martes, 27 de noviembre de 2012

Ravasi irritado e irritante

 
Ravasi es uno de los purpurados más inexplicables e injustificables del actual Colegio Cardenalicio. Sólo lo entiendo si es por italianidad, por cuota debida a la mamma Italia. Aunque, si es por esta razón, me abruman entonces las preguntas sobre su promoción y sus padrinos (el ser milanés ya es un peso en la balanza, no pequeño).

Que le tengo poca, muy poca, simpatía ya se habrá notado, salva reverentia (a la púrpura cardenalicia). Conste, empero, que no le busco obsesivamente defectos, sino que el eminentísimo me excita la atrabilis sin que yo rastree sus intervenciones, porque, sin ser sabueso, me topo sin querer con las barrabasadas de Ravasi. Esta misma tarde, hela aquí:

Que los llamados “tradicionalistas” retornen a estudiar el latín, porque muchas veces ellos quieren que las misas sean en latín pero conocen poco la lengua

Primeramente yo diría que habrá conocido a 'tradicionalistas' de poca monta, quizá de perfil light, si no no lanzaría esa puya acibarada. Segundo, implícitamente, se erige él mismo como latinista mayor de la Santa Madre Iglesia, juez y censor de latinidades insuficientes. En tercer lugar apunta sólo a un sector muy determinado, justamente el más sensibilizado por el latín, y, en vez de alegrarse por ellos y agradecer su interés, les pone en la picota dejando en entredicho sus aptitudes latinas. Qué cruel.

¿No se nota que frunce el ceño y encoge la nariz cuando dice 'tradicionalistas',  como si fuera un soviet pronunciando 'zarista'? Qué mal disimulan el desprecio estos prelados que luego llenan sus sermones, exortaciones y pastoraladas repitiendo redundantes 'caridad pastoral' 'caridad pastoral' 'caridad pastoral'.

Una vez dejado claro que él no es tradicionalista y que desprecia, desde su egregio sitial de Cardenal de la pan-cultura, el latín de los tradicionalistas; haciéndonos cargo, nosotros, los tradicionales, del guantazo de Ravasi, pregunto en nombre de muchos: ¿Dónde, cuándo, cómo?

¿Dónde estudiaremos latín, cuándo, cómo? ¿Tendremos que irnos a Roma  y matricularnos en la Pontificia Academia Latinitatis? Porque en nuestros seminarios o no hay latín, o lo despachan pronto y mal en un curso, un cursillo, donde todos aprueban porque el latín no importa.

Otra cuestión: ¿Hay que ser tradicional, tradicionalista, para pedir más latín? Y otra más: ¿A los que se definan tradicionalistas se les exigirá implacablemente ser latinistas de nivel? ¿Y si no saben más latín que Beatriz Galindo se les niega el latín? ¿Y si no saben más latín que Nebrija se les prohibe la liturgia en latín? ¿Y si no dan el nivel supuesto, reclamado, exigido por Ravasi, se les condena a la vulgaridad de las lenguas vulgares?

A Ravasi el latín le provoca sarpullido, me temo. Y sacude sus malas pulgas, para que todos nos rasquemos.

Bueno, todos no: Sólo los tradicionales. Los demás, pueden ir en paz.

Ite Missa est!

+T.

sábado, 24 de noviembre de 2012

El Belén minimalista de Ratzinger

Como decía en la entrada anterior, la confusión está en la calle. Una confusión que uno llega a pensar si no será deliberada, porque en la portada del librito aparece en tipos pequeños 'Joseph Ratzinger' y en letras mayores 'Benedicto XVI'. Por eso mismo no desatinarán los que digan que, con la letra chica, Ratzinger está escribiendo lo que Benedicto no se atreve a decir. Será o no será, pero el hecho se presta a esta conclusión/confusión. Incluso a peores (conclusiones/confusiones).

Hasta Tornielli, el vaticanista, hace uso de la comunicación de idiomas y dice Benedicto XVI por Ratzinger: El nuevo libro de Benedicto XVI sobre el nacimiento de Jesús

Y si el muy ducho vaticanista Tornielli se atreve, la prensa corriente, lo mismo:


La afirmación esencial del ultimo libro de Benedicto XVI, “La infancia de Jesús”, presentado el martes en Roma es que las narraciones de Mateo y Lucas son “historia real y sucedida, interpretada y comprendida sobre la base de la Palabra de Dios”.

aquí, también el ABC, sobre la mula y el buey, víctimas inocentes de la clarividencia histórico-crítica de Ratzinger o B16, tanto monta, monta tanto (no en mula, obviamente):

En su último libro, "La Infancia de Jesús", el Papa Benedicto XVI recuerda que no había animales en el pesebre en el momento del nacimiento de Jesús, según consta en los evangelios de Lucas y Mateo.

El Belén que imagina Ratzinger (seu Benedictus) es una composición de lugar minimalista, gélida, asépticamente histórico-crítica, tan lejos de la imaginería popular. Una imaginería que no es siquiera franciscana del siglo XIII, porque el tema de la mula y el buey en el pesebre ya aparecen en la iconografía navideña más antigua, por ejemplo en el bello Frontal de Stª María de Aviá que he puesto de imagen de cabecera.

El frontal, una pieza del románico hispano de fines del s. XII o comienzos del XIII, recoge todas esas escenas que Ratzinger dice 'creíbles' para luego dejarlas en un esqueleto conceptual, sin carne, ni sangre, ni piel, si me explico. En el precioso antipendio catalán están representados los Misterios de la Anunciación, la Visitación, los Magos, el Nacimiento y la Presentación, tal y como se entienden en una lectura concordada de los Santos Evangelios de San Mateo y San Lucas. Incluye también el icono detalles de la tradición cristiana más remota, como los nombres de los Santos Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, así como la mula y el buey junto al pesebre del Niño.

El frontal de altar románico figura en sus imágenes lo que se creía entonces. Así lo creo yo también, con todos esos detalles tan ricamente avalados por la tradición cristiana, católica. También la iconografía es tradición, también la imaginería tradicional del arte cristiano forma parte del depósito de la Tradición. Una iconografía  navideña tan contrastada y universal que puede competir con toda su autoridad, revalidada a través de los siglos, con esa representación minimalista de Ratzinger, un teólogo al fin, sólo eso, un profesor. Porque el Papa no ha hablado, el Papa no ha dicho nada, el Papa no ha escrito ni una letra de ese libro, un libro que (bien considerado) un Papa no puede ni debe escribir.

El Papa (dicho salva reverentia) lo que debería haber hecho es poner traba y freno al Ratzinger extemporáneo.

He recordado mucho estos últimos días a una de mis tías, una fenomenal combatiente católica que se pasó los últimos años de su vida postrada en una cama y gobernando con un bastón su pequeño mundo. Sufrió enormemente la revolución litúrgica y demás trastornos y mudanzas del post-concilio. Muy consciente, muy firme, cuando le contaban las novelerías y las cosas que se iban haciendo, decía:

-Si el Papa se quiere condenar, que se condene, que yo me mantengo en lo de siempre.

Murió santamente, creyendo en los Tres Reyes Magos, la mula y el buey, la Estrella de Belén y todos los demás artículos de fe del Credo de los Humildes, limpios de corazón que ven a Dios en los Santos Evangelios sin crítica histórica.

¡Ay del que escandalice a esos pequeños!

+T.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Jesús de Ratzinger, 3ª entrega

 
En su momento (aquí), ya dije lo inoportuna que me parecía esa aventura extra-magisterial que ponía entre paréntesis a Benedicto XVI para reaparecer como el profesor-teólogo Ratzinger, publicando libros, siendo Papa, que no son del Papa. Una abstracción de difícil justificación.

La palabra del Señor sobre la irrevocabilidad de una vocación asumida (la vista de aquel que empuña el arado no puede permitirse mirar atrás cfr. Lc 9, 62) tiene en este caso - esa es mi opinión - una particularísima casuística, que no debiera haberse dado. El Papa no puede aparecer detrás o bajo la sombra nostálgica del profesor.

Confirmar la fe es enseñar la Revelación, el Misterio de Cristo, tal y como ha sido recibido por los Apóstoles, y mantener firmemente la regla de fe del Magisterio, una doctrina, una solamente; confirmar la fe no es exponer una galería de opiniones, de autores, de obras, de exégesis, de hipótesis abiertas a otras opiniones que puedan ir llegando de mano de otros autores, de otras obras, con otras hipótesis, dejando en suspenso, en el aire, una vaga indefinición, tanto más cuanto ello, como en este caso, puede suponer la desacreditación/credibilidad de un texto sagrado que es fuente de Revelación

El autor, Joseph Ratzinger (o Benedicto XVI???) se comporta como un docto erudito pero no enseña y confirma como un Papa. La gente leerá su libro como el libro 'del Papa' porque así se vende, esa es la propaganda que va aneja a su lanzamiento editorial para ser el best seller de Diciembre, el libro más vendido y regalado en Navidad, el más atractivo para un gran público católico que comprará, sin más distingos, 'el libro del Papa'.

Si el docto teólogo se impone al Papa, malo, muy malo. Y esa es la impresión que dan este libro y los otros dos. Una tríada absolutamente prescindible, que no dice nada que no hayan dicho ya otro autores; tres libros sin especial relevancia, moderadamente católicos, típicos de una moderna exegética católica sugestionada por el método histórico-crítico. Un tríptico ratzingeriano que sumirá a muchos en la confusión de no saber si enseña el profesor que fue o el Papa que es.

 La cátedra de Ratzinger no puede aparecer, coexistir y/o ser presentada confusamente junto a la Cátedra de Pedro.


+T.

martes, 20 de noviembre de 2012

Corolario a Welby

Un cometarista de la entrada anterior reclamaba un corolario y dejaba dos tópicos supuestos:

- 1: tras el cuidado de las formas está la hipocresía

- 2: más allá del cuidado de las formas está la autenticidad

Supongo que el susodicho advertirá (le estimo un comentarista inteligente) el absurdo presente en los dos enunciados, pero, de todas formas, respondo:

ad primum:  la forma íntegra/perfecta (cuidada, pues) es parte del ser, so pena de que pueda perder su integridad o perfección como tal ser por incurrir en imperfección formal, por lo cual el cuidado de la forma es una necesidad; lo hipócrita sería el disimulo de la imperfección a costa de una deliberada falsedad/engaño o merma/falta en la forma

 ad alterum:  más allá de lo formal o está el vacío o el engaño (si la forma no se identifica con su sustancia) o la verdad de una esencia congruente con su forma (si la realidad esencial ha sido bien e integramente expuesta/representada en su forma correspondiente)

No me gustan las dialécticas, pero si hay que razonar, soy bastante razonable. Y ya puesto, como relativamente pertinente ilustración, vean estas fotos:

 
 
Cuando la forma pierde dignidad en relación con aquello que debe representar dignamente, se desliza, más o menos perceptiblemente, hacia lo ridículo y/o lo burlesco. Esta es una de las claves de lo cómico-mimético tal y como se utiliza en la pantomima, el carnaval o la sátira humorística. Ocurre siempre como consecuencia de una más o menos consciente degradación/depreciación de un concepto y su representación. Quiero decir que una devaluación conceptual de lo que es un obispo conduce a la depreciación del significado de los ornamentos episcopales y se traduce en una escena final como la de la foto: El intercambio de la mitra del obispo y el casco del policia en un contexto trivial, popularmente divertido, que, sin embargo, significa más de lo que aparenta.

La degradación de las formas afecta a la integridad de las esencias.

p.s. Un apéndice de lo mismo: La hija del arzobispo con una mitra cómica, empatizando con su muy ilustre y digno (?) papá:

 

Como 'ellas' son pseudo-ordenadas 'obispas' en algunas 'iglesias' de la Comunión Anglicana y el nuevo Archbishop de Cantebury parece ser partidario del engendro, su hija podría ser un día su sucesora como 'archiobispesa' y portar (¡por qué no??) esa misma extravagante mitra que luce en la foto. Así están las cosas en la (no)Iglesia Anglicana, con estos (no)obispos tan light (formal y sustancialmente).

Recordando las muchas escenas de sombrero y empatismo popular protagonizadas por el Beato Magno  y también (en menor grado y con menos frecuencia) por nuestro Benedicto, debemos rezar para que no caer en la tentación (para que no caigan, es decir).

+T.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Degenerando: De Cosmo Lang a Justin Welby

Cuando ví la foto del nuevo (preconizado) Arzobispo de Canterbury, se me vino a la mente, incontinenti, la imagen de su predecesor Cosmo Lang, más concretamente el retrato que le pintó el aristocrático Laszlo. Comparen Uds. las dos estampas, y concluyan. Concluirán, por lo menos, que el estilo ha decaído, que el nuevo look es manifiestamente desmejorado y desmejorante, que tanto va de Cosmo a Justin como de un Pugin a un Moneo.

Aunque el caso podría exponerse desde la perspectiva del post hoc ergo propter hoc, como una secuencia de degeneración sucesiva, escalón a escalón, bajón a bajón, desde Lang hasta Welby, con el último en la serie, Rowan, como precedente inmediato.

El Cosmo Gordon Lang que marcó época y estilo post-victoriano fue uno de los personajes más controvertidos del stablishment de entreguerras. Yo destacaría en él cierta tendencia errática, por lo menos dubitante y contradictoria por momentos, momentos que fueron circunstancias de altísimo nivel, como corresponde al Arzobispo Primado de Canterbury, el Primado Anglicano, si no efectivo sí representativo. Me lo imagino (dsipénsenme la fantasía) como un Denethor perplejo, que viendo y sabiendo tantas cosas, desde la perspectiva encumbrada de su alta torre y la videncia del palantir, terminara desconcertado y abrumado, resolviendo (o no), dejando cuestiones marcadas (o no) que dejaban prever una deriva que sólo en la actualidad se aprecia en cuanto a sus graves consecuencias.

Por ejemplo, el Cosmo Lang tan severo durante la crisis que concluyó con la abdicación de Eduardo VIII (20 Enero 1936 / 11 Diciembre 1936), fue el mismo que un año después, en 1937, evitó oponerse efectivamente a la liberalización de la legislación divorcista argumentando que "...ya no era posible imponer por ley el estándar cristiano a una sociedad en gran parte no cristiana".

Una dialéctica claudicación en los principos que, a la larga, marcaría esa transición paulatina de la High Church victoriana a la Iglesia Anglicana que regirá el recién electo Welby, partidario de la ordenación de las 'clergy-women' y las 'obispas', del 'matrigaymonio', de los clérigos y cleriguesas gay-lesbis y de todo lo demás que se supone en un Archbishop que viste y se luce como aparece Welby en la foto.

Por cierto que el look estridente-esperpento de Welby se parece mucho al estrafalario fondo de sacristía usado por el Beato Magno en sus últimos años, cuando se impuso el estridente mal gusto del ceremoniero post-moderno Piero Marini, monseñor-dictador de moda eclesiástica.

No quiero decir con esto que el mal gusto estético-litúrgico concluya necesariamente en una degeneración doctrinal/moral/pastoral. Pero sí mantego la tesis que de vez en cuando recuerdo aquí, en ExOrbe: Que las formas significan el fondo, que lo interior asoma por debajo de lo exterior y que el continente transparenta el contenido.

+T.

martes, 13 de noviembre de 2012

Pijo-catolicismo y Belenmanía


Cuando escribí el articulete 'Patético funeral juvenil' me comentaron (comentarios que borré) que me había pasado. No me pasé, me quedé corto porque la pantomima pseudo-pía sigue y sigue, con mucho ritmo. Vean si no:

Belén, sonrisa de Dios, que por tu intercesión se haga presente su Amor


(aquí el youtube con la coplita belenmaníaca)

Ya tiene copla y todo. Si tienen paciencia y tragaderas amplias, escuchen la irritante (para oídos católicos sapientes) letra hagiográfica. Como alguien adelantó en los comentarios, lo próximo podría ser una peliculita biográfica-ficción, un suplemento monográfico Alfa-Omega y la distribución de estampitas por estadios deportivos, discotecas y conciertos-rock, que para eso están los amigos, y la peña está mogollón motivada, mazo movilizada.

En estos últimos años se ha ido creando un característico perfil pijo-católico, muy urbano, muy madrileño, muy juanpablista, muy jmjotero. Se reconozca o no, la especie existe, yo diría que incluso con cierto nivel sociológico de tribu urbana.

Son chicos y chicas de clase media-católica, con familias insistentes en lo religioso, pero faltas de sólida formación. Más que por convencimiento, actúan por cierta inercia social-gregaria generada en colegios religiosos, clubes de apostolado juvenil, campamentos y colonias de verano, encuentros ocasionales en convocatorias y actos multitudinarios, manifestaciones pro-vida, movidas HO, pperíos callejeros, jmjoterías, etc. Ese sería el caldo de cultivo de la especie, insistiendo en el entorno familiar poco-formado de corte neo-católico.

Ello no quiere decir que la familia funcione, sino que se funciona según el patrón familiar impresionado por determinada espiritualidad de movimiento o corriente. Lo chocante es que desde principios supuestamente sanos se derive hacia comportamientos/grupos tan contradictorios respecto a una recta, sólida y sencilla moral católica. Según se comprueba en casos como el que comentamos, al final todo aflora en una espiritualidad apenas incoada, inmadura, incompleta, facilmente desbordable en sentimientos así como peligrosamente expuesta a las malas influencias, degeneraciones y conflictos del entorno juvenil generacional más común, manteniendo la 'clase' con el referente católico como cierto guión/rol de identidad grupal. Pero no hay más.

El querer probar que todo funciona bien porque son familias numerosas y existen vocaciones es una argumentación que se tambalea, justamente por razones muy serias de índole familiar y vocacional, que no entraré a comentar, porque no era el asunto que ha movido este articulete. El asunto ha sido esta coplita de este youtube. Si se pusiera de moda (que lo dudo) se podría repetir el pijo-éxito de otros conocidos grupos pijo-juniors.

Espero que no. Pero no sé pronosticar más, porque nuestra actualidad es experta en convertir lo insustancial anecdótico en fenómeno social.

Si corriéramos ese peligro, que el Señor nos libre (de la belenmanía y de los pijo-católicos).

+T.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Lo que se da a Dios

En el clásico 'Jerusalén en tiempos de Jesús' de Joaquim Jeremias aparecen algunos datos sobre la magnificencia del Templo re-edificado por Herodes el Grande. Se cuenta la opulencia de los Príncipes de Adiabene, prosélitos devotos, que dejaban espléndidas ofrendas cada vez que visitaban Jerusalén. Se recuerda también algunos exornos magníficos, como un emparrado todo de oro del que los fieles iban colgando como ofrenda hojas, sarmientos y racimos de oro comprados en las tiendas de los orfebres y joyeros de Jerusalén, famosos por la belleza de sus artesanías.

La escena del óbolo de la viuda transcurre en el Gazofilacio del Templo de Jerusalén. El texto del Evangelio (Mc 12, 41 ss.//Lc. 21. 1-4) dice que la pobre viuda echó en el arca de las ofrendas dos moneditas ínfimas. Pero el Señor ponderó la entrega de la viuda, que no daba de lo que le sobraba, sino que puso en el cepillo todo lo que tenía.

El valor de lo que se da a Dios es relativo, vale según las circunstancias de cada cual, y, así, lo mucho que da un magnate es poco comparado con sus bienes, en cambio lo poco que da un pobre es mucho porque es casi todo lo que posee. Pero, ampliando la compresión de este pasaje del Evangelio, hay que entender que se puede referir igualmente a otra clase de donaciones, no sólo las de dinero. Por ejemplo, el que disponiendo de poco tiempo dedica a Dios unos pocos minutos de ese tiempo ofrenda más, relativamente, que otro que tenga disponibles para el culto y la oración las 24 horas del día y dedique a ello dos, o tres, o cuatro horas. Salva siempre la intención recta y la intensa voluntad, las posibilidades de un caso respecto a otro pueden revalorizar un acto pequeño y desmerecer otro aparentemente mayor.

Aplicando ese sentido moral del texto a nuestra interioridad espiritual, tendremos que valorar por encima de las muchas acciones buenas que practicamos sin esfuerzo aquellas otras acciones pequeñas, incluso mínimas, que nos suponen especial esfuerzo, disciplina, vencimiento. Así, si uno es generoso por naturaleza de carácter y da limosna abundante sin fatiga, pero, sin embargo, es perezoso y negligente a la hora de cumplir sus obligaciones, un pequeño acto de diligencia y aplicación atenta puede tener más mérito en cuanto virtud que una buena limosna entregada sin particular esfuerzo (sin que quiera decir con esto que un acto pueda sustituir al otro y evitemos la limosna escogiendo a cambio practicar otra acción ascética). Se trata del valor intrínseco de nuestros actos, que pueden ser de mejor calidad y mérito aunque sean extrínsecamente mayores cuantitativamente.

In conspectu Domini, nunca lo olvidemos: Todas nuestras acciones suceden en presencia de Dios, que es quien las sopesa y juzga, como Cristo valoró el óbolo de la viuda en el Gazofilacio.


Otra reflexión más: Es la ley de la Caridad la que, finalmente, avalora nuestros actos meritorios, según el Amor de Dios con que los hagamos y según el amor al prójimo con que los practiquemos. Siempre con esta secuencia, primero el amor de Dios, luego, como su consecuencia, el amor al prójimo. Por eso se pedían (antes, antiguamente) las limosnas 'por amor de Dios', y se respondía al donante "-Que Dios se lo pague". Una simple pero cristiana y precisa comprensión del pedir y el dar, según la regla de la caridad.

Esta mañana, predicando el Evangelio del óbolo de la viuda, recordé mis primeros ejercicios espirituales, tendría yo unos 10 años, una Cuaresma en la que nos llevaron a hacer unos días de retiro a todos los alumnos del instituto de bachillerato, sería el año 1970, ó el 71. El cura, en una de las meditaciones, nos relató un cuento de Rabindranath Tagore, que era, más o menos, así:

- Estaba un mendigo harapiento pidiendo limosna al borde de un camino cuando vió venir a lo lejos el cortejo del rey. Los jinetes de la guardia real pasaron montados en sus caballos con ricas guadralpas y banderines en la punta de sus lanzas enhiestas, seguían lacayos y servidores con ostentosas libreas, otros pajes llevaban estandartes y banderas delante de la carroza real.
Al llegar al sitio donde estaba el mendigo, la carroza se detuvo, un paje abrió la puerta y el rey bajó, con su manto y su corona, y se dirigió al mendigo tendiendole la mano y pidiéndole:

-'Dame!', le dijo el rey al mendigo.

El mendigo, mudo de estupefacción, no sabía qué hacer. El rey volvió a pedirle con la mano tendida -'Dame!...' Entonces el mendigo abrió su alforja, tomó un grano de arroz y lo puso en la mano abierta del rey. El rey, en cuanto tuvo el grano de arroz en su palma, cerró la mano y se inclinó agradecido ante el mendigo, luego subió a la carroza y el cortejo siguió su camino, mientras el mendigo, asombrado, miraba cómo se alejaban.

Aquella noche, cuando el mendigo llegó a su mísera casucha, encendió un candil y volcó el contenido de la alforja sobre la mesa: Con los ojos muy abiertos vió que entre los granos de arroz brillaba un reluciente grano de oro, y comprendió que, prodigiosamente, por el grano de arroz que le dió al rey aquel otro grano se había convertido en oro. Y lloró amargamente por no habérle dado todo al rey.

El cura insistió en esta última frase: -'Cuánto lloró aquel mendigo, qué amargamente, por no haber tenido voluntad para habérselo dado todo al rey'.  Nos la repitió enfáticamente, dos o tres veces.

Teníamos diez u once años, no sé si todos comprendimos el cuento y su final. A mí, no se me ha olvidado.


+T.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Una cum Papa...sed sine Papa



La peregrinación de grupos tradicionalistas católicos a Roma ha animado estas últimas semanas las webs tradis. Más de dos mil, casi tres mil peregrinos, han estado en la Misa celebrada en San Pedro del Vaticano por el Cardenal Cañizares, el prefecto de Culto y Sacramentos. En vez de en la capilla del Sagrario, como en anteriores y menos numerosas celebraciones de otros años, la Santa Misa se ha celebrado en el Altar de la Sede.

Que los asistentes eran numerosos se puede ver en las fotos; las sillas ocupaban todo el espacio detrás de los bancos de delante del ábside, colmando todo el trasaltar de la Confesión; los asientos y los fieles de pie se extendían hasta los laterales del baldaquino, por ambas naves. Los fieles formaban ese grupo heterogéneo en edad y condición, ancianos, familias con niños, adultos y jóvenes, todos perfectamente 'participantes', siguiendo los sagrados ritos con sus misales, cantando o rezando las partes de la Misa según era corriente en todas las iglesias católicas cincuenta años atrás. Son una extraordinaria muestra de lo que pudo haber sido y no ha sido, como ellos podrían ser hoy los católicos piadosos, militantes, conscientes, dignamente preparados y aptos para participar del culto católico de siempre, como siempre, con el plus de ser, estar y moverse en el siglo XXI. Son, gracias a las instituciones más firmes y activas del Catolicismo Tradicional, que se han encargado de formarles y asistirles, lo mejor de la Iglesia, la mejor parte de la Iglesia militante actual.

El coro rebosaba de clérigos, todo el amplio coro del ábside central de San Pedro repleto de sacerdotes, religiosos, minoristas y seminaristas en hábito coral. También asistió una digna representación de revmos. prelados, el más representativo, quizá, Mons. Agustín di Noia, vicepresidente de Ecclesia Dei. El Cardenal Cañizares estuvo también asistido por un escogido clero, entre ellos monseñor Ferrer Grenesche, subsecretario de Culto y Sacramentos, y el reverendo Don Almiro de Andrade (fssp) oficial de Ecclesia Dei, que actuó como ceremoniero.

Extraordinaria concurrencia de fieles, dignísima representación de clero asistente y celebrante, pero el Papa no estuvo. Mandó su bendición  y saludo a los presentes por intermedio del Cardenal Bertone, Secretario de Estado, del quien se leyó un mensaje firmado que, además de la bendición papal, contenía estas chocantes palabras:

"...En este Año de la Fe,  mientras la Iglesia celebra el quincuagésimo aniversario de apertura del Concilio Vaticano II, el Santo Padre invita a todos los fieles a manifestar de manera particular su unidad en la fe; así serán eficaces agentes de la nueva evangelización."


He dicho 'chocantes palabras' porque citar/nombrar en esa ocasión, ante esos muy determinados fieles, palabras/conceptos como 'Concilio Vaticano II' y 'nueva evangelización' me parece salirse de tono; yo diría, incluso, que resultaba 'provocativo', o, por lo menos, indiscreto. Entiéndaseme. Compréndase que los católicos conscientes recordamos el Vaticano 2º, pero no lo celebramos. Y sobre algunos neo-conceptos pastorales mantenemos cierta distancia crítica. Sin duda, probablemente, sería cosa de Bertone; no me cuadra, no imagino al Papa, tan delicadamente atento y mesurado en formas y expresiones, dadas las circunstancias y los circunstantes. A los huépedes - más si son peregrinos, más todavía en una efemérides así - se les debe toda atención y regalo. Las espuelas están fuera de lugar, y las menciones incómodas también.

Fuera lo que fuese, a eso se redujo la presencia del Papa, una presencia más virtual que real, casi intencional remota. Con lo cerca que están los Palacios Apostólicos, pared con pared. Con lo fácil que se baja de la casa del Papa a la casa de Pedro. Con lo que hubieran disfrutado los peregrinos si el Papa hubiera aparecido un momento, unos minutos, en la Loggia delle Benedizioni, la que da al interior de la Basílica,  y hubiera bendecido a sus peregrinos católicos, sin más palabras, sólo la bendición, su bendición, porque por él, por Benedicto XVI (además de por la Misa, en primer lugar) habían ido a Roma, todos con el Papa en la mente y en los rezos. ¿Se merecían o no una presencia, una bendición de consuelo y confortación, de ánimo y benevolencia de parte del Vicario de Cristo? Por eso el seco mensaje del Cardenal Bertone me parece poco, desabrido, corriente, demasiado expeditivo y oficialóide para una ocasión tan solemne, tan memorable: Después de cincuenta años, un Cardenal celebraba la Misa que siempre se celebró en aquel privilegiado lugar, cabe la Cátedra de San Pedro, en el corazón de la Catolicidad.

Después nos enteramos de que ha habido presiones, indirectas o directas, interferencias, intervenciones y consejos para que el Papa pareciera lo menos posible, lo mínimo. Hasta parece que no ha gustado ni esa mínima comparecencia virtual en la carta mensaje de Bertone. Priemro fue Andrea Tornielli quien dió el aviso, en su blog Sacri Palazzi; después en el blog Messa in Latino identificaron la pista de Tornielli y señalan la web de korazym.org como especialmente implicada en las 'presiones', concretamente este artículo que dice al final esto:

"....Intanto il 3 novembre sarà il cardinale Cañizares Llovera, prefetto del Culto Divino, alle 15.00 a celebrare il pontificale con il rito straordinario. Il Papa per ora non ha fatto sapere se ci sarà da parte sua una forma di partecipazione. Negli ambienti vicini dicono di si. Ma certo anche un messaggio sarebbe un gesto che rischia di essere frainteso dalla maggioranza dei fedeli del mondo che ama e vive la riforma liturgica traendone grandi frutti spirituali. Resta il fatto che un gesto di amore verso l'unità potrebbe trasformarsi agli occhi di molti fedeli come un volgersi indietro.
Allora forse il migliore consiglio per i fedeli di parrocchie e movimenti di tutto il mondo è quello del Papa di riprendere in mano i documenti del Concilio e rileggerli davvero, senza lasciarsi condurre da strani venti di dottrina che soffiano avanti ed indietro ma raramente verso Cristo. // 

// ... Mientras tanto, el 3 de noviembre sel cardenal Cañizares Llovera, Prefecto de Culto Divino a las15 h. para celebrar el pontifical según el rito extraordinario. El Papa no ha comunicado por ahora si participará de alguna forma. En los ambientes próximos dicen que sí. Pero, por supuesto, incluso un mensaje sería un acto que corre el riesgo de ser mal entendido por la mayoría de los fieles en el mundo que aman y viven los grandes frutos espirituales conseguidos por la reforma litúrgica. El hecho es que un gesto de amor hacia la unidad podría convertirse a los ojos de muchos de los fieles como dar volverse a atrás.

Así que tal vez el mejor consejo para los fieles de las parroquias y de los movimientos de todo el mundo es el que nos hace Papa para tomar los documentos del Consejo y leerlos de verdad, sin dejarse llevar por los vientos de extraña doctrina que soplan adelante y atrás, pero rara vez en dirección a Cristo. "

El articulete lleva carga de trilita, rezumando bad milk con sublimado de cicuta. Lo más sorprendente es enterarse de que los responsables y redactores de la web Korazym.org son, ni más ni menos, que los jmj's italianos (gmg's), una organización con bastante presencia de neocatecumenales y otros socios de algunos bien conocidos movimientos neo-católicos, con toda su agresiva y militante juventud, comportándose como si fueran unas juventudes socialistas, o unos pperos juniors, o una joven guardia roja. Quasi lo mismo, con el mismo ímpetu sectario/ideológico militante, pero corrosivamente críticos con el catolicismo tradicional mientras alardean de mil iniciativas ecuménicas e inter-religiosas.

Si esto fuera verdad, si las críticas de Korazym y grupos afines hubieran pesado para que al final la presencia del Papa en la Misa del 3 de Noviembre quedara reducida a la seca y antipática carta-mensaje de Bertone, se confirmaría, una vez más, lo que antes fue sospecha y hoy es vox pópuli: Que la presión de ciertos sectores y grupos de la Curia vaticana y de la iglesia de Italia están impidiendo/vetando que el Santo Padre celebre en público la Santa Misa que él mismo reconoció solemnemente vigente en y para toda la Iglesia. Si el celebrante, Cardenal Cañizares, explicaba un par de días antes que celebraría para hacer ver y entender que la celebración de la Misa según el misal antiguo es normal y debe ser visto con absoluta normalidad, resulta más desconcertante la paradoja de que el Papa del motu proprio Summorum Pontificum no puede hacer uso de su propio motu proprio, porque no le dejan.

En su entorno, cada vez aparecen más inquietantes ciertas figuras que, poco a poco, van desprendiéndose de la discreta prudencia y comedimiento de los recién llegados para ir dejando ver bajo la suave lana el pelaje feroz, como, por ejemplo (salva reverentia) el Emmº Cardenal Koch y sus últimas declaraciones, tan manifiestamente antipáticas (si no hostiles) con la Tradición y sus representantes más exigentes.

A cinco años del m.p. Summorum Pontificum, este es el panorama. Lo de la Misa en el Altar de la Cátedra es un mero signo alentador, ilusionante, pero, realmente, es sólo un punto, un pormenor en un escenario mayor más bien desalentador y sub mínimis. No cabe el entusiasmo. No se encuentran, salvo excepciones, cáuces favorables para que las posibilidades del motu proprio se desarrollen, arraiguen y fructifiquen. Item más: En el organigrama de la nuevangelización, la recuperación de la liturgia tradicional no tiene, al parecer, ningún sitio, ninguna oportunidad.


Concluyo con esta sorpresa, este friki-youtube que me encontré el otro día, por casulidad. Además de los capisayos celestones de monseñor Gilles Wach y sus canónigos del icrss, también tenemos otras rarezas en la galería de excéntricidades tradis. Escuchen, vean, disfruten atque tarareen este improptu summòo-summóo-summóorum pontíficum:




Un friki-tradi muy simpático, pienso yo. Ruego para que todos podamos mantener y compartir su, según parece, firme y decidido aliento (praeter musicam).


+T.

martes, 6 de noviembre de 2012

Patético 'funeral juvenil'


Que una chica menor de edad muera aplastada por una avalancha humana en una macro-fiesta de Halloween, no es una alegría. Tampoco es una muerte ejemplar. No es ejemplar que una chica acuda a sitios así, ni parece ejemplar la familia que consiente ese tipo de diversiones a sus hijos. Si no se sabía, si se ignoraba dónde estaba y cómo se divertía la joven, tampoco es ejemplar la ignorancia de su familia al respecto. Así fue la fiesta, como cuenta este youtube.  (véanlo todo, hasta el final, para hacerse idea)

Pero parece bastar que se sumen una serie de circunstancias (la juventud de la difunta, la fatalidad del accidente, la noticia de portada en los medios, la concurrencia de todo esto en un largo puente-fin de semana proclive a usar la página de sucesos como portada cuando no hay noticias más impactantes) para envolver en papel de espectáculo con lazo de acontecimiento social y ribetes de prensa rosa una triste tragedia con un terrible final...con funeral en la Catedral de Alcalá.

Además surge el tema familiar por la índole particular de una familia particular. Mientras los otros tres funerales de las otras tres víctimas han transcurrido más discretamente, el de la cuarta chica se ha magnificado en determinado medios, por razón familiar, por ser de determinada familia adscrita o afín a un concreto grupo católico. Si los amigos, allegados y afectos, movidos por cierta y muy equivocada espiritualidad de la heroicidad malentendida han versionado esa muerte triste, trágica, lamentable, patética, como un guión triunfal, se equivocan e inducen al equívoco: Una adolescente que muere a consecuencia de un tumulto en una fiesta rock de Halloween, es lo que es. Antes, cuando imperaba la sensatez, este tipo de cosas se tapaban con pena, y se vivían con resignación, hacia dentro, pero ahora se exteriorizan, en formato casi de espectáculo, con una movilización en torno al suceso en el que confluyen fenómenos socio-religiosos sorprendentes.

Que el obispo, Mons. Reig Pla, el del escabroso sermón televisado del pasado Viernes Santo, celebre el funeral de la joven difunta, es otra sorpresa. Él sabrá por qué, que yo no le encuentro motivo. Cuando un obispo celebra el funeral de alguien debe entenderse que es por alguna razón de peso, que en este caso no encuentro; más bien entiendo que un obispo, dadas las circunstancias, no debería estar. ¿O es que también considera ejemplar, admirable, honrosa y valerosa una muerte accidental como la de la joven víctima?

Si la juventud lee todo este epitafio escénico a propósito de esa muerte infeliz y desgraciada, la conclusión que extraigan los jóvenes será muy errónea.

Si los católicos movilizados/afectados por la muerte de esa chica son sinceros y hacen un juicio moral sensato y rectamente cristiano, deberán reconocer que una muerte como esa no debe magnificarse ni adquirir carácter de celebración porque no ha sido una muerte deseable, ni para una joven ni, mucho menos, para una cristiana. No sé si tendrán el valor de concluirlo.

Tal y como cuentan el suceso en algunos medios, da la impresión de que ha faltado poco para que hubiera surgido un grupo de entusiasmados 'santosúbitáneos' postulando una beatificación. Lean:

"Tenemos un ángel en el cielo" Carta de las amigas de Belén

y también esta otra entusista entrada:

¡Ya tenemos a Belen en el Cielo!

o esta noticia en la prensa:

El funeral de la joven Belen marcado por el dolor y la esperanza


Sorprendentes y extraños juicios; más todavía si se considera que proceden de ciertos ambientes que se presumen bien formados, católicamente instruídos. Pero así son nuestros tiempos, y así sienten los católicos del tercer milenio.

¿Nadie ha aconsejado, recomendado, contención, templanza, resignación? Y sufragios por la finada, que los necesitará, como todos, no diré si más o si menos.

Por los que han muerto, luto y sufragios. Los aplausos y parabienes no cuadran, no corresponden.


+T.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Un disparate 'ecuménico'



Hace ya unos años que se sabía la intención que parecía imponerse entre el clero católico de Tierra Santa: Abandonar el calendario católico-romano de la Semana Santa-Pascua para adoptar el viejo e incorrecto calendario mantenido obcecadamente por el rito bizantino y las iglesias orientales. Me pareció entonces una necedad y hoy, cuando se confirma la noticia para las celebraciones de la próxima Pascua del 2013, sigo opinando que es un disparate.

Las polémicas sobre el ajuste del calendario pascual, el que rige las fechas de las solemnidades cristianas, son tan antiguas como la Iglesia misma, remontables, probablemente, a la mismísima era apostólica. Para subsanar y corregir la imprecisión del Calendario Juliano que iba retrasando la fecha de la Pascua, alejándola del equinoccio primaveral, el Papa Gregorio XIII emprende las labores que concluirían con la fijación de un nuevo calendario universal, conocido en su honor como Calendario Gregoriano, mediante el cual se computan el ciclo del año civil y el correspondiente Año Cristiano desde su entrada en vigor, el mes de Octubre de 1582. Los países que por motivos religiosos no quisieron adoptar el calendario reformado promovido por el Papa, fueron, poco a poco, reconociéndolo, con la intransigente negativa de los patriarcados bizantinos y otras iglesias orientales, que mantuvieron cerrilmente el desajustado calendario juliano. De ahí proviene la distancia de fechas que actualmente separan las celebraciones de católicos y ortodoxos, de unas dos semanas mensuales (por eso - p. ej.- la distinta fecha de celebración de la Navidad, que entre los ortodoxos ocurre cuando los católicos celebran ya la Epifanía) y, más llamativamente, al incluirse en el cómputo pascual el calendario lunar, las celebraciones de Semana Santa y Pascua de Resurrección, con más de un mes de diferencia entre el calendario católico y el ortodoxo (diferencia que, con el paso del tiempo, irá en aumento, separando la fecha de la Pascua ortodoxa cada vez más de su fecha estacional original).


Con un razonamiento descabellado, bajo la excusa de convenir en las fechas por razones festivas, sociales y familiares (así lo explica fray Pizzaballa, el custodio franciscano de Tierra Santa), el Patriarcado Católico de Tierra Santa abandonará el correcto Calendario Gregoriano y se pasará al incorrecto Calendario Juliano, un disparate sólo asumible desde la disparatada argumentación que parece animar muchas de las iniciativas del tantas veces desconcertante 'ecumenismo' católico.

Un acuerdo como este parece desdecirse de la verdad para asumir el error, ya que al ser un acto que teniendo como objeto algo relativamente secundario, como un calendario religioso-festivo, podría interpretarse (muchos lo harán) como extensible a otras cuestiones doctrinales, pastorales, teológicas y morales, que podrían postular un 'arreglo' mediante un 'desarreglo' semejante al del calendario, con la apariencia de que Roma cede ahora en esto porque Roma está y estuvo siempre equivocada. El mismo youtube de la agencia Rome Reports que he puesto como cabecera, parece presentar la reforma del calendario como un capricho de Gregorio XIII, dando la razón prevalente al desajustado calendario juliano de los ortodoxos, y comunicando la decisión de los católicos de Tierra Santa como algo obligado en razón del bien pastoral común, según el sentido que parece descubrirse en las palabras del custodio Pizzaballa. Disparatado, como digo.

Además tengo la sospecha, más que probable, de que todo el problema no existe en la mente de los católicos de Tierra Santa, la población autóctona real, sino que ha sido un falsa problemática suscitada por el clero católico extranjero, como los mismos franciscanos, con ridículos tintes irenistas, afectando particulares que, seguramente, no están en la consideración de los católicos palestinos de rito romano, ortodoxo, armenio etc. que hace siglos (casi 500 años) que conviven con esas diferencias en su calendario.


En el colmo del disparate, la adopción del calendario viejo por los católicos romanos de Tierra Santa no estará vigente ni en la Basílica del Santo Sepulcro ni en la Basílica de la Natividad de Belén, cuyo delicado status a la hora del turno de las diferentes iglesias y ritos para el culto en estas dos Basílicas desaconseja la alteración de los calendarios, cuya reforma haría mucho más conflictivas las celebraciones respectivas.

Todo para fomentar la ilusión de una unidad inexistente, de hecho, por falta de la voluntad de las partes (que a su vez forman varias y múltiples partes más). Entender el ecumenismo como un empeño católico, exclusivamente casi, con la patente, probada y reiterada renuencia de los Patriarcados Orientales, es una frustrante experiencia, un camino falso abocado a decisiones patéticas, muy equívocas, casi ridículas, como esta de la vuelta atrás del calendario pascual y la sustitución del calendario correcto por el incorrecto.

Los responsables de esta errónea elección podrán decir que, en suma, se trata de caridad. Habría, pues, que  hacerles comprender esa sentencia paulina que enseña que la caridad no suplanta a la verdad, sino que, precisamente, en razón de la propia virtud, la exige: 'Veritatem facientes in caritate' (Ef 4, 15).

Al margen de la condescendia ecumenista, como resultado de la brillante ocurrencia, sucederá el disparate mayor, como efecto colateral del cambio de calendario: Cuando lleguen a Tierra Santa los peregrinos católicos del mundo entero, si es Semana Santa, se sorprenderán que allí todavía no, y si llegan un mes después, se asombrarán al ver que alí todavía están celebrando los días santos de la Pasión y la Resurrección.

Pero los católicos no importamos, sino que, por encima de nosotros mismos, importan más nuestros hermanos equivocados, a cuyo error feliz y caritativamente nos unimos. Para que todos seamos uno en el mismo error. Por lo pronto, un error de calendario, después, pian piano, ya nos iremos uniendo en todo lo demás. Esa parece ser la páuta.


+T.

jueves, 1 de noviembre de 2012

In expectatione Omnium Sanctorum

Una cita extraída del epistolario de San Juan de Ávila, doctor de la Iglesia:

"...Anima mía, ven acá y dime, de parte de Dios te lo pido, ¿qué es aquello que te detiene de no ir toda y con todas tus fuerzas tras Dios? ¿Qué amas, si a este tu Esposo no amas? ¿Y por qué no amas mucho a quien mucho te amó? No tuvo El otros negocios en la tierra sino entender en amarte y buscar tu provecho aun con su daño; ¿qué tienes tú que ver en la tierra, sino tratar amores con el Rey del cielo?

¿No ves que se ha de acabar todo esto que ves, que oyes, que tocas, que gustas y tratas? ¿No ves que es todo esto tela de arañas, que no te puede vestir ni defender del frío? ¿A dónde estás cuando en Jesucristo no estás? ¿Qué piensas? ¿Qué estimas? ¿Qué buscas fuera del único y cumplido bien?"

Levantémonos (...) y rompamos este mal sueño. Despertemos, que es de día, pues que Jesucristo, que es luz, ya ha venido; y hagamos obras de día, pues algún tiempo hicimos obras de noche.

¡Oh si tanto nos amargase el tiempo que a Dios no conocimos que nos fuese grandes espuelas para ahora con grande ansia correr tras de El! ¡Oh si corriésemos! ¡Oh si volásemos! ¡Oh si ardiésemos y nos transformásemos!..." (ep. 67)


Un soneto de Lope de Vega:


No sabe qué es amor quien no te ama,
celestial hermosura, esposo bello,
tu cabeza es de oro, y tu cabello
como el cogollo que la palma enrama.

Tu boca como lirio, que derrama
licor al alba; de marfil tu cuello;
tu mano el torno y en su palma el sello
que el alma por disfraz jacintos llama.

¡Ay Dios!, ¿en qué pensé cuando, dejando
tanta belleza y las mortales viendo,
perdí lo que pudiera estar gozando?

Mas si del tiempo que perdí me ofendo,
tal prisa me daré, que un hora amando
venza los años que pasé fingiendo.


Y una oración para culminar la vida en la Gloria de los Santos:

"... Ut cum Sanctis tuis laudem Te, per omnia saecula saeculorum. Amen."

                                                        
                                                   º  ~  +  ~  º


No puedo separar la fiesta de hoy del anhelo de santidad, que se me despabila cuando considero a tantos que ya son lo que yo no soy.

La Commnunio Sanctorum son cantos en la Gloria, lamentos en el Purgatorio y suspiros en la tierra, cantos, lamentos y suspiros santos.

Mantener la comunión es no perder la expectación: Creer, amar, esperar, con la firme persuasión de que Él, el Santo de los Santos, completará lo que nos falte, perfeccionará lo imperfecto, colmará nuestros vacíos, plenificará lo incoado.

Et cum Sanctis tuis in Gloria tua nos numera !!!


Ex Voto

+T.

Sonrisas y Lágrimas : The Songs of the Music



El lanzamiento a bombo y platillo de la 'nuevangelización', ha puesto en el candelero del recien clausurado Sínodo de los Obispos a algunas eminencias y mitrados muy sobresalientes, entre ellos el señor ese de la guayabera que canta insufribles baladas en el youtube con el que encabezo este articulete.

No hace todavía un año, escribí aquí en ExOrbe sobre tan esperpéntico personaje, que es, nada más y nada menos, que el Arzobispo Cardenal de Manila, capital de Filipinas, recien elegido y preconizado Cardenal (para el consistorio del próximo 24 de Noviembre, Deo volente) Emmº ac Revmº Luís Antonio Tagle, alias Chito. Hoy mismo me han comentado que han publicado por ahí otro youtube con otra escena del prelado-cantante. Lo que para algunos ha sido una sorpresa, en Filipinas es algo archi-sabido/archi-sufrido.

Así y todo, el próximamente Eminentísimo Cardenal Tagle, alias Chito, ha sido promovido a la púrpura, a pesar de sus guayaberas, sus baladas, sus actuaciones y su vis escénica. Se le reputa, además, como convencido representante de la tesis 'rupturista' postulada por la conocida como 'Escuela de Bolonia', ese grupo que junta a los más activos exponentes del progresismo teológico/eclesiológico post-conciliar italiano.

Mi pregunta es si, como representante muy capital de la nuevangelización, el ya próximo cardenal Luis Antonio Tagle, alias Chito, piensa que la música moderna es vehículo idóneo para nuevangelizar el Occidente decadente y el Oriente despertante. Por ejemplo, ¿piensa que este cura-cantante es formalmente y moralmente válido para nuevangelizar? Me refiero a este sacerdote, muy popular en su tierra, conocido como Padre Aicardo:




¿Qué piensa el Sínodo nuevangelizador de este fenómeno cantante? Un fenómeno cada vez más presente. Por ejemplo, con otro formato del mismo género, en el próximo Congreso de Pastoral Juvenil de Valencia (España) uno de los actos más esperados es un musical:





Un musical vulgar, del montón, archi-repetido, archi-deja-vù. Y muy mediocre, me da la impresión. No sé a qué tipo de jóvenes pueda entusiasmar eso. Tampoco sé qué tipo de entusiasmo cristiano puede suscitar en los jóvenes un musical de ese tipo. Y si salen jóvenes entusiasmados y nuevangelizados de ese espectáculo, me da cierto terror a imaginar qué tipo de friki-nuevangelizado pueda ser el egendro fruto de un musical tal cual ese. Miedo me da.

Cierro el articulete con otro horror (¡happy Halloween!!!): El kit del peregrino junior del Año de la Fe:




En fin, como Uds. pueden apreciar, la primavera rejuvenecedora de la nuevangelización post-vaticanosecundista-juanpablista-cincuentaños no deja de ser soprendernos a los que siempre esperamos (¡pobres ilusos!) más y mejor. Soñamos con tiaras y gestatorias, nos da un subidón feliz de adrenalina cuando vemos repuesto el fanon, y al dia siguiente se nos caen los palos del sombrajo cuando vemos a un pro-cardenal en guayabera corte vieja-trova-cubana cantando lánguidas baladas. Y eso es sólo la punta del iceberg.

N.B. La película 'The Songs of the Music' se tituló en España 'Sonrisas y Lágrimas'


+T.