lunes, 23 de mayo de 2011

¿Por qué no les gusta?


Un marmolillo-bolardo de cabeza y una garita torcida de cuerpo: Eso es resumiendo, la mega estatua que le han dedicado en Roma, frente a la Stazione Términi, al beato Giovanni Paolo-2º. Una creación muy moderna para un Papa modernísimo. Muy adecuado. ¿Por qué entonces no les gusta la estatua si les gustaba el personaje?

¿Acaso esperaban una formidable y estupenda imagen de bronce, con el Papa sentado en la sedia gestatoria, o en el trono, con tiara y manto pontificio? ¿No representa mejor el pontificado wojtyliano esa estatua de Términi, no es más acertada?

Alegórica, diría yo, concordando con el autor (no, no diré artista): La tenacidad voluntariosa (la bola-cabeza) y el pan-aperturismo indiscriminado (la garita-cuerpo). Esa es la alegoría, la inspiración sobre el sujeto traducida en objeto. Que a mí, repito, me parece muy lograda, con bastante aproximación personaje-concepto formato-espacial-figurativo.

También podría sugerir el sólido búnker estructural del carácter y el vacío sustancial-axial indeterminadamente sensible a la acogida en vocación culminantemente global. O algo por el estilo. ¿No?


Desde luego, a mí no me gusta, no tendré que decirlo. Pero mi disgusto es integral: No me gusta el personaje/no me gusta la escultura. Sin contradicción.

Lo que no entiendo es que no guste a los que les gusta. ¿Me explico?

¿O son ellos los que no se auto-explican?

¿Por un error de identificación-conceptos no adecuados a la realidad, poco conocida, poco examinada, poco reflexionada, quizá?



Quizá.

Pero que no se quejen: Que contemplen la estatua y saquen conclusiones y corrijan impresiones.

p.s. Un detalle más, que se me olvidaba: Sin duda, esa iconografía minimalista (que no renuncia a los mega-volúmenes) traduce proporcionalmente el valor de las neo-beatificaciones y neo-canonizaciones juanpablistas. Opino.

+T.