Magos del dorado Oriente
vienen en pos de una Estrella
que brilla más clara y bella
que ninguna y más ardiente.
Con el alma y con la mente
buscan al Rey que ha nacido;
para ofrendar le han traído
oro, incienso y mirra: Al Hombre,
al Rey y a Dios, cuyo nombre
ab aeterno es bendecido.
+T.