viernes, 18 de abril de 2008

Peligrosa igualdad (y en peligrosas manos)

. Lo digo por ese ministerio de igualdad y su neo-ministra (cualquier cosa vale para el oficio). La neo - me parece, que tampoco estoy muy enterado - es de por aquí abajo, honra de la Bética que recientemente donó a la España desmembrada joyas tan señaladas cual la incurta de Cabra y la Malena fomentada: Este trío de ellas, de aquí salió; y un poco antes la ppera Villalobos, también una alhaja de muestrario. Todas prendas de valor.

Será que para la novedad del igualitario ministerio, se acude a la cantera de las probadas y exitosas hembras del Sur, que son tan resultonas y dan mucho juego, y rellenan estupendamente la cuota sexual: Hoy más ministras que ayer, pero menos que mañana.

Si es por igualar, se podía estrenar suprimiendo el sexismo deportivo que separa machos de hembras, categorizando las competiciones: Que haya una sóla y que compitan juntos, en igualdad.

¿A que no? Pues eso: Que sobra la ministra y el ministerio.

Es de temer que como el cretino talantero no corrige ni se enmienda, al final de estos otros cuatro años de castigo por nuestros pecados, el ministerio habrá causado estragos y todo será menos igual, más desigual, y peor, mucho peor.

Por igualar, que igualen la Giralda con la Tour Eiffel, la Maestranza con Trafalgar Square, y el Puente de Triana con el Golden Gate. Total, perrerías más grandes se hacen y se pagan para que se hagan.

A mí, el caso de la minis de la egalité (que eso es lo que colea en el fondo: El gorro frigio, la tricolor...y la guillotina), no sé por qué, me ha recordado un chiste (con lo poco chistoso que soy yo, y los pocos chistes que recuerdo).

El chiste cuenta que llegó un forastero a Sevilla (o a Cadiz); se bajó del tren y, al salir de la estación, escucha a uno que grita: - "El tresgüevos !!! el tresgüevos!!!..." Y todo el mundo echó a correr, espantaítos todos, las calles aterrorizadas. Y la gente gritaba - "El tresgüevos!!!...el tresguevos!!!!..." Y el forastero alarmado, coge del brazo al primero que pasa corriendo y le pregunta: - "Pero dígame ud. ¿quién es el tresgüevos? Y el otro azorado le dice: - "Un loco que se ha escapado del manicomio y a tó el que tiene tresgüevos, se los corta!. Y dice el forastero: - "!Ah! pues yo tranquilo, porque sólo tengo dos". Y el otro, echando a correr, le dice: - "Sí, como yo. Pero es que primero te los corta y luego los cuenta!!!" .

Pues eso: Como la neo ministra se ponga a igualar sin preguntar, vamos listos. Porque si el criterio de igualdad es el del talante, seremos todos igualmente cretinos: Igualitos.

¡Que el Señor (que nos creó sabiamente desiguales) nos libre!


p.s. Pensándolo bien, el chiste debe ser gaditano y ocurrir en Cadiz, porque en Sevilla no tenemos tanta gracia (verbigracia un servidor mismo).
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p.p.s. Y por favor: Que no se repita lo del chiste, que este blog es muy serio, señores!
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p.p.p.s. Señoras, no: No admitimos igualdades. Faltaría más!

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