Pocos articulistas ponen dedo en llaga y dicen más, la mayoría evitando pasar del clamor emocionado al juicio desapasionado. Nadie se atreve (todavía?) a decir lo que todos (por lo menos los mayores) piensan y retienen en el pensamiento por discreta y humana prudencia.
La piara ya ha lanzado la acusación sumaria y calificadora: "Es un crímen machista". Como si no quisiera y se resistiera a admitir otra consideración. Supongo que para despejar nieblas de oscura duda que se puedan sospechar contra el tipo-modelo de sociedad andaluza en la que caben sólo crímenes si son machistas, sin otra etiología que se niega a priori y absolutamente.
Es un crimen pasional, que se decía antes. Con todas las accidentalidades de nuestro tiempo y momento. Pero con todas las responsabilidades sociales, educativas y familiares que caben y existen en un caso así. Culpable directo hay uno, con un cómplice para ocultar el cadáver. Responsables indirectos, hay muchos, con muchos si no cómplices, sí testigos espectantes.
La gente de mi Sevilla, sevillanos románticos a lo Bécquer, con rimas y leyendas en los genes, hubieran preferido otra cosa, no esta. Quizá, por ejemplo, una Sevilla escenario para una tragedia de amor, estilo Verona shakesperiana. Pero he aquí que irrumpe la postmodernidad con sus modernísimas pasiones de adolescentes de vidas aceleradas en frenesí. Y no se descorre el telón para un dramón operístico, sino que se nos impone un thriller estilo made in USA. Pero a la orillita del Guadalquivir.
Como conozco el percal de mi tierra, seguramente que a poco tardar sacarán una sevillana cantando la tragedia. Y con los Carnavales de Cádiz en marcha, casi seguro que alguna comparsa hará lo propio. Y cuando llegue Semana Santa, la de levantás que van a hacer los costaleros con los pasos, por lo mismo. Todo emoción, todo sentir.
Pero la ley que va a consentir abortar a chiquillas de 16 años sin que sus papás y mamás lo sepan (y sus papás y mamás no lo querrán saber), esa ley con esas y otras aberraciones va p'alante con el refrendo de todos-as los que hoy se horrorizan con el desgraciado crimen (pasional) de una adolescente que un mocito de 20 años mató.
Todo esto en una y la misma Andalucía de la tercera modernidad del cacique piareño Chaves y 850.000 parados in crescendo. Pero no se hable de eso, que es demagogia, y háblese de otras cosas, de otros casos. Verbigracia, de esta trágica y juvenil actualidad.
p.s. Habrán advertido Uds. que el que esto escribe ostenta y sufre todas las gracias de la sevillana idiosincrasia, yo mismo también.
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