel desafortunado texto, se hubiese aprobado en el aula conciliar, solemnemente. En latín, hasta suena peor, más sapiens haeresis, como se decía antes:

21
. Divinas Scripturas sicut et ipsum Corpus dominicum semper venerata est Ecclesia


Aunque no sé cuánto efecto podrá tener una corrección después de 50 años de mitificación y tratamiento tabú de las cosas del Vaticano Segundo. Tampoco tengo claro si se considera suficiente y validamente que existe una Autoridad ordinaria que lo puede hacer: Puede y hasta está obligado a corregir.

No sería la primera contundente corrección hecha al Vat.2º , ya tuvo un par de ellas en su momento. No se debería olvidar.

+T.