En el fondo se sienten fuertes, con el aval de sus sponsors, tan temibles. Y por otro utilizan estas tretas para desconectar y distraer de las críticas y el justo juicio que se les hace por los crímenes de Gaza y la opresión contra los palestinos. Ellos dirán que no, pero es eso, sobre todo.
Por supuesto también late la vieja repulsa de todo lo "goyim". Y el tráuma de saber (intuir?) que la Iglesia es su destino.
Las campañas contra Pio XII, la oración pro iudaeis del Viernes Santo y la Iglesia en Tierra Santa, parece que se cierra con este desbarre del Rabinato de Jerusalén. ¿Definitivamente? Por lo pronto la peregrinación de Benedicto XVI parece que no podrá ser (salvo el criterio y la voluntad de los que la han querido y preparado), porque a la postre todo se revuelve en dirección Roma y contra Roma. Sea lo que sea y quien sea.
No se qué más, me faltan datos para concluir. Lo que si entiendo es que nunca han querido "conversar". No son ilusos, la historia - su historia, tan dificil - les ha dado perspicacia para saber hasta donde dar la mano y cuando hay que retirarla. Se han captado la benevolencia de Occidente, y ahora amenazan con ciertas represalias, fustigan porque no se sienten correspondidos según lo que esperaban. ¿Qué esperaban?
Si esperan carta blanca para perpetrar lo que les convenga por encima de toda justicia y derecho...Si es eso lo que estan pidiendo (exigiendo?) sin decirlo con palabras pero amagando con "gestos"...¿Cual debe ser la respuesta?
Yo, por mi parte, les daría una silente, callada y muda contestación. Sin palabras y sin gestos.
Y que se den cabezazos contra el Muro.
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Nos autem oremus et pro perfidis...
p.s. Y al cretino lefebvrista, que le pongan bozal (los hubo y estuvieron al uso, muy drásticos pero muy prácticos).
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