El estilo, el look, la pose, todo eso que es espejo del alma (las apariencias no engañan) dicen mucho de la sujeta. El personaje es un típico estereotipo, muy común entre los burócratas del engendro monstruoso de la ONU: Una espabilada radical-marxista que templa su furor político-rabioso pero sigue revolucionaria profunda mientras logra una poltrona, una oficina, un nombramiento y un buen sueldo en la ONU. Para justificar la paga se busca una causa, un caso, un expediente...que suele derivar en un pequeño tribunal revolucionario con sentencia dictada premeditada y anticipadamente contra algo/alguien seleccionado con absoluto prejuicio. En este caso particular, esta agente/comisaria cripto-revolucionaria funcionaria de la institución contra-la-infancia llamada Unicef ha escogido como blanco de sus furores a la Iglesia Católica, contra la que mantiene profundos resentimientos, muy violentos, que ella sabrá (?) explicar.
Por la foto, por el look, por cierto desenfado indecente de vieja contestataria que trasluce su poco estética estampa, yo pensé que se trataba de una monja resabiada, con furores frustrados de insatisfacciones femeniles, según otro perfil bastante común entre hembras de esa clase. No sé más, no tengo datos. Pero el buen ojo para la inquisición no me falla: Fue (cuando moza) adepta del insurgente Monseñor Leónidas Proaño, uno de los mascarones-santones de aquel marxismo disfrazado de 'teología' que infectó a toda Hispanoamérica.
En su web, esta activista radical cuenta así el despertar de su conciencia 'social':
"...A los 13 años conocí a Monseñor Leónidas Proaño (...) me uní a su causa para contribuir en la tarea que se había planteado: liberar a los indios de su situación de esclavitud. Durante este periodo participé activamente en los grupos de pastoral juvenil promoviendo la concientización de jóvenes como yo sobre la situación de los indios..."
La funcionaria de Uniceff da cuenta también de su currículum, con toda clase de muestras de lo peor, instituciones, personas, trabajos, lugares; es feminista radical, Cuba es su segunda patria, vomita revolucíon e insurgencia por su boca de vieja desdentada y sus tetas caídas amamantan con leche de hoz y martillo a todo el sector del hemisferio sur que le ha tocado en suerte como campo de su revolucionaria misión de liberación popular. Es decir, es una perfecta arpía de pluma roja y cuerno diabólico en ristre.
Así y todo, en el frontis de su web, reluce una cita de su mentor:
"Durante toda mi vida he luchado por la Verdad, por la Vida, por la Libertad, por la Justicia..."
Mons. Leónidas Proaño
Aquí, por si quieren echarle un vistazo, la web de Sara Oviedo Fierro
Es decir, que esta pieza, esta justiciera funcionaria de la ONU, está maquinando contra la Iglesia Católica desde sus raíces de activista marxista-católica-latinoamericana, como ejemplar discípula militante-nostálgica de Monseñor Proaño (q.e.p.d. A.)
Por eso su bad milk es tan ponzoñosa, tan peligrosa.
Una arpía, resumiendo. Ya lo dice el refrán: Cría arpías y te sacarán los ojos.
Porque el tiempo de los buitres ya pasó.
p.s. No sé por qué, pero intuyo empatías francisquistas en la arpía. Puede ser que me equivoque, pero yo diría que hay feeling. Aunque ya se sabe que arpías, sirenas, esfinges y demás hembras mítico-monstruosas, seducen primero con simpatía para matar mejor después.
p.p.s. ¿Y si Franciscus la nombrara consultora vaticana de algo? Como es hembra, tiene títulos, es anti-clerical, es anti-católica, es pro-vanguardia, es pro-izquierdas, es pro-progreso, es de la ONU...En fin, que ostenta cualidades muy apreciables (francisquistamente hablando, quiero decir).
p.p.p.s. Incluso me atrevería a decir que pudiera ser que fuera amiga de Maradiaga, el de Honduras, ¿no? O si no, le pega serlo.
+T.