jueves, 4 de diciembre de 2008

Otra víctima: Bárbara

A algunas Vírgenes y Mártires les dieron dos martirios: El cruento y el litúrgico. Uno perpetrado por los verdugos victimarios del perseguidor de turno; el segundo por los liturgistas conciliaristas des-catolizadores del Vaticano IIº y su "espíritu" (aunque mejor sería decir espectro o fantasma).

Como a Santa Catalina, lo mismo le hicieron a Santa Bárbara. Tan populares ambas y con tantos patrocinios y patronazgos que atender, las dejaron en dique seco a las dos. Con la significativa particularidad de que Stª Catalina ha sido repuesta en el Misal, pero Stª Bárbara no. Et porquoí? Parce que Santa Barbara n'est pas "ecuménica" y Santa Catalina sí, monsieur.

Y como los artilleros no estan para defender patronas y ya hasta piden retirar las Pilares de los cuarteles de las beneméritas. Y como los mineros dependen más de los sindicatos y las subvenciones tapabocas que de la Santa de los mineros. Y como los examinandos de la Salmanticense ya no se examinan de grados en la Capilla de Santa Bárbara. Y como las tormentas ya no dan susto porque se ven en la tele y las dibujan con isobaras de meteorólogo y ya no se reza a Stª Bárbara tormentera su retahila. Pues por todo eso la Santa está preterida y olvidadita, sólo con sus fieles en algún pueblecito que la conserva de Patrona, y en la memoria y las condecoraciones de algunos pundonosoros militares.

Y en el calendario personal-particular del que esto escribe. Faltaría más. El problema es que tengo que alternar con la otra devoción del dia, que también es de mi particular querencia: San Juan Damasceno, nada más y nada menos. El gran iconódulo anti-iconoclasta, el gran teólogo y mariólogo, el último Padre de la Iglesia de Oriente. El que sufrió quasi martirio por los infieles mahometanos sojuzgadores del Oriente. Mi venerado Juan Damasceno! Conque me veo obligado a repartir rezos y liturgias, entre Bárbara y el Damasceno, que se que no pondrán óbice a la solución que adopto para el pio conflicto. Oh!

La cosa se me encona si elijo el Kalendarium y el Santoral del Rito Extraordinario, que celebra hoy a San Pedro Crisólogo, y no a San Juan Damasceno. Y es que a veces - como se ve por lo que voy diciendo - es complicado celebrar la fe dadas las complicaciones con las que han complicado las cosas de la fe y sus celebraciones. Por impías culpas de impíos culpables, claro. Que pagamos los pios al querer mantener piadosamente la piedad. Oh! Oh!

¿Y ahora qué? Pues sólo cabe una resolución litúrgico-moral-bloguera, y decidir. Y como el año pasado fuí damasceno, este año me toca ser bárbaro, si me explico. Ahí va la oración:
Deus qui inter ceterae tuae mirácula etiam in sexu frágili victoriam martyrii contulisti, concede propitius ut qui Beatae Barbarae Vírginis et Martyris tuae natalitia cólimus, per ejus ad Te exempla gradiamus. Per Dóminun. Nostrum ... Amen.

Destacaría el "etiam in sexu frágili", tan elocuente y aleccionador, dadas las opiniones modernas. Y recalcaría más lo de "Vírginis et Mártyris" por lo poco que se aprecian ambas cualidades (menos aun la 1ª que la 2ª).

¿Y qué más? Pues poco más, porque la historia de Stª Bárbara es muy conocida: Su padre, Dióscoro, es impío pagano y la encierra celoso en una torre, donde Bárbara vive y se instruye, virtuosa y docta. Al conocer el padre que su hija es cristiana, la lleva al tribunal. Sufre los horrendos tormentos sin apostatar, confesando la fe. Finalmente es condenada. El verdugo se conmueve al verla tan frágil y doncella, y su mismo padre, en el colmo de la crueldad, la degüella ante el espanto de los testigos presentes. Cuando bajaba la colina en la que martirizó a su propia hija, un rayo fulminó al impío Dióscoro. La encantadora Legenda Aurea narra una encantadora historia, en la que sale hasta Orígenes de Alejandría. Un encanto, como digo.

p.s. Pero tengo la impresión que a nuestras coetáneas del "sexo débil" les impresiona sobre todo, más que la historia o el cruel martirio, la casta virginidad. Una barbaridad!

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Dictadura del marico-sex

Han respingado como potras nerviosas, como burras mohinas. Les va. Pero el sobresalto es falso porque es escena, puro histrionismo de cara a la galería. Siempre reclaman la atención, quieren que se les mire. Va en su carácter, el que han asumido, el que quieren aparentar. Ellos no son así, pero juegan a que son "ellas" que se ponen así. No hay más.

¿Esperaban que la Santa Sede aplaudiera y se uniera a la propuesta francesa oh-la-lá para que se imponga universalemte una legislación filo-gay-pro-lesbi? ¿Una declaración universal de los "derechos" ético-fóbicos, pseudo-morales y anti-familiares?

Que es una perversión, lo saben ellos mismos, los promotores y animadores de "colectivos". Como el borracho sabe que el alcohol es su matadero o el drogadicto que la heroína o la coca son su tumba. Lo saben. Pero el colmo de la perversión es pregonar lo malo como bueno. Y el extremo del colmo pretender que todos comulguen con la perversión, la favorezcan, la garanticen, la difundan, la enseñen, y la metan en su casa para que sus hijos se críen con ella.

No hace mucho me enteré de que existen en los USA grupos organizados de no recuerdo qué minusválidos que mantienen que padecer su minusvalía es bueno, y se niegan a tratamientos etc. Y hasta han atacado violentamente a los que no son como ellos porque quieren que sean como (desgraciadamente) son ellos. Les falta una ley que les garantice el derecho de ir haciendo sordos por rompimiento del tímpano, o ciegos por lanzada en el ojo, o tetrapléjicos por rompimiento del espinazo a todos los que se les arrimen. O pedir a la ONU un porcentaje de cuota de minusválidos forzosos a cada país, en cada nación, por cada estado.

El mismo dislate sería que cualquier "colectivo" de "afectados" campara por tan disparatados y demenciales caminos exigiendo que se reconozca la bondad de su afección y que todos tengan el derecho de ser afectados y se les eduque en la afección para que puedan elegirla "si les gusta". De semejante aberrante entidad es la pretensión de los homosex. Digan ellos lo que digan y les patrocine quien les patrocine.

La Iglesia Católica ha dicho lo que tenía que decir. Con toda ponderación y caridad.

Créanme si les digo que esto que escribo lo hago también con esas dos moderaciones: Ponderación y caridad.

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