viernes, 20 de febrero de 2009

Blasphemia in loco sanctior

Esto es nuevo. Si no en la intención, por lo menos según el "formato". Un ataque de la judería al corazón de la Cristiandad. Y todo a poco del incidente magnificado de la salida de tono de un obispo tocante a las estadísticas de la shoáh, con el Papa acosado y los rabinos rabiando. Israel, otra vez Israel. O, por lo menos, en Israel:



Volvemos a lo mismo: Contra Mahoma ni una risita porque los moros tiran a matar. Pero contra Dios y su Iglesia, sí, que tienen mandado poner la otra mejilla.

A veces me tienta la imaginación deseando que salga un comando de vengadores que metan miedo. Ni falta que diga ni explique que la tentación también incluye ser tan comprensivo y protector y sensible con los activistas como los son los curas etarritarris vascuences y el Uriarte u el Setién con los asesinos de la eta. Con una maitzación: Simpatizar siquiera un átomo con un vasco asesino es ser tan asesino (en el alma) como el asesino etarra; pero mostrar viscerales simpatías por uno que le pone las peras a cuarto a los blasfemos (que total y al fin y al cabo van a arder en las llamas vivas muy bien ardidos), eso es corregir al que yerra y promover la atrición (sobre contricciones no digo, que eso es de internis y no me toca). Y sería por su bien, para que se arrepientan. Pero ya digo que es tentación: Lo de poner la mejilla y rezar por los que injurian y calumnian es Evangelio, nuestro Evangelio . Pero no se olvide que también es Evangelio que existe un infierno para los réprobos, socios del diablo y los suyos.

Ahora vuelvo también a pensar en el Papa y la peregrinación de Mayo, cuánto trabajito le va a costar y qué penoso le están poniendo el caminito, unos y otros y todos juntos contra él.

Israel es un caso que raya el absurdo en y desde muchos ángulos y perspectivas. Por lo pronto, el pueblo más "teológico" de la historia ha llegado a la post-modernidad siendo uno de los reductos del ateísmo y el secularismo más notables. Y sin embargo, se acoge al remoto Pentatéuco cuando tiene que justificar la invención del estado de Israel. Cosas veredes.

El programita ese, sea lo que haya sido, es un botón de muestra, pero no el único. También es sintomático que los marigaytas pupulen en Tell-Aviv, que un travesti represente a Israel en Eurovisión, o que la degeneranza reivindicante se organice un desfile-carrousel en Jerusalén, para lucirse (por cierto, ahora que sale, cada vez estoy más convencido: tres cuartas partes del invento de los gays y demás perrerías anejas es sólo por lucimiento, que es notorio lo que gusta a la especie lucirse en pasarelas, las que sean).

En España y Europa y Occidente, pitorrearse de los creyentes se considera ya tan "normal" que esta anécdota de la tele israelí no sería noticia. Espero y deseo que, siendo en Oriente, el episodio tenga otras consecuencias.

Soy pro-inquistorial confeso, también lo he dicho alguna vez. Y me alegraría mucho que volvieran los tremores inquisitoriales. Para algunas cosas, especialmente, como estas, verbigracia. Ni de lejos creo en el terrorismo religioso, tan contradictorio con el Credo, si se diera. Pero sí impondría penas muy duras, muy severas, a toda esa canalla infame que se rie de lo más santo.

Ya llorarán, que esos pecados si no se lloran en la tierra se lloran más allá. Fijo.

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