miércoles, 30 de junio de 2010

Cardenal Von Schönborn, 2º varapalo. El fenómeno crece.


El año pasado, más o menos por estas fechas, escribía sobre la triste situación de la Iglesia en Austria, el sacrílego "Corpus" que sacaron en procesión en Linz y aquella extraña audiencia de Benedicto XVI a una comisión de prelados de la Iglesia Austriaca presidida por el Cardenal Schönborn. Al cumplirse el año de, en estos mismos días, ha habido otra audiencia más "rara" todavía que la del año pasado, muy llamativa por sus extraordinarias circunstancias e implicados.

Si quieren leer un poco los articuletes del año pasado, pueden verlos aquí mismo:

Una procesión del "corpus" estilo des-católico en Linz, Austria.

¿Roma toma medidas en el "Caso Austríaco?

Roma circunspecta circa Austria y sus "desórdenes"

Austria: Un negro contraluz para el Año Sacerdotal


Y si quieren leer lo sucedido anteayer, echen una ojeada al boletín de Zenit:

El Papa recuerda que un cardenal no puede acusar públicamente a un cardenal

Comunicado vaticano tras la audiencia del Papa al cardenal Schönborn

Las circunstancias de esta audiencia son extraordinarias, porque el asunto afecta al Colegio Cardenalicio, y tiene como protagonista implicado a un Cardenal y como afectado complicado a otro; Primado de Austria y Arzobispo de Viena el primero, y ex-Secretario de Estado Vaticano y Camarlengo del Sacro Colegio el segundo. Ayer los salones y pasillos de los Palacios Vaticanos echarían chispas por el roce de estos dos formidables personajes. Y el Papa dirimiendo la contienda.

La nota de Zenith, bastante circunspecta, como todo lo referente a los asuntos internos de la Santa Sede, deja entrever ciertos particulares interpretables. De ellos no sale bien parado Schönborn, recibido el primero por el Papa. Después se personaron en la cámara papal el ex-secretario Angelo Sodano y el actual Cardenal Secretario de Estado Tarsicio Bertone: El primero recibiría disculpas y explicaciones, y el segundo quedaría de testigo cualificado y privilegiado de la escena. Palabras reales, ni se recogen ni se refieren. Sólo los hechos, someramente descritos.

Aunque se saca a relucir un particular de la "espontánea" adhesión de Sodano al Santo padre en la pasada Pascua, la chocante expresión "chiacchiericcio" (charlatanería) que dijo el Cardenal Camarlengo en su imprevista y sorpresiva declaración, como si se hubiera querido "equilibrar" la amonestación a Schönborn con esta alusión a la desafortunada expresión coloquial de Sodano, es patente que la carga mayor del episodio se pone en la intolerable acusación hecha por Schönborn, que responsabilizaba a Sodano de la mala gestión de algunos de los episodios más turbios surgidos en el anterior pontificado, en el periodo en que fue Cardenal Secretario de Estado con Juan Pablo II. El titular de Zenith, que recogen otras agencias de noticias, es muy significativo, así como el encabezamiento de la noticia:

En la Iglesia, sólo el Papa tiene competencia para acusar a un cardenal. Así lo afirma la Santa Sede en un comunicado hecho público al término de la audiencia concedida hoy por el Papa Benedicto XVI al cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena.


¿Y ahora qué sucederá? Porque han sido dos rapapolvos públicos a Schönborn, dos amonestaciones en un año. Otros personajes, con menos, se van, se quitan de enmedio. Y estoy pensando en una noticia internacional ocurrida en estos últimos días, el caso del general de los EEUU, el de Afganistán, el general Mc Chrystal, que dijo no sé qué de que estaba disconforme con Obama y le han dado la patada y echado fuera de la plana mayor, nombrando a otro nuevo en su puesto. Sin más contemplaciones.

También me pregunto si tocante a casos y personajes de la Iglesia sólo un "pederastazo" cometido y/o encubierto merece cañazo y pérdida de oficio, si no hay casos y cosas dignas de censura efectiva. ¿Sólo el contra sextum es delito? ¿Este alboroto, esas salidas de tono de Schönborn, no deberían ser sancionadas con un salutífero y penitencial despido de la púrpura y el arzobispado, con papeleta de vuelta al convento (del que no debió nunca salir)???

Pero ya sé que no. Yo mismo me contesto y sé que no, que no pasará nada. Que Schönborn volverá a Viena, seguirá con sus poses y guiños modernistas-inconformistas, volverá a disentir por lo que sea cuando sea, insistirá en sus simpatías con los terroristas de los "somosiglesia", mantendrá su paternal solicitud con el clero díscolo y amancebado de Austria, comprenderá y encubrirá barraganerías de unos y otros, y seguirá siendo el admirado y aplaudido nobilísimo graf Von Schönborn, que se permite todos los años gallear y plantar cara a Roma, al Papa, y a la Santa Sede. Y no le pasa nada aunque se meta con el Camarlengo (sin que yo le ría las gracias al Camarlengo Sodano, que esa es otra traca con petardo gordo, conste de paso).

Incluso el episodio de anteayer, vísperas de San Pedro y San Pablo, servirá para orlar de mitos inconformistóides al siniestro Schönborn. Se ha creado un monstruo, y el monstruo es consciente de su peso y representación. Se irá con el rapapolvo, con nota oficial y todo, pero se va "crecido", como el torero que sabe que la polémica le aúpa en el escalafón toreril. Aunque no salga de la plaza por la puerta grande ni a hombros, sale por la puerta de cuadrillas, con su cuadrilla, con sus aficionados en la puerta esperándole, que le dan palmaditas en la espalda y el hombro, y le piden autógrafos y una foto dedicada. Pues así sale Schönborn de Roma, con cañazo pero sin perder el tipo, genio y figura.

Y los suyos jaleándole: ¡Bueno está, maestro! ¡Vamos a otra, que esta no ha valío!

Y así.



Si no me creyeran, si estiman Uds. que exagero, miren ustedes esta web de promoción del Cardenal Schönborn. No sé quién la mantiene, si cuenta con algún sponsor, o con alguna fundación para su financiación o mantenimiento. No sé. Pero ofrece hasta una tienda/shop on line para comprar camisetas y tazas de coffe del Cardenal Schönborn. Increíble, ¿no? Pero tan cierto como ustedes pueden comprobar.

¿Es, acaso, una nueva forma de ser Cardenal, de presentarse y publicitarse con "imagen", con todos los recursos disponibles? ¿Para qué? ¿Una promoción publicitaria para un futuro Cónclave, quizá?

Inquietante. Y sumamente equívoco, como todo lo de Schönborn, ese fenómeno.

Volviendo a la alegoría taurina, yo no digo que lo coja un toro, pero que le corten la coleta sí que me gustaría. Para siempre.


+T.