lunes, 28 de septiembre de 2009

Mi admirado Hilarión


Hasta hace unos años, en mi lista de Hilariones - aparte del Santo - estaban el eximio Don Hilarión Eslava y el simpático Don Hilarión, el boticario de la Verbena de la Paloma; dos Hilariones musicales, podría decir. Hasta que conocí a este mi tercer Hilarión: Hilarión Alfeyev, obispo ruso-ortodoxo, representante del patriaracado de Moscú ante los organismos de la Unión Europea y una de las figuras más notables y emergentes de la Rusia ortodoxa actual.

El tipo somático es eslavo-ruso 100%. Incluso, desde que ví sus primeras fotos, le encontré un más que notable parecido físico con el anterior Patriarca de Moscú, Alexis. Ha cumplido 44 ó 45 años, se mueve por todo el mundo Ortodoxo, ha tenido una excelente formación con el aval de las mejores universidades y tiene publicadas en varios idiomas sus obras sobre temas de teología, espiritualidad y liturgia. Un currículum de primera. Es natural que haya contado con sus "padrinos", porque en el mundo cerrado y tradicional del clero ortodoxo no se hace carrera tan joven; pero es evidente que tiene méritos sobrados por lo mismo: Una trayectoria tan reconocida y brillante no es casualidad ni sólo cosa de padrinazgos.

El colofón que corona al personaje es este, sorprendente: Es músico y compone. Pero no compone bagatelas, rock, copletas de autor o charangas pseudo-litúrgicas, no. Dentro de la mejor tradición litúrgico musical de la ortodoxia rusa compone piezas de canto eclesiástico-coral, magníficas. Y el summum: Compone oratorios; tiene estrenados una Pasión según San Mateo y un Oratorio de Navidad. ¿Que suena troppo bachiano? Sí, pero suena tan armoniosamente bello que eriza el vello. Escuchen dos muestras:

Este es el preludio-comienzo de la Pasión ; el texto, conmovedoramente ruso, es una convocatoria a la compasión con la Virgen:
"Venid, cantemos una lamentación santa a Cristo. Aleluya. Oh, Señor, Dios mío, voy a cantar un himno a tu muerte. Aleluya. Tu Madre toda santa llora por ti con lamento. Aleluya":




 y esta es la fuga-coral del final:

En algunos momentos me recuerda a Zelenka, el 'Miserere'. Verdaderamente suena a las pasiones de Bach, obviamente. Y a los grandes rusos del XIX, desde Mussorgsky a Prokofiev y todos los demás; y a Morricone, y a música de cine, y a música tradicional-popular rusa. Cuando se escucha, por momentos, a retazos, se van recordando fragmentos, pinceladas, ecos de todo esto. Pero suena admirablemente bien, es emocionante. Emociona religiosamente y es música religiosa de primerísima calidad, quasi sin rival (de su nivel) en la actualidad. ¿Quién se atreve hoy día a componer este tipo de música, un oratorio bachiano?

 Al final del segundo youtube, cuando empiezan los aplausos, sale a saludar al proscenio el personaje, el obispo compositor Hilarión Alfeyev. Discreto, natural; yo diría que "humilde". Recoje las flores, recibe los aplausos, sin gestos triunfales o ensayados, ni siquiera de "simpatía" con el público, ni con los músicos ni el director; simplemente comparece, está, con unas muy distinguibles maneras "monacales", tan apreciablemente distintas.
.


Un personaje distinto y distinguido. Decía que le sigo hace unos años. Hace tres publicaban en Zenith esta entrevista en dos partes 1 y 2. Si la leen, verán cuán lejos estamos de la "plena comunión" tocante a artículos tan fundamentales de la Eclesiología como el Primado del Papa, histórica piedra de escándalo para las Iglesias ortodoxas de la tradición bizantina. Respecto a otros particulares del dogma, también recuerdo haber leído algunas opiniones de Alfeyev sobre algunos puntos de Escatología (Purgatorio, principalmente) que contradicen o silencian lo que confiesa y enseña la Iglesia Católica. Son las naturales (sobrenaturales!) distancias; comprensibles a pesar de no ser aceptables. Pero cuando aparece un personaje como Hilarión Alfeyev parece como si el milenio que separa a la Rusia cristiana de la Roma Eterna se acortara. Por comprensión, por sintonía, con esperanza. Admiro la cultura rusa, la historia de Rusia, y a la Iglesia Ortodoxa rusa desde niño. Por una atracción que primero fue "visual-estética". Admiré todo el rutilante mundo de belleza formal-espiritual en que se desenvolvía la liturgia ortodoxa rusa; precisamente cuando yo mismo he sido testigo del despojamiento y aniquilación de nuestra Liturgia Romana, bajo el insuficiente pretexto de la "simplificación" y la "renovación" que encubría una aberrante desacralización, acompañada la mayoría de las veces por un vacío de fe y una devaluación cultural. Hace unos días, el obispo Hilarión Alfeyev era recibido en audiencia por el Papa Benedicto. Las notas de las agencias de noticias comentaban la "sintonía" cordial entre dos hombres de Iglesia (salvando las distancias) que además comparten su amor/vocación también musical. Seguro que fue una ocasión digna de ser compartida en directo. Me hubiera gustado estar. Y como no estuve, me conformo con una frase de Hilarión Alfeyev recogida en una entrevista que le hicieron con motivo de ese encuentro con el Papa:
 
"A los quince años, entré por primera vez en el santuario del Señor, el Santo de los Santos de la Iglesia ortodoxa. Pero fue solo después de mi entrada en el altar cuando comenzaron la 'teourgia', el misterio que continúa hasta el día de hoy"..."Después de mi ordenación, ví mi destino y mi principal llamada al servicio de la Liturgia Divina. De hecho, todo lo demás, como los sermones, la atención pastoral y la erudición teológica, se centra en el punto de interés principal de mi vida, la liturgia".
Y yo quedo su complacido admirador, ya les digo (y espero me comprendan).


 +T.