lunes, 16 de septiembre de 2013
Papeles papales
No asumo las nuevas formas del PP Franciscus (que se firma sin PP, él sabrá por qué, que yo no lo sé, ni me lo explico). Quiero decir que no encajo lo sermoncillos de la Misa de Stª Marta, porque no sé lo que valen (y me dan la impresión de que valen poco; tan poco como el minimalismo litúrgico-ceremonial con el que se con-celebran esas Misas domésticas cum pópulo). No sé por qué publican resúmenes (o extensiones) del sermoncillo improvisado, no sé qué se pretende con ese magisterio infra-ordinario que es ínfimo magisterio, aunque ahí va quedando, coleccionándose para el futuro archivo francisquista, que será - témome - tan abultado, por lo menos, como el mega-archivo del magno JP2º.
Resulta paradójico que en la época menos doctrinal y magisterial de la Historia de la Iglesia, en el ejido post-conciliar, mientras más se devalúa el Papado, más publican, escriben y hablan los Papas. Curioso fenómeno.
Pero, aun así, había todavía textos y documentos papales de la intimidad papal que no habían salido del archivador pontificio, cartas personales, apuntes, notas, ológrafos de despacho y cámara, papeles papales sin más, sin otro valor (que ya es mucho) que el de ser del Papa. Ahora, con PP Franciscus, surge un formato nuevo de escrito/documento papal, personal porque es una carta privada, pero pública, porque contesta a una carta periodística y se destina a un periódico, para su publicación.
Repito lo que dije al comenzar, que no asumo ese formato francisquista, para mí sin valor porque la carta no es para mí, sino para su destinatario. Tampoco asumo el equívoco que conlleva, pues puede parecer (y a algunos se lo está pareciendo) palabra del Papa cuando es, solamente, carta de Francisco (sin PP en la firma). De todas formas, el equívoco está servido, la carta publicada, leída y comentada. ¿Es o no es magisterio? Porque aunque sea de la especie más ordinaria, magisterio ordinarísimo, algo es porque no es una carta de cajón de despacho, sino una carta a la que se le ha dado extraordinaria publicidad.
¿Habrá que decir/citar/leer, por ejemplo, 'De la epístola del PP Franciscus al quotidiano La Reppublica', o algo por el estilo?
Del boloñés Benedicto XIV, que presumía de ilustrado, es famoso su carteo con Voltaire, Federico de Prusia y Catalina la Grande. A ninguno convirtió con sus cartas, pero con todos tres se divirtió, haciendo gala de pluma suelta y tolerante genio. Cosas papales, de aquellos años de rococó en decoración y decadencia vertiginosa de la sociedad, el estado y la Iglesia. Con la guillotina y las revoluciones detrás de la puerta, la epístolas de salón del Papa Lambertini fueron bizcochitos para mojar en chocolate, en tacita de Sèvres y mancerina de plata.
Yo me pregunto qué son, qué significan estas neo-formas de Francisco (sin PP).
Me inquieto con todo ello porque, aunque los entusiastas sigan aplaudiendo, no me parecen signos de esplendor, ni de fortaleza, sino que intuyo el aviso de la decadencia presente y más descomposición adveniente.
+T.
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8 comentarios:
Hay que sentarse y esperar.
No se puede hacer aplaudir a todos, todo el tiempo.
Incluso el aplaudidor más lamezoquetes tiene su límite, y se cansa, y empieza a murmurar, y a desdecirse, y a disparar contra aquel que ayer aplaudía.
Cuendo eso pase, cuando tengamos otro Vatileaks en puerta, veremos de qué está hecho (o no) el Papa Pancho.
Si el Papa hace una encíclica con todos los detalles pero sin el PP ¿hay que aceptar lo que dice como magisterio papal?
- El Almirante Bicéfalo.
A mi me hacen mucha más gracia esas fotos-pose de Francisco en plan aspirante a dictatorzuelo populista. Verdades como puños... parece que dicen. Yo digo: verdades como puñetas.
Francisco no ha gobernado todavía la Iglesia. No ha escrito nada ni dictado nada más allá de lo que ya estuviera sobre la mesa. De momento, como dicen: a esperar. Lo que hay es puro escaparate propio del incompetente para el cargo.
Almirante Bicéfalo: Tener dos cabezas conlleva el riesgo de la descoordinación entrambas. Eso que preguntas debes haberlo pensado con la cabeza 'inferior', deduzco.
Tómate tu tiempo y a ver si logras un pensamiento concorde, a ser posible no bice-fálico, como parece ser esta parida que nos has aportado.
Tómate dos aspirinas (una para cada órgano inteligente) por si la actividad te causara dolor en tus partes pensantes.
Que te mejores.
'
Comentado un par de entradas anteriores: milongas porteñas...
Al comenzar el Año de la Fe hablábamos por estas tierras de cómo terminaría... y más que sorpresas nos llevamos: Papa Emérito, Bergoglio de Papa, los FI intervenidos con un documento de 'magisterio ordinario' que desdice al Papa Emérito y un documento verdaderamente 'magisterial'... canonizados o en vía de ello de todos los Papas postconciliares (canonizando los Papas se pretende disimular/canonizar cualquier error/horror (pseudo)magisterial), etc.
Sigo experando lo del mutuo enriquecimiento de ambos Ritos y la reunificación minimalista enriquecida como colofón...
En fin, no me sorprende nada.
Santi
No sorprende pero horroriza, que me disculpe Santa Teresa pero me espanta.
PEDRO HISPANO: Lo de Benedicto XIV me ha sorprendido desagradablemente. Sabía una anécdota suya -algo chusca- sucedida en el Cónclave del que salió elegido pero sabía sobre todo que era un gran canonista y que fue aportación suya -corríjame si me equivoco- la magnífica legislación referente a las causas de beatificación y canonización, que ha quedado convertida en una especie de microondas con las recientes reformas. Pero lo de cartearse con personas tan retorcidamente malas como Voltaire o Catalina II no me lo esperaba. Quizás trataba de convertirlos. Desde luego sé que Voltaire obtuvo incluso un breve pontificio laudatorio para una de sus obras teatrales -Mohament- que era un ataque directo al cristianismo disfrazado de ataque al fanatismo islámico y que los espectadores de la obra -aristocracia y burguesía decadente de la época prerevolucionaria que conocían las claves- sabían el verdadero significado. Así que el breve en cuestión sirvió para reirse del Papa en cuestión que espero no fuera también Benedicto XIV.
Apreciado don Terzio:
No se enoje con el almirante de arriba de profético nombre; a ver si, tal cual prometen las actuales y muy extrañas circunstancias, un día nos despertamos y tenemos hecha realidad una Iglesia bicéfala...
Guillermo Moreno
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