martes, 20 de enero de 2015

'Para ser buenos católicos no hay que ser como conejos' ; Franciscus, ipse, dixit


Lo comentamos con disgusto en Ex Orbe al poco de la inolvidable elección, y desde entonces ha habido que repetirlo casi cada mes, por alguna indiscreta, importuna y/o desafortunada expresión de PP Franciscus: El Papa no puede hablar así.

El Papa no trasluce, en absoluto, un nivel cultural/intelectual como el que sería esperable. Que en el siglo XXI un cardenal no sepa hablar con soltura en inglés debería ser suficiente motivo para no estar en la lista de los papables. Las escenas de Ceilán y Filipinas han rozado el bochorno, con el Papa predicando con un traductor al lado. Su predicación es torpe, de muy poca calidad. Hasta el español que habla es pobrísimo, sembrado de modismos argentinos, muy mal pronunciado y lamentablemente versionado al italiano. Continuamente da sensación de improvisación, de que sus homilías y discursos son una sarta de ocurrencias mechando un texto o un guión apenas esbozado.

No sé decir de quién sería la peregrina idea de poner al Papa a dialogar con los periodistas durante los vuelos de ida o vuelta, cuando viaja. Si tal anómala forma de comunicación ya causó al muy prudente, comedido y discreto Benedictus XVI un par de disgustos y provocó sendas equívocas tandas de dimes y diretes papal-periodísticos, es obvio que al improvisador incontenible siempre a-protocolario PP Franciscus semejante medio puede convertírsele en un peligroso instrumento. Con eso no se bromea. Alguien se lo debería decir. Alquien se lo debería recordar. Alguien debería repetírselo cuantas veces haga falta. Muchas veces. Todos los días varias veces. Como el 70 veces 7 petrino, amoldado ad casum.

Digo todo esto por lo que ha dicho en el avión de vuelta de las Filipinas, algo inaudito, grosero, impropio, hiriente:

Algunos creen que para ser buenos católicos debemos ser como conejos

Ha dicho más. Incluso insinuando algo que él sabrá qué, que yo no quiero saber. También ha pedido disculpas por lo que iba a decir, y que no se le interprete mal y que tal y tal y tal...Pero lo que ha dicho, lo ha dicho.

Tiene a su favor que las mamás conejas católicas y los papás conejo-católicos del Opus Dei, de Comunidades Neocatecumenales y de los mejores sectores católicos se callarán y no reclamarán. Incluso reaccionarán rezando más por él, por el Papa que les ha llamado 'conejos': Matrimonios y familias de conejos. Y que no son buenos católicos por haber engendrado hijos, los hijos que - Ecclesia semper dixit - son una bendición de Dios.

Siento vergüenza, vergüenza sacerdotal. Y pena, porque soy hijo de Padres que quisieron tener muchos hijos, cinco al fin, con mucho sufrimiento, pero mis padres engendraron nueve, entre vivos y malogrados, todos queridos, amados todos, llorados también.

Quiero bendecir y encomiendo a las familias, matrimonios, padres e hijos que sentirán las hirientes palabras de PP Franciscus. Les digo que no son ellos los equivocados.

No se lo merecen. No se merecen un Papa que hable así de ellos.

No nos merecemos un Papa que nos hable así.


+T.