Venía jubilosa, ligera, graciosa
pisando, danzando, cantando
y a la vez rezando un salmo feliz:
La Niña María, tan limpia, tan pura,
con sólo tres años dirige segura
su alma, su cuerpo sin mancha ninguna
llevando hasta el templo intacto un amor
que brilla en lo hondo de su seno virgen
destellando luces desde el corazón.
De Joaquín y Ana hija tan preciosa
sube hasta al Templo Santo del Señor
y en el ara santa con nube de incienso
incólume hace su Presentación.
Ave María ya cantan los ángeles
y adelantan salves con secreto son
para cuando llegue el día en que María
sea la Virgen Madre del Hijo de Dios.
Princesa Niña mira
con favor los versos
de este pecador
que en Ti tanto confía
consuelo y fervor.
Ex Voto
+T.