domingo, 30 de diciembre de 2007

Revelación en la Familia

El dia de Navidad, la segunda lectura de la Misa del Día, es el exordio de la Carta a los Hebreos:

"Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo..." Hb, 1, 1-2

También durante estos días de la Octava de Navidad se lee en la Misa la 1ª Epístola de San Juan, que comienza con otros versículos igualmente clamorosos:
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"Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida, - pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio..." Jn 1, 1-2

El mensaje es profundo, porque se está revelando el Misterio con la idea implícita que circula por los textos litúrgicos de la Navidad, como una variación sobre el tema principal de la Encarnación-Nacimiento: Que por la contemplación de Aquel que se ha hecho visible lleguemos al amor y comunión con lo invisible; que alcancemos a ser según la divinidad por Aquel que se ha hecho semejante a nosotros al asumir nuestra humanidad.

Las expresiones son neta Teología, puro lenguaje de la Patrología de los primeros siglos, un extracto precioso destilado de la Doctrina más netamente cristiana - lex orandi, lex credendi - .

El Domingo de la Infraoctava, cuando celebramos la fiesta litúrgica de la Sagrada Familia, se propone la Casa de Nazareth como modelo de la familia cristiana. Pero a la vez se expone a la contemplación esta Familia, que Dios (por Cristo/con Cristo/en Cristo) ha hecho su Familia, haciéndola parte sustancial de su Misterio.

De tal forma que, en traducción correspondiente, cabe la paráfrasis-glosa de proclamar que Dios se ha hecho Familia, y ha habitado entre nosotros (Jn 1, 14)

Y también que nos está hablando ahora, en estos tiempos últimos, por la Familia (Hb 1, 1-2)

E incluso que Aquel que existía ab aeterno, se mostró, se dejó ver y tocar en la Familia (1ª Jn 1, 1-2)


" ¡ Quántum potes, tántum áude !..." ???

...porque también es fruto de un Sacramento, y es grande (infinito?) el misterio de la familia desde que Dios reveló su Salvación en el Misterio de su Sagrada Familia.
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