martes, 23 de abril de 2013

Excelentísimo repugnantísimo


El bastante indeseable y nada recomendable Mons. Pietro Marini ha dejado perplejos a propios y extraños con unas declaraciones que han corrido como la pólvora por internete. He aquí un fragmento, con pregunta del entrevistador y contestación del Monseñor:

Para usted, ¿qué ha significado el cambio de Papa?

Se respira un aire fresco, es una ventana a la primavera y a la esperanza. Hasta ahora habíamos respirado aguas de pantano, que huelen mal. Estábamos en una iglesia con miedo de todo y problemática con la situación de los VatiLeaks (filtración de documentos de la ciudad del Vaticano) y la pedofilia. Con Francisco se hablan solo cosas positivas; él pone lo positivo por delante y habla de mantener la esperanza.


Piero Marini fue el sucesor de Monseñor Magee en el cargo de Maestro de Ceremonias Pontificias, cargo que ocuparía durante casi todo el largo pontificado de Juan Pablo. Al mal gusto estético/ornamental del Beato Magno se puede responzabilizar de haber tolerado la pésima actuación de su maestro de ceremonias. La gestión de Marini rozó el esperpento en algunos momentos estelares del juanpablismo, como en el Jubileo del 2000. Las imágenes del valetudinario Papa Wojtyla revestido con los excéntricos ornamentos procurados por Marini añadieron una nota de patetismo a sus últimos días. Fue el momento en que Marini se afianzó más, quasi desafiante, siempre arrogante, dominando finalmente las ceremonias de las exequias pontificias y el cónclave de Abril del 2005.

Quizá previendo su cercana destitución, también abusó de la discreta paciencia de Benedicto XVI, a quien también ridiculizó con insufribles ornamentos estridentes, imposibles para el buen gusto que se revelaría en cuanto Piero Marini fue despedido y sustituído por el dignísimo, eficaz y exquisito Monseñor Don Guido Marini, un estupendo genovés que sólo tenía de común con Marini il cattivo el apellido. En estos últimos ocho años de pontificado ratzingeriano, Piero Marini se convirtió en el ejemplo vivo de lo que nunca debió ser, el epígono nefasto de los demoledores litúrgicos post-conciliares, el perverso vástago de Annibale Bugnini y Virgilio Noé. Un personaje, en suma, para olvidar y nunca recuperar.

Pero he aquí que retorna como una peste rediviva, un flagelo vuelto a escena en el estreno del Papa Francisco. Hace unos días apareció en el Bolletino de la Santa Sede que Mons. Piero Marini fue recibido en audiencia por PP. Franciscus. Ignoramos qué hablarían. Tampoco sabemos si Marini pidió la audiencia con Francisco o si fue el Papa quien mando llamar a Marini; conjeturamos que esto último, más bien. Insisto en que no se sabe para qué. Los más pesimistas, temían una reedición del peor Marini ceremoniero. Se estima, no obstante, que no, que no es posible que retorne al oficio de Maestro de Ceremonias Pontificias. Pero quizá pudo aconsejar a Francisco sobre el particular, o recomendarle a alguien para el cargo. A saber.

Lo cierto es que Piero Marini, arzobispo de curia, vuelve a estar de actualidad. Se contó que rechazó varias propuestas para ser nombrado obispo titular de alguna diócesis italiana porque, aferrándose con avidez curialesca a cualquier ocupación que le permitiera seguir en el Roma y el Vaticano, se parapetó en su oficina de Presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales. Y ahí sigue.

Según sus palabras, el pasado pontificado de Benedicto XVI le parece un pestilente pantano tenebroso, plagado de denuncias pedofílicas e intrigas de vatileaks. No hace falta ser un lince vaticanista para entender que, precisamente, excelentísimas escorias de esta calaña fueron las que animaron los años del Papa Benedetto. Un resentido siempre es un peligro. Un resentido curial, monseñor y ceremoniero, es un peligro con elevación a la enésima potencia. Su despectiva e infamante desavalorización de los años de B.XVI retratan un perfil muy poco atractivo. Pero así es, tal cual, el excelentísimo Mons. Piero Marini.

Lo que nadie sabía, lo que no se conocía (estas cosas se tapan mucho y muy bien) es su gay-disposición. Quiero decir, su favorable opinión a la legalización de las uniones homosexuales. Estas han sido sus palabras:

En Costa Rica se ha abierto la discusión sobre el Estado laico, ¿que opinión le merece este tipo de decisiones?

Esto ya es una realidad en Europa. Está bien el Estado laico, lo malo es si se convierte en Estado laicista; es decir, que esté contra la Iglesia católica. Ambos no deben verse como enemigos entre sí. En esas discusiones, es necesario, por ejemplo, reconocer la unión de personas del mismo sexo, porque hay muchas parejas que sufren porque no se reconocen sus derechos civiles; lo que no se puede reconocer es que esa pareja sea un matrimonio

Según se desprende del texto y su contexto, el periodista entrevistador le pregunta por el estado laico, y Piero Marini contesta, sin venir a cuento, manifestándose a favor de la regularización legal de las uniones homosexuales.

Estas especies suelen tener, corrientemente, un fino olfato. Huelen muchos aires, distinguen por dónde van las tendencias, se desmarcan de lo que huele a rancio y se apuntan a los olores frescos. O al aroma dominante. No me parece casualidad que pocos días antes de la abdicación de Benedicto, Monsignore Paglia, otra pieza curialesca, otro baldón prelaticio, dijera más o menos lo mismo que ahora ha dicho Marini. Conque la cosa debe estarse cocinando ya. A saber en qué términos. Pero, según las fuentes de Marini & Paglia, parece que se aprueba, que están por la aceptación de un 'marco legal' para las uniones aberrantes.

A veces comento una quasi-tesis que, en cierto sentido, me parece evidente: Desde la época del liberalismo triunfante, a partir del 1800, la Iglesia que clamaba contra las nuevas malas costumbres, las fue consitiendo poco a poco, callando su censuras anteriores y aceptando la in-moralidad imperante en la sociedad. Pongo por ejemplo (porque es fácil de entender) el tema del vestido: Hace 50 años los obispos publicaban pastorales condenando los escotes, las sisas y otros recortes y alivios del atuendo femenino; hoy se celebran Misas en la playa, con la gente en traje de baño, o quasi, sin problemas (salvo que el cura se atreva a censurar la moda y el des-vestido, que entonces sí que hay problemas...para el cura: por talibán, fanático e intolerante). Piensen Uds. en otros temas y/o asuntos morales, y verán como ha sucedido lo mismo.

Pues me temo que lo mismo sucederá con lo que comenta, de pasada, como quien no quiere la cosa, el pericoloso Piero Marini: La Iglesia Católica, dando pruebas de su flexible y acomodado aggiornamento con la mentalidad y los usos sociales democrático-liberales aceptará la legalización de las uniones aberrantes. Y no sé qué más seguirá.

Lo que ha dicho el vomitivo Piero Marini es, solamente, un botón de muestra. Muchos piensan lo que él.

Hoy mismo leí esta otra noticia, re-incidiendo en el mismo tema: Un instituto de secundaria neoyorquino, regentado por jesuítas, ha aceptado oficialmente que dos alumnos gay vayan como pareja al baile de la graduación:  New York Catholic high school says gay teenagers can attend dance together

Por si no está claro por dónde van los tiros.


La entrevista de Mons. Piero Marini se publicó en un diario de Costa Rica, donde se encuentra con motivo de la celebración de un Congreso Eucarístico nacional.


Aquí pueden Uds. leer la entrevista original y algunos comentarios y/o resúmenes de la misma en otros medios:

En la prensa de Puerto Rico

en una web de información religiosa española

en el Vatican Insider

en la página de Messa in Latino


Precisamente, publicaban hoy un youtube que recoge la paliza que les dan los gendarmes del gobierno socialista francés a dos curas de la FFSPX, clero de la emblemática iglesia/parroquia de San Nicolás de Chardonnet, que se unieron a la manifestación contra la legalización del 'marimonio' homosex:

Ver vídeo aquí

  o también aquí

Como destacaban algunos comentaristas, los curas de Monseñor Lefèbvre son apaleados por defender la moral católica de la que se desentiende Monseñor Piero Marini.

¿Nos podemos preguntar quiénes son los católicos?...¿Nos atrevemos a preguntarnos?

Pero eludimos plantear tales cuestiones, porque tememos que nos digan que el catolicismo de esos católicos se abolió hace 50 años. Que hoy estamos nuevangelizando en diálogo con la sociedad, la cultura y el hombre de hoy.

O algo así.

O algo peor.


+T


Apéndice_Unas fotos ilustrativas del 'estilo marini': El btº. Juan Pablo IIº en la apertura del Año Jubilar MM y Benedicto en unas celebraciones del comienzo de su pontificado





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