viernes, 1 de marzo de 2013

La alienación de los corderos





De los borregos, más bien: La alienación de los borregos y las borregas, de los pavos y los pavas, de los pijos y las pijas de las jmjs y los youcaths, los papaboys y las papagirls. Estos chupi-guays de youtubes y lipdubs y todo eso. Los cachorros neocons de papilla y yogurt descremado que no dejan la teta de la nodriza, aunque ya tienen edad de escoger estado productivo.

Una de las características internas de los movimientos de 'laicos consagrados' suele ser el mantener a sus adeptos en un estado de bobería adolescente. No sólo frustran vocaciones al sacerdocio y la vida conventual, sino que también congelan a los captados-as en una especie de pubertad espiritual incoada y nunca maduramente desarrollada. Terminan siendo alienados, carne de cañón y tropa para todo. Cuando alguno estalla (que estallan muchos) las trizas son irrecomponibles, un millón de fragmentos, de astillas de alma imposibles de pegar.

Ahora, los mismos que lanzaron aquellos youtubes para lo de la jmj de Madrid, sacan estos youtubes con galería de sonrisas y parabienes por la renuncia de Benedicto, tan estupendo porque se va y nos deja encantados y muy contentos.

Estos pijo-católicos están contentos siempre, en la vida y en la muerte, en la salud y en la enfermedad. Y me temo que es pose, ensayada o inconsciente impostura, porque las cosas son de verdad y no causan risas si son penas, y no hacen cosquillas si son dolores.

La negación del sufrimiento (o de la derrota, o del problema, o de la tragedia, o de la herida) me ha parecido siempre un disimulo que contradice a la Providencia porque niega la realidad, que si es dolorosa no admite una careta con sonrisa.

No sé si me entenderán Uds. si les digo que estas cosas me suenan a una especie de neo-docetismo, que niega el sufrimiento de la Iglesia o las debilidades de sus miembros (también de la Jerarquía (también del Papa)) porque no conciben la herida sangrante en el cuerpo eclesial, como los herejes docetas de los primeros siglos del Cristianismo no soportaban el misterio real del Hijo de Dios sufriente, y explicaban y enseñaban que la Pasión fue apariencia, que el cuerpo del Hijo era aparente, y diluían la Encarnación del Verbo en una apariencia, solamente, porque la segunda Persona Divina nunca pudo asumir una carne pasible, un cuerpo sensible, una naturaleza humana verdadera, sufriente y doliente.

Pues estos chupy-católicos pijo-jmjoteros, lo mismo. Y ¡viva el Papa manque caiga!

Tampoco temen falsificar al Papa. Miren Uds. este otro youtube, que sacaron ayer en la quasi semper equívoca agencia RomeReports:





Han reducido el pontificado de Benedicto XVI a formato juanpablista, con toda desvergüenza, como si lo único de estos 8 años de Benedicto hubieran sido viajes, jmjs y espectáculos juanpablistas.

En el fondo, piden más. Están pidiendo otro como el BeatoMagno, un Papa de feria perpetua que amplíe la diversión del parque temático católico.

Grave ha sido la renuncia de Benedicto, como él mismo ha reconocido, con palabras y con gestos. Pero más grave es este apetito del insaciable juanpablismo, con hambre de otro Papa de papaboys y papagirls.

Tu autem, Dómine, miserere nobis!


+T.