viernes, 19 de julio de 2013

Lo de Asís en los altares


La foto la publicó ayer en facbook uno de mis amigos/contactos. El mosaico está en la parroquia del Sagrado Corazón, en Roseto degli Abruzzi, en el altar mayor, en el muro del fondo del presbiterio. Es una abigarrada composición; se nota cierta influencia de Rupnik en las figuras y los colores. En dos planos, se representa un Cristo bendicente, que no enseña su Corazón sino que lo oculta con su mano, (una mano sin la herida de la Cruz). Licencias, extravagancias del artista (y del cura que encargó el mosaico, imagino).

Debajo, en otro plano, con unas extrañas perspectivas del interior de la Basílica de San Pedro como fondo, aparece un banco con cardenales y obispos y delante la figura de un Papa; parece Pio XII, por la figura (que no distingo bien en las fotos), aunque si lo que se representa es el aula del Vaticano II supongo que el Papa representado en el ángulo izquierdo será Pablo VI; a la derecha, más al centro, sentado en un trono, el Papa Juan XXIII; sobre su cabeza hay una inscripción con el nombre de la encíclica Pacem in Terris. Marcando el eje de mosaico, una cruz separa esta escena de la del ángulo opuesto.



En el ángulo inferior derecho, bajo el Cristo que bendice, acompasando con la otra escena, aparece representada aquella quasi-abominación de la desolación que fue Asís '86: El Beato JP2º rodeado de cismáticos, herejes y paganos, unus inter pares; sobre la cabeza del Papa y de los otros, se ha escrito la palabra pax/paz, en diversos idiomas. Encima y en el centro de todas las figuras, circunscrito en una especie de mandorla, está San Francisco de Asís.

Toda época ha creado su iconografía, algo muy característico. Se puede, perfectamente, reconocer e identificar, analizar y estudiar un siglo por sus imágenes, las que ha creado y las que lo han recreado. El gran Concilio de Trento tuvo su iconografía y promovió una determinada iconografía. También el Vaticano II ideó sus imágenes, innovadoras, desde la puertas fundidas en bronce por Giacomo Manzú y el báculo-férula de Lello Scorzelli para Pablo VI, hasta los monigotes de Rupnik y los neo-iconos de Kiko. Y este mosaico de Roseto degli Abruzzi, obra del maestro Bruno Zenobio.

Dice el artista que:

"Più che nella chiesa petrina - quella trionfale - trovo la vera interpretazione del messaggio cristiano in alcune figure che sento particolarmente vicine, quali S. Francesco d’Assisi o Madre Teresa di Calcutta, ma anche Ghandi o Chiara Lubich.//Más que en la iglesia petrina - aquella iglesia triunfal - yo encuentro la verdadera interpretación del mensaje cristiano en algunas figuras que siento particularmente cercanas, tales como S. Francisco de Asís o madre Teresa de Calcuta, pero también en Ghandi o Chiara Lubich."
(aquí)

Huelgan comentarios.

Pero, volviendo al mosaico:

¿Qué quiere decir, qué significa? ¿Que después del Concilio Vaticano II lo que sigue es lo de Asís y su 'espíritu'? ¿Que esos son los momentos estelares, los hitos de la Iglesia de fin de siglo y estreno de milenio? ¿Que el comienzo fue el Vaticano II y el futuro será Asís?



La Iglesia no ha tenido escrúpulos en representar el mal, incluso el demonio tiene una abundante iconografía, muy variada; desde que existe arte cristiano, las paredes de nuestras iglesias tienen pinturas de los demonios y del infierno, de los pecadores y de los condenados. También se ha representado a los herejes, muchas veces. Pero cuando figuramos al demonio, lo ponemos como dragón vencido bajo el pie de la Virgen Inmaculada, o como ángel horrendo y tenebroso, rendido y aplastado por San Miguel. Y si pintamos herejes, se representan combatidos por los Santos Doctores, perseguidos por los Santos Predicadores y expulsados por los Santos Misioneros. Nunca, jamás se ha representado en un lugar sagrado, en un altar, a un Papa como un igual entre herejes y paganos. Esto es nuevo, una novedad post-conciliar.

Roseto degli Abruzzi es una pequeña ciudad, poco significante, nada sobresaliente; su parroquia es sólo una más entre tantísimas parroquias católicas que hay por todo el mundo. Pero lo que se ha representado allí es una imagen, una iconografía de cómo se ve y es vista la Iglesia, una muestra de su actualidad.

Una lamentable muestra.

(galería de fotos aquí)

p.s. En el blog Messa in Latino también publicaban hace un par de días un artículo sobre una parroquia de Ostia que ha puesto en una de sus fachadas grandes imágenes de Gandhi, Luther King y Mother Teresa. No comment plus.


+T.