viernes, 27 de diciembre de 2013

Ni se respeta ni nos respeta


Sigue igual, no mejora. Desprecia y no respeta al Papa (que es él) y nos desprecia y no nos respeta a nosotros (que somos nosotros, los papistas).

El Papa no es un invento del pre-concilio. El Papa es la cabeza visible de la Iglesia, Vicario de Cristo. El Papa no es un atavismo pesadamente heredado. Entonces ¿por qué el Papa se encuentra incómodo con el Papa? Perdón, repito, concretando, la pregunta: ¿Por qué este Papa se encuentra incómodo siendo el Papa? ¿Acaso no comprende, no distingue, no asume, no asimila?

¿Qué tiene en contra de ser el Papa como debe ser?

¿Le traumatiza, quizá, añadir al Francisco las dos PP? ¿Eso le resulta molesto, enojoso? ¿Por qué?

En la tarjeta de felicitación de Navidad ha firmado un escueto 'Franciscus', solamente. Lo paradójico es que así, con esa fórmula, se firmaban y todavía se firman los reyes, los monarcas. ¿Acaso no se da cuenta de que, además de faltarse el respeto como Papa, trasluce un perfil muy poco humilde? Un perfil muy poco humilde si es que pretende 'humildear' con su firma.



Si no lo percibe, malo. Si lo hace conscientemente, muy malo.

E igualmente con la bendición Urbi et Orbi del día de Navidad, su primera Navidad siendo Papa. Velit nolit, el marco es impresionante, porque el balcón central de la fachada de San Pedro engrandece al más chico, velis nolis. ¿Por qué entonces repetir el desaire del 13 de Marzo (¡ay!) cuando alardeó ante todo el mundo de humildad no actuando con humildad.

Las rúbricas litúrgicas y ceremoniales son pautas de humildad: Que el sacerdote no olvide que está obligado, que no se considere dueño de lo que celebra sino servidor del Misterio, del Santuario y de sus Misterios, de la Iglesia y de sus ritos, los ritos mayores y los pequeños ritos. No respetar las rúbricas, despreciar los ritos, pasar de lo prescrito, pisar y pasar por encima de lo acostumbrado, es engallarse, empinar la cresta como el gallo y desentonar cantando un kikirikí indiscreto, importuno, molesto, desafiante, orgulloso, vanidoso.

¿A quién desafía? ¿Al pobre monseñor Guido Marini? ¿A los ceremonieros? ¿A la Curia Vaticana?...¿A su predecesor Benedicto, quizá? ¿A todos los Papas que le han precedido?

Y ¿a quién contenta? ¿A la prensa, a los des-católicos, a los periféricos?

Las fotos de Franciscus PP sin muceta y sin estolón no son humildes. La estola barata puesta ad casum, al punto de la bendición, como si fuera alérgico al roce de los ornamentos papales, resulta patético. La bendición sin solemnidad gestual, con descuidada pronunciación, con la mano desganada y el trazo de la triple cruz, minimalista, deslavazado, poco definido, de pena.

Eso no es `humildear'.

Si no se da cuenta, malo. Si lo hace queriendo, muy malo.


+T.