jueves, 6 de diciembre de 2007

Nicolás de Myra-de Bari


Es uno de los Santos más universales, venerado no sólo por la Iglesia Católica, sino por todas las Ortodoxas Griegas, Eslavas y Orientales; conservó su veneración en los países nórdicos y otros del área germana-sajona incluso después de la reforma protestante y el severo luteranismo, pasando luego a ser el Santa-Claus/Papá Noel popularizado desde los EEUU por medio del cine y la publicidad comercial.

Tuvo fama de taumaturgo ya en vida, siendo obispo de Myra, en la actual Turquía. La Leyenda Dorada narra sus más famosos milagros, aunque asombran igual otras hechos de Nicolás:

- rescata con su herencia patrimonial a tres jóvenes doncellas que iban a ser prostituidas por su propio padre, entregándoles una espléndida dote en oro a cada una

- consigue trigo abundante de un cargamento con el que subsana una penosa carestía en Myra, y administra su distribución durante dos o tres años

- se presenta en medio de una ejecución y se interpone entre el verdugo y la víctima, salvando la vida de tres inocentes condenados a muerte



Y la legenda continua con una secuencia de milagros, todos admirables, sencillos, bondadosos, familiares, domésticos.

San Metodio, uno de sus biógrafos, cuenta que estuvo en cárcel y a punto de ser martirizado durante la persecución de Diocleciano, y que fue liberado cuando Constantino asume el poder. La tradición griega dice que participó en el concilio de Nicea, en el 325, y que allí se enfrentó personalmente a Arrio, y se mostró firme sostenedor de San Atanasio.



Con su fama de santidad, murió en el año 343. en el siglo VII-VIIIº se le dedica una íglesia-basílica en Myra, su ciudad. En 1087, con Myra ya en poder de los turcos, poco antes de la 1ªCruzada, 47 soldados y 4 monjes, todos de Bari, sacan sus reliquias de su sepulcro y arriban con ellas el 9 de Mayo a Bari, donde se veneran desde entonces. La urna de sus reliquias exuda una especie de óleo transparente llamado "manna di San Nicola", que todos los años se bendice y se distribuye mezclado con agua a los fieles que lo piden.

Su iconografía es riquísima en la tradición iconográfica de Grecia, Creta, Rusia, Serbia, Bulgaria, Ucrania, Moldavia, Polonia, Lituania, etc. Se le representa calvo, de cabeza redonda, con cabellera ondulada recortada en las sienes y un mechón en la frente (pelo cano o negro), la barba poblada, más bien corta que luenga; a ambos lados, en pequeño tamaño, Cristo bendiciente y la Virgen entregándole el omofórion; preferentemente lleva la cabeza desnuda, con el omoforión cruzado al pecho; los del siglo XIX lo representan con la corona-bonete litúrgico de los ortodoxos.


La iconografía occidental lo representa con atuendo episcopal romano, mitra y báculo (aunque algunas veces lleva la corona ortodoxa y el báculo en t o con la doble serpiente, así como el omofórion). Suele portar sus emblemas o signos parlantes: Las tres bolas doradas representan las dotes de las doncellas; tres niños en una tina, recordando un milagro en el que salvó la vida a tres chiquillos que iban a ser cruelmente asesinados (segun otras versiones que se estaban ahogando); otras veces se le representa en milagros de navegantes, socorriendo a naves en peligro o a los náufragos.


Del Santa Claus-Papa Noel, no digo nada porque sé poco.

El dia de San Nicolás conserva también un recuerdo tomista, de especial valor:
Cuentan los biógrafos de Santo Tomás de Aquino que en los últimos cuatro o cinco años de la vida del gran teólogo y filósofo fueron frecuentes los momentos en que Tomás entraba en éxtasis, levitaciones incluso. El dia de San Nicolás, en su querido convento dominicano de Nápoles, tuvo uno de esos éxtasis mientras celebraba la Santa Misa; durante casi dos horas se mantuvo extático y levitando un palmo sobre el suelo, ante el Altar. Le asistía su secretario, fray Reginaldo de Priverno, que le ayudó a reponerse cuando salió del trance y pudo concluir la Misa. Después Tomás se dirigió a su celda y, si no lo detiene fray Reginaldo, estuvo a punto de quemar todos sus escritos, junto con los apuntes y esquemas preparatorios, repitiendo que luego de la iluminación recibida durante aquel éxtasis, todo le parecía paja y humo. Desde el dia de San Nicolás, 6 de Diciembre de 1273, no volvió escribir nada. Solamente rezaba, con don de lágrimas y frecuentes extásis.


Acabo con una cita de un autor oriental, anónimo del siglo X, sobre San Nicolás: "...Oriente y Occidente lo aclaman: En todo sitio habitado, campos, y ciudades, islas y aldeas, hasta el confín de la tierra, su nombre es reverenciado y se erigen iglesias en su nombre".
.
Y en el XXI, lo mismo.
.
&.