viernes, 31 de julio de 2015

El retorno de los lobos

Si el pontificado de Benedicto XVI intentó la re-sanación litúrgica tan urgente y necesaria luego de los cincuenta años de degeneración post-conciliar, el de PP Franciscus está involucionando a los más oscuros momentos de la crisis de la reforma litúrgica. Entre los epifenómenos más llamativos se cuenta la vuelta a la escena de enfermos crónicos desahuciados o de, incluso, arcaicas momias hediondas.

Ejemplo del primer caso sería el del sedicente sacerdote y escritor (?), un quasi-inconnu, que con el sólo prestigio-aval del apellido de su ancestro ha eructado sus rancias tesis modernistas con el fervor de uno de aquellos curas descatolizados de los años '70 que deliraban soñando un Mayo-68 para la iglesia (con cuidado de no pincharse el aguijón, leer aquí). Quedéme estupefacto al ver cómo se reeditan, quasi un revival, los peores momentos de los peores personajes de los peores años aquellos, los años en los que el humo infernal se colaba por las grietas del post-vaticano2 (ipse Paulus VI dixit).

Si este pimpollo de élite es el infectado incurable, el ejemplo de momia reclamante es tan patético como ponzoñoso, tal que una especie re-encarnada de aquel personaje de Tolkien, Grima lengua de serpiente, aunque físicamente el personaje, viejo pelón acartonado, tenga la fisonomía de un Lord Voldemort, todo siniestro, ya hable, ya piense, ya salga en foto o yutube. Me refiero, si no lo han adivinado ustedes, al espectro de los espectros heterodoxos hispanos JM Castillo, un Nazgul que vuelve a cabalgar fantasmagóricamente. La última pestilencia emanada desde el fondo de su anti-catolicismo des-cristiano ha sido esta mefistofélica sentencia: En liturgia, la Iglesia lleva un retraso de más de mil años .

La tesis de fondo, traducida, por ejemplo, se ilustraría con una escena en la que un cretino aggiornato tirara a la basura un códice miniado mientras se embebe en una pantallita tuiteando pamplinas. Si me explico.

El nene (incurable) D'Ors y la momia Castillo dicen esas cosas porque, como ya no creen, no soportan enfrentarse con lo que les recuerda todo aquello de lo que han renegado. Por eso la saña implacable contra los principios, los fundamentos: Sagrada Escritura, Sacramentos, Iglesia, Sacerdocio, Tradición, Dogmas, Doctrina, Santos, Espiritualidad, Moral.

Son viejos falsos profetas, taimados lobos que se visten con el pellejo de la oveja moderna, del cordero de la puesta al dia, mientras por debajo gruñe y ruge la fiera impía dispuesta a morder, desgarrar, destrozar, herir, sangrar, matar.

Tanquam leo rugiens, que dice San Pedro.

Cui resistite fortes fide !!!


+T.