martes, 1 de noviembre de 2016
Ceremonias de confusión
Desde la primera salida al balcón, estrenó ese anómalo ceremonial de confusiones que ha ido definiendo el perfil de su pontificado. Parece que busca escenarios a propósito para sus representaciones, para auto-practicar aquel -'Hagan lío !!' que lanzó como uno de los lemas de su programa pastoral universal.
Esta pasada tarde-noche, en la catedral luterana de Lund, el cuadro parecía diseñado por un escenógrafo maestro en semiosis visual: Si se pretendía una presentación de la unidad católico-luterana, se presentó un grupo uniformemente caracterizado con PP Franciscus vestido con el talar y sobrepelliz blanco con estolón rojo entre otros personajes (luteranos) vestidos también con túnicas blancas y estolas rojas, todos iguales, todos lo mismo...¿Porque son lo mismo???...¿Porque da lo mismo???...¿Porque ya es lo mismo?
El que estuviera presente en la misma escena una fémina bis-pseudo-obispesa (dos veces falsa jerarca: una por luterana y otra por hembra), añadía a la conspicua synaxis un punto más de lío y un grado más de confusión.
Siendo la enésima vez que obligan a los fieles católicos a comulgar con la rueda de molino ecumenicista, podría parecer que sólo se repite, una ocasión más, la ya muy ensayada y manida ceremonia de la reunión. Pero esta vez, la efemérides luterana provoca una mayor repugnancia al catolicismo consciente.
Si así se abre el funesto año que recuerda los cinco siglos de la mayor herejía cismática que degeneró y fracturó a la Cristiandad, oremos para que las 95 tesis de fray Martín no se entronicen con honores en el atrio de San Pedro.
... Aunque los portones de bronce de la Basílica sean difíciles y duros de clavetear.
+T.
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