viernes, 28 de agosto de 2015

Sublime forma de dolor y belleza



La emoción de la belleza...aun cuando se cante el dolor. Son gracias de todos los tiempos, anejas a lo espiritual (que es sobrenatural) del alma humana, capaz de lo sublime (aun siéndolo también del pecado). Los maestros del Barroco (Bach, Haendel, Vivaldi, Corelli) le prestan especial forma insuperable.







...incluso cuando no cantaban cosas de Dios, dejaban la huella de Dios y estaban dando gloria a Dios.

Non nobis, Dómine, non nobis, sed Nomini Tuo da gloriam !!!


+T.

3 comentarios:

Josefina dijo...

¡Qué belleza!

Ade CdeR dijo...

Precioso... Música que eleva el alma, música que nos lleva por su belleza misma a dar gloria a Dios!

P. Albrit dijo...

La gloria de Dios es el hombre que vive. Y aquí, la vida del hombre se exprime en la belleza que es capaz de producir y hacer sentir al alma humana!! Hermosísimo, propio del domingo!!