jueves, 17 de noviembre de 2011

Un pro-Cardenal preocupante


Hasta la muy contenida página del New Liturgical Movement, que rara vez se sale de su programa/contenido litúrgico, se hacía eco ayer del más que probable próximo nombramiento del actual Arzobispo de Manila, Mons. Luis Antonio Tagle, como Cardenal en el próximo Consistorio. Sea lo que sea, salga elegido o no, de hecho ya es Arzobispo Metropolitano de Manila, primado de Filipinas, el gran enclave histórico del catolicismo del Lejano Oriente.

Sin conocer quasi nada del susodicho, deduzco que debe ser de buena familia, de esas que han conservado el sello español como una señal de clase. Llamarse Antonio Luis de nombre y Tagle de apellido marca unas distancias reconocibles (conscientes o inconscientes, eso no lo sé) con el resto de la población filipina. Los 'últimos de Filipinas', esa élite que conserva vestigios españoles con el buen gusto de reconocerse e identificarse en el brillante pasado colonial hispano-filipino, tan católico, es toda una tarjeta de presentación. Repito que hablo sin saber, sólo por conjeturas.

Lo que no es conjetura es el estilo eclesial de Mons. Tagle, tan 'vanguardista' como se puede ver en el youtube. ¿Como ha llegado a Arzobispo de Manila? Ya era obispo de la diócesis de Imus, desde el 2001; el nombrammiento como Arzobispo de Manila (lean y si no traduzcan el articulete)- según comentaba él mismo, recien elevado a la Sede Primada de la capital filipina - había sido una auténtica sorpresa, que le abrumaba.



Pero Mons. Tagle no parece ser corto de genio. Un prelado que es conocido popularmente con el mote de 'Chito' no debe ser tímido, en absoluto, todo lo contrario: Tiene especial gancho para la pastoral juvenil, se moviliza con una dinámica eclesial muy desenvuelta, muy abierta. Si digo 'juanpablista' Uds. entenderán qué quiero decir.

Pero lo que todos los enterados han comentado a propósito de este emergente Mons. Tagle es su reconocida adscripción al grupo de la cada vez más renombrada 'Escuela de Bolonia'.

La Escuola di Bologna recoge la herencia de Don Dossetti, el (después de haber sido joven promesa política de la DC) secretario en el Concilio Vaticano II del intrigante (y nefasto) Cardenal Giácomo Lercaro, Arzobispo de Bolonia. En torno al (hay que reconocerlo) siempre sincero y carismático Don Giuseppe Dossetti, se forma un grupo de teólogos, bastante reconocidos y activos en el medio eclesiástico italiano, que postulan, enseñan, mantienen y defienden que el Concilio Vaticano II ha sido (y quiso ser) un verdadero hito en la Historia de Iglesia, marcando un antes y un después: Una época/un estilo pre-conciliar definitivamente superado, y un tiempo/un ritmo post-conciliar definitivo e irrenunciable que pauta el presente y el futuro de la Iglesia a corto, medio y largo plazo. Son los teólogos, eclesiólogos, liturgistas y pastoralistas que enseñan que el Vaticano 2º está lleno de iniciativas y venturosos empeños de renovación que apenas se han puesto en marcha. Son los 'hombres de Iglesia' que piden un Vaticano 3º y un 4º y el 5º también, ¿por qué no?


Si la filiación de Tagle a la Escuela de Bolonia es cierta (y debe serlo), tendremos junto a Schönborn, Ravasi et alii otro vanguardista/modernista en el Colegio Cardenalicio. Un cardenal joven (54 años) con mucha vía por delante (26 años, hasta que cumpla los 80) para estar activo y permanecer elector y electivo en un Cónclave.

Me dan cada vez más miedo los Cónclaves, los que vengan, Deo volente. Una iglesia como la nuestra, la actual, cada vez más fragmentada y dividida, será una iglesia tensa, conflictiva y litigante cuando le toque elegirse una cabeza en un Cònclave. ¿Son 'conciliables' este posible Cardenal Tagle con el ya Cardenal Leo Burke; o Ravasi con Randjith?

Al final se volverá - los irenistas, los 'prudentes' prelados de centro lo procurarán - a los candidatos de compromiso, de pacto. Y saldrán elgidos mediocres, hombres de media virtud, de media potencia, de media intención, de medio gobierno. Y el tiempo de la decadencia, de la decrepitud, se prolongará, se hará más pesado.

Dicen que en Roma no sabían que Tagle era, como la mortadela, boloñés. Que se enteraron cuando ya estaba nombrado Arzobispo de Manila, ¡vaya por Dios!

Y ahora, cuando asoma entre los 'cardenables', ¿tampoco saben de qué pie cojea el 'bolonio' Tagle?

En el Vaticano se sabe todo lo que hay que saber sobre quienes están o van a estar o se espera que estén. No son ignorantes, no están desinformados, todo lo contrario. Monseñor Tagle, que ya en 1997 fue nombrado miembro de la promíscua Comisión Teológica Internacional, es perfectamente conocido en la Santa Sede, en los Palacios Apostólicos. Se recuerda que cayó muy bien al entonces Cardenal J. Ratzinger.


He puesto las fotos, contrastando. Un prelado capaz de alternar el paonazzo y el moiré con las guayaberas cubanas, el pectoral de plata dorada con la cruz de palo ensartada en un cordel, resulta tan chocante como previsible, en cierto sentido (y no buen sentido).

Del yotube no entiendo ni J, pero, lo mismo que en las fotos, el personaje se trasluce bastante bien.

Oremus! (y no decaigamus, que la crisis va para largus).


+T.