Un escándalo relativo, porque conociendo personajes y circunstancias es lo propio. No se puede pedir peras al olmo ni que el plomo se vuelva oro. Por lo mismo, un Cabildo como el de la Catedral de Sevilla no puede porque no puede, y eso, al fin, se traduce en un "no quiere". Pero la cosa se ha sabido.
En resumen, lo que ha pasado ha sido esto: El pasado mes de Marzo, en plena Cuaresma, con la polémica sobre la nueva ley pan-abortista-socialista en plena virulencia, a uno de los canónigos del Cabildo Catedralicio de Sevilla se le ocurrió proponer que el Cabildo Metropolitano se sumara de alguna manera, con alguna declaración o manifiesto de apoyo, a las movilizaciones pro-vida/contra-abortistas. La iniciativa del canónigo fue contestada por otro canónigo que dijo que no, que al Cabildo Catedral no le competían tales acciones y que, además, sería "políticamente incorrecto" intervenir. Se votó la propuesta y salió un NO mayoritario que paró en seco la propuesta pro-vida, venciendo la "políticamente correcta" de callarse y mirar para otro lado.
El Cabildo de Sevilla fue hasta no hace mucho una venerable institución, con dignos representantes del mejor y más venerable clero diocesano. No es que todos fueran reverenciables por mor de eximias virtudes, pero sí que eran todos muy dignos de ocupar las prebendas y oficios de sus canonjías.
Sin embargo, en los últimos treinta años, las canonjías a las que antes optaban (u opositaban) los mejores, se fueron adjudicando por otros medios, arbitrarios la mayor parte de las veces. Y el senado de los venerables y doctos fue convirtiéndose en lo que es hoy.
Para que un cabildo eclesiástico desprecie una propuesta pro-vida juzgándola "impolítica-incorrecta", en las circunstancias en que se presentaba, con el ambiente de aquellos días en que las Cofradias sevillanas se fueron sumando, una a una (no todas) a las manifestaciones, declaraciones y movilizaciones anti-abortistas, para que una institución de (se supone) graves pro-hombres de Iglesia se resista y se oponga votando mayoritariamente en contra de una propuesta pro-vida, esa institución debe estar muy dañada, muy descompuesta.
Y lo está. Por ejemplo, ha sido (y sigue siendo) vox populi que algunos de los más reputados canónigos eran íntimos amigos de la plana mayor del Psoe sevillano (entiéndase "nacional"), con amistades estrechísimas, quasi familiares, con algunos de los excelsos e "históricos" próceres sociatas. De todo esto se cuenta y no se acaba, con detalles, con casos y cosas imposibles de creer si no fueran tan ciertas, probadas y archisabidas. No se sacan a la luz porque están a la luz del día, ese cálido, brillante y cegador (recalco "cegador") Sol sevillano.
Pues todo eso del manifiesto contra-abortista que el cabildo renunció a asumir, ha salido ahora en la prensa. No la prensa de primera plana, de portada, sino la prensa importante de la sección de Cofradías, una de las mas influyentes y con más peso en la prensa local hispalense. La noticia apareció el Viernes en el ABC, sin dar nombres, y en el Diario de Sevilla, con nombre.
Digo "nombre", en singular, porque se cita sólo el del canónigo que propuso y vió negada su iniciativa pro-vida. Del que se le opuso y le dijo que no era "políticamente correcto", no se dice el nombre, no han querido ponerlo. Un absurdo porque en Sevilla se sabe todo. Por ejemplo se sabe quiénes son los que dominan el Cabildo y manejan sus riendas, eso lo sabe toda Sevilla. Conque ya está dicho todo, sin decir nada ni nombrar a nadie.
Yo, sin embargo, añado esto: Que es un pseudo-escándalo, vacío y tardío. En la mente de los canónigos del Cabildo no cupo una duda en contra de la vida; lo que sí tuvieron fueron temores de inquietar a los socialistas (sevillanos, andaluces y nacionales), es decir, de malograr esa especie de "entente cordiale" o modus vivendi de buenos vecinos. Más o menos.
Por otra parte, pienso que a los sociatas abortistas habría que haberles puesto freno, bozal y traba cuando llegaron en el otoño de 1982, entonces. En el 2010, al presente, caciquean y dominan todo de tal manera que es imposible ponerle bridas a la fiera. Ya no se puede, ya no.
Esto último lo digo pensando en gente real, personajes concretos, bienintencionados, de recta intención, con iniciativas (iniciativas "pro vida", por ejemplo) que a lo mejor hoy piensan otra cosa - probablemente - pero que en aquellos días, cuando arribaron al poder los "padres" del aborto, les animaron, les acogieron, les sostuvieron, les aplaudieron, les ayudaron, les votaron y los sacaron a hombros. Y me refiero a gente de Iglesia, reverendos entusiasmados con el partido del capullo (de rosa) en el puño (izquierdo). Reverendos que a lo mejor hoy se destacan y proponen y piden no sé qué cosa, pero que entonces no abrieron la boca, ni dijeron mú, ni dijeron pío.
De aquellos polvos, estos lodos...etc. O también, dicho con otro refrán, "a la vejez, viruelas".
Pues eso digo. El que pueda interpretar que interprete. Y no digo más.
El Cabildo sí ha dicho. En cuanto ha salido la noticia en la prensa, en cuanto se ha sabido, el Cabildo se ha ido por la pata abajo (con perdón) y le ha faltado tiempo para sacar una notita, muy ponderadita, nada del otro mundo, muy de circunstancias, muy circunspecta, muy comedida, sin pasarse. Dice:
COMUNICADO DEL CABILDO CATEDRAL:
Ante la información aparecida en algunos medios de comunicación, la Comisión Delegada del Cabildo Catedral Metropolitano de Sevilla, reunida en la mañana de hoy, desea dejar bien claro que el Cabildo y cada uno de sus miembros profesan desde siempre su adhesión a la doctrina de la Iglesia sobre el aborto, el valor y la defensa de la vida, y hacen suyas cuantas directrices emanan de la Conferencia Episcopal Española.
Sevilla, 7 de mayo de 2010
Bueno. Vale. Bien. Pero entonces ¿qué pasó? ¿Quién dijo que no? ¿Quiénes votaron que no? ¿Con qué intención, con qué valor, bajo qué condicionantes dijeron no???
¿Va a pasar algo, alguien va decir algo, alguno se va a atrever?
Porque va a ser un espectáculo ver al Cabido con sus capisayos morados delante de la Custodia, el dia del Corpus, dentro de un par de semanas, procesionando por el centro de Sevilla, con toda Sevilla sabiendo que va en procesión el Cabildo que no quiso manifestarse contra el aborto.
Va a ser un espectáculo, repito. Un espectáculo digno de no verse.
+T.