miércoles, 7 de enero de 2009

Un testigo creíble (supongo) en Gaza-TierraSanta

La presencia cristiana en Tierra Santa ha sido constante e ininterrumpida desde el principio de la Iglesia. Desde las comunidades apostólicas a las actuales, podría decirse que no ha habido solución de continuidad. Los cristianos de Tierra Santa son más antiguos que los árabes, y que la actual población judía. Cada vez son menos, "molestados" por unos y por otros, que les ven extraños, cuando son los más "aborígenes" de Tierra Santa junto con los samaritanos (extraños también para todos).

Me siento incómodo cuando tengo que explicar mis opiniones. Preferiría que me las leyeran tal y como están en mi mente e intención. Eso es capaciad preternatural, propia de los ángeles, que los hombres no tenemos (pero tendremos). Digo esto refiriéndome a mis antipatías por el estado belicista-militarista de Israel, que no son (no pueden ser) simpatías con el terrorismo palestino, pero sí es cordialidad con los pobres palestinos de Gaza y Cisjordania que sufren la injusta y cruel opresión y hostigamiento del estado de Israel. Un estado de Israel que me es tan simpático que tengo una banderita israelí sobre mi escritorio, pero al que no le exculpo sus crímenes porque entiendo que debería ser entre todos los estados del Medio Oriente el más escrupuloso a la hora de mantener principios de justicia, derecho, y humanidad. Precisamente por tratarse de Israel y de su re-entrada en la historia contemporánea como estado nacional judio. Su compromiso con la historia le obliga.

Por otra parte, me parece inmoral el "occidentalismo" que se está imponiendo entre muchos con su lectura imparcial e irresponsable, que obvia los errores (y los horrores) de Israel porque se odia más la violencia islámica , y se ve en el estado de Israel al paladín de Occidente en Oriente, cuando es, más bien, el testaferro de la pésima (y a veces perversa) política de las potencias de Occidente en Oriente.

Sé que es molesto recordar que hasta no hace mucho el amigo era el moro de la guardia mora, y el jeque de Arabia Saudita en Marbella. Y los malos eran los judios-masones. Desde que cambiaron las cosas con el cambio, el "paquete" de reestructuraciones también incluía nuevas ententes cordiales. Se hicieron las paces con Israel, se le olvidaron al moro sus perrerías (marchas verdes y Sáhara y otras cosillas) y todo el mundo fue bueno. Hasta que asomó el turbante Osama y el estupor horrorizado de las Torres Gemelas recompuso el programa de las mentes occidentales...hasta cierto punto.

En Andalucía, con toda la cúpula de la piara interesada con muchos intereses en el Marruecos que está a dos pasos, anima morerías que serán (ya son) un problema que da miedo imaginar. Pero antes el negocio de los tales que el bien de la nación (que no se sabe qué sea ni en qué quedará la nación del talante y las tolerancias). Y con este panorama internacional y micro-nacional, algunos miopes concluyen que acusar a Israel es pactar con el moro.

Israel, en estos dias, se está comprando con tanques y garantizando con bombas otros 50 años de terrorismo. De Hamás o de los que inventen otra cosa parecida a Hamás. Medio siglo más - por lo menos - que serán también años de exposición terrorista para todo Occidente. Y un quasi infierno para Tierra Santa y sus gentes.

Entre ellos, los que sufren, están los cristianos de Cisjordania y Gaza. Lean los que lean esto, estos 2 testimonios:



¿Se entiende? El que habla es un sacerdote católico, con toda la contención que le imponen su ministerio y sus obligaciones. ¿Se me entiende?

Algunos no entiende que un cristiano cuando va a Tierra Santa y ve (si le dejan ver) la situación de los cristianos en Tierra Santa, termina opinando así. Más o menos como yo opino. Pese a que mis sentimientos están con Israel (o con el Israel que deseo que pudiera a ser). Quisiera que se me creyera.

Pax super Ierusalem!


&.

5 comentarios:

Marzo dijo...

> no le exculpo sus crímenes porque entiendo que debería ser entre todos los estados del Medio Oriente el más escrupuloso a la hora de mantener principios de justicia, derecho, y humanidad

Ya lo es, con gran diferencia; va a ser que no se los exculpa por otro motivo. Por ejemplo porque no sean ángeles.

¿Es justo, equitativo o sabio exigir eso de hombres?


(Y eso es el Próximo Oriente).

Terzio dijo...

Es justo y necesario. Y hasta "pedagógico", diría yo.

Si una nación se auto-define por encima de las demás, hay que exigirle que realice sus principios (los que ha elegido para "constituirse") mejor que los demás.

Nobleza obliga (si se es noble o se aspira a serlo).

'

Unknown dijo...

Pues parece que los dos tenéis razón, porque igualmente cierto es que la relación del pueblo de Israel con la Tierra de Israel (Eretz) depende de su propia conducta, como que hace tiempo que se ha pasado el límite de lo tolerable para todo el mundo. Ayer tuve el triste placer de comprobar el aumento del alcance de los cohetes de Hamas y tuvimos una mañana de alarmas y explosiones aquí y allá, en el Sur. Ya estoy de vuelta en España y compruebo horrorizado que es cierto también lo que Terzio llama "occidentalización", pero que tiene un nombre más simple: instrumentalización. Truman se refería a Trujillo o Somoza (no recuerdo) como "nuestro hijo de puta"; es "un hijo de puta, pero es nuestro". Durante la Guerra de Suez los franceses decían que judíos y árabes eran unos piojosos, pero que los judíos eran sus piojosos. Hoy veo en España, como reflejo muy tardío de algo que sucedió en Italia hace años, una polarización respeto a este conflicto que es nueva. La "derecha" - por llamarla de alguna manera - está utilizando Israel como evidencia de sus propias tesis, y viceversa. Incluso, dentro de Israel (no se si por aquí se mencionó la manifestación anti y la contra-manifestación de Tel Aviv). Se suele vincular la violencia con la excitación y la agitación de la sangre, pero el cansancio es mucho más mortífero. Un conocido, oficial de tanques en la retirada de Gaza y ahora de vuelta al Merkava IV lo expone claramente: "si hay problemas, tiramos con todo. No sacrifico a nadie. Son mis amigos, conozco a sus hijos, y no pienso correr riesgos". La semana pasada, en Jerusalen Este pasé el día con un árabe que me hablaba del mismo cansancio. Lo que les pase a los judíos no les importa nada, también se sienten cansados por el eterno bla bla bla de los países árabes que pasan de ellos. El agotamiento lleva a la indiferencia, a dejar de ver en el otro a un ser humano. Se habla de reacción desproporcionada por parte de Israel, pero cuando ves sometido tu territorio a un bombardeo continuo de cohetes tirados a boleo con el único objetivo de hacer daño y mantener la tensión, las discusiones sobre precisión de un Tomahawk frente a un Kassan son irrelevantes. Cualquier cosa que saque eso del colegio de tus hijos, de tener el sótano preparado, de tener que estar pendiente del telediario y la radio para saber dónde caído esta vez cuando ha terminado la alarma, te parece bien. Es el mismo cansancio de Centroamérica frente a la delincuencia. Cualquier cosa que saque el peligro está bien; ni quieres saber cómo se ha hecho. Esto está horrible porque si Israel no hace lo que quiere hacer, entrar y salir, y tiene que mantener algún tipo de presencia allí, no se si ya quedan fuerzas y ganas para hacerlo. Mientras que para los de Gaza se puede aplicar eso que los árabes establecen en las reglas de la caza. Se puede perseguir a una gazela diez kilómetros, pero pasado ese punto, si no se ha logrado capturarla, hay que dejarla ir. O morirá, reventada, antes que rendirse. Hamas está buscando que se produzcan víctimas civiles desesperadamente, porque la mayoría de los que están cayendo son de los suyos. Supongo que es cosa de días que alguno de los Mr.10% de Fatah (la buena gentuza de Arafat sin Arafat) proponga ser ellos la fuerza de intermediación, ocupar con el gobierno legítimo de los palestinos (que además, lo son) las zonas que vaya desocupando Israel. Zapatero no hablará nunca bien de Hamas porque el buen Moratinos es el hombre de Fatah es nuestro gobierno, y una solución como esa no les disgustaría. Aunque no se arregle nada, volverían los buenos tiempos de ayudas internacionales "para los palestinos" que van a parar aquí y allá a cuentas de sus sufridos servidores del partido. Nadie miraba en realidad (al menos en público) el destino final de las ayudas dadas para Palestina, sin detenerse a dónde va exactamente cada dolar, euro y yen hasta que aparecieron los chicos malos de Hamas.
Y no, Terzio, no, los cristianos en Medinat Israel, el Estado de Israel, no son acusados por los judíos y, más bien, están arrinconados en medio de una población de judíos indiferentes y un masa de musulmanes abiertamente agresivos. Como en Yafo, unido con Tel-Aviv, de donde creo que corresponde la entrada de la iglesia que se ve en la fotgrafía del blog del sacerdote en Gaza. Los derechos históricos de los cristianos han sido, y son salvaguardado en el pasado tanto por halajá (el "derecho canónico" judío) como por las leyes civiles. En el 67, cuando se reunificó Jerusalén y se sacó de allí a los jordanos, uno de los primeros oficiales en llegar al muro pensó que lo mejor sería dinamitar, allí mismo, las mezquitas de las explanada del Templo y acabar de una vez con el problema. Habría indignación y rabia, pero se iba a pasar. Fue el rabino de la unidad, el "capellán castrense" el que recordó que no se debía, no se podía y no se haría. Es el proselitismo lo que ofende, porque el Judaísmo no es una religión proselitista, no busca convertir a nadie desde el convencimiento de que no es un asunto de "salvación". No creo que los cristianos puedan culpar a nadie, judío, musulmán o de dónde sea, de asociar a los venerables padres con las venerables espadas. Es un asunto de la percepción del otro, que, con el cansancio y la repetición, tiende a alienarse. El círculo de la violencia.

Es curioso como aunque la Historia cambie, la de cada hombre y la de los que le rodean se traduce al final en un conjunto de situaciones sorprendentemente parecidas, repetidas. Decisiones que tomar, encrucijadas. En Córdoba, hace casi mil años, un niño en edad de Bar Mitzvá vio entrar en la ciudad a los Almohades, unos tipos que venían gritando "Ala Akbar", renunciando a la inteligencia, que es renunciar a la sabiduría y, por lo tanto, a Dios. Unos tipos que venían como Bin-Laden, vestidos con pieles, comiendo dátiles, imitando la moda de los guerreros de los antiguos días, junto al Profeta. Los judíos hubieran de firmar, obligado, un papel, una conversión al Islam por medio de una fórmula legal que era papel mojado. Se dice que Averroes se alojó con los Maimon. Averroes, el gran pensador, totalmente desplazado no por las ideas, sino por la consecuencia de la falta de ideas de Al Gazal, en la actual Irán. Uno que renunció al pensamiento, que tiró a la basura el legado pre-hislámico (griegos, asirios, babilonios, persas, egipcios, bizantinos...) porque sus autores no eran creyentes. O argumentaba lógicamente que cuando se pone un fuego y una mecha, la mecha se enciende porque la enciende Dios, no el fuego. ¿Y qué tiene que ver todo eso con Gaza? Pues que Maimónides no tomó el camino del odio, ni el de la revancha, sino que escribió y puso en práctica el viejo "elegir la vida" (levítico 18,5). La Torah fue dada para vivir por ella, "y el que se deja matar por no transgredir, se culpa más que transgrediendo". Elegir la vida. Simplemente, aquí y ahora, en el prójimo, que es siempre el más próximo.
Y ya que has iniciado la nada recomendable utilización de citas bíblicas, y sin que sirva de precedente, prueba con Sofonías 2,4).

Embajador dijo...

Estaba muy inclinado a decir, Terzio, que compartía al 100% tu escrito y creo que de hecho lo comparto. Generalmente no hablo de este asunto porque las filias y fobias de uno, en este ámbito particular, no son nada sencillas, como es tu caso.

Pero me encuentro con los comentarios de Marzo y sobre todo MBA. El de este último supongo que pretende combatir victimismo árabe con victimismo judío, aderezado con algúna patadita en la espinilla a los cristianos, pero por debajo de la mesa, sin que se note. A mi esto no me vale y si la manera de defenderse es proclamando la virtud eterna del pueblo judío universal, pues la verdad, no.

Detesto la propaganda pro-mora con la que nos están bombardeando de todos sitios estos días. Pero no por ser mora, sino por ser propaganda. Lo mismo diría (digo) de la que viene del otro lado. Aunque sea más sutil.

Lo que dice Marzo no lo puedo compartir, y no lo puedo compartir porque todavía no soy capaz de avenirme a la idea de que la misma creación del Estado de Israel se hiciera conforme a escrupulosos principios de "justicia, derecho y humanidad". Y esto a pesar de tender, como Terzio, más al lado israelita que al palestino.

bitdrain dijo...

Excelente blog. Me ha gustado.

Comparto tu opinión y a, decir verdad, de lo más sensato que he leído desde el aumento la magnificiencia propagandística de sobre este asunto.

Saludos.