domingo, 24 de noviembre de 2013

Arquitortura juanpablista (puzzle de actualidad católica)



Hacía tiempo que no me topaba con una declaración anti-católica más rotunda, y ha sido a propósito de una arquitortura moderna-eclesial, dicen que inspirada y motivada por el Papa Wojtyla. Lean y horripílense el total del pelaje (unicuique suum):


"...La disposición del espacio supone la negación de todos los principios tradicionales de las iglesias católicas. No es una iglesia cuyo diseño se base en la cruz, por ejemplo. Ni en la latina ni en la griega. No se basa en los modelos inspirados por el Concilio de Trento."

Las palabras, la cita, son del insensato mequetrefe inflado que parlotea en el yutube, pero la idea y la aprobación del espantoso templo fue del Magno: "...El mismo Juan Pablo II aprobó el diseño y pidió que fuera dedicada a Dios Padre Misericordioso."

Dios Padre Misericordioso es muy misericordioso, infinitamente, para no fulminar con un rayo el engendro.

La coda final del desatino la pone el párroco, contando un plan trienal, como una especie de perpetuación pastoral del pre-jubileo de entonces, allá por 1997-98-99:

"...Cada tres años celebramos un 'Año del Hijo, Jesucristo', uno del 'Espíritu Santo' y un tercer año del 'Padre'. Tal y como Juan Pablo II indicó en su carta para la preparación del Jubileo del año 2000."

Y así todo lo demás. Un invento en cada sitio. Una extravagancia en cada lado. Una animación excéntrica eclesial-global. Todo al ritmo de la modernidad y sus modernismos. Que nadie diga que la Iglesia no se mueve. Que nadie nos 'acuse' de estar anclados en Trento.



Mientras en Sevilla, un párroco impresentable prohíbe la Misa tradicional porque le da su pastoral gana.

Y así transcurren las últimas horas del dantesco Año de la Fe.

Digo esto estilo reporter moderno, mechando la actualidad con más actualidad, como un mosaico multicolor, un puzzle católico (cada vez menos católico).

+T.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Niña María


La Niña María alegre camina,
un ángel le empina su lindo talón
que pisa la grada de la escala santa
subiendo graciosa al Templo de Dios.

La Niña María viene tan ligera,
latiendo su pecho con santa emoción,
un ángel querube incensa a su vera
cuando entra, preciosa, en la Casa de Dios.

La Niña María, virgen y doncella,
ofrece ante el ara puro el corazón,
y mil Serafines proclaman '¡Qué bella!'
llenando de gloria el Altar del Señor

Un palio de cielo con doce luceros
llevan cuatro Arcángeles cubriendo con luz
al pasar la Niña María por el Templo
con limpios destellos de blanco y azul.

Un fiel sacerdote, anciano y piadoso,
supo que la Niña era del Señor
un arca preciosa de nueva alianza
y su alma en dicha feliz rebosó.

¡Un día la Niña María sería
Madre siempre Virgen
de Cristo el Señor!

                                                                 ****  ****  ****



Orémus

Deus, qui beatam Mariam semper Virginem, Spiritus Sancti habitaculum, hodierna die in templo praesentari voluisti: praesta, quaesumus; ut eius intercessione in templo gloriae tuae praesentari mereamur.
Per Dóminum nostrum Iesum Christum, Filium tuum: qui tecum vivit et regnat in unitáte eiúsdem Spíritus Sancti Deus, per ómnia sæcula sæculórum.  
 Amen



Ex Voto

+T.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Cinco Rosas


La camisa azul de oscuro cielo
vino con cinco rosas, sangre viva;
tu alma formó fila entre luceros,
mi corazón sin mástil icé arriba.

¡¡Arriba!! ¡¡Arriba!!
clamé sin voz, alta la frente,
quieto el dolor, parando el llanto.

Después volví a mirar tu cielo herido,
tu cielo azul abierto en cinco llagas,
cinco flechas en flor, mi compañero,
siempre cara al sol, mi camarada.

El yugo lo guardé yo, labrado en oro,
esperando que amanezca esa mañana.

 
                                                         * ~   ***   ~  *

Por todos los que merecieron honra para España con su sangre.

¡Hacen guardia sobre los luceros!

¡¡¡Presentes!!!


+T.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Los gestos de amable condescendencia


Los tradicionalistas bienpensantes, desde un tiempo a esta parte, andan en la cuerda floja del funambulismo verbal interpretativo, haciendo equilibrismos y practicando malabarismos con los textos, discursos, homilías y otros documentos, dichos o escritos, para extractar de todo ello lo que ellos, en su contención de pensamiento y comentarios, bienentienden, leyendo in directo la mente del autor, su verdadero sensus plenior.

Pero los hechos son otros, pues lo que se dice, queda dicho, y lo que se escribe, ahí quedó. Por ejemplo, esta felicitación de cumpleaños que ha excitado hasta quasi el paroxismo deleitoso a los exaltados, nuestros ilusos tradi-bienpensantes:


"Con ocasión del 25º aniversario de la fundación de la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro.
El Papa Francisco se une a la acción de gracias de sus miembros por la obra realizada a lo largo de este cuarto de siglo al servicio de la comunión eclesial cum Petro et sub Petro.

Es en un momento de gran prueba para la Iglesia en el que nació la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro. En un gran espíritu de obediencia y de esperanza sus fundadores se volvieron con confianza hacia el Sucesor de Pedro a fin de ofrecer a los fieles ligados al Misal de 1962 la posibilidad de vivir su fe en la plena comunión de la Iglesia. El Santo Padre les anima a seguir su misión de reconciliación entre todos los fieles, sea cual sea su sensibilidad, y así a obrar para que todos se acojan mutuamente en la profesión de una misma fe y en la unión de una intensa caridad fraterna.

Celebrando los Misterios sagrados según la forma extraordinaria del rito romano y las orientaciones de la Constitución sobre la Liturgia Sacrosantum Concilium, así como trasmitiendo la fe apostólica tal como está contenida en el Catecismo de la Iglesia católica ellos contribuyen, en la fidelidad a la Tradición viva de la Iglesia, a una mejor comprensión y puesta en práctica del Concilio Vaticano II.

El Santo Padre les exhorta, según su propio carisma, a tomar parte activa en la misión de la Iglesia en el mundo de hoy, mediante el testimonio de una vida santa, de una fe firme, y de una caridad innovadora y generosa.
 
Encomendándolos a la intercesión de la Santísima Virgen y de San Pedro, el Santo Padre concede de todo corazón la Bendición apostólica a todos los peregrinos que se han de reunir en Lourdes o en la iglesia de San Sulpicio en París para dar gracias al Señor por este motivo.

París, 28 de octubre de 2013,
En la fiesta de los Santos Simón y Judas

+ Luigi Ventura, Nuncio Apostólico".

Me he limitado sólo a poner en negrita, simplemente.

Claro está, que primeramente hay que aclarar que PP Franciscus tiene que ver con esta carta de felicitación lo mismo, poco más o menos, que lo que le incumbe la bendición que desde Nunciatura mandan a los recién casados, y a los que celebran bodas de plata y/o de oro. Del Papa existe una remota y virtual intención. Pues así.

Lo que quiero destacar es la bad milk del minutante de nunciatura que haya redactado la misiva congratulatoria, porque en unos pocos párrafos ha destilado una eclesiología vaticanosecundista que habrá removido la atrabilis a los admirables quasi-mártires de la FSSP.

¿Se puede acumular más pellizcos, rejones y puntapiés en la espinilla en menos espacio? Se trata, sin duda, de una habilísima y premeditada técnica de tortura psico-eclesiológica. Muy fina.

Si esta felicitación con retranca y aguijón disimulado es para tirar cohetes, yo soy Rábano Mauro, por decir algo.

O, mejor, no digo nada.

Y el que tenga orejas para ver, que huela.

Addenda:

Dicen que ha dicho el Cardenal Castrillón que le dijo PP Franciscus que él no tiene ningún problema con el antiguo rito. (¡!) Que alguien le diga - please - al Cardenal Catrillón que el problema lo tiene el rito con PP Franciscus, por si no se ha dado cuenta de lo que algunos (paranoico-litúrgicos?) hemos advertido. Algunos detalles, algunas cosillas y eso.


+T.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Cardenalas


Al principio, pensé que era sólo un rumor-broma generado por la opinión francisquista entusiasta-irreflexiva. Ahora pienso peor, porque sospecho que pueda ser una bola echada a rodar ex profeso, con toda intención, aunque no sea una próxima intención (que también pudiera serlo). Hay muchas maneras de ser/hacer lobby. Y también de crear (o ir creando) opinión pública. En un tiempo de crisis, de criterios poco consistentes, con principios discutidos, expuestos a la revisión y la movilidad, un tema como el de las 'mujeres cardenalas' no surge espontáneamente ni es una casualidad.

La aberrante idea contradice expresamente la ley canónica vigente:

351 § 1. Para ser promovidos a Cardenales, el Romano Pontífice elige libremente entre aquellos varones que hayan recibido al menos el presbiterado y que destaquen notablemente por su doctrina, costumbres, piedad y prudencia en la gestión de asuntos; pero los que aún no son Obispos deben recibir la consagración episcopal.
cfr. CIC

Desde sus orígenes, los cardenales han sido clero romano (presbíteros, diáconos y obispos suburbicarios). Para alegar que sí es posible crear cardenal a una hembra bautizada, citan casos de antiguos cardenales que no recibieron el Sacramento del Orden; no cuentan, sin embargo, que aun todos esos cardenales sí fueron, de hecho y derecho, clérigos, diáconos, aunque no se ordenaran sacerdotes.

El Código de Derecho canónico deja muy claro que el cardenalato se considera dentro del orden jerárquico de la Iglesia. Así aparece inserto en el índice del Código:


PARTE II DE LA CONSTITUCION JERARQUICA DE LA IGLESIA

◾SECCION I DE LA SUPREMA AUTORIDAD DE LA IGLESIA (Cann. 330 – 367)

◾CAPÍTULO I DEL ROMANO PONTÍFICE Y DEL COLEGIO EPISCOPAL
◾Art. 1 DEL ROMANO PONTÍFICE
◾Art. 2 DEL COLEGIO EPISCOPAL

◾CAPÍTULO II DEL SÍNODO DE OBISPOS

◾CAPÍTULO III DE LOS CARDENALES DE LA SANTA IGLESIA ROMANA
cfr C.I.C.

Si se procediera a la creación de mujeres cardenales, se atentaría contra la Jerarquía tal y como esta ha sido tradicionalmente concebida y perpetuada hasta nuestros días, siendo considerado su carácter de derecho divino, en cuya constitución, vinculada al Sacramento del Orden, nunca han participado las mujeres, que jamás fueron llamadas al ministerio ordenado (*** el diaconado antiguo de las mujeres fue un ministerio ad casum, auxiliar y delegado, nunca propiamente orden sagrado)

El rumor de la posible creación de 'cardenalas' se ha desenvuelto en un escenario europeo, con marcado acento italiano. Después de un primer impacto con la noticia de dos desconocidas aspirantes irlandesas, la candidata más nombrada ha sido María Voce, la superiora de los Focolares. Algo escalofriante, por cuanto la iglesia-ficción que muchos incuban se aviene con el poder fáctico de ese grupo eclesial, una de las encarnaciones más perniciosas del 'espíritu del V-2º'. Todavía recuerdo con repugnancia los funerales de la mítica Chiara Lubich, con herejes y cismáticos en tribunas de honor, con budistas y otros paganos 'participando' en una Misa exequial escenografiada como una gran ópera inter-religiosa, en San Pablo Extramuros. Todo un alarde de poder-poder, pisando fuerte, con Bertone y media curia bertonista actuando de capellanes domésticos. Y toda Italia. Y el extranjero. Todo el mundo global en una gran exaltación del indiferentismo religioso, todos rendidos ante la salma de Chiara Lubich, uno de los más imponentes mascarones de proa de la nave post-conciliar.

No tengo el disgusto de conocer en directo a Maria Voce, la cardenala por aclamación; en las fotos, me parece una clon de Chiara, un poco más regordeta. Con birreta y hábito coral de principessa della Chiesa sería también un quasi-clon de nuestro Cañizares. La postulanta a cardenal, una mujer del mezzo término focolarino, toda suave delicadeza (mano de hierro en guante de seda), sería, no me cabe duda, la más idónea según la manera de pensar, tan proclive al pasteleo del centro-equidistante, de gran parte (la mayoría?) de nuestros prelados.

El tema de la cardenalería femenil se ha ido enriqueciendo, pian piano. Alguna consultada (la misma María Voce?) decía que no hacía falta el nombramiento de cardenal y tal y tal. Que lo importante era reconocer la presencia y el peso de las mujeres en la Iglesia. Como si no hubieran existido las mujeres reconocidas en la Iglesia, hembras santas de ordeno y mando, desde Santa Sinclética a Santa Teresa pasando por Stª Hildegarda y las Abadesas de las Huelgas.

Algunos medios, algunos artículos, ya han lanzado una propuesta (teledirigida?) conciliadora-integradora (inclusivista?) que resalta, más que la posibilidad de mujeres-cardenales, la necesidad urgente de laicos electores en Cónclave. Así, la novedad que se propone sería la creación de un nuevo orden cardenalicio, el de los 'cardenales laicos', que complementaría los tres tradicionales de Cardenales Obispos, Cardenales Presbíteros y Cardenales Diáconos.

De suceder, si sucediera, lo del cardenalato de ellas, el hecho, de hacerse, sería, de hecho (contra derecho), una ruptura del orden jerárquico de la Sagrada Jerarquía de nuestra Santa Madre Iglesia. Si algunos-as alientan la consumación de ese acto, lo que se consumaría sería, ni más ni menos, que la fractura definitiva de la Iglesia. Y se acabó.

Conque, como aquellos cruzados que rezaban por la liberación de sus tres grandes miedos, la peste, los turcos y el cometa, los católico-conscientes podríamos ir añadiendo a nuestras preces quotidianas una coletilla ad casum: El Señor nos libre de la peste, del turco, del cometa y de las cardenalas.

Amén!



p.s. Anejo una sarta de enlaces sobre la actualidad de la cosa:

Lombardi dice que de irlandesas, nada

El tema en Vaticaninsider

En La Stampa

Otro del Vaticaninsider

En Il Sismógrafo

Una alemana mete baza

Y el ordinario de Basilea, para completar el cuadro



+T.

jueves, 7 de noviembre de 2013

La encuesta


Roma siempre consulta y pregunta. Esta tarde recordaba en una conversación las grandes consultas al Episcopado Católico antes del Vaticano I, y también cuando la proclamación del Dogma de la Asunción, por Pio XII (Encíclica Deiparae Virginis Mariae, 1 de mayo de 1946). De un modo u otro, con más o menos solemnidad, Roma siempre pregunta. Sin que preguntar/consultar signifique que el Magisterio Pontificio dependa del consenso o el Papa esté sujeto a la aprobación de la mayoría del Colegio Episcopal. Pero la Santa Sede escucha, tiene en cuenta, recoge pareceres. Así, cada vez que ha habido una asamblea general, ordinaria o extraordinaria, temática o regional, del Sínodo de los Obispos, previamente se remiten a las conferencias episcopales, provincias eclesiásticas, diócesis, órdenes y congregaciones, organismos eclesiásticos interesados y/o convocados etc. una muy cuidada documentación conteniendo/solicitando datos, consultas, evaluaciones, propuestas, estadísticas etc. Es la manera oficial de proceder en estos casos.

La publicación del Documento Preparatorio de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos (de contenido temático, sobre 'Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización') ha suscitado una inaudita expectación, siendo, en cuanto tal documento de convocación y consulta, algo normal y corriente, lo acostumbrado con motivo de estas asambleas sinodales. Lo novedoso es que, ya desde estos prolegómenos, el sínodo se gesta con impronta francisquista: Sensacionalismo, publicidad, discusión, declaraciones, desmentidos; todo eso que desde el pasado mes de Marzo se ha convertido en nuestro caldo cotidiano, el caldero donde bulle la actualidad oficial u oficiosa del Vaticano de PP Franciscus.

Del cuestionario me han llamado la atención especialmente las preguntas sobre la ley natural:

" a) ¿Qué lugar ocupa el concepto de ley natural en la cultura civil, tanto a nivel institucional, educativo y académico, como a nivel popular? ¿Qué visiones antropológicas se dan por sobrentendidas en el debate sobre el fundamento natural de la familia?

b) ¿Es comúnmente aceptado, en cuanto tal, el concepto de ley natural en relación a la unión entre el hombre y la mujer, de parte de los bautizados en general?

c) ¿Cómo es contestada, en la práctica y en la teoría, la ley natural en lo que respecta a la unión entre el hombre y la mujer en vista de la formación de una familia? ¿Cómo es propuesta y profundizada en los organismos civiles y eclesiales?"

Me han sorprendido porque, durante estos 50 años postconciliares, los moralistas (modernistas) católicos han bombardeado hasta casi erradicarlo el concepto de 'ley natural', sacrificado en el ara del relativismo antropológico-étnico-cultural. Los autores del cuestionario deben saberlo: No hay seminario ni centro académico eclesiástico católico que no haya sido testigo de la demolición del iusnaturalismo. Y los (pocos) que han mantenido y enseñado los postulados de la ley natural son testigos de esto. En cierto sentido, Juan Pablo II fue paladín de esta causa quasi perdida, con referencias e insistencias que se pueden rastrear en su abundante magisterio. Aunque en los seminarios y universidades católicas el tema en cuestión, si se enseñaba, se presentaba como polémica superada y/o sujeta a revisión, replanteamiento y reformulación.

Por eso las cuestiones del cuestionario me suenan irónicas, como si quisieran dejar en evidencia una obsolescencia.

Del resto de las preguntas, no diré nada. Sólo que me parecen la proclama de muerte y sepultura de la Humanae Vitae, por lo mismo, también con esa intención de evidenciar lo que nadie asume, ni obedece ni practica. O lo que todo el mundo acepta, admite, consiente, aprueba, comparte y tolera. Duro, crudo, acre, pero real como la vida misma.

Aquí mismo, en ExOrbe, he comentado más de una vez esa constante tendencia de la moral católica de estos últimos siglos: Al final, se termina aceptando lo que se vive en la calle, las prácticas, modas y usos sociales se imponen, con rendición de los últimos baluartes de resistencia. El que escribe esto conoció el tiempo en que las señoras, señoritas y niñas vestían obligadamente los manguitos, las medias y los velos para ir a Misa; ahora, en verano, en las playas, la gente acude a Misa en traje de baño. Es sólo un ejemplo entre mil, que da idea de la deriva.

Tocante a esos asuntos más graves de la moral y la pastoral familiar por los que pregunta el cuestionario, todos sabemos que todos estamos afectados, más o menos, directa o indirectamente. Y no hay familia que no tenga, dentro o cerca, algunos de esos 'desórdenes' o situaciones que hace cincuenta años eran impensables en un medio familiar o social católico: Separaciones, divorcios, parejas de hecho, uniones contra-natura, abortos, contracepción, medios artificiales de reproducción...

Tampoco existen parroquias indemnes. El número de familias irregulares canónicamente, crece. Cada año aumentan los casos de padres en situación irregular, por omisión o comisión, que piden el bautismo para su hijo. Sin aprobarlo, sin sancionarlo, sin poder controlarlo de manera pastoralmente efectiva (y caritativa), los fieles en situación canónica irregular por motivo de rupturas matrimoniales y/o nuevas uniones y/o cohabitaciones extra-canónicas y contra-morales se acercan a recibir la Comunión, sin consultar, sin reparar, sin conciencia (aparente) de pecado, algunas veces con implícita intención desafiante en cuanto encuentren algún tipo de admonición. Es raro el sacerdote con cura de almas que no se haya visto frente a alguno de estos casos, todos con una carga de circunstancias personales distintas, susceptibles de tratamientos espirituales y pastorales también distintos. Unos (los menos) buscan la asistencia o el auxilio del sacerdote, otros muchos son casos que sólo se conocen indirectamente, los más (cada vez más) son casos ignorados, o apenas vislumbrados.

Es de temer que el cuestionario recoja aun mayores y peores desórdenes, al hilo de las respuestas. El sínodo, finalmente, dejará patente la ruptura y desnivel de la Iglesia postconciliar. Discutir el hecho consumado y no reconocido de la high church/low church en el Catolicismo va siendo un tópico, tristemente confirmado. El sínodo será otra prueba.

El diario laicista El País publicaba hace unos días un artículo que, en parte, coincide con algo de lo que comento aquí (sin sintonizar ni compartir criterios ni supuestos): Las respuestas son conocidas

Desde el Papa San Calixto, lo habitual ha venido siendo afrontar las crisis sobre asuntos morales mitigando, no rigorizando. Francisco quizá dijera 'misericordiando'. O como se diga.

Si no fuera por la sospecha de que, en los temas del cuestionario, mitigar significaría, prácticamente, ceder, yo mismo también sería proclive - confiésolo - a la comprensión indulgente.

Pero también reconozco que la más mínima indulgencia se traducirá en una omnímoda aquiescencia. De hecho, sería el derrumbe de toda la moral conyugal-familiar católica, que habría que reformular según no sé qué criterios. ¿Los de los estados y sociedades post-modernas? ¿Los del zapaterismo aberrante? ¿Los del ideólogo a-moral del momento?

That's the question. O una parte de la cuestión.

Desde luego, la reacción ante el cuestionario es y será definitiva: Católica o des-católica



+T.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Inter Sanctos

 
Los Santos hablan de la Gloria y se imaginan en gloria. Es un tema que aflora, passim, en las actas martiriales, con timbre de emoción, también como una declaración desafiante. Del mismo tema de la glorificación hay documentadas otras conversaciones santas entre Santos, recuerdo, por ejemplo, la de Mónica y Agustín en Ostia:

"...nos encontramos ella y yo solos, apoyados en una ventana que daba al jardín interior de la casa donde nos hospedábamos, allí en Ostia Tiberina, donde, apartados de la multitud, nos rehacíamos de la fatiga del largo viaje, próximos a embarcarnos.

Hablábamos, pues, los dos solos, muy dulcemente y, olvidando lo que queda atrás y lanzándonos hacia lo que veíamos por delante, nos preguntábamos ante la verdad presente, que eres Tú, cómo sería la vida eterna de los santos...., y abríamos la boca de nuestro corazón, ávidos de las corrientes de tu fuente, la fuente de vida que hay en ti.

Tales cosas decía yo, aunque no de este modo ni con estas mismas palabras. Sin embargo, tú sabes, Señor, que cuando hablábamos aquel día de estas cosas..., ella dijo:

- 'Hijo, por lo que a mí respecta, ya nada me deleita en esta vida. Qué es lo que hago aquí, y por qué estoy aún aquí, lo ignoro, pues no espero ya nada de este mundo. Una sola cosa me hacía desear que mi vida se prolonga­ra por algún tiempo: el deseo de verte cristiano católico, antes de morir. Dios me lo ha concedido con creces, ya que te veo convertido en uno de sus siervos, habiendo renunciado a la felicidad terrena. ¿Qué hago ya en este mundo?'(...)"


Confesiones, lib.9º

Otra conversación de este género, también cargada de emociones humanas y sobrenaturales, fue la de Benito con su hermana Escolástica:

"...Con el interés de la conversación se hizo tarde y entonces aquella santa mujer le dijo: «Te ruego que no me dejes esta noche y que sigamos hablando de las delicias del cielo hasta mañana».

A lo que respondió Benito: «¿Qué es lo que dices, hermana? No me está permitido permanecer fuera del convento». Pero aquella santa, al oír la negativa de su hermano, cruzando sus manos, las puso sobre la mesa y, apoyando en ellas la cabeza, oró al Dios todopoderoso.

Al levantar la cabeza, comenzó a relampaguear, tronar y diluviar de tal modo, que ni Benito ni los hermanos que le acompañaban pudieron salir de aquel lugar.

Comenzó entonces el varón de Dios a lamentarse y entristecerse, diciendo: «Que Dios te perdone, hermana. ¿Qué es lo que acabas hacer?».

Respondió ella: «Te lo pedí, y no quisiste escucharme; rogué a mi Dios, escuchó. Ahora sal, si puedes, despídeme y vuelve al monasterio».

Benito, que no había querido quedarse voluntariamente, no tuvo, al fin, más remedio que quedarse allí. Así pudieron pasar toda la noche en vela, en santas conversaciones sobre la vida espiritual, quedando cada uno gozoso de las palabras que escuchaba a su hermano."
Diálogos de san Gregorio Magno, lib. 2,33

San Gregorio añade un comentario muy singular: "No es de extrañar que al fin la mujer fuera más poderosa que el varón, ya que, como dice Juan: Dios es amor, y, por esto, pudo más porque amó más."

Sin duda es una nota de santidad imaginar la Gloria, hablar de ella con deseo y expectación. Pero es conversación de Santos, entre gente adelantada en santidad. No es tema para charla entre pecadores, aunque sea un tema que se puede y debe exponer, propiamente, al predicar los novísimos. Pero no es conversación para pecadores, ni para incipientes, ni siquiera para proficientes. Sólo los que están muy arriba en la escala pueden pararse a tratar del Cielo imaginándose en él.

En privado, como meditación personal sí puede caber, con mesura, sin excederse.

Porque lo pobres viatores, los tentados, los que caemos, debemos aplicarnos en meditar, preferentemente, los otros novísimos: Muerte, juicio, infierno. La Gloria, como un postre exquisito, extraordinario, sólo nos debe ocupar la meditación cuando nos venga bien un respiro, de tiempo en tiempo. O cuando precisemos un estímulo, de vez en cuando. O si tuviéramos necesidad de un aperitivo que nos excite el apetito de la Gloria, si desfallecemos.

Es un refresco reconfortante, una brisa limpia y ligera en la cara del alma, pensar en la Gloria, vernos allí y hablar de aquello, que es nuestra meta.

Dios nos dé santidad de vida y Santos en el camino para tener y mantener conversaciones de Cielo y de Gloria.

Ad superna semper intenti !!!


+T.