Ayer noche, tarde, tenía la tele puesta "de fondo". De repente - yo no lo sabía - empieza el espacio de propaganda política para las europeas de Junio. A la hora que era emitieron la propaganda de unas cuantas basuras comunistas y excrecencias varias del post-marxismo (con muy mala catadura y peor milk). Lo que me sorprendió fue que de gente de derechas-derechas, salieron más partidos que de la izquierda (por lo menos ayer noche). Y yo encantado.
Pero después del fogonazo de entusiasmo se me impuso la reflexión desapasionada, tan desazonante. ¿Toda esa gente de derechas-derechas no tienen la mínima voluntad convergente para presentarse junta y con los votos de sus votantes sumados para votar un sólo proyecto de derechas-derechas? ¿No hay ninguno capaz de renunciar-se para sumar-se?
Pues así nos luce el pelo. Y así no se merece rien de rien.
Los bobos y los sinvergüenzas, los inconscientes y los beatos teledirigidos (que ellos juran y perjuran, los mentecatos, que no, que ellos no "influyen", que son 0'0 influyentes en las conciencias de sus socios-socias y consorcios), las pobrecitas y los pobrecitos, votarán al pprío del Donmariano, la Botella, el Trillo y el Mayororeja (¿caben más imbéciles en el mismo cartucho????), que es el partido de las pprras di-putadas antipapistas, la Villaloba y la Napastora, de las Sorayas y las otras (¿qué piensan del aborto, sus pperras di-putadas? De verdad, no de cara a la imbécil galería filo-pperra, ¿qué piensan?).
Y eso es lo que hay, sin mejorías previsibles, porque las mejorías andan dispersas y sin intención de hacer piña.
Una piña que les diera un piñazo a toda la mala canalla que necesita eso: ¡Una piña!
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