Después de todo, gracias a la Victoria pudimos tener Jueves Santos relumbrantes como el sol, que si no esto hubiera sido el pandemonium de la hoz y el martillo, lo reconozcan los malos o no (los malos no se ven las maldades, ni se arrepienten, por eso - entre otras cosas - son malos (y sin mejoría)).
En este régimen infra-marxista autor del terrorismo institucional contra la Historia y sus Vencedores, recordar es un deber y proclamar un desafío.
Total, a lo que iba:
¡Viva España! y ¡Arriba España!
&.