viernes, 4 de julio de 2008

Tradition au jourd'hui


Me pregunta un amiguete que por qué no comento algo de los de la Fraternidad Sacerdotal de San Pio X. Y le dije que bueno. Y no sé por dónde empezar, porque necesito muchos considerandos para hacer un comentario que resulte a mi gusto.
De entrada, todos mis respetos y simpatía a la FSSPX, porque son coherentemente tradicionalistas en materia que exige fidelidad a la Tradición; y porque le han echado valor al asunto. Un asunto muy serio. Cada vez más.

El fenómeno, el asunto, es muy francés. Incluso convendría recordar cuánto ha tenido de caso "dentro" de la Iglesia francesa. Por ejemplo, la tensión/radicalización de algunos momentos no se entiende sin la activa acción/intervención de la jerarquía francesa. La jerarquía francesa - un detalle - se movilizó el año pasado con todos sus efectivos para impedir el Motu Proprio del 7 del VII del 2007. Como el resto de las jerarquías, no moverán el dedito del anillo para corregir o sancionar ninguno de los abusos y aberraciones litúrgicas que se cometen por toda Francia; pero arremetieron como carneros cuando entendieron que iba en serio la restauración del Misal de San Pio V.

No sé si alguno de los frecuentadores de este blog ha estado en alguna Misa del rito extraordinario ¿Les resulta "extraña"?, pregunto. El grado de extrañeza de cada uno será correspondiente al grado de "catolicidad" que tengan o conserven Uds, amables visitadores. Tan grave es la situación y tanto nos afecta.

Me asusta (y me alarma, y me duele) que en la parroquia de al lado un cura esté celebrando de forma tan distinta de como celebran en la mía que a veces dudo qué valor tiene lo que celebran. El mal es tan extenso que las estadísticas, si se hicieran, resultarían abrumadoras. Conozco casos de curillas recién ordenados que el dia de su Primera Misa ha sido el dia de su primer sacrilegio solemne. Sic.

Por cosas como estas reaccionaron los de la FSSPX. Monseñor Lefevbre me resulta profundamente antipático (q.s.G.h.), pero respetablemente coherente y valientemente responsable. Tuvo la molesta perspicacia de ver venir lo que tenemos y llamar la atención como un gendarme. Muy poco simpático, pero con toda la razón. Su caso no se llevó bien, es mi opinión. Roma le golpeó muy duro, a la vez que hacía la vista gorda a tantas cosas de tantos obispos del mundo entero.


El hecho consumado de las ordenaciones episcopales, fue un mazazo. En Roma pensaban que como era católico, formado en el respeto último a la Jerarquía y el valor de la obediencia etc, no se atrevería, no llegaría tan lejos. Si no entendieron que a esas alturas lo que Lefevbre se planteaba era un caso de conciencia y de obediencia a su conciencia, en Roma no entendían nada. Un hecho muy grave. Pero dejó claras las posiciones.

Y ahí están. Dicen que tienen en la Fraternidad 481 sacerdotes, 90 hermanos laicos, 206 religiosas, 6 seminarios, 117 prioratos, 82 colegios, 6 institutos universitarios, 450 lugares de culto en 62 países del mundo, y al menos medio millón de seguidores. No sé si son tantos, pero son suficientes para dejarse notar. Además, tienen "calidad". Un calidad genuinamente católica. Han conservado en activo y vivas tantas cosas que Roma tiró por la borda o mandó al desván. Todas eran valiosas, ninguna merecía el desprecio con que se las trató. El tema de la Misa y el Misal antiguo, clamaba justicia. Menos mal que el Motu Proprio ha empezado a "reparar" lo reparable.

Estos dias se ha corrido la voz de que se había planteado una especie de "ultimatum". No será tanto, aunque sea serio. Tampoco creo que pase nada sustancial. Los de la FSSPX seguiran el juego con aire/estilo reluctante, incluso a cierta distancia, pero sin dejar de estar. Por su parte, Roma sabe que no debe levantarse de la mesa, porque lo que está en juego es algo tan "romano" como católico. Las soluciones posibles no sé si serán finalmente las que se rumorean. Una prelatura nullius podría ser una salida magnífica.

Pero a estas alturas los de la FSSPX han demostrado (y se han demostrado) que pueden vivir y permancer en esa autonomía quasi-independiente. Roma no les da miedo. Tampoco pienso que les importe el tiempo, porque el tiempo puede correr a su favor.


Un dato a tener en cuenta es la acogida que los tradicionalistas están teniendo en los EEUU, que son nuestra "vanguardia" en tantos aspectos. Si allí caen bien (cada vez mejor) el fenómeno se va a repetir aquí. Sólo es cuestión de tiempo.

Mientras en Francia, donde todo empezó, lo que hay es esto:


Mais ouí: Un reality show de curas! Increible, pero tan cierto como esa web descabellada de la Diócesis de Besançón.

Hace ahora dos veranos, me quedé de una pieza cuando me presentaron a un señor entrecano de unos setenta años, con camisa celeste, corbata de lunaritos y chaqueta azul, como Msgr. l'Evêque de Xx. Lo que va de un sujeto así a un obispo con todos sus atalajes es lo que media entre un extremo y otro del asunto. Más o menos.

No hace mucho tiempo escribí que la Iglesia (que es la Católica y no otra) sufre una división more anglicano: Como en la confesión anglicana, en la Iglesia Católica Romana actual existen una "high-church" (más fiel a la tradición y a la identidad del catolicismo) y una low-church (que desprecia implícita y explícitamente lo católico y evoluciona hacia modelos y estilos cada vez más alejados del catolicismo). Esto desde los años 70, aproximadamente. Hoy es patente esta "división" que afecta a toda la Iglesia Católica, con las consecuencias que sufrimos los "conscientes" (una minoría) y el efecto que no sufren pero sí afecta a los "inconscientes" (que son mayoría).

Por eso, porque las cosas están asi, aunque me cayera tan poco simpático en su momento Don Marcel Lefevbre, les guardo uan regular simpatía a los de la FSSPX de ahora. En tiempo de desolación, dice San Ignacio, que no se haga mudanza. Para la Iglesia nuestros tiempos no son de consuelo, pero mudanzas tenemos tantas que es de elemental prudencia tener gente que atesore, que guarde, que conserve.

Preguntaba el Señor: "...¿Entendéis bien todo esto? Ellos contestaron: Sí. Él les dijo: Ya veis, un letrado que entiende del Reino de los Cielos es como un Padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo." Mt 13, 51-52.

Y yo pregunto: Si no guardamos lo antiguo, si no hay nada antiguo, si se ha despreciado y tirado lo antiguo, ¿qué vamos a sacar? Ni siquiera lo nuevo podrá apreciarse como nuevo.




No sé si me explico.

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