viernes, 29 de febrero de 2008

Blanco White 3


La simpatía que le tengo a Blanco por sevillano (y sevillano fuera de Sevilla) va pareja a la profunda antipatía que siento por el Blanco White anticatólico y renegado, faceta esta de su personalidad, carácter y trayectoria que le define muy negativamente.

Sobre su vocación-sacerdocio, me atrevería a juzgar inválida su ordenación, tan en entredicho por la misma narración del propio Blanco. Comprendo que la tensión espiritual de un ministerio insincero se le volviera un tormento dificilmente llevadero, y que la "ausencia" de Sevilla con su posterior arribada a Inglaterra rehicieran una vida que, en lo sucesivo, quedaba resabiada y resentida. Estos fracasos, tráumas y frustraciones se "proyectan" en Blanco - y en su obra - contra su familia, la Iglesia Católica y España.

¿Contra Sevilla? También, pero con ese efecto de reflujo que le hiere en su intimidad más sincera cuando está clavando su pluma contra su Sevilla, a la que es evidente que ama y añora con toda la nostalgia de su pena personal.

La crisis espiritual-religiosa de Blanco, sin embargo, no esclarece. La Iglesia anglicana a la que se incorpora y que tan bien le recibe, tampoco acabaría satisfaciéndole. Su episodio unitarista merecería ser estudiado en referencia con una anécdota de otro heterodoxo sevillano, Casiodoro de Reina, del que se cuenta que lloró emocionado cuando le llevaron en Ginebra al sitio en el que quemaron a Miguel Servet, también español y hereje anti-trinitario, un "unitarista" avant la lettre (dicen que esa emoción de Reina casi le cuesta un disgusto en la severa Ginebra calvinista). Es curiosa esta coincidencia-confluencia-concordancia de herejes españoles fuera de España.

Algo parecido, pero en sentido muy distinto, me aviene, finalmente, con este Blanco post-católico, y es su relación con John Henry Newman, que le cita en su Apologia Pro Vita Sua como uno de sus amigos que tuvieron que ver en el proceso de su conversión a la verdadera Fe.

Tres veces sale Blanco en esta obra de Newman:

Capítulo Iº - Historia de mis ideas religiosas hasta el año 1833.

..." El doctor Hawkins fue también quien me enseñó a presentir que, antes de muchos años, se daría un ataque contra los libros y el cánon de la Escritura. A la misma convicción llegué en mis conversaciones con Blanco White, quien me inspiró también visiones más libres sobre la inspiración que las corrientes por entonces en la Iglesia anglicana. "

..."Por lo que al doctor Whately se refiere, su pensamiento era demasiado diferente del mio para que pudiéramos seguir mucho tiempo por la misma vereda. Recuerdo su disgusto por un artículo mio, aparecido en la "London Review", que el indulgente Blanco White se contentó con calificar de platónico."

Capítulo IIº -Historia de mis ideas religiosas de 1833 a 1839.

"No es de maravillar que Blanco White, que me había conocido en circunstancias tan diferentes, al oir hablar ahora del rumbo general que yo tomaba, se quedara estupefacto del cambio que reconocía en mí. Habla injusta y amargamente de mí en las cartas contemporáneas a los primeros años del movimiento; pero, en 1839, echando una ojeada hacia atrás, habla de mí en términos que dificilmente podría yo citar con modestia si no fuera porque lo que dice en mi alabanza se encuentra en medio de una reprensión. Dice así:

'' En este partido (el partido contra Peel en 1829) encuentro con gran sorpresa mía, a mi caro amigo Mr. Newman, de Oriel. Como él había sido uno de los que anualmente solicitaban del Parlamento la emancipación de los católicos, su súbita unión con los más violentos fanáticos era para mí inexplicable. Este cambio era la primera manifstación de una revolución de espíritu que lo convirtió repentinamente en uno de los principales perseguidores del doctor Hampden, y en el mienbro más activo en influyente de la asociación llamada partido puseysta, a la que debemos esas extrañas publicaciones tituladas Tracts for the Times. Al relatar estos hechos públicos, mi corazón se apena recordando la cariñosa y mutua amistad de este hombre excelente y yo; una amistad que sus principios de ortodoxia no le permitirían ya continuar con quien él mira ahora como irremediablemente condenado a la perdición eterna. Tal es el venenoso caracter de la ortodoxia. ¡ Qué daño no hará en un corazón malvado y en una mente estrecha cuando así puede malear al más benevolente de los amigos y uno de los espíritus mejor dotados, al amable, al intelectual, al refinado John Henry Newman ! "

Blanco White añade que yo no quería tener nada que ver con él, circunstancia que no recuerdo y de que dudo mucho. "
.


Como decía, esto que narra Newman (y que merecería un comentario más extenso y detallado, pues las tres citas denotan bastante profundidad de intercambio de ideas y afectos) me reconcilia con Blanco, al que le cupo cierto papel en la "Vita" de Newman. Providencia, sin duda. Pero fuera lo que fuera y en el grado que haya sido, ciertamente la pérdida de Blanco se compesa con la ganancia de Newman (y sobreabundantemente, como la Providencia hace estas cosas, además).

El final de Blanco, después del desvarío unitarista, no sé cual habrá podido ser. Me refiero al final-final, no al biografiado. Uno que fue capellán real de la Capilla Real de la Catedral de Sevilla, no concibo que tenga un final sin misericordia, aunque sea de última hora, de último aliento, de extremo auxilio.

Pocas veces se han descrito con más acierto (y añoranza?) las ceremonias y liturgias de la Catedral de Sevilla, las que Blanco llevaría muy hondas cuando las evoca tan excelentemente desde su lejanía inglesa. "Pándite nunc Helicona, Deae !" Así encabeza en la Carta 9ª el apartado sobre la Semana Santa sevillana, con versos de la Enéida de Virgilio, como una erudita y pedantesca saeta...que no disimula lo que sentía por lo que iba a contar.
.
Y me parece que "aquí queó!" Quiero decir que arrío el paso de Blanco, que bueno está lo bueno y pare usted. de contar. Si le hubieran adivinado que dos siglos después le íbamos a estar recordando en la Sevilla que dejó, no se lo hubiera creído. Pero me une a Blanco esa Stª Escuela de la que fue hermano, como Alfaraz y el que esto escribe lo somos ahora. Curiosa la coincidencia...o providencial, como todo.
.

Llegados a este punto, me pregunto: ¿Querrá don José María que le apliquemos Misas? Cuestión que le encomiendo a mi confratello, por si hubiera que concertar algún discreto sufragio por nuestro "hermano ausente", para q.e.p.d. Amén.

&.

jueves, 28 de febrero de 2008

Blanco White 2

He querido añadir esta pequeña galería-semblanza de Blanco. Unas ilustraciones oportunas ayudan al texto, cuanto más si se trata de personajes reales, a los que no cabe poner una rostro imaginado, sino el suyo. Ignoro si existe algún dibujo o pinturita del Rev. Don José María Blanco, Capellán Real. Desde luego que me gustaría verla, pero no me consta que exista. La imagen más juvenil que conozco de Blanco es esta:



Supongo que el retrato se lo harían al poco de llegar a Inglaterra, en 1810, con unos treinta y cinco años, porque no se le adivinan más. La estampa romántica parece habérsele estereotipado en el tupé, las sienes peinadas hacia delante y las consiguientes patillas. Resulta un modelo muy del estilo de los personajes de los novelorios de Jane Austen, incluso ese aire de afectado clérigo-gentleman rural inglés.
.

Este que sigue no sabría decir si es original o copia del anterior (o viceversa). Cuenta con la garantía de estar en la colección primera de la National Portrait Gallery de London, y está firmado por un tal J.Slater, en 1812; es decir, que Blanco tenía treinta y siete años cuando se lo hicieron. Mis dudas sobre la dependencia entre una y otra imagen son por sus evidentes similitudes, sin bien el primero acusa rasgos más juveniles, y más adultos el de la Portrait Gallery.


Este otro es un excelente retrato al óleo, con un Blanco más hecho, y por comparación con otros retratos, mucho más aproximado al personaje real. Del anterior retratado solo quedan la frente despejada, los labios finos y la nariz, más acarnerada que aguileña; pero ni los ojos, ni las cejas, ni el "aire", son los mismos. La pose de clérigo con clase, también es otra, aquí mucho menos romántica y más académica, más oxoniense.


Finalmente estos tres que siguen: El dibujo, que es el original, de Frederick Christian Lewis, grabado luego por William Behnes; y los otros dos óleos, que son copia-versión del primero, hechos ex-profeso para la Universidad de Sevilla, a fines del siglo XIX. Calculo que el dibujo será de, aproximadamente, la década de 1830, ya que Blanco aparenta unos cincuenta años, más o menos. Conserva cierto atuendo clerical, que en los dos óleos se ha disimulado con discreto lazo-corbata. Indudablemente es el mismo personaje del retrato oxoniense, incluso menos "idealizado" en el dibujo, pero plasmando el mismo perfil, y hasta el detalle de los ojos claros (azules-grises?), quizá miopes (un detalle de todos los retratos, son esas ojeras-bolsas debajo los párpados). Los dos óleos de la Universidad de Sevilla son, como se ve, bastante discretos.
.


Quizá el Blanco sevillano que pudo haber sido, sea, más que ninguno, el del dibujo de Frederick C. Lewis, que me recuerda a otros personajes sevillanos contemporáneos, hasta en el vestuario.

Los amigos sevillanos de Blanco, los de su "círculo", fueron estos:

Manuel María del Mármol

Alberto Lista

Felix José Reynoso

Manuel María Arjona

Todos clérigos, todos hombres de letras, con currículum académico y hasta político; "afrancesados" más o menos (unos más que otros) y liberales (cuanto podían serlo sin desdoro de su posición). Todos muy cercanos en "perfil"a su ausente amigo José María, al que tanto y tantas veces añorarían.

Otra tesis que mantengo es que somos del tiempo que somos, sin remisión. Después, cada uno escoge época soñada o predilecta, para re-ubicarse o inspirarse...relativamente. Pero al fín somos de la generación en la que nos parieron. Como estos amigos y coetáneos de Blanco, tan próximos a él.

Nada en los presupuestos familiares-ambientales-histórico-culturales-religiosos de José María Blanco y Crespo supondrían un Blanco White, pero las circunstancias generales se impusieron sobre las particulares con el resultado de ese ilustrado-romántico-liberal, casi prototípico entre los españoles de su tiempo: Un español sin España, porque se había adelantado, y ni su Sevilla ni su España le acompañaban (aunque le seguían, e iban con él).

... (D. m. continuará, también) ...

&.

martes, 26 de febrero de 2008

Blanco White 1


Mi confratello Alfaraz ha sacado a relucir a Blanco y yo, que tenía pensado escribir algo a propósito de White, le tomo la palabra y sigo con el mismo tema (variaciones sobre).

A Blanco habría que leerlo todos los años un par de semanas. Me alarma, me irrita, enterarme de lo que se lee y a quien se lee, y descubrir lo que no y a quien no. Que un "culto" lea al último Werenganitho de Shuflas y sea analfabeto de Blanco, eso es crímen de lesa literatura y españolidad.

A estas alturas de mi cuarentena, sé muy bien que el japonés que estudia flamenco se va a la tumba (al crematorio me temo, más bien) sabiendo de Antonia la Gamba lo que yo de Yorimoto, poco más o menos. Y mantengo que el nacido entre los Pirineos y Tarifa que entiende de caviar y vodka y no sabe de jamón y manzanilla, es un capullo como el del emblema de Zp y su piara, poco más que menos.

Estoy firmemente convencido del localismo aborigen de cada quisque, que lo que sabe y entiende y aprecia y transmite bien es lo que ha mamado de la teta de su madre, pueblo, ciudad, región y/o nación (la fe incluída por gracia de Dios).

Y este es el caso de mi paisano y confratello José María Blanco y Crespo, que retornó al White de la mitad de sus antepasados cuando "se ausentó" de España y se plantó en Inglaterra, teniendo buen cuidado de dejarse el Blanco por su otra mitad, resultando ese semi-cursi Leucadio Doblado con el que firma sus célebres Cartas, que son Letters.

Unas cartas tan serias que el mismísimo don Marcelino Menéndez y Pelayo, a pesar de Blanco y las heterodoxias de White, reconoce que es el mejor documento literario de costumbres de la España de fines del XVIII y comienzo del XIX:

" Si las Cartas de Doblado se toman en el concepto de pinturas de costumbres españolas, y sobre todo andaluzas del siglo XVIII, no hay elogio digno de ellas. Para el historiador, tal documento es de oro: Con Goya y D. Ramón de la Cruz completa Blanco el archivo único en que puede buscarse la historia moral de aquella infeliz centuria...Pero es aun mayor la importancia literaria de la Letters from Spain. Nunca, antes de las novelas de Fernán Caballero, han sido pintadas las costumbres andaluzas con tanta fescura y tanto color, con tal mezcla de ingenuidad popular y de delicadeza aristocrática".

Esto dice Don Marcelino, y a Don Marcelino no se le discute la pesquis ni el buen gusto


Blanco habla de lo que sabe como nadie. Léasele si se está en el pecado de no haberle leído, y pruébese la honda sapiencia de White cuando escribe de Sevilla, de Andalucía y de España. Tanto atina, que todavía se reconoce en aquello que escribió todo lo de aquí que sobrevive incontaminado y genuino.

Yo tendría veinte años cuando me compré unas Cartas de España, la segunda edición, creo. Me escandalicé, ignorante, al enterarme que la primera edición española, en castellano, era de 1972, traducida por el catedrático sevillano Antonio Garnica Silva, que (confirmando mi tesis con exquisito gusto y ejemplo) aun siendo anglófilo de afición-formación y cátedra universitaria, se ha especializado en este personaje sevillano que escribía en inglés sobre Sevilla y España. A Garnica hay que agradecer casi toda la reactualización de Blanco White, directa o indirectamente. Aunque Sevilla no había olvidado a Blanco.

El caso de eventual olvido no podía darse porque Blanco es un nostálgico incurable, que hasta cuando clava el aguijón más crítico contra Sevilla está quejándose - ¡ay! - por su Sevilla. En sinceridad, el Cernuda relamido del hiper-mitificado Ocnos, es un desarraigado indolente que se canta como un narciso, comparado con Blanco, herido por Sevilla y rezumándola por todos sus poros.

Las Letters from Spain, enamoran, seducen, fascinan: Un aperitivo, una tapita con caña de manzanilla que abre las ganas de más...aunque se esté criticando a Sevilla, sus gentes y sus cosas. Y es que las escribe el más sevillano de todos los sevillanos que se fueron - porque quisieron, porque se tuvieron que ir, porque no pudieron volver - de Sevilla.

&. (D. m. continuará...)

lunes, 25 de febrero de 2008

Recogiendo el guante

Tente, mi amigo impertinente, me espeta que seguro que no conozco ni a un sólo cantante moderno de moda.

Esta es mi respuesta:

L'aria "Lascia ch'io pianga" del Rinaldo de Haëndel:




El joven se llama Philippe Jaroussky, francés - i presume - del mismo estilo, aprossimativamente, que Sarkozy.

En este otro youtube, canta un aria de Vivaldi (no dispone código para ponerlo aquí en directo).

No sólo Los Pirineos nos separan de Francia, como es evidente, oh Tente!

Pero impone más lo que nos separa de Alemania si la referencia es este mico-rapaz cantando una de las dos arias de la Reina de la Noche de la Flauta Mágica de Mozart:




¡Lloremos, pues! La cruda sorte etc. y todo lo demás, que hay materia y motivo abundantes.

Pero con música de Vivaldi en la dulce voz de Philippe Jaroussky, para que quede un lamento armonioso, por lo menos:






&.

viernes, 22 de febrero de 2008

Las predilectas


Vienen del brazo, tres y otras dos detrás. Visten chaquetones y abrigos oscuros, con pañuelos al cuello, los zapatos de tacón bajo. Caminan con un balanceo pesado, torpón, lento. Cada seis o siete pasos se paran un poco, y siguen otra vez, andando despacio, con cuidado.

Son las primeras que llegan a la Iglesia. Van primero al Sagrario; después escogen banco, que siempre es el mismo. Se sientan y empiezan a rezar el Rosario. Saludan con la cabeza o con la mano a las que van llegando. Cuando están a mitad de las Letanías, el sacristán comienza a rezar el Rosario a la Virgen del Consuelo, y ellas dejan sus Letanías y siguen el Rosario del sacristán.

Ya está llena la Iglesia. Rezan ahora las preces del Tríduo Doloroso y la coronilla de las Siete Avemarías, con rogativa por la concordia de las naciones, extinción de las herejías, conversión de los infieles y exaltación de la Santa Fe Católica. Ellas lo rezan todo, de carrerilla, apenas el Sacristán dice las primeras sílabas, que se saben de memoria desde niñas, y ahora todas tienen los ochenta cumplidos o van a cumplirlos pronto.

La gente más joven han ido ocupando los bancos de detrás y los laterales. Los primeros, detrás de la mesa de la Hermandad, son bancos de viejas, beatas de calidad, de solera. Como los vinos generosos, han ido mejorando con el tiempo, de año en año, de pena en pena, con la vida y con sus rezos. Las horas de Sagrario y Rosario las llevan en los ojos, que ya ven poco para coser, pero van penetrando mejor lo invisible, aquello que rezan sin meterse en complicaciones de doctrina, pero cada vez con más intuitiva profundidad, como cuando barruntan el tiempo porque les crujen los huesos. Con dos palabras y un suspiro exponen teología comprimida, que se cuece en puchero de lágrimas, a fervor lento, y se toma a sorbitos y a solas.

Llevan en el bolso calderilla para el pobre de la puerta y la canastilla del monaguillo. Todos los dias. Es la sisa de la economía, el diezmo doméstico, la reviviscencia del óbolo de aquella viuda a la que le han recogido el relevo, y ahora son ellas el Evangelio en céntimos de euro.

Cuando el cura en el sermón habla de penas, suspiran. Cuando el cura en el memento nombra a los difuntos, suspiran. Cuando se ponen en fila para la Comunión, suspiran. Cuando vuelven de comulgar, suspiran. Como si el alma necesitara más soplo, porque les ha crecido.
.

Se van las últimas, después de pasar por el Sagrario y detenerse en algún altar, o en dos, o en tres, o en todos. Son viejas, y hacen las despedidas largas.

.Cuando al fin salen, dan las nueve y media en la torre del reloj, con dos campanadas dobles, lentas, al compás de su paso lento y torpón.


+T.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Una Europa minada


En 1492, España reforzó el Ocidente Cristiano con dos hechos que satisfacían dos necesidades de toda cultura: Su estabilidad y su expansión. La estabilidad se conseguía blindando las fronteras del Mediterráneo occidental ante la historíca y nefasta penetración del Islam; costó ocho siglos (que podrían haber sido dos menos), pero desde esa fecha ese frente estaba asegurado. La expasión corrió a cargo de la gran empresa americana, una de las mayores de toda la historia, cuyo alcance, aunque evidente, todavía no se reconoce adecuadamente.

Mientras, la historia y sus historias habían dejado al descubierto el flanco oriental de Europa, amenazado desde siglos y arruinado finalmente al caer Constantinopla, pocos años antes de la toma de Granada, en aquel aciago 1453.

España y la Santa Sede terminaron también en Lepanto con el peligro de un Mediterráneo infectado de turcos y piratas, pero todo el oriente de Europa estuvo subyugado ominosamente bajo la dura férula otomana hasta el declive del la Sublime Puerta, en el XIX. Y todavía dura la resaca de aquello.

Que el criminal acretinado de Bush jr. meta la jeta en ese avispero heredado desde entonces, no me parecería mal si la bomba que estalle le reventara en su máscara de payaso yanqui. Pero la que se arme se armará aquí, a pocos kilómetros de Grecia, de Italia y de Austria, en mitad de esa antigua Yugoslavia que hoy es una Serbia desmembrada, humillada y rabiosa.

El enjambre histórico de esas imposibles fronteras con turcos musulmanes mechando la carne eslava ortodoxa, sólo se ha contenido cuando un poder fuerte les ha tenido en cintura, que es lo que hicieron el Imperio Turco durante siglos y Tito durante cuarenta años. Austria-Hungría lo intentó, pero acabó con un Archiduque heredero del Trono y su esposa asesinados, y la guerra más tremenda y letal que Europa había conocido jamás desencadenándose desde Sarajevo, en esa misma tierra que esta semana es noticia por lo de Kosovo y su precipitada, imprudente y temeraria "independencia".

Como me faltan dotes, no adivino qué pasará, pero como sé un poco de historia, me da escalofríos recodar lo que pasó. Lo que pasó tan recientemente que todavía están abiertas y sangrantes las heridas de las otras guerras de la ex-Yugoslavia. Recordar la 1ª Guerra mundial, me da más miedo todavía porque, aunque parezca un terrible sueño, las cosas que pasaron podrían volver a pasar con todos los mutatis mutandis de las circunstancias, pero quasi repitiendo la misma historia.

Yo prefiero una Yugoslavia más cristiana-eslava que turco-musulmana. Explicar todos los porqué sería tan largo como complicado. Pero el fundamental es que soy cristiano convencido, y también europeo medular. No me trago la bola de la "alianza de las civilizaciones" que inventó el mequetrefe de aquí, y creo mejor para la compleja y traumatizada ex-Yugoslavia un futuro que evolucione desde bases e instituciones cristianas que islámicas. Darle la venia a otra mini-república con la sharia optando a constitución, es activar y enterrar otra mina en ese hiper-delicado flanco de Europa.

No exculpo los horrores de la Serbia rabiosa y criminal, tan encanallada por la historia que la prostituyó y el marxismo que la adulteró, pero mis preferencias, por referencias, son estas:



Y no soy ingénuo.

&.

martes, 19 de febrero de 2008

O Fortuna


Aparte el formato quasi karaoke, pienso que es muy "cuaresmal" este montaje del O Fortuna de los Cármina Burana del maestro Carl Orff:





Orff tiene la extraña gracia y maestría de haber compuesto música clásica para un tiempo y en un tiempo en el que se había renunciado al clasicismo y optado por la improvisación pseudo-artística.

Un logro más de su genialidad es el de haber traducido en notas una extraña literatura ensalzándola, dotándola de un grado más alto de arte que el que los versos goliardescos tenían en sí, simbiosis que se logra muy raramente.

Si el Orff mil veces criticado por conservador y reaccionario (la piara siniestra no perdona nunca las genialidades de ningún tipo a la vez que impone sus mediocridades de toda laya) es un creador ajeno a su tiempo, que lo digan las veces que nuestro tiempo ha acudido a Orff y sus Cármina para expresarse.



Como yo estoy haciendo ahora, proponiéndola como música "cuaresmal".

Es porque la letra parece tan propia para un primer paso de contemptu mundi:


O Fortuna
velut luna
statu variabilis
semper crescis
aut decrescis;
vita detestabilis
nunc obdurat
et tunc curat
ludo mentis aciem
egestatem,
potestatem
dissolvit ut glaciem.
Sors immanis
et inanis,
rota tu volubilis,
status malus,
vana salus
semper dissolubilis,
obumbrata
et velata
michi quoque niteris;
nunc per ludum
dorsum nudum
fero tui sceleris
Sors salutis
et virtutis
michi nunc contraria
est affectus
et deffectus -
semper in angaria.
Hac in hora
sine mora
corde pulsum tangite;
quod per sortem
sternit fortem,
mecum omnes plangite

O fortuna - como la luna- en estado variable - siempre creces- o decreces - vida detestable - que ahora dura - y después preocupa - en el juego la punzada - de pensar en la indigencia - la potestad - derrites como hielo - Suerte desmesurada - y vacía - tú rueda voluble - mal asentada - hueca salud - siempre disoluble - ensombrecida - y velada - también resplandeces para mí - ahora por el juego - la espalda desnuda - llevo de tu calamidad - suerte de salvación - y de virtud - para mí ahora contraria - es afecto - y defecto - siempre forzado - En esta hora - sin demora - tocad el pulso en el corazón - lo que por la suerte - derrumba al fuerte . llorad todos conmigo!

Muy "cuaresmal", ¿verdad?

A la letra (traducción bruta-literal-macarrónica de un servidor) que describe la fatal variabilidad de eso que llamamos "fortuna", Orff le ha puesto esa música tan poderosamente turbadora y fascinante a la vez.

¿Qué más digo a propósito? Diré que estamos en las antípodas, en el reverso de otro mundo que bien pudiera simbolizarlo el emblema y el mote cartujano:

"Stat Crux dum volvitur Orbis", tan cuaresmal también.

Son dos referencias que siguen polarizando el mundo y a los hombres: Los que se suben a la rueda de la fortuna y los que se vinculan al eje de la Cruz. ¿Hay un medium virtutis, un centro equidistante que sirva de ubicación circunspecta a los que aborrecen (o temen) los polos? No sabría decir; pero parece - según los cartujanos - que lo único inmovil, firme, bien asentado, estable y constante, es la Crux.


Sub specie aeternitatis decían los antiguos que había que considerarlo todo. Y parece que el eje extático está más conforme con la species aeternitatis, ¿no?

Lo que pasa es que desde chicos - ¿por qué será? - nos gusta montar en tiovivo. Debe ser por algo del pecado original, la concupiscencia, y todo eso. Pero más cuenta nos trae que vayamos ensayando la eternidad, que es lo que va a durar, verdaderamente.


+T.

lunes, 18 de febrero de 2008

Climb every mountain

Mendrugo - que no sé quién es - me ha arreado un mendrugazo en el alma místico-musical, porque esa canción de monja-monja "mi a colpito" desde la primera vez que la escuché...pero la había olvidado, y ni siquiera se me pasó por la memoria cuando ayer escribía de montañas y la Montaña.

Aunque reconozco que es el efecto de la música, más que el de la letra, tan "music hall". De todas formas la monja quasi en trance y cantando el emocionante y sugestivo "Climb every mountain...", es una escena con la que sintonizo y simpatizo....mucho.

Dos versiones en youtube:


Esta, cantada espléndidamente por Kiri Te Kanawa



Y esta con la escena de la peli: La abadesa perseverante, profunda y mística, con la novicia liviana y guitarrera en trance de "desmonjarse", cada una en lo suyo:




He encontrado otra, también muy bien cantada por la estupenda Leontine Price, pero se escucha muy mal. Conque me doy por satisfecho con estas dos.

Sé otra canción que podría complementar perfectamenta a esta, del grupo Brotes de Olivo, que repetía una sencilla letra: "...Vente a la Montaña, donde está el Señor/ Vente a la Montaña, vente a la Montaña..." La recuerdo como música de fondo de unos ejercicios espirituales en La Zubia; desde el comedor se veía Sierra Nevada, con el pico del Veleta relumbrando, y todas las mañanas, durante el desayuno, las monjas nos ponían un disco con esa copla: "Vente a la montaña, vente a la montaña..."

En fin! Esto es una coda, un estrambote gracias a la sugerencia de Mendrugo (que no sé quién será).

+T.

domingo, 17 de febrero de 2008

¡Qué bien se está...!



Fué sólo un chispazo de Gloria...pero estaban en la gloria.
Fue como un adelanto, una muestra, una prueba, un aperitivo de la Gloria, y les supo a gloria!

Querían más, que durase más, que no pasara, querían quedarse en la gloria...

Como un flash, en lo que dura un fogonazo, vieron más, entendieron más, gozaron más, intensamente, de forma sobrenatural: Verdad, Bondad, Belleza. Veían en Él, por Él, con Él. El Hijo, el Predilecto, a Quien hay que escuchar.

Pero fue un momento, un cenit con gloria, pero no la Gloria. Todavía no.

La segunda parte fue Getsemaní: El mismo Protagonista, los mismos testigos, el mismo Misterio...pero con otra revelación: La gloria de la Pasión, con agonía, sangre, oblación y oración. También sobre un monte.

Son tres Montes: Tabor, Getsemaní, Calvario; fueron tres montes: Moria, Sinaí, Sión.

Los místicos repiten la lección de la subida al monte: Subida al Monte Carmelo, Subida al Monte Sión. Porque el Tabor es un momento de gloria y ánimo; no es para "estar", es para seguir: Para poder seguir. En este mundo, los montes de Dios son dinámicos, no estáticos; están hechos para subirlos, no para quedarse en ellos. Hasta que lleguemos al Monte, el último, Su Monte, que es eterno y será - ya también para nosotros - eterno.

No se puede subir al Monte sin el Maestro, al monte se sube con Él, y nuestra vocación es de subida, siempre subida.

"Ecce ascendimus Ierosolimam..." Mt 20, 18.

Saber y entender esto es una vocación: Una vocación de altura!

+T.

sábado, 16 de febrero de 2008

A propósito de lo de Dinamarca


Aquellas caricaturas de Mahoma todavía colean. O debería decir "humean", porque está ardiendo Dinamarca por culpa de las caricaturas de marras. Desde el pasado miércoles, los musulmanes se han dedicado a meter fuego a todo lo que pillan en la calle, con los daneses amedrentados y temblando dentro de sus casas. La policía descubrió los planes de una banda islamista para matar al autor de las caricaturas y, en reacción, la morisma está pegando fuego por toda Dinamarca.

Por una parte me alegra que le metan miedo al dibujante, para que se enteren - él y todo el gremio - lo caro que puede costar reirse de cosas que no son para tomarlas a burla. La libertad de expresión no puede traducirse en libertad de ofensa y, mucho menos, en libertad de blasfemia. Si los moros se toman la justicia por su cuenta, que se entere la justicia y se ponga a ser justa antes que "tolerante".

Por otra parte, me alarma que la patria de los vikingos terribles se haya convertido en el XXI en nación de acojonados acomplejados, sin que las valentonadas de la morería hiper-irritada no encuentre ni un vikingo con casco de dos cuernos que les trompe el turbante y mande a los moros de Dinamarca a la Meca y Medina. Será que los genes vikingos se han desvirtuado, y la testosterona de los hijos de Odín se ha convertido en melíflua y dubitante linfa al estilo del príncipe Hamlet, que también era danés.

Finalmente, me pone rabioso que la infame clase política que "construye" Europa esté abjurando del Cristianismo que parió a Europa y se esté dejando violar por ese Islam que nunca debió pasar las fronteras del Estrecho de Gibraltar, por el Oeste, y los Dardanelos y el Bósforo, por el Este.

Se está preparando una algarada general, que el día que reviente va a destripar a Europa entera. Y Europa se lo está mereciendo, ganando a pulso. Pero no veremos cortadas a alfanje las cabezas de los irresponsables responsables de la que se está armando, sino que serán otros los que caerán cuando la cosa explote: Inocentes sin culpa como los nuestros del 11M, tan manipulado, tan olvidado y tan mal entendido en su verdadero significado.

Mientras, aquí, en la frontera occidental del Occidente Cristiano, mal gobierna el mayor cretino político que se recuerda haber visto nunca entre los Pirineos y Tarifa. Ese que con cara de muñeco de tómbola todavía habla de una "alianza de civilizaciones" (¿o ya no habla de eso?).


#

viernes, 15 de febrero de 2008

Confianza


Claudio de la Colombière es un santo excepcional. Le cupo en gracia dirigir espiritualmente a Margarita Mª de Alacoque en la Francia profunda de Paray-le-Monial, en pleno siglo XVII, cuando las revelaciones de Cristo dando a conocer a la religiosa visitandina la devoción de su Sagrado Corazón, uno de los capítulos más emocionantes de la espiritualidad moderna. Con soeur Margherite estuvo Claudio Colombière, tan discreto, tan atento, tan profundo. Un año en Paray le Monial (1675-76) le bastó para hacerse cargo de las cosas del Corazón, y eran tres: El de Cristo, el de Margherite y el de Claude, un Maestro y dos discípulos en un curso intensivo sobre el Corazón de Dios.

A mitad de 1676, le mandan a Londres, con el comprometido cargo de capellán de la Duquesa de York, Beatriz D'Este, esposa de Jacobo, hermano del reinante Carlos IIº Estuardo. Le coge de lleno la conspiración del miserable Titus Oates, y en medio de los tumultos del levantisco populacho londinés espoleado por el partido whig, es detenido y encarcelado como sospechoso de un complot urdido por Oates para acusar a los "papistas" de tramar el asesinato de Carlos (anglicano) y poner en el trono a su hermano Jacobo (católico). Personaje involuntario de tan folletinesca trama digna de la pluma de Dumás, Claude de la Colombière se pasó ocho injustos y penosos meses en las insalubres mazmorras de Londres, entre Noviembre y Junio de 1678. Cuando regresó a Francia, su salud estaba tan arruinada que apenas sobrevivió unos cuantos años. El 15 de Febrero de 1682, al atardecer, expiraba en la Casa-Colegio de los jesuítas en Paray le Monial, donde Cristo reveló al mundo su Corazón.

Le tengo una cordial simpatía. Y él a mí...creo que también. Me regaló, por sorpresa, que pudiera estar en su canonización, el dia de la Ascensión de 1992, en Roma.

La Colombiére es un agudísimo sapiente, y osado como pocos. Al igual que San Pablo, sabía de Quien se había fiado, y por eso escribía cosas como estas:

"Dios mío, estoy tan persuadido de que veláis sobre todos los que en Vos esperan y de que nada puede faltar a quien de Vos aguarda toda las cosas, que he resuelto vivir en adelante sin cuidado alguno, descargando sobre Vos todas mis inquietudes. Mas yo dormiré en paz y descansaré; porque Tú ¡Oh Señor! Y sólo Tú, has asegurado mi esperanza.

Los hombres pueden despojarme de los bienes y de la reputación; las enfermedades pueden quitarme las fuerzas y los medios de serviros; yo mismo puedo perder vuestra gracia por el pecado; pero no perderé mi esperanza; la conservaré hasta el último instante de mi vida y serán inútiles todos los esfuerzos de los demonios del infierno para arrancármela. Dormiré y descansaré en paz.

Que otros esperen su felicidad de su riqueza o de sus talentos; que se apoyen sobre la inocencia de su vida, o sobre el rigor de su penitencia, o sobre el número de sus buenas obras, o sobre el fervor de sus oraciones. En cuanto a mí, Señor, toda mi confianza es mi confianza misma. Porque Tú, Señor, solo Tú, has asegurado mi esperanza.

A nadie engañó esta confianza. Ninguno de los que han esperado en el Señor ha quedado frustrado en su confianza. Por tanto, estoy seguro de que seré eternamente feliz, porque firmemente espero serlo y porque de Vos ¡oh Dios mío! Es de Quien lo espero. En Ti esperé , Señor, y jamás seré confundido.

Bien conozco ¡ah! Demasiado lo conozco, que soy frágil e inconstante; sé cuanto pueden las tentaciones contra la virtud más firme; he visto caer los astros del cielo y las columnas del firmamento; pero nada de esto puede aterrarme. Mientras mantenga firme mi esperanza, me conservaré a cubierto de todas las calamidades; y estoy seguro de esperar siempre, porque espero igualmente esta invariable esperanza.

En fin, estoy seguro de que no puedo esperar con exceso de Vos y de que conseguiré todo lo que hubiere esperado de Vos. Así, espero que me sostendréis en las más rápidas y resbaladizas pendientes, que me fortaleceréis contra los más violentos asaltos y que haréis triunfar mi flaqueza sobre mis más formidables enemigos. Espero que me amaréis siempre y que yo os amaré sin interrupción ; y para llevar de una vez toda mi esperanza tan lejos como puedo llevarla, os espero a Vos mismo de Vos mismo ¡oh Creador mío! Para el tiempo y para la eternidad. Así sea".


Y también esto:

"Señor, ante Ti tienes a un alma que se halla en este mundo para experimentar tu maravillosa misericordia y mostrarla resplandeciente ante el cielo y la tierra.
Te den gloria también los otros demostrando con su fidelidad y su constancia cuan potente es tu gracia y cuan afable y generoso eres con quienes te son fieles; en cuanto a mí, te daré gloria dando a conocer a todos lo bueno que eres con los pecadores.

Diré a todos que tu misericordia está muy por encima de cualquier malicia humana y que ninguna maldad tendrá poder de cansarla; que ninguna recaída, por vergonzosa y grave que sea, deberá llevar al pecador a desesperar de tu perdón.

Sí, amoroso Redentor, te he ofendido gravemente, pero te ultrajaría todavía más si pensara que no eres tan bueno como para concederme el perdón. '
Tu enemigo y enemigo mío cada día me tiende nuevos lazos; podrá llevarme a perderlo todo, pero no la esperanza en tu misericordia. Aunque recayera cien veces y mis culpas fuesen cien veces más terribles de lo que son, seguiría esperando en Ti."
.


Es algo extraordinario que en el momento en que el Jansenismo mete un frío treno de pesimismo y rigor en la espiritualidad francesa, al mismo tiempo La Colombiére este teniendo una experiencia tan ardiente y desbordante: Una mística de Corazón a corazón - "Cor ad cor loquitur" - donde no caben sospechas, dudas, sombras sobre un Misterio que tiene Corazón, y está herido de amor.
.
p.s. Esas dos citas de La Colombiére son dos riquísimos guiones de oración, como un coloquio dirigido/animado por él mismo Claude: Un servidor los reza con mucho provecho cada vez (confío). Seguro que a más de uno le vendrán bien, muy bien (confío).


+T.

jueves, 14 de febrero de 2008

Vanitas vanitatum...pero con corona

No sé si esto será una frívola vanidad, a una semana y dos días del Miércoles de Ceniza, pero me acaban de "titular"...y de qué manera:


My Peculiar Aristocratic Title is:
Imperial Majesty Terzio the Introspective of Divine Intervention
Get your Peculiar Aristocratic Title



...y, vanitas vanitatum, me ha hecho gracia la cosa, y la pongo aquí, que es su sitio: Un espacio virtual para un magno título virtual.

También le pongo música a tan fausta ocasión, faltaría más:



...aunque la música va en serio (y la letra también).

En el Breviario pusieron como himno para Cuaresma un poema de Sor Cristina de Arteaga, née hija del Duque del Infantado, Grande de España, y después monja jerónima de clausura en el Convento de Stª Paula de Sevilla, donde murió. La conocí de priora, y las tocas todavía dejaban ver la noble cuna. Este es su poema-himno:

¿Para qué los timbres de sangre y nobleza?
Nunca los blasones
fueron lenitivo para la tristeza
de nuestras pasiones:
¡No me des corona, Señor, de grandeza!

¿Altivez? ¿Honores? Torres ilusorias
que el tiempo derrumba.
Es coronamiento de todas la glorias
un rincón de tumba.
¡No me des siquiera coronas mortuorias!

No pido el laurel que nimba al talento,
ni las voluptuosas
guirnaldas de lujo y alborozamiento.
¡Ni mirtos, ni rosas!
¡No me des coronas que se lleva el viento!

Yo quiero la joya de penas divinas
que rasga las sienes.
Es para las almas que tú predestinas.
Sólo Tú la tienes.
¡Si me das coronas, dámelas de espinas!


Conozco a un probo sacro varón que tachó ese último verso, parece que lo estoy viendo. Fue sincero, porque lo que se dice en un verso o se reza en una plegaria no va siempre aparejado con el querer o el valor del corazón, que no suele estar para espinas extras.

Pero ahí quedó el himno desencantado de vanas coronas, con su verso final, por si alguien recoje el guante a Sor Cristina y se atreve a pedir lo mismo.

p.s. El secreto está en a Quién se pide.

&.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Super nivem dealbabor

He encontrado este youtube en la página de la Custodia Franciscana de Tierra Santa. Está tomado el pasado Miércoles 30 de Enero, sobre las 9-10 de la mañana, en Jerusalén.



Se ven, por este orden,la Iglesia de Getsemaní, luego los aledaños de la Puerta de San Esteban, las cúpulas de la Basílica del Stº Sepulcro, una panorámica de la ciudad (desde las azoteas de Casa Nova?), unas imágenes tomadas en uno de los parques de la Jerusalén moderna, y otra vez las cúpulas del Santo Sepulcro.

"Si oblitus fuero tui, Ierusalem/Si me olvido de tí Jerusalén..." etc. Sal 136,5

Pues por eso.

+T.

lunes, 11 de febrero de 2008

La Virgen del Gave

Como tantas veces tantos sitios, conocí Lourdes leyendo, y cuando estuve fué como volver. Como a tantos sitios tantas veces, puedo retornar tan agilmente porque es un hito que ha marcado mi alma. No es la gracia preternatural de la ubicuidad, pero algo parecido sí que es.

Sobre Lourdes había leído la novela de Franz Werfel, "La Chanson de Bernadette", más por Werfel que por Lourdes. Me atrajo la historia del escritor judío perseguido, escapando de la persecución nazi, que encontró refugio temporal en Lourdes y prometió escribir la historia de Lourdes si se salvaba y llegaba a América. Llegó y la escribió, y la novela sobre Bernadette y las apariciones sería su obra más popular, mil veces reeditada. Tiene la rara gracia del hombre sincero, que no es creyente, pero se deja impresionar de tal manera por el Misterio y su gracia, que lo que narra es tan fidedigno como creíble...para el que quiera creer. Supongo que Werfel, al final, entraría al Cielo por la gruta de Masabielle, que no es mal sitio.

En la Gruta he rezado esos ratos de Lourdes, tan sabrosos para rezar, por las mañanas, después de la Misa en la Gruta; o por las tardes, con el rumor del Gave a mi espalda y los primeros luceros sobre mí. La Gruta en Lourdes es un centro magnético; todo lo demás es quasi supérfluo, para ambientar o acoger o conducir...a la Gruta.

Otra huella de Lourdes es su silencio, con viento y lluvia suave, y Ave-Ave-Ave María!!! en la explanada, pero siempre un sereno silencio. De alba por la mañana, de Ángelus al mediodía, de rio por la tarde, y de velas encendidas por la noche: Un silencio oloroso, luminoso y con ecos de salmodia, de liturgia en plácida intimidad.

Lourdes es un Santuario. Werfel lo supo.

Me gusta rezar cada 11 de Febrero este poema, que aparece como Himno en la Liturgia de las Horas:


La pureza en ti, Virgen del Gave,
un pie desnudo con la rosa de oro
sobre la nieve de febrero,
suave como un pisar de tórtola.

La pureza es en ti, Virgen del Gave,
un ceñidor azul, que, en gesto de ave,
vuela sobre la nieve de la túnica.

La pureza es en ti, Virgen del Gave,
tu saludo cortés, tus manos juntas,
tu zureo en las rocas.

La pureza es en ti, Virgen de Gave,
un abrirse de brazos, como inmensa
azucena de luz, transfigurada,
que nos dice: Yo soy la Inmaculada.


Lourdes es un enclave especial, de esos señalados por el dedo de Dios. Ah! que no se me olvide: Lourdes es, también, Bernadette, tan limpia de corazón que la vió a Ella, que ve a Dios.





+T.

viernes, 8 de febrero de 2008

Et pro (pérfidis?) Iudaeis


La buena voluntad tiene sus peligros. Sobre todo si es "unilateral" y no correspondida. Y mucho más si es moción/cuestión religiosa la sustentante/activante de la benevolencia.

Del Judaísmo y los judíos nos separa lo que va del Viejo al Nuevo Testamento. Con la enorme distancia de que el Israel Veterotestamentario tiene su continuidad sobrenatural en la Iglesia, pero sobrevive en el judaísmo, que sólo participa relativamente de la continuidad de la Historia de Salvación de los antiguos Patriarcas, Profetas y Reyes de Israel. El Pentateuco y toda la Biblia es nuestra, pero el Talmud y demás tradición judía post-neotestamentaria no. Tampoco el judaísmo actual conforma una absoluta continuidad del Antiguo Testamento y sus instituciones religiosas, sino que, de facto, el Judaísmo es una religión ex-sese con supuestos y precedentes veterotestamentarios, que le confieren entidad-identidad, pero no "identicidad" en el sentido de que equivalga a ser una y la misma realidad, pues no lo son.

Después de la barbarie nazi, la sensibilidad pro-hebrea se desbordó incontenible en el mundo cristiano/occidental, a veces con una especie de auto-inculpación traumatizada y acomplejada que sentía y veía culpa donde había, más que nada, historia. Por su parte el mundo judío agudizó una sospecha inveterada que derivó pronto en una acusación manifiesta y una agresividad que, después de tantos siglos, se atrevió a proyectar con resentida violencia contra...¿contra quién? Aquí la sabiduría, que decía el Apóstol del Apocalipsis, y el sepa interpretar que interprete: No contra el Cristianismo en general, sino contra La Iglesia Católica, muy en particular.

La Iglesia Católica mantiene - se puede decir que desde sus orígenes - una cuestión religiosa con el Judaísmo. La existencia de la Iglesia supone la no-existencia de otro Israel bíblico que no sea el que subsiste en la Iglesia, que es su continuación en la Historia Salutis. Por eso el conflicto es religioso, no cultural, ni político, ni de otra índole.

Cuando en el Vaticano II se aborda el tema del judaísmo, la Declaración Nostra Aetate (cfr nº 4) explicita la doctrina de la Iglesia en unos términos inequívocos y definitivos que quieren cerrar los siglos de desencuentro y hostilidad. Desde entonces - y muy particularmente durante el pontificado de Juan Pablo IIº - los gestos de recíproca acogida han ido significativamente en aumento, sin obviar el hecho de la fundamental diferencia de credos e identidad religiosa, a pesar del reconocimiento de una misma fuente original e importantes y sustanciales elementos comunes.

La actualidad ha removido este ambiente de afectuosa proclividad, y, dando la razón a lo que expongo, por un motivo estrictamente religioso: Una oración.

Ha sido que, con motivo de la restauración por Benedicto XVI del Misal de 1962 para la celebración del Rito Romano Extraordinario, se ha reformulado una de las intenciones de la Oratio Fidelium de la liturgia de los Oficios del Viernes Santo.

La oración que se ha cambiado, la del Missale Romanum en esa edición del '62 , era esta:

Pro conversione Iudaeorum.

Oremus et pro Iudaeis: Ut Deus el Dóminus nóster, áuferat velamen de córdibus eórum, ut et ipsi agnoscant Iesum Christum Dóminum nostrum.

(Oremus - Flectamus génua - Levate)

Omnípotens sempiterne Deus, qui Iudaeos etiam a tua misericordia non repellis: exáudi preces nostras quas pro illius pópuli obcaecatione deférimus; ut ágnita veritatis tuae lucis, quae Christus est, a suis ténebris eruantur. Per eúmdem Dóminum nostrun Ies. Chr. etc. Amen.

Esta intención de la Oratio Fidelium de los Oficios del Viernes Santo, apareció así en esa edición del Misal, la de 1962, hecha bajo Juan XXIII, que reformó la oración-intención que, hasta entonces, era esta otra:

Oremus et pro pérfidis Iudaeis: Ut Deus el Dóminus nóster, áuferat velamen de córdibus eórum, ut et ipsi agnoscant Iesum Christum Dóminum nostrum.

( Oremus - Flectamus génua - Levate )

Omnípotens sempiterne Deus, qui etiam iudáicam perfídiam a tua misericordia non repellis: exáudi preces nostras quas pro illius pópuli obcaecatione deférimus; ut ágnita veritatis tuae lucis, quae Christus est, a suis ténebris eruantur. Per eúmdem Dóminum nostrun Ies. Chr. etc. Amen
.

La oración (que aunque apareciera en el Misal de Trento, publicado por San Pio V, es mucho más antigua) se cambió por esas palabras, "pérfidis" y "iudáicam perfídiam", que resultaban "malsonantes" y que provocaron la queja de algunos judíos y algunos católicos. En ese sentido, ya Pio XII aclaró que "perfídia" significaba "infiel", "sin fe", sin incluir otros conceptos peyorativos que tiene esa palabra (como traidor-desleal etc.). Al final, por voluntad de Juan XXIII, se "retocó" y quedó como he referido más arriba.

El caso actual ha sido que desde Julio pasado, cuando la publicación del Motu Proprio Summorum Pontíficum, algunos rabinos empezaron a movilizarse quejándose de que con la vuelta del Misal del 62 volviera a rezarse esa oración que, aun en la forma en que quedó después de la remodelación de Juan XXIII (sin el pérfidis y la perfídiam), les parece indignante.

Lamentablemente, se ha tomado en cuenta la queja, y la oración ha vuelto a ser reformada, quedando ahora así:

Oremus et pro Iudaeis. Ut Deus et Dominus noster illuminet corda eorum, ut agnoscant Iesum Christum salvatorem omnium hominum.

(Oremus.Flectamus genua.Levate)

Omnipotens sempiterne Deus, qui vis ut omnes homines salvi fiant et ad agnitionem veritatis veniant, concede propitius, ut plenitudine gentium in Ecclesiam Tuam intrante omnis Israel salvus fiat. Per Christum Dominum nostrum. Amen.

¿Qué se ha quitado esta vez? Algo muy significativo: La alusión al velo que cubre sus mentes/corazones, que es un cita implícita de San Pablo: "Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto ... un velo que cubre su mente y corazón, ..." (IIªCor 3, 14-15)

No sé cual podrá ser la reacción de los tradicionalistas católicos, tan dispuestos a "motivarse" por cualquier cosa. Pero esta sustitución de la oración/intención me parece improcedente, excesiva y desproporcionada, porque la oración tal y como estaba sólo puede ser "ofensiva" para el judío que esté dispuesto a ofenderse: La misma existencia de la Iglesia es para ellos una perenne ofensa, bien considerado.

Haber prestado atención a esa queja de unos cuantos rabinos, me parece improcedente. Si ha sido en aras de un irenismo de carácter inter-religioso, doblemente.

En correspondencia, habría ahora que ponerse a examinar los oracionales judíos y exigir que cambien cuantas expresiones nos resulten ofensivas y malsonantes a los cristianos (que son muchas). Pero esto, claro está, no se hará.

Esta es mi opinión sobre el caso, que lamento se haya resuelto con esta acomplejada condescendencia, tan poco concorde con la solidez que debe tener/mantener la Liturgia.

Algo, sin embargo, entiendo que hay de positivo en el episodio: La evidente intención de que el Misal del 62 y el Rito extraordinario se asuma y se celebre con normalidad. El haber descendido a este detalle de esa oración del Viernes Santo así parece demostrarlo.

Pero hay más: Il Corriere della Sera publicaba ayer la chocante noticia de que el gran Rabino de Roma y otros señalados rabinos italianos declaraban en suspenso el diálogo con la Iglesia Católica por mor de la oración esa, que siquiera en la nueva versión les parece tolerable.

Quizá lo tengamos merecido, como escarmiento. Pero esa es la noticia: Los rabinos italianos con el Gran Rabino de Roma a la cabeza, no sólo no están satisfechos con la reforma de la oración pro iudaeis del Misal del 62, sino que, oportunamente y a propósito, declaran que se han roto la bases del diálogo con la Iglesia Católica, y que se impone un tiempo de reflexión.
El rabino romano llega a decir que se han atrasado 43 años las relaciones de la Iglesia Católica con los judios, y que lo de la oración ha sido un relámpago en el cielo sereno.

Entiendo que la hipocresía farisáica se lleva en los genes y rebrota de manera incontenible al poco que se descuide. Pero esto no suena a anécdota, sino a algo muy premeditado y deliberado, que estaría esperando un motivo para salir a la luz pública. Yo me temo que todo ha sido estudiado y planeado, desde las primeras alarmas por la vuelta del Misal del 62, hasta esta última y sorprendente salida del rabinato romano-italiano.

¿Reaciones católicas? Habrá que esperar a ver quién recoge el guante de la afrenta y en qué términos.

Ayer, cuando comentaba algo a propósito lo de la reforma de esta oración pro iudaeis de los Oficios del Viernes Santo, dije que nunca debería haberse cambiado la antigua, aquel "Oremus et pro pérfidis iudaeis..." etc. Lo dije por la mañana sin saber que Il Corriere de la Sera traería tan buenos argumentos para mantener lo que dije.
.
Conque oremos. "Oremus et pro pérfidis iudaeis", que no se les llamaba así por capricho, como parecen ellos mismos demostrar.

&.

jueves, 7 de febrero de 2008

Limosna


Una "florecilla" de limosna, en la pastoral para la Cuaresma del Cardenal Joseph Zen, Arzobispo de Hong-Kong:


«Fue cuando Shanghai había sido invadido --recuerda el cardenal--. Mi padre había tenido un derrame cerebral y estaba enfermo. Éramos siete de familia y cinco de nosotros en edad escolar, todos con necesidad de ser alimentados.

Un frío día de invierno estaba nevando, así que nos quedamos todos en la cama para estar calientes. Estábamos hambrientos y sólo podíamos pensar: "¿Tendremos arroz para comer hoy?"».

«Mi padre miró al reloj y me dijo que me levantara. Mi madre dijo: "Está nevando. Las suelas de tus zapatos de plástico están rotas. Si te mojas, cogerás un resfriado. Quédate en casa a rezar"».

«Pero mi padre dijo: "Tú vas a Misa cada día. No la pierdas hoy. Quiera Dios darnos nuestro pan de cada día".

Por supuesto, mi padre tuvo las de ganar. Apreté los dientes y corrí a la iglesia y ayudé en la Misa como acostumbraba. Cuando me disponía a volver corriendo a casa, un hombre anciano vino corriendo detrás de mí. Era Zhou Chi Yao a quien todos conocíamos».

Mi padre y Zhou iban a Misa todos los días: Aunque sólo se saludaban mutuamente con un breve gesto de cabeza, llegaron a ser buenos hermanos en el Señor.
El hombre anciano me dijo: «Amiguito, ¿no eres el hijo de Zen En Giou?». «Sí», respondí.
«Gracias a Dios que corrí detrás de ti --dijo Zhou--.¿Cómo está tu padre? Hace mucho tiempo que no viene a la iglesia».
Le hablé de la situación de mi familia. Me llevó a su casa y cogió un fajo de dinero, lo contó, lo envolvió y me lo dio. Dijo: ‘ Ten mucho cuidado y lleva esto a tu padre' .
Con ese dinero, mi familia tuvo dinero suficiente para comprar alimentos durante varios meses.
.
La mano izquierda de Zhou no sabía lo que su derecha estaba haciendo».



Era sólo esto: La historia de la limosna del Cardenal.


+T.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Immutémur hábitu


Una de las características más notables del eucologio de nuestra Liturgia Romana, es la capacidad de síntesis: Una sóla oración puede condensar un credo, o un breve tratado. La de la Feria IV Cínerum es un resumen completísimo de la espiritualidad de la Cuaresma:

Concéde nobis, Dómine, praesidia militíae christianae sanctis inchoáre ieiúniis , ut. contra spiritales nequitias pugnatúri, continentiae muniámur auxiliis. Per Dnm. Ies.Xtum...etc. Amen

La versión del Misal español, es aproximada, pero conteniendo lo mismo y también con esa concisa y profunda expresividad.

Señor, fortalécenos con tu auxilio al empezar la Cuaresma, para que nos mantegamos en espíritu de conversión; que la austeridad penitencial de estos días nos auxilie en el combate cristiano contra las fuerzas del mal. Por Ntrº Sr. Xtº...etc. Amen.

Con estos conceptos: "fortaleza", "auxilio", "conversión", "austeridad", "combate", "fuerzas del mal", se está enunciando una doctrina completa. Destaco ese "combate cristiano contra las fuerzas del mal", que parece decir que sólo es posible combatir el mal ( o al mal ?) con fuerzas cristianas, y que lo que existe en el mundo es un gran combate cristiano contra el mal (el Maligno) y sus fuerzas, combate que tiene momentos, tiempos, en los que se precisan fuerzas especiales, como en cualquier guerra.

Una cuestión: Cuando crecen las dificultades, aumenta la gracia, pero ¿porque la gracia abunda se crecen las fuerzas oponentes? En Cuaresma que es tiempo de gracia, aumentan también en proporción los embates del mal...?

Aclaro, conste, que no planteo estas cuestiones pensando en la actualidad de España y las fuerzas malvadas de zpeses y demás récua mohina. Yo pensaba "in génere", sin descender a detalles de maldades pedestres; pero valgan - ¿por qué no? - también como casuística de ejemplo.

Volviendo a la Cuarema y sus cosas, le encuentro especial sentido a una de las antífonas de la ceniza: "Immutemur hábitu..." cambiémonos el vestido, la indumenta, la vestimenta. Como una necesidad quasi higiénica, de urgencia. Pero la antífona sigue dura, muy dura: Pretende que el vestido nuevo sea de sayal, cilicio con ceniza, y que rompamos a llorar, vueltos al Señor: Un clamor penitente, todos magdalenas desmelenadas y jerónimos calvorotas con calaveras en las manos y flagelo en el lomo. ¡Qué espectáculo!

Esas cosas impresionan. Y si se hicieran con sinceridad y coherencia, serían una conmoción definitiva: Una conversión (no una revolución).

Pero todavía, los postmodernos, hablan de revoluciones y no de conversiones.

Nosotros, otro año, hemos vuelto al pregon del immutemur con sus cenizas, ayunos y cilicios: Nos damos cuenta de que nos hacen falta...o no?



Una delicia sevillana, un pellizquito del Miserere de Eslava, para pasar mejor el trago cuaresmal (Sí: el tenor es regularcillo tirando a peor; no, esa Iglesia tan feísima no es la Catedral de Sevilla, faltaría más. Pero es que no he encontrado otra cosa...y la calva de Luís Izquierdo me despistó y pensé que era en y luego no era en, si me explico).

+T.

domingo, 3 de febrero de 2008

Carnaval en campaña mortal

La piara está en campaña. Se viste de carnavales y tiene en sus filas toda la galeria de estafermos carnavalísticos: Pierrot, Colombina, Pulcinella...Pero también la bruja, el vampiro, el ogro; y algo muy español: el moro (porque es atavío fácil de improvisar: Cualquier cosa como turbante, un albornoz, unas babuchas...y ya está el moro!). Siguen piratas de parche en el ojo y pata de palo, pistoleros, indios, chinos de coleta, algún faraón, algún romano...La carnavalada se ha enriquecido con travestises a la brasileña, vergonzantes ocultos hoy ostentosos y exaltados por el Carnaval.

El tópico literario de la máscara que oculta la muerte es un tema de carnaval. Quizá porque el carnaval es eso, más que nada. Se disfraza de terrible alegría, de vertigonosa vida, la irrefrenable muerte, que por unos días, por unas noches, un par de horas, se pone careta de risa y tapa su trágica calavera, porque es Carnaval.

El periódico de la piara trae esta mañana un reportaje de carnaval, de careta digna que tapa muerte penosa. Un tal escritor que no conozco contando cómo mató a su madre que se moría. Dignamente. Con careta de responsable opción ocultando trágica ocasión. Y es campaña de la piara en campaña sacar máscaras de carnaval, aparentes por fuera, terribles por dentro: Eutanasia familiar trasvestida de epopeya heróica.

También salen niños en la comitiva carnavalesca, lo tétrico con cara de infancia, que es más terrible porque la estridencia es más brutal si la máscara de un niño disfraza la muerte con un juguete. Saca comparsa de carnaval el Ministerio de Sanidad, con triple salto mortal sobre la leyes, disfraza de derechos y libertades los sórdidos abortorios donde descuartizan vidas tiernas y destilan cosméticos con manteca de niños, como en los cuentos de miedo hechos de verdad y con subvención de criminales políticos y abyectas madres, hechiceras en antros de muerte.

Y únanse al Carnaval, que dan propina al que se pone careta de votante para la muerte, que es Carnaval y se paga bién cada voto a la muerte, que al final ganará más muertos, por cada votante dos: Un niño y un viejo. Muertes de familia que no quieren familia, que le ponen a la muerte máscara de carnaval, y bailan la danza de la muerte con disfraz de libertad y dignidad.

Lo lúgubre es que Carnaval eran tres días, pero ahora quieren que todos los días siga este mortífero y enmascarado carnaval.

#

sábado, 2 de febrero de 2008

Un Obispo en la SER

Escúchenlo - si no lo han escuchado - porque no es frecuente que un Obispo en directo deje apabullada a una amazona de la radio oficiosa de la piara:


Me parece que iban buscando a alguno que se desmarcara del documento de la CEE, y como Don José tiene fama de "progresista" y "taranconiano", supondrían que sacaría los pies del tiesto. Los muy incáutos no habían advertido que incluso la Tarraconense (la asamblea de los obispados de la Provincia Tarraconense, en Cataluña) también sacaron un "Comunicat de la Reunió nº 186" en el que se suman sin recelos al documento de la CEE, en cuya redacción participaron como miembros que son de la CEE.

En un momento de la entrevista dice Don José que ha estado mucho tiempo en el extranjero, aludiendo a los años que pasó como capellán de los trabajadores españoles en Alemania. Comenta que nunca había visto una situación como la que ha planteado el psoe zpero a la Iglesia en España.

Por cierto que hoy la "Junta Islámica" ha pedido expresamente el voto de los musulmanes españoles para el psoe (escúpan fuera, por favor) y iu (el vómito en el bacín, please). Y a la piara les ha parecido tan bien que no han dicho ni pio (y ya estarán arreglando la próxima subvención a la morería y diciendo que sí a la próxima mezquita que tengan proyectada, faltaría más).
.
Con todo esto, he recordado una inteligente peli que se titula "Cortina de Humo" y que trata de las tretas en campaña electoral. Y esta arremetida de la piara contra la Iglesia Católica huele a eso: Una sucia cortina de humo contra la Iglesia porque la Iglesia habla, y porque la Iglesia dice lo que no se quiere que diga se la pone en la pira para que la cortina de humo de la Iglesia ardiendo, logre que no se juzguen los cuatro peores años de la tiernecita y balbuciente democracia española. Cuatro años de vergüenza - para los que la tenemos - dentro y fuera de España. Cuatro años en los que se ha atrasado el reloj por decreto hasta el 31 y el 36. Cuatro años que parecen amenazar ser el primer capítulo de una pesadilla que pudiera continuar.

Pues eso es lo que hay y lo que una piara de no sé cuántos millones de votantes está queriendo que siga habiendo.

Son los mismos que dicen y se creen que hay dos españas.

#

viernes, 1 de febrero de 2008

Locus iste

Para purificar el blog con un multi-ductus-ictus de incienso virtual, había pensado poner un youtube con el Locus iste de Bruckner. Pero...

Este tiene poco volúmen:




Y este, que tiene unas fotos muy adecuadas, está incompleto:



Y este del Coro de niños de la Catedral de Colonia, tiene esa pinta de vídeo casero:




Así que pongo este potpourrí que haría estremecer al exigente y hermético Bruckner, pero espero que por sacra y reverente complacencia, me conceda la licencia, porque, además de hipercatólico como Don Antón, estoy seguro de que me concede venia por ser nos quién somos.

Y una simple nota: Cuando uno cree con sinceridad y sentido, transmite el Misterio y anima la fe del que escucha. Bruckner es un ejemplo notable.

Esta es la letra a la que pone música:

Locus iste a Deo factus est,
locus iste a Deo factus est,
a Deo, Deo factus est.

inaestimabile sacramentum,
inaestimabile sacramentum,

irreprehensibilis est,
irreprehensibilis est,
irreprehensibilis est,
irreprehensibilis est.

Locus iste a Deo factus est,
locus iste a Deo factus est,
a Deo, Deo, Deo,
a Deo, Deo factus est.


Tengo la convicción de que se emocionaba y rezaba componiéndo.

+T.