domingo, 27 de febrero de 2011

Cañizares evidenciando su talla


El Cardenal Don Antonio Cañizares ha gozado - es mi opinión - de una exagerada fama que le ha concedido, reconocido y mantenido una excelencia que no se ajusta con la realidad de su talla. Si es verdad que alguna vez le motejaron como "il píccolo Ratzinger", es porque lo es: Píccolo, pequeño, chico, peón de tamaño integral. Y hacerse al respecto más ilusiones o fantasmas es yerrar. Ese es su tamaño, el que demuestra. No esconde talla mayor, porque no la tiene.

Prueba contundente, esta entrevista:

Antonio Cañizares: “Solo la vida litúrgica podrá volvernos verdaderamente a Dios”

Ese título, esa respuesta del Cardenal Cañizares, es una vaguedad de esas que se dicen y después se entresacan para poner un titular. Pero está vacía, es una vana afirmación que no se corrobora con los hechos. Los hechos de Cañizares, a la sazón Cardenal Prefecto de la Congregación de Culto y Sacramentos. Y toda la entrevista es asi: Generalidades, enunciados capitales, preguntas retóricas, cabos sueltos y pañolones al viento. No hay más.

Entiendo que la fama de hombre de altura eclesiástica le viene, más que por otra cosa, por su pesquis avispada de prelado de escuela valenciana, que ya se sabe es un imprescindible requisito, indispensable, para hacer 'carrera eclesiástica': Ser valenciano. Había hasta un chiste sobre eso:

¿Qué se necesita para ser obispo? Ser mayor de 45 años, ser licenciado en teología o derecho canónico, y ser valenciano. Las dos primeras condiciones se pueden dispensar; la tercera no.

Pues Cañizares es de ese típico currículum valenciano, tan prolífico que más de medio episcopologio hispánico es un rico muestrario del Reino de Valencia. Unas veces para bien y otras para mal. Cañizares, me parece, ni para lo uno ni para lo otro.

Después de su rápido cursus honorum episcopal (en diez años pasó de neo-obispo de Ávila a Primado en Toledo con el intermedio de Arzobispo de Granada), no le cuento ni un logro pleno, ni un hito memorable, ni uno: En Ávila empendoló el asunto de la Universidad Católica y la dejó en mantillas, apenas parida; a Granada - se decía - iba con objeto expreso de meter en vereda la facultad de Cartuja, y se fue de Granada dejando Cartuja como estaba. Y de Toledo ha salido sin pena ni gloria. Eso sí: En todos estos sitios ha sido un hombre de talante, de diálogo, de mediaciones, de ponderaciones y muy buenas opiniones entre propios y extraños.

Cuando le contraponen a Rouco, me hace mucha gracia: Es como comparar un panzer con un seat 600. O por el estilo.

Por lo que opina en la entrevista, se comprenderá la poca confianza que depositamos en su gestión dicasterial quienes esperamos con ansia un ordo liturgicus más ortodoxo, cioé, más católico según la tradición. Con desencanto, comprobamos que Cañizares es, a la postre, uno más de los de su generación conciliarista que, a pesar de la contundencia de los hechos, todavía circunloquia según ese espectral "espíritu" del Concilio, tan evanescente y alucinógeno que envuelve en humo un paisaje patéticamente desolado: El cuadro de la estragada y degenerada liturgia post-conciliar.

Algunas frases de la entrevista son estremecedoras, como esta:


Nadie puede poner en duda que el Vaticano II ha puesto la sagrada liturgia, con la Palabra de Dios, en el centro de la vida y misión de la Iglesia; es muy significativo, en el lenguaje de los acontecimientos por los que Dios habla, el hecho de que la Constitución Sacrosanctum Concilium fuese el primer texto aprobado; es innegable, además, que desde allí se ha producido una gran renovación litúrgica

Precisamente es lo que se pone en duda - esa y otras cuestiones - después de los demodelores cuarenta y cinco años del post-concilio. A no ser que por "renovación" se entienda derrumbe o sinónimos.

Hacerse cargo de que quien discursea es, nada más y nada menos, que el Cardenal Prefecto de la Sgdª. Congregación para el Culto Divino y los Sacramentos, es sufrir un amago de desolación desconsoladora.

Cuando habla de:

- "...devolver a la liturgia, singularmente a la Eucaristía, el lugar que le corresponde en la vida de la Iglesia, de los sacerdotes y fieles..."

se refiere, implíctamente, al gran desvarío post-conciliar, pero no lo dice, ni pone el dedo en la llaga, ni diagnostica la dolencia. Sólo palabrea. Y continua con lo mismo:

-"...Es preciso, según veo, reconocer que la liturgia hoy no está siendo el “alma”, la fuente y la meta de la vida de muchos cristianos, fieles o sacerdotes: ¡cuánta rutina y mediocridad, cuánta trivialización y superficialidad se nos ha metido!; ¡cuántas misas celebradas de cualquier manera o participadas en cualquier disposición!; de ahí nuestra gran debilidad. Es muy necesario llevar a la conciencia de los fieles que la liturgia es, ante todo, obra de Dios, y que nada se puede anteponer a ella. Solo Dios, la “revolución de Dios”, Dios en el centro de todo, podrá renovar y cambiar el mundo."

Por eso no es creíble cuando decía, un poco más arriba, esto otro:

-"...las claves por las que usted me pregunta para la así llamada “reforma de la reforma” no son otras que las ya dadas por el Concilio Vaticano II en Sacrosanctum Concilium y el posterior magisterio de los papas, que indican e interpretan auténticamente sus enseñanzas conforme a una “hermenéutica de la continuidad”.

Parece el consabido recurso que se ha aprendido un par de fórmulas programáticas políticamente correctas (catolicamente correctas, en este caso) y las mete como relleno aquí y allá, mechando la conversación con cierto gusto que no se corresponde, realmente, con lo que hay.


¿Y qué piensa, entonces, Cañizares? Yo pienso que piensa lo que uno de su tiempo, uno de aquellos curas de los seminarios de los '60 que se entusiasmaban con el Concilio, se despedían alegremente de las sotanas, jugaban a los experimentos litúrgicos, y se lanzaban a ser la vanguardia conciliar.

¿Y lo de la capa magna en Gricigliano y las Misas tradicionales en Roma? Pues yo diría que son gages del oficio, cosas obligadas que se aceptan en razón del cargo, pero nada más.

Parece que se pica cuando le comentan que sale mucho, que se escapa con frecuencia de Roma. Cuando algunos rumorean que es posible que retorne a España, yo me quedo tan fresco e indiferente como si me dijeran que se va a pasar el fin de semana de San José viendo las Fallas.

Desde luego, aquí, en España, su patria indígena, tendrá (tendría) más materia, oportunidades y recursos para su versatilidad 'política'. Que en eso sí ha demostrado ser un gran dilettante. El otro día mismo, sin ir más lejos, salía en la prensa su foto, abrazado amigablemente con el Rey, para hablar, seguramente, de algo que yo no sé y que tendrá que ver con cosas que tampoco sé. Pero seguro que son, aproximadamente, de lo mismo que, facilmente, puedo imaginar.

Un desencanto más, en fin.

Menos mal que, en este caso, es pequeño, como su dueño.

p.s. El periodista que hace la entrevista, es sacerdote (palabra de honor); el director de la revista que publica la entrevista, también (súper-palabra de honor). Lo digo por las fotos de ambos, que despistan mucho. Mucho.


+T.

jueves, 24 de febrero de 2011

Contra-liturgias: Violaciones, permisiones, reacciones y prohibiciones


En estos días de expectación de la instrucción sobre el motu proprio Summorum Pontificum, resulta más clamorosa la impiedad litúrgica manifiesta y hasta gustosamente consentida y atrevidamente promovida por los que están considerados optimiores en nuestra Iglesia Católica (huelga decir que los peores considerados somos los católicos conscientes motupropristas - summorumpontificumsistas (un servidor, el que esto escribe, entre ellos)). Pero voy a lo que decía, a ilustrar con una muestra lo que permite y/o le gusta a la mayoría de nuestra jerarquía:



Es una misa celebrada en la Iglesia de la Stmª Trinidad de Berna, el pasado 19 de Septiembre 2010, Domingo; celebra el párroco Gregor Tolusso (católico) y "concelebra" el pastor protestante Manfred Stuber, de la comunidad luterana de Berna. Aquí pueden leer más detalles.

Adviertan la soltura cargada de suficiencia con la que celebra el sacerdote católico, cómo toma y parte la oblata antes de pronunciar las palabras de la consagración, y cómo eleva luego, con esa premeditada (y seguramente muy ensayada) colocación de manos y Hostia (el anillo que luce es un chocante detalle, no siendo obispo, pero, dadas las demás circunstancias, un pecadillo sin importancia, una vanidad, una fruslería).

En el video parece como si después de la consagración de la Hostia se acercara el pastor protestante a consagrar el cáliz; pero no, no es eso, el vídeo está cortado. El momento en que accede el pastor luterano al altar es cuando toca rezar el Padrenuetro: Dice unas palabras, un comentario ecuménico sobre "la libertad en la diversidad". Y seguidamente rezan todos juntos el Padrenuestro.

Cuando llega la Comunión, el cura celebrante le da la comunión al pastor protestante. Y también le confía una de las píxides para que administre la comunión a los fieles presentes (no es de extrañar que los luteranos presentes, si los hubo, siguieran el ejemplo de su pastor y comulgaran también; no me consta pero lo deduzco).

Al término de la misa, le hicieron una entrevista a los dos, el sacerdote católico y el pastor protestante, que se explicaron con toda su turbadora confusión inter-ecuménica. Aunque el luterano dejó muy claro que donde los católicos veían a Cristo él sólo veía pan (se refería a la Comunión que hacía unos minutos había recibido).

La misa fue retransmitida en directo por la televisión suiza. Suiza es la patria del hace poco nombrado presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch. Ese es su "ambiente", que (probablemente) le influirá en su comprensión del ecumenismo católico. No estoy diciendo - sería temerario por mi parte - que el Cardenal Koch comparta los conceptos pervertidos que animan y la liturgia que violan los curas del estilo del párroco suizo Gregor Tolusso, el del vídeo. Lo que supongo es la influencia (¿mala/buena?) que casos como este, que suceden en su misma patria, ejercerán sobre el Cardenal Koch.

Aunque, a pesar de lo dicho, me atrevo a concluir con cierta desconfianza cuando no me consta que el párroco violador litúrgico haya sido amonestado, sancionado canónicamente y/o removido de su cargo pastoral. Por lo que deduzco que o bien se comparten ideas y formas, o bien se toleran, o bien no se atreven a intervenir. No sé decir cual de estas situaciones de no-respuesta/no-reacción sea más grave

Me hago estas reflexiones en esta misma semana en que un sacerdote francés, el párroco de Thiberville, l'abbé Francis Michel, se despedía de su parroquia y sus feligreses porque su obispo le abrió un expediente canónico, que Roma falló a favor del obispo y contra el cura párroco de Thiberville por haber cometido el horrendo (?) crimen (?) de celebrar la Misa tradicional en su parroquia, gozando del favor de sus feligreses pero en contra de los criterios de su desgraciadamente ya famoso obispo, Mons. Nourrichard, obispo de Evreux.

Y así están las cosas. Y eso es lo que tenemos. A la espera de la instrucción sobre el motu proprio Summorum Pontificum, como dije al empezar.

Un animoso ambiente, cargado de esperanzas, muy optimista, ¿verdad?

p.s. Obvio decir que las violaciones litúrgicas como las de Berna y de toda especie, aun peores, se perpetran cotidie por todo el Orbe, passim, bajo el cayado callado de nuestros impasibles, indiferentes, impertérritos, y/o displicentes prelados.


+T.

miércoles, 23 de febrero de 2011

El desconcierto nuestro de cada día (hablando de obispos)


No me gusta coincidir con nadie, ni en opinion ni en articuletes. Me refiero a los blogs. Hoy me he encontrado con un comentario sobre una noticia que leí ayer y que pensaba comentar aquí. Vanitas vanitatum, que decía aquel Qohelet. La noticia que leí era esta:

Dos obispos del Brasil

Se comenta sóla. El texto dice que están recien nombrados (el jueves de la semana pasada) obispos auxiliares, el de la izquierda vestido de clergyman para el Vicariato Castrense, y el de la derecha vestido de rockero tropical para la Diócesis de Belém. El redactor del pie de foto se pregunta: -¿Dos iglesias?

Desde luego el desnivel de vestuario suscita la duda de si serán de dos ritos diferentes, o incluso si pertenecen a dos confesiones religiosas distintas. Brasil, el gran país catolico, tan extenso que es media América casi, tiene y soporta esas diferencias. Que no son cuestión de mero look, sino que el exterior de los nuevos obispos son el trasunto de las diferencias de 'conceptos'.

Pero tratándose de lo que se trata ¿caben esas diferencias? Por poco que uno esté puesto en temas de actualidad eclesial puede entender lo que hay detrás de cada figura, qué representan y cual será, previsiblemente, su trayectoria pastoral y su ministerio episcopal. Y es para echarse a temblar.

Un ejemplo de temblores:



Es una "misa" celebrada en Brasil, por un cura travestido que baila samba en la iglesia. El pueblo fiel sigue al cura y todos se dejan llevar por el embriagante ritmo pastoral. Tocante a cosas de iglesia, el cura es el que entiende y si él lo hace así será que se puede hacer. Conque adelante, pastor y grey, a bailar samba que ya viene el Carnaval.

Esto se hace y se deja hacer. Unos no lo hacen, pero lo permiten. Otros lo hacen y hasta lo promueven. Todos hermanos, que lo importante es no romper ni perder 'la unidad'. Como si pudiera haber "unidad" donde los fragmentos del estropicio son tantos y están tan disperso que forman un puzzle dificilmente descifrable.

¿Y en Europa? En Europa podemos enseñar otro muestrario, distinto, pero a la postre con el mismo efecto de fragmentación y unidad sub mínimis. Vean dos ejemplos:

El facebook de uno de los obispos auxiliares de Bruselas

El de la fotito es el mismo en carne mortal de facebook, para los amigos.

Y para cerrar el reportaje un indígena español (bueno, catalán, que seguro que estará afectado por el hecho diferencial y matizará lo de español con Ñ, ya se sabe). Vean qué magnífico ejemplar portador de esperanza católica:



Cuarenta y un añitos tiene el bisbe. Con lo que se le augura - si no le ocurre un imprevisto - por lo menos 34 años de ejercicio pastoral. El youtube con la mini entrevista me resulta especialmente estremecedor: Es un "papa-boy", es decir, un juanpablista berrendo que dice enormidades horripilantes como que tuvo "una conversión al papa Juan Pablo II", fenómeno este que es la primera vez que oigo pero que no me extraña oir en boca de este bisbe-papa-boys.

¿En qué o cómo o dónde rematará este bisbe junior? Pues yo diría que alto, bastante alto según se desprende de lo que dice. Será cosa de verle marchar por las sendas de la post-modernidad católica y de seguirle el currículum. Irá pasando, probablemente, de JMJ en JMJ hasta que se consuma nonagenario y joven, muy joven, siempre joven.

Las cosas del juanpablismo episcopal. Que como se puede ver duran y duran y están durando y parece que van a seguir.

Malo está lo del obispo brasileño con look pop-rock con tendencia de rematar rastafari a lo Bob Marley; malo lo del cura drag-queen de la misa-samba-carnaval. Pero lo de los jerarcas juanpablistas resulta tan inquietante (por otros motivos).

Y con este desconcierto, passim, así pasan los días, como el bolero, en un melífluo quizás, quizás, quizás. Y yo desesperando...




p.s. La ilustración de arriba es un San Dionisio, que ya he contado que los obispos que de verdad me gustan, mis preferidos, son los mártires ya martirizados; a poder ser decapitados y con la santa testa en la mano, como Saint Denis (¡viva!).

+T.

martes, 22 de febrero de 2011

¿Qué está pasando con los "santos"?


La comisión juanpablista para santos de rebaja sorprende cada día más; sorpresas que rozan el esperpento, otras casi tangentes con el absurdo. Esta última me ha dejado un grado más perplejo que otras veces:





Era un chico de buena familia (¿por qué salen tantos santos de 'buenas familias'? ¿no hay Santos de familias 'mileuristas'?). Un gamberro, un niño de papá, malcasado, maltratador, una pieza. Que un día se quiso ir de vacaciones al trópico, una aventura caribeña, y como papá no le daba las pelas, atracó un banco y mató a un policía. Fue encarcelado, juzgado y condenado. Y estando en capilla se arrepiente, llora, confiesa, comulga y es guillotinado. En paz descanse y en Gloria esté. Amen.

Así, como este, terminaron muchos, muchos. Yo mismo tengo constancia de escenas más intensas que esa, de reos en capilla comportándose con un nivel de gracia y virtud que conmovían a los capellanes de las prisiones. En Sevilla era una de las obligaciones que cumplían los señores hermanos de la Stª Caridad, que servían y acompañaban durante aquellas negras y amargas y horas a los que iban a ejecutar con garrote. Y contaban luego, emocionados y conmovidos, escenas más demoledoras que la del francés. Pero ninguno de todos aquellos que murieron bien, santamente, en gracia de Dios, perdonando y dando ejemplo de resignación y esperanza, ninguno ha sido propuesto para los altares. Una cosa es morir bien y en gracia, y otra ser "canonizable". Estas diferencias, hasta no hace mucho, se sabían apreciar.

El aval del "beatificable" francés fue el muy equívoco Cardenal Lustiger, Arzobispo que fue de París, en paz descanse también, una de las pifias más sonadas de los muchos (¡muchos!) nombramientos fallidos efectuados por JPIIº. No sé qué vería de particular el Emmº y Revmº Lustiger, Jean Marie, en el niño de papá que mató a un honesto policía cuando robaba un banco para irse a las Antillas. No sé qué le llamó la atención. Supongo que los de la familia del policía asesinado tampoco lo sabrán.

Repito lo del niño rico, la buena clase y buena posición y buena familia de ciertos beatos, beatas, santos y santas de estos últimos años. Más los que hay en la lista, en la fila, esperando turno para ser proclamados. No dispongo de estadísticas al respecto, pero estimo que sería la mar de curioso conocer algunas. Porque algo debe significar.

Volviendo al francés postulado para beato, la gacetilla con la noticia dice - por decir algo - que sería un caso como el de Dimas, el Buen Ladrón. Precisamente. Lo mismito. Y en las mismas circunstancias, dirán también, querrán decir.

Yo digo que algo falla, que algo está fallando en la Congregación para las Causas de los Santos cuando están sucediendo casos como este. La impresión es que basta una buena promoción, unos avales. Y medios, claro, medios para la promoción de la postulación, para gastos de personal y representación y todo eso que no está al alcance de todos.

Si estuviera al alcance de todos, ¿se imaginan ustedes cuántos beatificables/canonizables por día llegarían a los registros de postulación de la Congregación para incoar sus respectivas causas? Porque si el francés niñato-malavida-ladrón-asesino arrepentido antes de la guillotina puede: Dígan ustedes cuantos buenos católicos, inocentes, trabajadores abnegados, madres sacrificadas, padres heróicos, almas fieles y sencillas, pobres de espíritu, límpios de corazón...etc. etc. etc. podrían estar y no están y no van a estar ***. Pero otros, como este, sí: Con una familia pagando y un cardenal empujando. Y una Congregación de Causas de Santos en el nivel más bajo de su historia gracias al Beato Súbito del 1 de Mayo, D. m.

Y si alguno pregunta - como yo pregunto - que qué está pasando, el juanpablismo entusiasmado se escandaliza y aplaude, aplaude, aplaude, para que la fiesta tape las voces de los que preguntan qué pasa, qué está pasando, qué va a pasar.

Algunos dias, con algunas cosas, se me ocurre que el juanpablismo triunfante que nos embarga es una especie de panem et circenses de la catolicidad postmoderna al gusto de los neocón.

*** Quiero decir que no van a estar entre los santos que se fabrican en la tierra, en la lista de beatos y santos proclamados aquí abajo; en la del Cielo, en la definitiva, las sorpresas van a ser tal y cual profetiza el Evangelio: Últimos que serán primeros y primeros que van a ser últimos, colistas, culeros (pero, quizá, con título de beato o santo con sellos y rúbricas de la Sgdª Congregación).



+T.

lunes, 21 de febrero de 2011

Un cuento, una fábula, un apólogo



Me lo acaba de mandar mi amigo Paco Val. (todo un señor, del Reino de Granada, felizmente casado, esposo y padre, residente en Madrid). Me ha gustado y lo transcribo aquí. Lean:

En el vientre de una mujer embarazada, dos gemelos sostienen una breve e interesante conversación porque uno de ellos es creyente y el otro ateo.

- El ateo: ¿Hermano, tú crees en la vida después del nacimiento?

- El Creyente: Por supuesto. Todos saben que hay vida después del nacimiento. Estamos aquí para crecer, estar fuertes, y prepararnos para lo que nos espera cuando salgamos.

- El ateo: ¡Tonterías! No puede haber vida después del nacimiento.
¿Puedes imaginarte como sería esta vida?

- El Creyente: No conozco los detalles y de momento no tengo mucha imaginación, pero supongo que fuera hay más luz. Tal vez allí caminemos y nos alimentemos solos.

- El ateo: ¡Qué disparate! ¡Es imposible caminar y alimentarnos solos! Tenemos el cordón umbilical que nos alimenta. Solamente quiero recordarte esto: la vida después del nacimiento es imposible, porque nuestra vida depende del cordón, y el cordón, es demasiado corto.

- El creyente: Estoy seguro que es posible. Sólo que será un poco
diferente. Quizá muy diferente.

- El ateo: Pero no hay nadie que haya regresado de allí, no te hagas ilusiones. La vida sencillamente se termina con el nacimiento. Y, sinceramente, la vida está llena de incomodidades en la oscuridad. Esto es demasiado estrecho para los dos.

- El creyente: No sé exactamente cómo será la vida después del
nacimiento pero en cualquier caso, vamos a conocer a nuestra mamá, ¡Y ella cuidará de nosotros!

- El ateo: ¿Mamá, has dicho? ¿Tú crees que tenemos una mamá? ¿Y entonces dónde está?

- El creyente: Ella está por todos lados, a nuestro alrededor, y
nosotros nos encontramos dentro de ella. Nos movemos por ella y
gracias a ella estamos vivos. Sin ella no existiríamos.

- El ateo: ¡Qué tontería! Yo no he visto una mamá así; por lo tanto no existe.

- El creyente: Yo tampoco la he visto. Pero cuando no me das patadas, y pasamos momentos buenos de tranquilidad, la oigo cantar; es una música dulce. Estoy deseando encontrarme con ella. Entonces, además de oírla, la veremos.

¿Qué tal? Se refiere, en el fondo y por comparación, a nuestras apreciaciones, juicios e imaginaciones sobre Dios, la vida sobrenatural y la eternidad, todo eso que vulgarmente se dice 'el más allá'. Que existe y es real...aunque no se vea y algunos no intrepreten bien los indicios, que otros sí perciben como signos de certeza.

En relativo sentido, el otro día escribía otro amigo (también señor, también casado, esposo y padre, de Madrid también) algo que conecta con esto mismo: Las turbadoras e inquietantes dudas de los 'teólogos profesionales' frente a la sólida certeza de los pobres de espíritu, los creyentes simples, los carboneros con fe.

Las dos reflexiones valen para darles un hervor (o dos) en el puchero espiritual, y sacar y aprovechar sustancia y sabor. Justamente hoy, que acaba de empezar la cuenta atrás -¡estamos en la Semana de Septuagésima!- y hay que motivarse para la Cuaresma que se acerca etc.


+T.

sábado, 19 de febrero de 2011

Conjura prelaticia contra el Motu Proprio


Antes que nada, entren ustedes en este enlace y firmen:


Súplica al Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, respecto a la instrucción/aclaración sobre el Motu Proprio Summorum Pontificum


La alarma parece muy cierta. Cada vez son más los comentarios sobre las filtraciones: Algunos importantes prelados de la Curia Vaticana han intervenido para restringir el alcance del Motu Proprio Summorum Pontificum. La esperada instrucción sobre el Motu Proprio estaría ya redactada, lista para la firma papal y su publicación en la próxima Cuaresma.

En Italia ha saltado la alarma, entre otras cosas, porque el nuevo documento parece que no va a contemplar la aplicación de Summorum Pontíficum al Rito Ambrosiano; en el mismo sentido, se deduce que tampoco se permitiría la recuperación en España del antiguo Rito Mozárabe.

Las explicaciones de los bien informados "vaticanistas", intentando desactivar la alarma, no hacen sino confirmar los rumores. Uno de los más graves sería la exclusión del Sacramento del Orden, que salvo excepciones muy determinadas no podría celebrarse según el antiguo rito (forma extraordinaria).

La impresión general es que se ha maniobrado oscuramente para hacer aparecer el Motu Proprio del 7 de Julio del 2007 (7-VII-07) como una concesión sólo para los grupos tradicionalistas, privándole del carácter universal, para la toda la Iglesia, que aparece evidente en el texto original.

Incluso se señala a dos sospechosos principales: Nuestro Cañizares y el maltés Scicluna. Serían los dos principales interventores de este lamentable asunto.

Una vez más queda en evidencia la calidad católica de la Curia Vaticana, uno de los más constantes y entorpecedores handicaps del pontificado de Benedicto XVI.

Que Cañizares sea poco simpatizante del rito antiguo, parece probarse suficientemente sólo con decir que, siendo quien es y ocupando el puesto que ocupa, todavía no ha celebrado en España ni una sóla Misa tradicional. Y las que ha celebrado en Roma, parece haber sido por obligado cumplimiento de algún encargo expreso, pero no por gusto, simpatía o proclividad con el  venerabilísimo Rito antiguo. Lamentable, penoso, pero cierto y comprobable.

¿En qué quedará el asunto y cómo se resolverá? Habrá que esperar a la publicación de la antes anhelada y ahora temida instrución.

Y, mientras tanto, rezar y encomendar esta santa intención.

Ad maiorem Dei Gloriam!


+T.

viernes, 18 de febrero de 2011

Un púlpito para las sombras: Ravasi en Bolonia


El boletín diario de la agencia Zenit es un muestrario bastante aproximado de lo que hay. Y de lo que no. Uno siempre le echa un vistazo esperando encontrar alguna buena noticia, pero lo que encuentra son desconcertantes gacetillas. Como esta de ayer:

El Atrio de los Gentiles discute sobre el Dios de los ateos

El título se podría poner como ejemplo de oxímoron. Y de equívoco. El contenido del acto del atrio, se intuye, pues, oscuro. Pero con linterna.

La luz en la sombra esclarece desde la palabra luminosa del rector, dottore Ivano Dionigi. No me queda claro si se declara/reconoce ateo sólido-compacto o si se trata, más bien, de un delicuescente agnóstico. De todas formas, lo que dicen que dijo hubiera hecho las delicias del beato-súbito JPIIº:

"Yo pienso que hablar del hombre equivale ante todo a hablar de Dios, y hablar de Dios equivale ante todo a hablar del hombre."

Dicho esto deberían haber cantado el ite missa est seguido, o una versión a la bolognesa de nuestro castizo apaga y vámonos. Y sanseacabó. Pero como parece que había 1500 expectantes almas. O cuerpos, según se mire, según sea o no sea creyente o no el computador de los que ocupaban asiento; digamos que 1500 mentes, un termino medio (?) que contentará a los incrédulos y satisfará a los creyentes (???!!!). Mil y quinientas humanidades personalizadas (¡!) que tenían que escuchar algo más, ávidas de saber, sedientas de sapiencia. Y por eso después del signor rettore intervino la Sua Emminenza il signor Cardinale Ravasi, GianFranco.

Donde se ponga un cardenal, que se quite un rector, of course. Y eso que no iría de hábito cardenalicio pleno, sino en traje menos "llamativo". No sé - confiésolo - cómo iría, en qué paños, pero aventuro que, fuera como fuera, causaría una impresión mucho más efectista que la del rector. Seguro.

¿Y qué dijo Ravasi, después de esa cita memorable para la antología del equvocismo universal? (la del rector, me refiero). Pues el Emmº y Revmº Ravasi no se dejó amilanar por el rector. Y si a oximorones se jugaba, ni corto ni perezoso lanza el suyo, a ver quién puede más:

"Dios en el ateísmo". (apostilla el gacetillero de Zenit: "...o de lo que podría definirse como la espiritualidad del ateo")
.

Y se enfrasca Ravasi en una reflexión (dice la crónica) sobre Ciorán. Que no digo que no sea buen botón de muestra ad casum. Todo un alarde de cuánto sabe y qué leída es Su Eminencia (Ravasi, cioé) y cuánta modernidad ribetea la púrpura de Su Eminencia, flecos de seda del moiré de su fajín carmesí.

El efecto sobre aquellos que dijimos mil quinientos cultos asistentes, no sabría yo cómo medirlo. Tampoco lo sé, que yo no estuve. Pero desde mi asiento me pregunto y reflexiono (yo también sé hacer eso, y no soy eminencia) sobre la escena, sus circusntancias, sus circunstantes y su valor. Y no atino a justificarme qué hacía un Cardenal del a.D. 2011 hablando de Cioran ante un público convocado en la Universidad de Bolonia como gentiles de un atrio.

¿Evoco o cito la escena y la sentencia de San Pablo en el Areópago, o no? Es que se me viene a la cabeza, incontenible. Claro que Ravasi no fué abucheado ni despreciado, faltaría más. Sería, al contrario que San Pablo, aplaudido y admirado. ¿Por qué? Por Cioran, es evidente. Si al cliente le gusta el café y le sirven café-café, del mejor, en taza de fina porcelana, con azúcar cande, tarta de chocolate y moka, y copita de Benedictine, el cliente sale encantado y con ganas de repetir más cafelitos con Ravasi. Su Eminencia Reverendísima Gian Franco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, como subraya el boletín de Zenit.

Una cultura pontificia a partir un piñón con el más selecto ateísmo, ateísmo universitario, satisfecho de poder contar con un Cardenal Ravasi, tan sincronizado con la sensibilidad ateística post-moderna.


Volviendo a Ciorán (la ocurrencia ha sido magnífica, de magistral director de escena) no me explico cómo se puede alternar eso que dice el Señor de ser sal y luz con el discurso sobre Cioran y su pensamiento (muchas veces no-pensamiento). Precisamente Cioran. Comprendo que, puestos a elegir, Cioran da la coartada del ser/no ser, tan apropiado.

Pero estoy también convencido de que la conferencia del brillante Cardenal Ravasi no ha servido para llevar luz a las almas, no precisamente con el sombrío Cioran. Pero sí habrá dejado el gusto de que tanto Cioran como los que se debaten entre tinieblas y sombras de muerte son almas (perdón: mentes, quería decir) escogidas, muy por encima de los vulgares creyentes, de los comunes católicos obtusos; conque preferible reconocerse y mantenerse en un nivel Cioran que un ramplón plano creyente. Ravasi no dixit, pero se entiende - es evidente para una mente inquieta, interrogante e interrogada, cuestionante y retadora - que lo que quiere decir Ravasi es que más vale ser y permanecer vitalmente al estilo Cioran.

De todas formas, si hay Dios (¡¡??) al final nos dará asiento a todos por igual en el Cielo (¿¿!!), con preferencia a los cioranistas inquietos sobre los miserables y malditos católicos, cristianos y demás mala gente ceryente. En general.

Un púlpito para las sombras, como decía en el título. Y un cardenal de la Santa Romana Iglesia predicando humo, complaciendo con grajeas agridulces de Ciorán a la gentilidad post-moderna.

p.s. Por cierto, miren ustedes quienes (entre otros) están promocionando la candidatura de Ravasi para arzobispo de Milán: Il Cardinale Gianfranco Ravasi in pole position

+T.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Orgía goyesca


Me parece que fue Bette Davis quien comentó que su colega Joan Crawford se había acostado con todas las estrellas (actores y actrices) de la Metro Goldwyn Mayer excepto con la perrita Lassie. Aquello que era Babilonia (la de los Taviani) allá por entonces, antes del 68, se convirtiría después en el remake de Sodoma y Gomorra, con la lluvia de fuego y azufre del aids, que arrasó como un sunami del Pacífico, no por sabido menos catastrófico. Las cosas que pasan.

Y lo de nuestros Goyas son, en versión provinciana, idem de lo mismo, con la nota agravante de remedar el idem y el lo mismo con sub-consciente deliberación. Aunque yo diría infra-consciente, dado el nivel de sentina que deben tener las in-consciencias de la piara sociata post-moderna criada marxista y degenerada made-in-hollywood. Si es que hay psiquiatra para examinar esa demencia.

Si en Hollywood se triunfa según la sentencia de B. Davis sobre J. Crawford, el desembarco de la casta cerdibérica (sic) en nuestra antigua California, ha debido de ser porno-dantesco con estrambote a lo Quevedo. No nombro porque hay nominaciones repugnantes ad nauseam, ellos y ellas todos-as.

Y eso es lo que ha tenido gala con alfombra roja y escenario en el Real, allí donde cantaba Gayarre etc. (O tempora, o mores!). Y el Palacio de Oriente de telón de fondo, con no sé tampoco precisar qué inconsciente concupiscente, siendo una pandilla de republicajos (-as) quienes protagonizaban la pasarela (que esa es otra) y se exponian a los flashes (una versión post-moderna del in ictu óculi).

Que hubiera ministras en eso, dice ya bastante de eso (y de las ministras). De lo demás que hubo y los demás que estuvieron, ya está dicho todo. Como el pretexto era el cine, más se trataba de ver que de decir/oir.

De lo que se vio, yo digo que mejor no ver o no haber visto (espero se note que yo no ví). Cualquiera con un mínimo de gusto (buen gusto) cinematográfico hace años que huye del "cine español". Paradójicamente del más caro y elaborado y publicitado "cine español".

No publican cuentas porque el escándalo sería de híper-magnitud. Aunque - me temo - la ciudadanía está tan amaestrada que les da más repelús un toro con banderillas o una colilla encendida que un mega-desfalco político-cultural. Así están las sensibilidades.



¿Y hay alguno bueno (profesionalmente / artísticamente) en esta perola del celuloide y la claqueta? Me parece que no. Muerto Berlanga, los que quedan son estos de la orgía goyesca, cada uno en su papel, desde la ministra anfitriona a la ministra invitada, el ministro acompañante, el ex-dire de la Academia (risum teneatis) en papel de víctima-heróica, los goyarizados con pose de oscarizados, y la claque y el gallinero en parada-comparsa de élite sapiente.

Conste que me gusta y fascina el cine. Pero lo de estas fantochadas no es cine. Será sub-cine, infra-cine, caga-cine...O algo más bajo, incluso.

&.

martes, 15 de febrero de 2011

Tontorrino se pregunta


Mis antipatías son intuitivas, viscerales, profundas, sintomáticas; como las de todo quisque. Por eso no son razonables ni susceptibles de explicación. Sirva esto de aperitivo para lo que sigue sobre Fisichella, Rino.

El monsignorino (y va que que se las pela en la carrerita para ganar capelo y saya púrpura) anda suelto por España. En una de esas comparecencias ad casum que parecen que se traman para lucir al elemento en cuestión, va y suelta esta preguntita (retórica, presumo):

“¿Por qué sólo los musulmanes pueden decir que su religión es la verdadera?”
Por tu culpa y la de todos los monsiñorinos como tú, desde que renunciásteis (os negásteis) a proclamar que sólo hay una Salvación y un Salvador. Dejásteis la cátedra vacante y ahora os quejais porque la ocupa un muláh con bomba para explotar y cuchillo para degollar (con quien - por otra parte - estais dispuestos a sentarse y tomar tés con yerbabuena, a visitar sus mezquitas, y a darles besitos al Corán, para que quede claro-clarito-claro lo poquito que creeis en lo que hay que creer).

¡Mentecato Tontorrino! Arlequino de la pantomima curialesca, artista de la cuerda floja y el paonazzo. Tan suelto de ademanes, tan resuelto en los decires, tan explicado y bien gesticulado. Tan anillado, tan mitrado, tan romanesco, tan compuesto con sabor italiano a tartuffo, tuttifrutti y tiramisú.

Dice, polichineleando, cachiporreando, amagando puños en su tabladillo titeril que:
¡Basta ya de lo religiosamente correcto y del control del lenguaje!
Él, precisamente él, Fisichella en carne mortal y lengua parlotera.

¡Madonna!!!  (acompáñese la pía exclamación con gracioso meneo de la mano articulando la muñeca con movimiento arriba-abajo a la vez que se juntan las yemas de los cinco dedos formando piña; hágase con las dos manos a la vez, sincronizadamente, para conseguir el efecto).

Y no digo más.

¡Qué más voy a decir!

+T.

viernes, 11 de febrero de 2011

Un Ave en la Gruta


Me gusta poner un enlace a la Gruta de Massabielle, en Lourdes, donde la Inmaculada se apareció a la niña Bernadette Soubirous, hoy que es la fiesta que celebra aquella aparición de la Stmª Virgen:

Para rezar en la Gruta de Lourdes

Cuando no se puede peregrinar en cuerpo y alma, estas alas virtuales te prestan ligereza para volar un instante y dejar a las plantas de la Virgen un Avemaría con tantas intenciones - de personas, de cosas - cuantas caben en un pedazo de cielo azul estrellado.

Mater Inmaculata, ora pro nobis!

Ex voto



+T.

miércoles, 9 de febrero de 2011

La fotito de Lerma y una historieta del Padre Coloma



"A la Excmª. Srª Dª N**** N****


Señora mía:

Ayer me entregó Juan Cortegana las dos fotografías que tiene vuestra excelencia la bondad de enviarme, y la carta en que con sencillez tan espontánea me descubre el gozo de su alma, la paz de su conciencia y el tranquilo bienestar de que disfruta en esa linda aldea asesorada por los doctos consejos de ese señor provisor que ahí veranea, dirigida por ese reverendo capellán que llevó de la Corte, y fortalecida por el trato y amistad de esas benditas Madres Bernardas que la confortan y ayudan con sus ejemplos y oraciones, bizcochitos y alpisteras.

Loado sea Dios, excelentísima señora, que tal placidez da a su espíritu y tan altos alientos la infunde, que rebosan por la punta de la pluma, y saltan y se atropellan en el papel en frases tan fervorosas como estas textuales de su carta, que ante los ojos tengo presentes:

' Todos me elogian y me aseguran que el Señor me guarda para grandes obras, y como yo siento en mí alientos nada vulgares, ruego a vuestra reverencia me indique la manera cómo se preparaban algunos de esos santos grandes, grandes fundadores, por ejemplo, que ha pasado a la posteridad. '

Pues ya lo creo, señora mía, que le diré cuanto sepa, y en muy claro y sencillo romance: que harto me zumban en las orejas aquellas terribles palabras: Vae mihi, quia tacui! - ¡Ay de mí, porque callé!.

Y como no me dice vuestra excelencia si eso de las grandes obras para que el Señor la guarda se lo dijo algún ángel del cielo, doilo yo por supuesto, porque vaya la puntería a lo más alto; y le contaré por toda respuesta la fiel y puntual historia de lo que acaeció ha más de tres siglos  a dos pobres Juanes, que si no pensaron mucho en la posteridad, de que vuestra excelencia habla, no apartaron nunca de su mente la eternidad, que no menciona en su carta."


Esto que he escrito más arriba no es mío, es un fragmento, el comienzo, de una obrita del padre Luis de Coloma s. j. tan célebre en sus dias, tan olvidado hoy. Pero yo, que le tengo muy particular afición, me acordé de él y de esta narración que tituló Cartas Claras; se compone de dos partes, esta Carta Primera: Dos Juanes, y la otra Carta Segunda: A un Gran Señor Titulado.

Pues decía que en cuanto leí el otro día la carta de la superiora y neo-fundadora de Lerma me acordé de este texto del padre Coloma. Y hoy, con lo de la foto de las neo-monjas con su hábito blue-jeans, otra vez se me ha venido a la cabeza el opúsculo del p. Luís Coloma.

Después de ese comienzo, el que he transcrito, sigue la narración de una de las historias de santidad y de santos más extraordinarias y extrañas que han sucedido y que les resumo (lástima de pereza la mía, que no me deja copiar todo el texto tal cual, sorry, ustedes me dispensen). En resumen, la admirable historia es como sigue:

Predicaba en Granada, en Enero de 1538, en la parroquia de San Pedro, que es la del Sagrario de la Catedral, el gran misionero popular rev. p. Juan de Ávila, que subido al púlpito de la preciosa iglesia granadina inflamaba con su verbo arrebatado a todos los concurrentes ensalzando las virtudes, méritos y santos arrojos del valiente y gallardo mártir San Sebastián, soldado de Cristo y su testigo con sangre y quebranto de su cuerpo, expuesto a la pasión de los tormentos y las cruentas saetas que dispararon contra sus miembros.
Tanta era la elocuencia pía del Maestro Ávila y la emoción que suscitaba en sus oyentes, que un pobre librero ambulante, vendedor de estampas y hojillas de imprenta, salió del templo dando gritos, confesando en alto sus pecados, clamando misericordia y dándose golpes de pecho, con tanto efecto que los chiquillos que había en la plazoleta de delante de la iglesia se fueron detrás suya correteándole y coreándole: "¡¡¡ Al loco, al loco !!!". Total, fue que al dia siguiente, después de la noche que se pasó vagando por las frías calles de Granada, dos buenos señores se apiadaron del pobre librero y lo recogieron en la esquina de una plazuela, donde yacía tendido, y lo llevaron a la casa en que se hospedaba el p. Juan de Ávila, que le hizo un hueco entre los muchos penitentes que tenía que confesar y atender, y tuvo con el pobre arrebatado librero una larga plática, y luego lo despidió.
Pero apenas que pisó el umbral de la calle, el librero volvió a los clamores y voces, tanto que parecía más loco que el dia antes, y salió corriendo por las calles, y hasta se quitó la ropa y se quedó medio en cueros, sin dejar de pedir misericordia y perdón por sus pecados. Y así anduvo hasta que unos alguaciles de la ciudad lo prendieron y se lo llevaron preso al Hospital Real, donde le metieron en una jaula, en el patio de los locos dementes. Estuvo varios meses así, y se cuenta que le dieron cinco mil azotes en sus magras carnes, una zurra cada día, tratado como un loco de remate al que se le pretendía quitar la demencia a palos, según la usanza médica de entonces. Y así hasta que un día le llegó una carta del Maestro Juan de Ávila con este escueto aviso: - "Basta ya la opinión de fingida locura para conservar la humildad. Conviene ahora deis a entender que estais bueno, así por no desacreditar lar virtudes que Dios ponga en su alma, como también para que podais seguirme a Montilla, para donde estoy de camino."




La narración de Coloma sigue contando los primeros días en Granada, ya de vuelta, de aquel extraño penitente que no era otro que el que un día sería conocido y venerado como San Juan de Dios, el fraile hospitalario que encendió la caridad más admirable en el corazón de Granada; y el clérigo que le aconsejó y dirigió espiritualmente sería también canonizado y venerado como San Juan de Ávila, patrono del clero secular español, un consejero de santos, auténtico doctor de aquel radiante Siglo de Oro en que España vencía con la sólida virtud de sus santos la vana grandeza de sus armas y sus triunfos. Aquella España de aquellos tiempos.

Pues continuo con el final del cuento del p. Coloma; escribo copiando como al principio:

 
"Y aquí pondría punto final, excelentísima señora, dando ya por satisfecha su consulta y cumplido mi encargo, si no me creyese obligado a darle gracias muy reverente por las hermosas fotografías que me ha hecho el honor de enviarme, con tanta bondad de su parte como de la mía extrañeza.


La idea de retratarse vuestra excelencia vestida de religiosa es, en verdad, peregrina, y por tan famosa y devota la tengo que me extraña y maravilla no se la aconsejase al propio San Juan de Dios su sabio maestro Juan de Ávila como medio de propaganda mística.


Porque la verdad es que el cuadro...la figura de vuestra excelencia, todavía esbelta, arrodillada a los pies del devoto Cristo, y hasta los ondulantes pliegues de la cola del hábito, que con exquisito sentido estético no escogió vuestra excelencia entre los de monjas rabicortas, sino entre los de monjas de cola larga, claman y gritan y vocean el espíritu de humildad y desprecio del mundo que ha inspirado la composición artística y la hacen medio el más a propósito para indicar los grados de preparación que tiene ya su excelencia para recibir encargos del cielo.


... ... ... ...


Madrid, a 23 de Enero de 1897. Suyo affmº servidor y humilde capellán .

Luis Coloma S.J.



Quiten ustedes la crono-patía tardo romántica e irónica que el p. Coloma le pone a la carta, suplanten a la excelentísima de marras por las neo-monjas de Lerma, y entenderán la impresión-evocación que me hizo la carta de Sor Verónica en su día y ahora la fotito de todas reunidas retratadas en hábito de tela vaquera; comparadas en semblanza con el el texto del p. Coloma que he transcrito, quiero decir.

Conste que es sólo eso, sin más. Yo sólo pongo imaginación y comentario a los hechos, que los dan ya hechos, escritos y fotografiados.

Porque tiene gracia chocante que la cosa empiece así, con carta declamatoria estilo 'qué buenas y únicas y auténticas somos' y con fotito de aquí estamos, así vamos, estas somos, allá vamos.

Curiosa y llamativa manera de empezar.

Nada más, sólo eso.


+T.

Los Maritain (y el santoral juanpablista in crescendo)



Una de las características más constantes y apreciables del juanpablismo es un entusiasmo inmoderado y un pan-optimismo semper-festivo irrefrenable. El estado de jubileo perpetuo que parecieron aquellos años del largo pontificado de JPII: Cada año era jubileo por algo, todos los años se conmemoraba a alguien, era el año de alguna cosa y había cuatro beatificaciones/canonizaciones por mes, cada Domingo.

Ese ritmo necesita un suministro constante de material (consumible, he estado a punto de escribir). Tocante a los candidatos a la gloria (ya no de Bernini), la lista de posibles va agotando a los mártires de guerras, fundadores y (sobre todo) fundadoras de congregaciones del XIX-XX (decrépitas la mayoría de estas, casi sin fuerzas ni efectivos para desempeñarse en el XXI). Ya están todos-as, pian piano, y hay que buscar nuevos canonizables porque la producción no puede parar. Lástima de esta impresión, tan juanpablista, de que no se puede parar, hay que seguir, más y más y más.

Y por eso, de no sé qué mente, ha salido la ocurrencia de beatificar (empezar el proceso) a Maritain y su señora esposa, muy señores mios. Confieso, reconozco, que no le tengo especial simpatía a Maritain, apreciable católico, converso muy apreciable, de ese "estilo francés" tan impactante en el medio cultural, tan bien publicitado por el mundo francés, que no sólo sabe promocionar su moda sino que son expertos en hacerse con la exclusiva y subirse al podio.

Decía que no le profeso especial querencia a Maritain. Me trae un eco, un regusto, a intelectual pre-Vaticano 2º doctoralmente instalado durante el Vaticano 2º y oracularmente consultado durante y después del Vaticano 2º. Demasiado identificado con el antes, el durante y el después conciliar para mi gusto. No sé si me explico, no sé si me entienden.

De un santo-santo se aprecia (se apreciaba) eso que antes se decía "olor de santidad", esa característica sutilísima y popularísima a la vez que apreciaban, en distinto grado,los más finos y todo el mundo que se arrimaba al santo en cuestión. Y se moría el susodicho y olían a santo, con más o menos propiedad, pero con reconocimiento implícito y explícito, en la conciencia de los testigos y la impresion de los circunstantes, de que había muerto un santo y dejaba su rastro de olor, trasminando santidad.

¿Así murieron y dejaron su olor Msr. Jacques y Mme. Raissa? ¿Así fueron conocidos y reconocidos? Me refiero, quiero decir, en su época, en su momento, por los íntimos, los frecuentes y los ocasionales prójimos que les trataron.

El canonizacionismo juanpablista ha conseguido, poco más o menos, que la postulación a la beatificación-canonización se haya convertido en una especie de reconocimiento agradecido y admirativo disponible para todos-as con un mínimo cumplido sin escándalos y un par de florecillas, amables anécdotas de virtudes domésticas, recogidas y aportadas passim por los gestores de la causa de los encausados. Y poco más.

De hecho, la figura, la personalidad, extraordinaria y excepcional del Santo se ha diluído en el agua insípida y corriente del común; un producto light, digamos, si se me permite la vulgar expresión (dadas las circunstancias).

Dice el Señor: "Vosotros sois la sal de la tierra, vosotros sois la luz del mundo". La cuestión - digo yo - es cuánto grado de salinidad sabrosa y calidosa hay que tener, cuánta luminosidad prístina y ardiente hay que lucir para poder ser modelos de sal y luz e intercesores que nos alcancen que podamos ser nosotros mismos más luminosos y más salados. ¿O es que valemos todos, con un mínimo grado de sal y luz, para que nos examinen en Roma y nos monten en un altar y nos enciendan velas? ¿Somos todos sabroso maní tostado y salado, todos en el mismo cucurucho? ¿Somos todos cirios encendidos de la misma calidad notable, mismo pabilo, misma llama, misma luz? ¿Todos podemos, todos valemos, con un mínimo de sal, con un mínimo de lux?

Amadísimos hermanos mios, el juanpablismo dice que sí. Sinceramente, amables míos, yo pienso y sostengo que no. No se me enfaden ni se me desencanten. Que no me refiero a los Santos que habrá - ¡que habremos! (Deo volente) - en la Gloria Santa, sino que hablo de estos santos que se proclaman en la tierra, los que se promocionan para ser beatificados y canonizados, como el muy respetable y digno matrimonio de los Maritain.

No hace mucho escribí algo parecido sobre un caso parecido, cuando me enteré de que habían postulado la beatificación de Chesterton (y Chesterton sí me cae estupendamente bien, y creo firmemente que está, pletórico y beatíficamente exuberante, en la Gloria, of course). Pero un Santo-Santo es una cosa y un beatificable juanpablista, como se puede comprobar, otra.

En este común denominador caben muchos, el matrimonio Maritain, sí, ¿et pourquoi pas?, probablemente, y Chesterton y - ¡por qué no! - Unamuno, y Bernanos, y Paul Claudel, y Don José Mª Pemán, y el Padre Coloma, y Fernán Caballero...Y me paro y no me meto en el Siglo de Oro porque dejaríamos vacío el Parnaso a fuerza de meter poetas en la Gloria.

Pero ¿se trata de eso?

p.s.Una duda, que se me olvidaba: ¿Quién habrá sido, concretamente, el ocurrente devoto original de los Maritain??? ¿O habrá una peña, un círculo, un club, un ateneo o un café-tertulia detrás de la iniciativa???

p.p.s. Otra cosa: Habrán visto Uds. al pazguato modosito neo-con con pinta de ppero sin desvirgar que habla en el youtube. Ni escogido en concurso de ridiculeces hubieran podido encontrar un tipo más característico. Después, si nos sacan chistes, nos quejamos, pero es que a veces fabricamos gratis la sátira para disfrute de nuestros enemigos, lista para que nos bombardeen con ella, envuelta en papel de celofán y con lazo de raso.

p.p.p.s. Justo cuando empezaba a escribir esto, han escrito un comentario anónimo en el articulete anterior sobre esto que escribo aquí, tan chocante.


+T.

miércoles, 2 de febrero de 2011

La moderna a-cristología. Comentarios a propósito del caso de Pagola



Cuando hace unas semanas escribí el articulete sobre el preocupante cardenal Ravasi, no sabía que iba a volver tan pronto sobre lo mismo, está vez sobre Pagola, pero con Ravasi también en el escenario, de fondo.

La novedad ha sido la publicidad de la causa que le instruyen en Roma, en la Congregación para la Doctrina de la Fe. Hace un par de días, el Domingo pasado, se publicaba un artículo sobre el caso en el diario vasco El Correo:

El Vaticano procesa a Pagola

Hasta hace tres o cuatro años, Pagola era famoso, sobre todo, por filo-etarritarri y por haber sido el obsequioso vicario del nefasto monseñor Setién, no entro en detalles. Sólo recuerdo una anécdota bastante descriptiva: Fue en Sevilla, hace doce años, justo por estas fechas, una semana después del atentado en el que asesinaron a Alberto Jimenez Becerril y su esposa Ascensión García Ortiz; el entonces vicario episcopal de Sevilla-periferia (este mismo personaje, precisamente) tenía organizadas unas jornadas pastorales cuyo invitado y ponente principal iba a ser el ya famoso vicario donostiarra, J.A. Pagola. Dos o tres días después del atentado, inesperadamente, se nos comunicó que las jornadas se suspendían. El motivo no se explicó, oficialmente; oficiosamente se supo que no pareció 'prudente' que, con el atentado tan reciente, apareciera por Sevilla el vicario de San Sebastián, con lo que se daba por supuesto no sé qué que tenía que ver con no me imagino qué. Ignoro si el que se acobardó fue el vicario sevillano, que era el anfitrión, o si fué el vicario donostiarra, que era el invitado, o si sería cosa del prelado. Pero así pasó (mejor dicho, no pasó). Lo cuento (y recuerdo que lo conté ya otra vez) como anécdota sobre la fama que acompañaba a Pagola, entonces.

Hoy, más que nada, es la cabeza visible de la pseudo-teología des-católica española. Es de temer que pronto sea también (si no lo es ya) mascarón de proa de las vanguardias des-catolizantes iberoamericanas, merced a ese fluído trasiego de recíprocas influencias entre la Península y las Américas.

Tocante al tema de la divulgación teológica, estamos en un momento interesante y peligroso: Por vez primera, un amplio público católico se acerca a la teología y lee y se forma con bastante interés. Lo grave y preocupante es que:

- se acercan sin un mínimo de estructura doctrinal capaz de asumir, distinguir y entender

- su aproximación, frecuentemente, se hace desde un medio deformado, anti-dogmático, pseudo-teológico y des-creyente; (el libro de Pagola es un ejemplo)

- muchos (¿la mayoría?) de los centros de formación donde se imparte esa instrucción a los seglares interesados suelen estar en manos de y dirigidos por elementos des-católicos, poco afectos a la ortodoxia e infectados (consciente o inconscientemente) de todos los virus del modernismo pre y post conciliar

Pagola, precisamente, escribe para este tipo de laico-medio, adultos con cierto nivel cultural pero adolescentes de conocimientos teológicos que no sabrían ni exponer ni explicar un credo cristiano mínimo. Este público recibe la obra de Pagola y la de otros autores con toda confianza, sin advertir

Pagola no es un gran autor. Pero tiene ciertas facultades, bastante apreciables, para exponer claro y conectar rápido; es un buen 'captador', versátil y ameno, no es pesado. Trata de temas sobre los que su auditorio (sus lectores) ya tiene hecho el oído, o bien escribe sobre cosas accesibles a una formación media, con estilo ligero y asimilable. Estas cualidades son muy agradecidas por un público no erudito que se siente docto en cuanto se lee un libro de un "teólogo famoso", bajo el equívoco de que un autor de tales materias debe ser forzosamente elucubrado y farragoso. El lector se sorprende gratamente cuando experimenta que lee, entiende, sigue el discurso y saca conclusiones conducido por la experta guía del autor del libro, que se gana con esto admiradores fieles, conversos entusiastas que aplauden, asumen y defienden después como mastines las tres o cuatro tesis que han sacado de su lectura.

¿Qué tesis? Alguna vez - me repito mucho - he dicho que Pagola & cía. representan actualmente una especie de neo-arrianismo post-conciliar-post-modernista. Exponen desde una supuesta "superación" del dogma según esa falsa tesis post-conciliar según la cual la Iglesia del post-Vaticano 2º innova la antigua cristología (y toda la teología) gracias a una compresión mejor en sintonía con las necesidades del hombre contemporáneo. Se obvia toda la teología-cristología tradicional y se enseña desde perspectivas dependientes de las últimas teorías y/o hipótesis sobre 'Jesús de Nazareth'; recalco este particular por su valor definitivo en cuanto que con la preferencia reductiva del nombre se reconoce implícitamente solamente al hombre Jesús, a la vez que se resiste a explicitar la confesión del Cristo profetizado-realizado y a la proclamación-reconocimiento del Verbo encarnado/hecho hombre. Es decir, se obvia la misma esencia del Cristianismo, que recibe propiamente la revelación definitiva desde el Misterio del Hijo Encarnado que nos revela al Padre y el Espíritu, Dios Uno y Trino, esencia del Credo del Nuevo Testamento y la Iglesia.

 En las obras de los autores de la nueva pseudo-cristología desaparecen las definiciones de los Cinco primeros Concilios Ecuménicos, que son los normativos tocante a la configuración del Credo Cristiano, sin cuyo reconocimiento no existe el mínimo necesario para la existencia de una fe, una confesión, una doctrina o una identidad cristiana. Quiero decir que en estos autores de la nueva pseudo-teología se esconde una ruptura gravísima que la jerarquía de la Iglesia se resiste a reconocer: Que ya no son cristianos, que han pasado a profesar un credo a-cristológico y a-trinitario y exponen un discurso meramente deísta cuyas referencias cristianas se reducen a un mínimo insuficiente, a veces sólo el reflejo de algunos postulados morales entresacados de una lectura-comprensión reduccionista de los Evangelios (los demás escritos del Nuevo Testamento se excluyen, generalmente, en cuanto suponen una absoluta negación de las tesis minimalistas de la "jesusología" a-cristológica de estos autores).

¿Cómo se ha llegado a esto? El proceso deriva, más o menos inmediatamente, desde la aparición del modernismo de hace un siglo, fines del XIX y comienzos del XX. Primero se dejó de comulgar con los dogmas, se abandonó la dogmática y se prefirió la exegética; siguió después el cientifismo aplicado a la Escritura; ahora, en un estadio ulterior consecuencia de los dos anteriores, prescindiendo del valor sagrado de los Textos, no se reconoce ni siquiera su valor histórico y, abandonada la crítica literaria de los Textos, se instalan con su cátedra en el método histórico-crítico.





Lo que nos deja estupefactos es comprobar cómo las mismas referencias de alguna altas instituciones cercanas al Magisterio han propiciado y alentado este estado de cosas. Así, por ejemplo, del documento Cuestiones selectas de Cristología (1979) publicado por la Comisión Teológica Internacional en 1979, bajo Juan Pablo II, entresaco los enunciados siguientes:

- ...El Nuevo Testamento no tiene por finalidad la de presentar una información puramente histórica sobre Jesús. Pretende, ante todo, transmitir el testimonio de la fe eclesial sobre Jesús

- ...Dentro de los límites de la investigación exegética es ciertamente legítimo reconstruir una imagen puramente histórica de Jesús o bien -para decirlo en forma más realista- poner en evidencia y verificar los hechos que se refieren a la existencia histórica de Jesús.

- ...Las investigaciones científicas sobre el Jesús de la historia tienen, ciertamente, un gran valor. Esto es particularmente verdadero para la teología fundamental, así como para los contactos con los no-creyentes...Un conocimiento pleno de Jesucristo no puede obtenerse a menos de tenerse en cuenta la fe viva de la comunidad cristiana que sostiene esta visión de los hechos. Esto vale tanto para el conocimiento histórico de Jesús y para la génesis del Nuevo Testamento, como para la reflexión cristológica de hoy

- ...Hoy en día es fructífero y necesario, en el campo de la teología dogmática, un retorno hacia el Jesús terrenal, dentro del marco más amplio que queda indicado. Es sumamente importante poner en evidencia las innumerables riquezas de la humanidad de Jesucristo, y más de lo que lo hicieron los cristologías del pasado

- ...La cristología debe asumir e integrar, en cierto sentido, la visión que el hombre de hoy adquiere sobre sí mismo y sobre la historia, en la relectura que la Iglesia procura al creyente

En el mismo documento, se entreveran otras afirmaciones que matizan, corrigen o subordinan algunas de estas afirmaciones:

- ...La identidad sustancial y radical de Jesús en su realidad terrenal con el Cristo glorioso, pertenece a la esencia misma del mensaje evangélico. Una investigación cristológica que pretendiera limitarse al solo «Jesús de la historia», sería incompatible con la esencia y la estructura del Nuevo Testamento, incluso antes de ser objeto de rechazo por parte de una autoridad religiosa magisterial

También se incluye un buen resumen de las definiciones de los Cinco Primeros Concilios, así como otras referencias fundamentales. Se advierte, empero, en todo el texto la participación en su redacción de diversas opiniones, tendencias, estilos, autores y fuentes dispares, con el resultado final de un documento del que se pueden deducir conclusiones contradictorias o equívocas. Algo demasiado habitual para ser mera casualidad.

En cierto sentido, paradójicamente, la obra por la que se ha abierto la investigación a Pagola es consecuencia de lo que la misma Iglesia Católica ha permitido y animado, o, incluso, ha expuesto ella misma, consecuencia de un magisterio que prefiere dejar abiertas las cuestiones antes que enseñar con solidez, garantías y autoridad, con la tradición doctrinal como referencia incuestionable y no, como da la impresión, con la novedad y la eventualidad de la hipótesis como tendencia escogida/preferida. Los frutos de la indefinición (consciente? deliberada?) son autores y obras como Pagola y su libro.


Sobre lo que ya se distinguía en su momento y lo que se vislumbraba como porvenir más o menos inmediato, el Magisterio condenó en el Decreto Lamentabili (Julio de 1907, dos meses antes de la publicación de la encíclica Pascendi de S. Pio X) una serie de tesis modernistas que atentaban contra la ortodoxia cristológica, estas:

27. La divinidad de Jesucristo no se prueba por los Evangelios; sino que es un dogma que la conciencia cristiana derivó de la noción del Mesías.

28. Jesús, cuando ejercía su ministerio, no hablaba con el fin de enseñar que El era el Mesías, ni sus milagros tendían a demostrarlo.

29. Puede concederse que el Cristo, que presenta la historia, es muy inferior al Cristo que es objeto de la fe.

30. En todos los textos evangélicos el nombre de Hijo de Dios equivale solamente al nombre de Mesías; pero de ningún modo significa que Cristo sea verdadero y natural Hijo de Dios.

31. La doctrina sobre Cristo, que nos enseñan Pablo, Juan y los Concilios de Nicea, de Efeso y Calcedonia, no es la que Jesús enseñó, sino la que sobre Jesús concibió la conciencia cristiana.

32. El sentido natural de los textos evangélicos es inconciliable con lo que nuestros teólogos enseñan sobre la conciencia y ciencia infalible de Jesucristo.

33. Para todo el que no se guía por opiniones preconcebidas es evidente que o Jesús enseña un error al hablar sobre el próximo advenimiento del Mesías, o que la mayor parte de su doctrina, contenida en los Evangelios sinópticos, carece de autenticidad.

34. El crítico no puede atribuir a Cristo ciencia ilimitada, sino en una hipótesis inconcebible históricamente y que repugna con el sentido moral, a saber: que Cristo, como hombre, tenía la ciencia de Dios y que, sin embargo, no quiso comunicar ni a sus discípulos ni a la posteridad el conocimiento de tantas cosas.

35. Cristo no siempre tuvo conciencia de su dignidad mesiánica.

36. La resurrección del Salvador no es propiamente un hecho de orden histórico, sino un hecho de orden puramente sobrenatural, ni demostrado ni demostrable, que la conciencia cristiana derivó poco a poco de otros hechos.

37. La fe en la resurrección de Cristo, en su origen, se refería no tanto al hecho mismo de la resurrección cuanto a la vida inmortal de Cristo junto a Dios.

38. La doctrina de la muerte expiatoria de Cristo no es evangélica, sino solamente paulina.


(Cfr Dz 2037-2038 ó Dz 2437-2438)

Resulta conmocionante comprobar cómo son estas tesis, precisamente, las que salen una y otra vez en las obras de los autores des-católicos, con la grave circunstancia de ser personajes bien considerados e incluso promocionados dentro de la Iglesia, ocupando relevantes puestos y encargos pastorales y académicos. El caso Pagola es uno entre tantos, sólamente una muestra que aflora gracias a la publicidad de su libro y del mismo autor en cuanto personaje muy conocido por otros conceptos. Pero repito que es sólo una muestra.

Si a casos concretos como este, obra y autor, se les atribuyen simpatias y coberturas de primerísimas instancias (el artículo de El Correo cita al Cardenal Gian Franco Ravasi y al Secretario de la mismísima Congregación para la Doctrina de la fe, el jesuíta español Mons. Luis Fcº Ladaria), la panorámica resulta no ya intranquilizante sino sombriamente inquietante, con las más negros barruntos planeando sobre nuestro juicio al respecto.

Así corre el tiempo, así está las cosas.




Las soluciones, con estos protagonistas como actores del drama, no se preven ni próximas, ni consistentes. Menos aun si se expone el asunto (véase el artículo de El Correo) como una contienda intra-eclesial con intrigas, influencias e intereses.

Hace poco, no recuerdo en qué articulete, escribí que es de temer que las componendas que buscan soluciones por aproximación de extremos y consecución de un 'medio' que contente a los implicados suelen tener como resultado temible que por evitar una herejía se pacte la proclama de una medio-herejía, con un resultado igualmente malo: La verdad no admite parcialidad, ni merma, ni medias tintas.

Ignoro en qué quedará lo de Pagola, un caso entre muchos, ya digo. Me preocupa más la Iglesia y los 'hombres de iglesia' que intervienen en estos asuntos en los que se debate la Fe. Y, por supuesto, el estado de afectación que sufra la Fe: De su integridad depende algo tan serio como la Iglesia misma y la salvación de muchos.



+T.

Aproximación a Sir Thomas More

No recuerdo bien cuando fue la primera vez que ví el famoso retrato de More pintado por el maestro Holbein jr. , el que se conserva y expone en la Frick Collection de New York. Es una obra documental de valor singular, por el retratado y por el retratista. Yo soy un adicto holbeiniano, desde los 15 o 16 años, compulsivo coleccionador virtual de su obra.

Esta mañana me han alegrado el día enviándome muy gentilmente (¡gracias!) el link a una estupenda página de la Frick con uan exposición virtual de la obra que permite aumentar con una resolución de primerísima calidad el cuadro de Holbein, apreciándose la maestría del pintor al captar la figura de St. Thomas.

Entren y vean y disfruten Uds:

Santo Tomás Moro retratado por Hans Holbein el joven, en la Frick Collection de N. Y.


+T.

Alrededor de una candela, velando en la noche fría, hasta que despunte el alba y las estrellas dejen el cielo al Sol...


Aunque no necesitaba
de pureza dar ejemplo,
dos palomas le llevaba
al sacerdote en el templo.

Dicen que son las palomas
la estampa de la pureza,
imagen del limpio amor
Y del querer con firmeza.

Si hasta el cielo volaran
las dos palomas
con su murmullo,
cuántas cosas dirí­an
de tu persona,
como un arrullo.

Eres la rosa bendita,
eres la blanca azucena,
eres nuestra Madrecita,
la que a todos cura
la maldita pena.


                                   (Del repertorio popular andaluz: Cantos Flamencos de Navidad)



Custos, quid de nocte?

Custos, quid de nocte?

...

Ex Voto




+T.