Te Deum, por tantas cosas
que Tú sabemos y yo,
gracias Te debo, Señor,
y es de justicia alabarte;
quisiera por eso darte
lo que mereces, mi Dios.
La Luna sale y el Sol
en el cielo cada día
nunca faltan, son la guía
de las veces que Te rezo.
cuando medito o Te leo,
si es que ando o me detengo,
en mi camino Te encuentro,
y también Te siento dentro,
pulso de mi corazón,
de mis afanes aliento,
Tú mi celeste alimento
y de mis culpas perdón.
luz de arrepentimiento
y fuerza para mi cruz
verte clavado, Jesús,
con tus brazos tan abiertos,
Vid de mis pobres sarmientos
que si en Ti no están injertos
no dan fruto y sólo son
ramales secos y yertos
sin vida. Sin Ti no acierto
ni a ver, ni a amar, ni a existir,
que sólo tu a mi vivir
das razonable concierto,
mi principio y fundamento
eres Tú y están en Ti.
Te Deum por eso canto
y suplícote a la vez:
gracias por lo que ya fue
y tu gracia para el año:
Mantenme firme sin que
me quede sin dar más pasos
y al fin, como hoy, como ayer
pueda rezarte el Te Deum
aun con más fervor. Amén.
+T.
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