miércoles, 29 de julio de 2009

Marta, Marta...

El Evangelio del Señor en casa de Marta y María es una pieza de altísimo valor doméstico. Quiero decir que vale mucho para la vida "ad intra" de la Iglesia, porque es una preciosa ilustración del Señor. Además opino que es de las pocas escenas en que el Señor está verdaderamente "cómodo" y derrama a torrentes simpatía y buen humor divino. Son muy pocas, contadas, las escenas parecidas que se pueden encontrar en el Evangelio.

Como cada época ha figurado a Cristo según la imaginación del momento, son muchos los "flashes" que le han hecho. El de nuestra contemporaneidad es bastante defectuoso y engañoso, muchas veces con impostaciones en las que se nota mucho el filtro ideologizado del retratista. ¿Recuerdan la estampa del JesucristoSuperStar??? ¿Y el cartelito del SeBusca??? Tremendos engendros del post-68 post-conciliar. Y de remate el del fotograma de cine tipo Zeffirelli todo meloso pero apuntando maneras de los 70-80; y el último el de Mel Gibson que nada más salir en pantalla le ponen al Cristo un ojo morado, y en un flash-back sale bromeando con su Madre sentándose de un culazo en una banqueta (o una mesa?), muy divertidos los dos.

No imaginan ustedes los reparos que me dan cuando tengo que referirme a "bromas" o "chistes" por inocentes que sean (no sé si en este asunto cabe decir "inocente", me parece que no) si se refieren al Señor. De los Santos soy capaz de pitorrearme porque de ellos a mí y de mí a ellos sólo hay gracia por el lado bueno y un mismo barro por la parte mala. Y esperanza de llegar a ser. Pero las cosas del Señor no admiten tonterías porque es Él, se trata de Él. No sé si me explico.

Además Él suele ser muy serio. En la célebre Carta de Léntulo se dice esto:

- "...Cuando reprende inspira temor, pero al poco tiempo las lágrimas asoman a sus pupilas; hasta en sus rigores es afable y bondadoso. Dícese que jamás se le ha visto reir, y en cambio llora con frecuencia..."
Claro que la Carta de Léntulo es un "apéndice" apócrifo, despreciado por los exegetas crítico-metódicos. Pero lo que dice la Carta de Lentulo es curiosamente apropiado, porque en los Evangelios no se dice que Cristo riera, pero si se cuenta que Cristo lloró. A muchos se les olvidan estos "detalles".

Bien, pues yo estoy convencido de que cuando el Señor dijo eso de "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa..." etc (Lc 10, 38-42) lo dijo con toda su simpatía nazarena y derrochando divino humor, buen humor. Se puede uno figurar el momento con una sonrisa del Señor, amable y confiada, sabiendo qué decía y a quién lo decía.

Dicho esto, vale hacerse una pregunta: ¿A quién amaba más el Señor, a María que escuchaba o a Marta que trajinaba y servía y no había escogido la "parte mejor"? La respuesta está en Jn 11 5, que dice que "...Jesús quería mucho a Marta, a su hermana y a Lázaro", en ese orden: Marta, María y Lázaro. Otro detalle.

Es también una curiosidad ver en ese capítulo 11 de San Juan que narra la resurrección de Lázaro, cómo se confirman con otra descripción en otro ambiente totalmente distinto al de la escena del hospedaje los caracteres de las dos hermanas: Cuando les dicen que ha llegado el Señor, Marta la activa sale corriendo, desenfrenada, y se "encara" con el Señor:

- "...Marta dijo a Jesús: 'Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas'. Jesús le dijo: 'Tu hermano resucitará». Marta le respondió: 'Sé que resucitará en la resurrección del último día'. Jesús le dijo: 'Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
y todo el que vive y cree en mí,no morirá jamás. ¿Crees esto?'.
Ella le respondió: 'Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo'..." Jn 11, 20-27

Es uno de los diálogos más tensos y dramáticos de todo el Evangelio: Marta destrozada por el dolor debatiendo con el Señor, con una fe poderosa que va avanzando a cada palabra del Señor. Hasta que termina con esa confesión de fe, casi del mismo nivel que la de San Pedro: "...Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo" ¡Formidable Marta!

María, la "contemplativa", mientras dura esta escena se queda quieta en casa, y sólo acude cuando la manda llamar el Señor. También es Marta, práctica y realista, que está en todo detalle, la que advierte que el cadáver de Lázaro hiede porque lleva enterrado 4 días. Esa es Marta, con la fetidez de la muerte en la nariz y la expectación del milagro en el alma.

Cuando la unción en Betania, otra vez lo mismo: "Marta servía..." Jn 12, 2. Y María se desmelena y embalsama con nardo purísimo los pies del Señor. Quién es quien otra vez retratadas. Y el Señor estupendamente servido y regalado, dejándose querer y conociendo en perfección a cada una de las dos admirables discípulas.

La Iglesia antigua tuvo en tanto aprecio el Evangelio de la escena de Cristo en casa de Marta, que lo leía en la Solemnidad de la Asunción, el 15 de Agosto, haciendo una lectura alegórica de su final "...María ha escogido la parte mejor y no se la quitarán" y aplicándola al Misterio de la Asunción de la Virgen. Un admirable "sentido".

Pienso que, a pesar de la predilección con que la Iglesia interpreta el sentido de la superioridad de la contemplación de María sobre la actividad de Marta, en esa escena la simpatía del Señor está con Marta, y "bromea" con Marta a costa de la contemplativa María. Y, desde luego, aquel día el Señor fué esplendidamente agasajado, servido y hospedado, y comería todas las delicias de una generosa mesa gracias a Marta, que cocinaba, y no a María que se arrobaba.

Marta es una devoción católica, de esos santos que se veneran lo mismo en España que en el Ponto Euxino, por católicos y por ortodoxos, por europeos, africanos, asiáticos y americanos. Una santa católica-católica con devocionario universal, tan querida e invocada por doquier.

En Sevilla la devoción más antigua se vincula con el desaparecido Hospital de Santa Marta, cuya mitad devora la Diputación y la otra parte sirve de honesto y santo enclave para la clausura conventual de las RR. MM. Agustinas Ermitañas, desde que los franceses les demolieron su monasterio sito en el solar de la Plaza de la Encarnación, donde hoy están levantando la monstruosidad de los hongos malignos sociatas (peste de infame confusión). Cuando les derribaron el convento se aposentaron en unas casas anejas al Hospital de Santa Marta y se les dio la Capilla para su uso conventual. Allí, en el ático del retablo, en una hornacina, está la Santa Marta más venerada de Sevilla, una imagen del XVII, de tamaño mediano, que durante mucho tiempo fue uno de los ingresos limosneros del convento.
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Hasta que le salió una imagen rival devocional: La guapísima Santa Marta de la Hermandad-Cofradía de Santa Marta, una de las mejores y más bellas imágenes del maestro escultor Sebastían Santos Rojas, una joya de la escultura devocional del siglo XX. El reverendo padre Don Francisco García Madueño tuvo la feliz ocurrencia de fundar la Hermandad como "gremial" del ramo de la hostelería, y también fue suya la idea de poner a la Santa como asistente al entierro del Señor, acompañando al grupo que traslada el Cuerpo de Cristo al Santo Sepulcro. En el paso de Misterio del Lunes Santo, Santa Marta va en la parte de detrás, un poco delante de la Virgen y San Juan, haciendo pareja con María Salomé. He visto en fotografías antiguas que hubo años en que iba puesta en el lado contrario de la Magdalena, junto al costado izquierdo del Señor, formando entre las dos un compás iconográfico bastante acertado. En el paso lleva sus atributos: Aureola, hisopo y acetre (por el exorcismo a la tarasca de Tarascón; pero esa es otra historia).
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Desde antiguo tiene nombrada una plaza lindante con el convento de las Agustinas, una plazoletilla que es la más chica y recóndita de Sevilla, con naranjos, un crucero del XVI y la casa donde vivieron el Venerable Contreras y el padre Torres Padilla, también venerable. Y una vista excepcional de la Giralda, que se ve en una perspectiva angular-perpendicular muy efectista, que les encanta fotografiar a los turistas.
Es patrona de dos pueblos sevillanos: Los Molares y La Algaba, con sendas imágenes que salen hoy en procesión, con un calor de temperatura parejo a los fervores de sus devotos y devotas. Doy fe.

Ex voto.

+T.

jueves, 23 de julio de 2009

Más de la Magdalena


Tenía que haber escrito ayer, que fue su día, pero no pude. Me gusta (tanquam sancta) la Magdalena; y las madalenas también, de chocolate o con chocolate, especialmente. En las confiterías de Sevilla, las clásicas, no son de mojicón, como las de serie que se venden en bolsa de plastico, sino que las madalenas-madalenas de toda la vida son entrelargas, con su papelillo de molde debajo, y envueltas en papel encerado de La Campana, Ochoa o San Buenventura. A mi padre le gustaban las de La Española, que ya no existe porque cerró.

Volviendo a la Magdalena original (que no sé por qué dio nombre a las madalenas de repostería), me obligo a sacarla por devoción y por desagravio, por los muchas afrentas sufridas por la prensa impía y blasfema

Hace un año, escribí algo sobre La conversión de la Magdalena. Lo he releído y mantengo lo dicho y comentado. Pero me he dado cuenta de que no dije apenas nada de cosas tan interesantes como las de los "apéndices". Me explico.

Como les pasa a muchos (los que creemos) me quedo con ganas de más precisamente cuando ya no cuentan más. Y entonces acudo a los "apéndices", que son, principalmente, Apócrifos (ortodoxos) y Legenda Aúrea (un gran recurso). Y ya la cosa toma otros colores, otros perfiles.

Por ejemplo, dejamos a la Magdalena donde el Evangelio de hoy, que ya no sale más. Por cierto con un parón que la dejó de estatua : -"Noli me tangere" ¿Por qué? Porque al Señor Resucitado sólo le tocan los Apóstoles que ya son "sacerdotes"; verbigracia, a Santo Tomás, dudando y todo, le deja que le toque hasta el Corazón. Pero a la Magdalena, "noli me tangere!" (esta exegesis "impresionista" ni la desarrollo (por obvia) ni dejo que me la discutan (lo advierto). Yes, of course).

Bueno, pues después de todo eso y lo demás (que no se cuenta) se supone que antes del fatídico año 70, cuando la destrucción de Jerusalén, Lázaro y sus dos hermanas, Marta y María (Magdalena), se embarcan. Van con ellos también, en el mismo barco, un tal Maximino, y una tal Martila (criada de Marta) y un tal Cedonio (que era el ciego de nacimiento que Cristo curó) y un grupo de cristianos (innominados). Después de las consabidas peripecias marítimas, desembarcan en las Galias, en Marsella, poco más o menos. Como es Santa de primera (y con fama) las milagrerías son de primerísima, dignas de leerse en directo, sin blog intermediario. Háganme caso.
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Pero les resumo: En Marsella, los tres hermanos de Betania se separan. Y Maria Magdalena (que es la hermana menor, y todo lo demás) se va a hacer penitencia. A una cueva. Treinta años.

Y allí se la encuentra seis lustros después un sacerdote cristiano que se perdió por aquellos remotos pagos. María Magdalena hacía penitencia y oración contínua, y se recogía en una cueva, donde vivía retirada de la vista de los hombres. Sucedía a diario una gran maravilla: Siete veces al día, los ángeles la trasladaban al Cielo para que asistiera al Oficio Celestial y se encendiera más su deseo de la Gloria. Entonces, Magdalena dijo al sacerdote que avisara la obispo de Aix, Maximino (el compañero de barco etc.), porque el Domingo de Resurrección siguiente iría a verle.

Así que llegó el día de Pascua, la Magdalena apareció en el oratorio del Obispo Maximino, donde escuchó Misa y recibió la Comunión Pascual. En ese momento cae extática y, yaciente al pié del altar, expira dulcemente. Al punto, todo el recinto quedó envuelto en un fragante y exquisito aroma, que duró una semana, hasta que dieron sepultura allí mismo al cuerpo de la Santa. Que siguió haciendo milagros. Después aparece en Vezelay (el cuerpo venerable de la Magdalena) sin que se explique cómo. Las cosas de los Santos y sus reliquias son así.

Como les decía, recomiendo la lectura de la Legenda Aurea, que no tiene comparación con lo que yo pueda contar, porque cuenta muchas cosas. Por ejemplo, dice que Hegesipo y Josefo (el Flavio) escribieron cada uno una historia de la Magdalena, que se han perdido las dos, como tantas cosas que se han perdido. ¡Vaya por Dios!

Pero lo más "cotilla" que cuenta, lo más crónica rosa de todo-todo-todo, es esto: Que la Magdalena y San Juan Evangelista fueron novios !!! Yes. Ita. Como lo cuento. Transcribo:

"Dicen algunos que María Magdalena y Juan Evangelista fueron novios; que cuando ya estaban punto de casarse Cristo llamó a Juan y lo convirtió en discípulo suyo, y que ella, despechada, e indignada contra Jesús porque le había arrebatado a su prometido, se marchó de casa y se entregó a una vida desenfrenada. Quienes afirman esto añaden que el Señor, para evitar que el llamamiento de Juan pudiese dar ocasión a que Magdalena se condenase, usó de misericordia con ella, la convirtió, la puso en camino de penitencia, y que al arrancarla de los placeres carnales a que se había entregado, la colmó más que a nadie de las espirituales satisfacciones que derivan del amor a Dios. Estos mismos dicen tambien que si Cristo distinguió a Juan con su amistad y le hizo saborear más que a los otros Apóstoles las dulzuras de su conversación y trato, fue para compensarle de aquellos deleites conyugales que nunca llegó a conocer, puesto que lo aportó de ellos en vísperas de su proyectada boda."

¿Qué tal? Desde luego que esta tradición del noviazgo de Juan con Magdalena debería ser un verdadero filón para los exegetas y teóricos del "método histórico". Pero como esta gente no lee los "apéndices", no se enteran de rien. De todas formas, el Btº Vorágine matiza algo lo dicho:

"Estas afirmaciones son tan frívolas como falsas. Fray Alberto (Magno, San), en el proemio al Evangelio de San Juan, escribe que la joven con la que Juan iba a casarse y no se casó porque Cristo lo llamó al apostolado poco antes de que el casamiento se celebrara, permaneció siempre virgen; y añade que, al unirse Juan a Jesús, ella se asoció con la Virgen María, en cuya compañía fue vista después por la gente, y que conservó su virginidad hasta la muerte."
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Como decía, son buenas lecturas que si no se leen no se saben. Nótese también que siendo de la época que son, son más realistas y naturalistas que las lecciones pías decimonónicas. Decimonónica era una opereta que cantaban e interpretaban mis tías abuelas: "La esclava de Magdaló". Háganse idea de cómo sería, porque la ensayaban y montaban en el internado del colegio de las Esclavas Concepcionistas. Yo me la imagino la mar de bien.
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Aunque la imaginación, cuando no va rectamente hilada, produce imágenes de la Magdalena muy distintas, hasta impropias. Se retrata el artista, como tantas veces pasa, cuando hace su obra. Por ejemplo, la célebre Magdalena del Donatello es tremenda: Una imagen dura, como un haz de sarmientos, piel y huesos cubiertos por una cabellera enmarañada. El otro extremo, el de las Magdalenas "sensuales", con un rico muestrario. A mí, de entre todas, me gusta especialmente la de Romero de Torres, recien llorada, ojerosa (el rimmel corrido), desmelenada y hembra de tronío derrumbada, una magdalena como la de la copla: "Con esos tirabuzones/que te cuelgan por la cara/pareces la Magdalena/cuando por el mundo andaba". Tal cual.
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Pero, como en todo, hay iconografías indiscutibles: Para Magdalenas pintadas, las de Georges La Tour, tan buenas que se hizo "magdalenista" de género, insuperable en ambientación, captación, introspección y sinceridad intimista. Y en escultura, la mejor entre las mejores (con perdón de Donatello) la de Pedro de Mena, que la esculpió para la Casa Profesa de la Compañía de Jesús en Madrid. Ahora está en el Prado, después de un exilio que la llevó al Museo de Escultura de Valladolid. Es un portento, una de las cumbres de la imaginería religiosa de la Escuela Andaluza-Granadina. La Magdalena penitente de Mena es una cota insuperable de expresividad, forma, inspiración, belleza y espiritualidad plástica: La cabellera, el rostro bello y enjuto-demacrado, el esterón que ciñe un cuerpo que se adivina ascéticamente hermoso, en un movimiento extático de contemplación arrebatada y concentrada. Una escultura única, desesperación (pienso) de la "modernidad" incapaz.
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Un detalle más: La iconografía extraña de la impropiamente llamada "asunción de la Magdalena" y que se debe titular, mejor, el "rapto" o el "éxtasis" de la Magdalena. Representa el momento en que los ángeles transportan a la santa al Cielo para los 7 rezos canónicos (leer más arriba); se abandona practicamente en el 1500, y luego sólo reaparece (Ribera p. ej.) en raras excepciones: Los ángeles rodean y toman el cuerpo extático de la Magdalena, estante y cubierto por larga cabellera hasta los pies; debajo se suele representar un paisaje, con la cueva y algunos atributos penitenciales, más la calavera y el vaso de las miroforas, que son los atributos más comunes.
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Bueno, pues ya está: Una píccola ofrenda a Stª Maria Magdalena en su octava, dentro de la cual se celebra la fiesta de su hermana, Santa Marta, el 29, D.m. Una costumbre muy buena esta de aproximar a Marta y María (no obstante las identidades de las supuestas identificaciones, cfr. la Legenda y los "apéndices", vuelvo a recomendar).
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Ex voto.

+T.

martes, 21 de julio de 2009

Los contumaces errores y aberraciones anglicanos (y anglicanas)


El Anglicanismo es una "iglesia" que nace de la voluntad de un rey adúltero, esposo de seis reinas y ejecutor de dos, una anomalía histórica (además de un remedo de "iglesia"). Tardaron años en reconocerlo porque jugaron a ser el "centro" entre la Iglesia Católica y el protestantismo. Es decir, los anglicanos y su "iglesia" pretendieron ser un absurdo "híbrido" de ortodoxia y heterodoxia. Absurdo que tardaron siglos en advertir (la historia y sus hechos distraen mucho).

Pero en la cumbre de su poderosa emergencia, cuando Inglaterra era la más grande entre las grandes, desde Oxford, la sinceridad y el valor de Newman y los tractarianos pusieron la cosas en su sitio, viéndolas en la perspectiva correcta: La Iglesia Católica Romana estaba donde siempre había estado, y los que habían "cambiado" y se habían "desnaturalizado" eran los anglicanos de la "iglesia" anglicana. Una "iglesia" imposible en cuanto tal, a pesar de ser la "iglesia oficial" con un clero funcionarial-estamental muy bien mantenido por el estado, quizá el clero con mejor status de todo el "clero".

En el origen del Movimiento de Oxford, las críticas a las consecuencias del erastianismo fueron decisivas a la hora de despertar la conciencia del cómodo e indolente clero anglicano. Se les planteó el dilema de su propia identidad: ¿Qué eran, ministros eclesiásticos o funcionarios del estado? El Movimiento de Oxford despertó una conciencia que renovaría a la misma "iglesia" anglicana, agitada por la marejada de los impetuosos y contundentes tractarianos. En el fondo, el Movimiento de Oxford le sentó bien, fue un "reconstituyente" para la "iglesia" anglicana. Pero con relativos y discutibles efectos porque lo mejor del Anglicanismo se convirtió al Catolicismo, por pura e irresistible coherencia. Y así quedaron desde mediados del siglo XIX, soportando una tensión/atracción católica que transformó profundamente el perfil del anglicanismo.

Desde hace unos diez o quince años se están jugando a los dados de la modernidad la poca coherencia y credibilidad que les queda. Y todo por un asunto que en el seno del anglicanismo es un monstruo recurrente, una pesadilla de la que no acaban de despertar, un laberinto del que no saben salir: Las ordenaciones clericales...esta vez con la "variante femenina".

En los años de Leon XIII, con el Movimiento de Oxford en plena "agitación" de opinión y conciencias, el tema de las "ordenaciones anglicanas" se estudió expresamente por Roma, por mandato del Papa Pecci. ¿Eran válidas o no? ¿se había conservado y perpetuado el sacerdocio sacramental en el seno de la "iglesia" anglicana, como ellos pretendían? ¿era una "iglesia" cismática al estilo de las iglesias cismáticas del Oriente, que a pesar de la ruptura con Roma habían conservado la jerarquía sacerdotal que les garantizaba la sucesión apostólica?

Un tema de primerísimo orden y valor eclesiológico. Los expertos convocados por León XIII concluyeron que no: Desde tiempos de Eduardo VI, el hijo y sucesor de Enrique VIII Tudor, cuando se promulgó el Prayer Book que sustituyó los antiguos rituales católicos en uso hasta entonces, todas las ordenaciones de clérigos fueron nulas por un defecto de forma, materia e intención. Y cuando murió el último obispo ordenado legítima y válidamente, dejo de haber obispos en la "iglesia" anglicana. Ergo la "iglesia" anglicana no tenía jerarquía sacerdotal válida ni legítima, ni poseía la potestad sacramental para la ordenación sacerdotal, ni había conservado la sucesión apostólica.

Eso es lo que enseña y declara solemnemente León XIII en la carta Apostolicae Curae, de 13 de septiembre de 1896:


"...Así, pues, asintiendo de todo punto a todos los decretos de los Pontífices predecesores nuestros sobre esta misma materia, confirmándolos plenísimamente y como renovándolos por nuestra autoridad, por propia iniciativa y a ciencia cierta, pronunciamos y declaramos que las ordenaciones hechas en rito anglicano han sido y son absolutamente inválidas y totalmente nulas." cfr. Dz 3315-3319

Fue un golpe de tal efecto, que algunos obispos anglicanos se fueron a Grecia y se hicieron "re-ordenar" según el rito ortodoxo y re-ordenar ellos a su vez a la jerarquía naglicana. Fuera válida o no esta extraña y precipitada "búsqueda" de legitimidad, en cuanto mantuvieron el rito con sus deficiencias formales y materiales así como la ausencia de intención, las ordenaciones volvían a incurrir en los mismos defectos y volvían a ser inválidas y nulas. Hasta el dia. Y aunque les pese (y no sea "ecumenicamente correcto" decirlo), los clérigos anglicanos no son jerarquía sacerdotal ni reciben el Sacramento del Orden. Solamente son lo que define tan propiamente la Declaración Dominus Iesus:

"...las Comunidades eclesiales que no han conservado el Episcopado válido y la genuina e íntegra sustancia del misterio eucarístico, no son Iglesia en sentido propio..." DI nº17

La pretensión de las mujeres de acceder a los ministerios ha extremado en grado sumo el gravísimo problema. Fuera de toda la tradición del Antiguo y el Nuevo Testamento, la reivindicación de un supuesto "sacerdocio femenino" es una aberración que sólo se concibe dentro de la descomposición interna sufrida por la confesión anglicana. Para reconocer el grado de descomposición del Anglicanismo, valga de muestra, entre los obispos de la jerarquía anglicana, el "célebre" John Shelby Spong, autor de 12 tesis a-teístas que propone como vehículo de una nueva "reforma" (es uno de los "gurús" de las vanguardias guerrilleras de "somos-iglesia"). Y como él, toda una galería de "obispos" y "presbíteros" a cual más extravagantemente des-cristianizado (los "obispos" y clérigos homosex incluídos).

Curiosamente, estamos en una situación parecida a la de los años en que surge con John Henry Newman el Movimiento de Oxford. También conoció Newman los extremos a-cristianos a los que pueden llevar los presupuestos y los efectos del liberalismo religioso. En su época universitaria, el todavía admirado intelectual oxoniense hizo amistad con nuestro José Mª Blanco-White, que acabó no se sabe bien si unitariano o simplemnte teísta indefinido. Eran aquellos tiempos anglicanos, tan cercanos en su confusión, casi dos siglos después, a los que vivimos.


Lo que ahora nos podría afectar a los católicos no es el mal interno que descompone y desarticula la confesión anglicana, allá ellos con sus males y con sus pseudo-ministras y pseudo-obispas. Por cierto que a la aberración doctrinal que padecen se le añade el ridículo estrambote de esas figuras grotescas de mujeres vestidas con mitras y atuendos clericales de colorines y "diseño". Cuando uno las ve no sabe bien si se trata de algo serio o de una escena sacada de un desfile del Gay Pride. Un horror del error, o viceversa.

Lo que sí nos está afectando ya es esa infecciosa contaminación "ecumenista", un fenómeno que ha perturbado a la Iglesia Católica del post-concilio, tan ilusa y temerariamente "ecuménica". El coste, que pagaremos a un alto precio, se traduce ya en esas predicadoras "desviadas" estilo la "hermana" Joan Chittister o la "sor" Forcades (por decir alguna, que hay más, desgraciadamente). Aunque no lo reconozcan, lo que tienen en mente es una mitra. Han malentendido el sacerdocio como un "poder" y lo reivindican como un "derecho".

Como nuestra Jerarquía no está (parece ser) por ponerlas en su sitio y callarlas, no sé (no quiero imaginar) cual pueda ser el panorama de las reivindicantes dentro de unos años. Una aspiración imposible, pero que no dejará de incordiar con todo el avispero feminista animando a las "aspirantes".

Evidentemente, pienso que es urgente la aplicación contundente de la sentencia paulina: "Mulieres in ecclesiis taceant..." etc. ICor 14,34.

Una urgencia, repito (con toda cortesía para las ladies, of course).

+T.

viernes, 17 de julio de 2009

Dicen que es Chaves (Sic)

El que sale de burbuja, el gordito con carrilladas vestido de rosa:




Dicen que es Manolo Chaves, vestido de ventosidad de señora con retención de gases.

Y se le parece mucho, mucho, mucho (formal y conceptualmente).

Ustedes disculpen (me) el exabrupto.

&.

martes, 14 de julio de 2009

Un Santo Torero

La primera vez que estuve en Montilla fue en la primavera de 1981. Nunca olvidaré la tarde de aquel Sábado en Córdoba, con los patios de la Judería celebrando la Cruz de Mayo, un ambiente que parecía irreal, de pura estampa de Romero de Torres (a eso me supo a mí). Pero nuestro destino era Montilla. Íbamos a venerar a San Juan de Ávila, su sepulcro-urna en la Iglesia de la Compañía. Y visitamos su casa, que la estaban restaurando y donde se me quedó un poco de alma entre las tejas, la cal y las vigas de la casita del Maestro Ávila.

Lo que me resultó chocante fue que siendo Juan de Ávila quien es, en el pueblo se notaba que se le admiraba con cierta "lejanía", como uno de esos Santos que dan renombre, que se veneran, pero no son "populares". Porque estaba a la vista que el Santo de Montilla era Francisco Solano.

En la fachada del ayuntamiento y en las fachadas de las casas se veían azulejos representando al Santo: Un franciscano con la cruz levantada en una mano y dos indios a sus pies, una de esas iconografías tipicamente misioneras, inconfundible. En Montilla, el Santo sin discusión por encima y a distancia del Beato Ávila.

Y es que tener de paisano a un Santo es algo muy serio. Francisco Solano nace y se cría y empieza a hacer "cosas de Santo" en Montilla. Porque sus primeras curaciones milagrosas suceden cuando una epidemia asolaba su pueblo, un caso excepcional de un "profeta creído en su propio pueblo". Por gracia de Dios.

Una gracia de Dios que le hacía protagonista de verdaderas "florecillas" como las de su padre San Francisco. Andanzas, anécdotas, pequeños y amables milagros de esos que asombran a la gente sencilla y se les quedan grabados. Y mucha vida ejemplar, mortificada, pobre y obediente. Y excelente predicación. Todas esas cosas que hacen, que van haciendo a un Santo popular con toda la apreciación (infalible?) del sensus fidei fidelium. La gracia de Dios que hacía su faena y Francisco Solano que se dejaba hacer, dócil y manso en las manos del Espíritu.

Uno se figura que un personaje asi, con fama de santo y bueno probado y comprobado se queda quieto como geranio en maceta. Los hay así. Pero también (y sin contradicción) los hay inquietos sin contradecir a su natural manso y apacible. Solano era de estos, porque en cuanto se le presenta la oportunidad pide irse a las Américas. Nosotros mandamos a las Américas lo peor y lo mejor: Ambiciosos hidalgos y ruinosos aventureros, la media nobleza que aquí tenía poca fortuna que hacer, y lo mejorcito de nuestra clerecía, lo más selecto.

Cuando Francisco Solano llega a América, el continente entero es un bullir de empresas y encomiendas entre los Virreinatos. Pero Solano no iba a hacer negocios humanos ni a sacar beneficios mundanos. Su "nuevo mundo" es una ganancia para el Reino de Dios. Y con ese ánimo desembarca en Perú después de un viaje lleno de peripecias, hasta con naufragio estilo "paulino". Y desde el Perú se adentra en el corazón más profundo de la América, cruza los Andes, penetra en la selva, y por muchos años evangeliza por las actuales Argentina y Uruguay, por el Tucumán y el Estero.

Solano es de los misioneros que bautiza, que convierte. Los tibios conceptos de la misionología actual (tan descreída) parecen de otra naturaleza si se los mide con la sobrenaturaleza de los métodos y las actividades y los logros misioneros del Siglo de Oro de nuestras misiones. En la Fundación Gratis Datae está publicada gratis la preciosa obra del P. José María Iraburu Hechos de los Apóstoles de América; el capítulo que le dedica se titula: "San Francisco Solano el Santo que canta y danza". Alguna vez que la gente "grave" se extrañó de sus expansiones de canto y baile, Solano decía riendo - "¡Si es que al fin soy un loco!".



Pero debia tener más cordura que todas las testas ilustres del Virreynato juntas. Se sabe que no tuvo nunca un físico atractivo, porque era canijo de carnes, un espantajo con hábito, de tez morena descolorida por los rigores del ayuno y las severidades de su penitencia, que nunca dejó. Pero tenía toda la gracia de un cordobés, con la chispa de un amontillado añejo de esos que dejan regusto en el paladar. Sabía tocar la guitarra y cantaba con un gracejo especial, que encantaba a los indios. Es de los pocos santos que tiene un instrumento musical como atributo, porque en algunas representaciones le ponen a los pies un violín (y no sé por qué no una guitarra).

Para ser completo, era torero. Un cordobés con más temple que Lagartijo y Manolete que paró aun toro desmandado plantándose delante a cuerpo cabal: Mandó, templó, y el noble bruto le lamío los pies y se dejó atar con la cuerda del sayal de Solano, que llevó por la calles, la gente admirada, al toro hasta su encierro. Fue en un pueblo de aquellos de la Argentina que él misionó, se llamaba San Miguel.

Cuando el 92 montaron en La Rábida una exposición sobre los Franciscanos en América, y había varios recuerdos de Solano: Un retrato al óleo pintado de un dibujo que le sacaron el día siguiente de su muerte (el santo cadavérico). Y también tenían expuestos un catrecillo donde el Solano se sentaba, y una Cruz de palo de caoba que llevaba en sus predicaciones, y su báculo, una rama curada con nudos y una horquilla de remate. Todos estos objetos-reliquias se conservan en el Convento de Clarisas de Montilla (digno de visitar), llegados a su pueblo como una especie de fervoroso y piadoso legado encomendado a su pueblo natal.

Montilla tiene recordado y bien venerado a su Santo, pero me parece que no me equivoco cuando imagino a Solano llevando siempre a su Montilla por donde fue, que bien sabe Dios que la oblación para la misión no quita la querencia de la tierra y la casa paterna (y materna).

Pero a mí el milagro de San Francisco Solano que más me gusta (además del del toro) es el que sucedió en el Aljarafe de Sevilla, en el Convento de Loreto, entre Espartinas, Villanueva del Ariscal y Umbrete. Que resulta que el 14 de Julio de 1610, el mismo día que expiraba Solano en el Convento de los franciscanos de Lima, a la misma hora en que su alma dejaba este mundo, las campanas de la espadaña del Convento de Loreto rompieron a repicar solas.

Y es que los santos-santos tiene proceso abierto y directo en el Cielo (donde les esperan tanto como ellos lo esperan).

En alabanza de Cristo, amén.

+T.

domingo, 12 de julio de 2009

Pudores, vestidos, sudores


Siempre he sido muy pudoroso, cosas de educación (buena educación). Por ejemplo, los pies no se enseñan. Me parece algo tan evidente que no necesita demostración: No. Y lo demás, todo lo demás, poco más o menos, lo mismo. Ahora estoy en una fase púdica que me da pudor hasta enseñar los codos. Yes.

Cuando más joven, de mocito, yo vestía manga corta en verano, fredperrys, lacostes y camisas, of course. Pero hace ya años (lo menos ventitantos) que las camisas de verano las uso de manga larga, con el puño remangado dos vueltas, cuatro dedos por debajo del codo. Ahora, con una cintura in crescendo voluminante grosso modo, me parece un atentado contra mi propia estética no cubrir mis aumentativos. Y llevo chaqueta. En verano, una chaqueta ligera, sea de lino, de algodón o del tejido que sea, hace el mismo efecto que una manta zamorana. Porque el Sur, de Despeñaperros a Tarifa, es el Sur, con las calores, nuestras extremas calores del Valle del Guadalquivir.

Un abanico siempre es un recurso. No me refiero al abanico de señora, todo un mundo; hablo del abanico de señorito, de caballero. Recuerdo a mis tios abuelos, tio Pepe y tio Eduardo, que lo llevaban en el bolsillo del pecho de la chaqueta, un abaniquillo que conjuntaba con el sombrero panamá y el bastón de bambú. Parece que los estoy viendo, con el purito en la boca, las cartas o el dominó, el cafelito y la palomita de anís. Y el abaniquillo. Yo no uso panamá, ni voy al casino, ni juego al dominó, pero sí tengo abaniquillo, tan socorrido.

Con lo que voy diciendo, comprenderán usteds que no soporte ciertas cosas, degeneraciones. Por ejemplo, no soporto a un sujeto medio en cueros por la calle, en "atuendo" playero. Una ordinariez proletaria que achabacana al mismo rey de España y sus degeneraciones filiales y yernos consortes; no digo ya cuando el impúdico que enseña piernas, pecho y barriga es un sans-culotte. El plebeyo lo extrema todo, sea un anillo o unas calzonas. Si lleva anillo, es un promontorio de kilates king-size estilo Cassus Clay; y si se pone bermudas, son escandalosas por color, forma o deforma. Y encima enseñan los pies (unas "chanclas" son un constitutivo formal de "paria de famélica legión", y cosas peores).

Cuando es un viejo provecto el que sale a la calle en calzones de verano, enseñando la caña pelada de la pantorrilla acartonada, el vellón cano del pecho desabrochado, y los dos juanetes retocados de callista, entonces el efecto es tal que se hunde la reputación de una vecindad según el porcentaje de viejo impúdico por manzana cuadrada.

Las viejas con gafas de sol y pareo en el mercado, son otro extremo horrendo. Una niña quinceañera en pololos y sostén es una sinvergüenza; una casada con trapos cortos es una indecente; pero una vieja deshabillé con look playero urbano, es una visión dantesca, un fifty-fifty entre pintura negra de Goya y escena popular de Solana.

Por eso me cubro. Entiendo cada vez más que es un signo de distinción -  vive la difference ! - Siempre ha habido clases. Unos nos vestimos (y sudamos) y otros enseñan vergüenzas (y sudan también).

Me hago la reflexión de que en la España del Greco los 40º a la sombra se sudaban con gorguera, jubón y media capa, greguescos y calzas negras. Entonces un señor era un caballero de mano en pecho, que no perdía la compostura con los calores. Y salía a la calle como tal, sabiendo comportarse aunque insolara inclemente la canícula.

Lo que reconozco problemático- tengo mis dudas - es el tema del desodorante en el Siglo de Oro.

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jueves, 9 de julio de 2009

La encíclica (Caritas in veritate)



A estas alturas, como de mis íntimos es bien sabido, las encíclicas me parecen un tostón. Las uso (las leo) más que nada para desgravar Purgatorio. Las leo una vez, y ya está. Las recomiendo, fomento su venta y lectura, como todo buen católico, etc. Pero poco más.

Tengo, no obstante, mis preferencias y hasta algunas favoritas. Comparando con las últimas, las de Pio XII me parecen insuperables en espíritu y tono, con ellas se puede hacer oración y nutrirse para la oración. Con las de Juan Pablo II, imposible. Y con las de Benedicto, tampoco. Se espiga de aquí, de allá, un párrafo, una frase, una cita... Si esto que digo es pecado, soy un gran pecador (y sin propósito de enmienda). Conque no me lean si quieren mantenerse in integritate.

De todas formas, me leo las encíclicas, ya digo (por el Purgatorio, como dije). Por eso, he pensado poner un extracto de lo que he visto más "notable" según mi gusto y juicio. Así, si alguno lee esto, le sirve de oportuna instrucción (aunque desgrave menos Purgatorio que si la lee entera). Conque ahí va mi "reader's digest" de la Caritas in Veritate:


10...La doctrina social está construida sobre el fundamento transmitido por los Apóstoles a los Padres de la Iglesia y acogido y profundizado después por los grandes Doctores cristianos. Esta doctrina se remite en definitiva al hombre nuevo, al «último Adán, Espíritu que da vida» (1 Co 15,45), y que es principio de la caridad que «no pasa nunca» (1 Co 13,8). Ha sido atestiguada por los Santos y por cuantos han dado la vida por Cristo Salvador en el campo de la justicia y la paz. En ella se expresa la tarea profética de los Sumos Pontífices de guiar apostólicamente la Iglesia de Cristo y de discernir las nuevas exigencias de la evangelización. Por estas razones, la Populorum progressio, insertada en la gran corriente de la Tradición, puede hablarnos todavía hoy a nosotros.

15- ...La Encíclica
Humanae vitae subraya el sentido unitivo y procreador a la vez de la sexualidad,poniendo así como fundamento de la sociedad la pareja de los esposos, hombre y mujer, que se acogen recíprocamente en la distinción y en la complementariedad; una pareja, pues, abierta a la vida. No se trata de una moral meramente individual: la Humanae Vitae señala los fuertes vínculos entre ética de la vida y ética social, inaugurando una temática del magisterio que ha ido tomando cuerpo poco a poco en varios documentos y, por último, en la encíclica Evangelium Vitae de Juan Pablo II. La Iglesia propone con fuerza esta relación entre ética de la vida y ética social, consciente de que «no puede tener bases sólidas, una sociedad que —mientras afirma valores como la dignidad de la persona, la justicia y la paz— se contradice radicalmente aceptando y tolerando las más variadas formas de menosprecio y violación de la vida humana, sobre todo si es débil y marginada».

23 - ...Tras
el derrumbe de los sistemas económicos y políticos de los países comunistas de Europa Oriental y el fin de los llamados «bloques contrapuestos», hubiera sido necesario un replanteamiento total del desarrollo.

26...diálogo intercultural, un diálogo que, para ser eficaz, ha de tener como punto de partida una toma de conciencia de la identidad específica de los diversos interlocutores...Se nota, en primer lugar, un eclecticismo cultural asumido con frecuencia de manera acrítica: se piensa en las culturas como superpuestas unas a otras, sustancialmente equivalentes e intercambiables. Eso induce a caer en un relativismo que en nada ayuda al verdadero diálogo intercultural...terminando por reducir al hombre a mero dato cultural. Cuando esto ocurre, la humanidad corre nuevos riesgos de sometimiento y manipulación...

27 - ...El derecho a la alimentación y al agua tiene un papel importante para conseguir otros derechos, comenzando ante todo por el derecho primario a la vida. Por tanto, es necesario que madure una conciencia solidaria que considere la alimentación y el acceso al agua como derechos universales de todos los seres humanos, sin distinciones ni discriminaciones

28 - ... Uno de los aspectos más destacados del desarrollo actual es la importancia del tema del respeto a la vida, que en modo alguno puede separarse de las cuestiones relacionadas con el desarrollo de los pueblos...La situación de pobreza no sólo provoca todavía en muchas zonas un alto índice de mortalidad infantil, sino que en varias partes del mundo persisten prácticas de control demográfico por parte de los gobiernos, que con frecuencia difunden la contracepción y llegan incluso a imponer también el aborto...En los países económicamente más desarrollados, las legislaciones contrarias a la vida están muy extendidas y han condicionado ya las costumbres y la praxis, contribuyendo a difundir una mentalidad antinatalista, que muchas veces se trata de transmitir también a otros estados como si fuera un progreso cultural.

Algunas organizaciones no gubernamentales, además, difunden el aborto, promoviendo a veces en los países pobres la adopción de la práctica de la esterilización, incluso en mujeres a quienes no se pide su consentimiento. Por añadidura, existe la sospecha fundada de que, en ocasiones, las ayudas al desarrollo se condicionan a determinadas políticas sanitarias que implican de hecho la imposición de un fuerte control de la natalidad. Preocupan también tanto las legislaciones que aceptan la eutanasia como las presiones de grupos nacionales e internacionales que reivindican su reconocimiento jurídico.

La apertura a la vida está en el centro del verdadero desarrollo. Cuando una sociedad se encamina hacia la negación y la supresión de la vida, acaba por no encontrar la motivación y la energía necesaria para esforzarse en el servicio del verdadero bien del hombre. Si se pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social. La acogida de la vida forja las energías morales y capacita para la ayuda recíproca. Fomentando la apertura a la vida, los pueblos ricos pueden comprender mejor las necesidades de los que son pobres, evitar el empleo de ingentes recursos económicos e intelectuales para satisfacer deseos egoístas entre los propios ciudadanos y promover, por el contrario, buenas actuaciones en la perspectiva de una producción moralmente sana y solidaria, en el respeto del derecho fundamental de cada pueblo y cada persona a la vida.


29 -
...Dios es el garante del verdadero desarrollo del hombre en cuanto, habiéndolo creado a su imagen, funda también su dignidad trascendente y alimenta su anhelo constitutivo de «ser más». El ser humano no es un átomo perdido en un universo casual, sino una criatura de Dios, a quien Él ha querido dar un alma inmortal y al que ha amado desde siempre...Cuando el Estado promueve, enseña, o incluso impone formas de ateísmo práctico, priva a sus ciudadanos de la fuerza moral y espiritual indispensable para comprometerse en el desarrollo humano integral y les impide avanzar con renovado dinamismo en su compromiso en favor de una respuesta humana más generosa al amor divino.

30...No existe la inteligencia y después el amor: existe el amor rico en inteligencia y la inteligencia llena de amor.

31- ...La doctrina social de la Iglesia, que tiene «una importante dimensión interdisciplinar», puede desempeñar en esta perspectiva una función de eficacia extraordinaria. Permite a la fe, a la teología, a la metafísica y a las ciencias encontrar su lugar dentro de una colaboración al servicio del hombre. La doctrina social de la Iglesia ejerce especialmente en esto su dimensión
sapiencial.

34 ....
Creerse autosuficiente y capaz de eliminar por sí mismo el mal de la historia ha inducido al hombre a confundir la felicidad y la salvación con formas inmanentes de bienestar material y de actuación social. Además, la exigencia de la economía de ser autónoma, de no estar sujeta a «injerencias» de carácter moral, ha llevado al hombre a abusar de los instrumentos económicos incluso de manera destructiva. Con el pasar del tiempo, estas posturas han desembocado en sistemas económicos, sociales y políticos que han tiranizado la libertad de la persona y de los organismos sociales y que, precisamente por eso, no han sido capaces de asegurar la justicia que prometían.

36. La actividad económica no puede resolver todos los problemas sociales ampliando sin más la lógica mercantil. Debe estar ordenada a la consecución del bien común, que es responsabilidad sobre todo de la comunidad política. Por tanto, se debe tener presente que separar la gestión económica, a la que correspondería únicamente producir riqueza, de la acción política, que tendría el papel de conseguir la justicia mediante la redistribución, es causa de graves desequilibrios.

39...El binomio exclusivo mercado-Estado corroe la sociabilidad, mientras que las formas de economía solidaria, que encuentran su mejor terreno en la sociedad civil aunque no se reducen a ella, crean sociabilidad. El mercado de la gratuidad no existe y las actitudes gratuitas no se pueden prescribir por ley. Sin embargo, tanto el mercado como la política tienen necesidad de personas abiertas al don recíproco.

43 ...Hoy se da una profunda contradicción. Mientras, por un lado, se reivindican presuntos derechos,
de carácter arbitrario y voluptuoso, con la pretensión de que las estructuras públicas los reconozcan y promuevan, por otro, hay derechos elementales y fundamentales que se ignoran y violan en gran parte de la humanidad. Se aprecia con frecuencia una relación entre la reivindicación del derecho a lo superfluo, e incluso a la transgresión y al vicio, en las sociedades opulentas, y la carencia de comida, agua potable, instrucción básica o cuidados sanitarios elementales en ciertas regiones del mundo subdesarrollado y también en la periferia de las grandes ciudades

44...la responsabilidad evita tanto que se considere la sexualidad como una simple fuente de placer, como que se regule con políticas de planificación forzada de la natalidad. En ambos casos se trata de concepciones y políticas materialistas, en las que las personas acaban padeciendo diversas formas de violencia. Frente a todo esto, se debe resaltar la competencia primordial que en este campo tienen las familias respecto del Estado y sus políticas restrictivas, así como una adecuada educación de los padres...los estados están llamados a establecer políticas que promuevan la centralidad y la integridad de la familia, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, célula primordial y vital de la sociedad, haciéndose cargo también de sus problemas económicos y fiscales, en el respeto de su naturaleza relacional.

51...el
problema decisivo es la capacidad moral global de la sociedad. Si no se respeta el derecho a la vida y a la muerte natural, si se hace artificial la concepción, la gestación y el nacimiento del hombre, si se sacrifican embriones humanos a la investigación, la conciencia común acaba perdiendo el concepto de ecología humana y con ello de la ecología ambiental. Es una contradicción pedir a las nuevas generaciones el respeto al ambiente natural, cuando la educación y las leyes no las ayudan a respetarse a sí mismas. El libro de la naturaleza es uno e indivisible, tanto en lo que concierne a la vida, la sexualidad, el matrimonio, la familia, las relaciones sociales, en una palabra, el desarrollo humano integral. Los deberes que tenemos con el ambiente están relacionados con los que tenemos para con la persona considerada en sí misma y en su relación con los otros. No se pueden exigir unos y conculcar otros. Es una grave antinomia de la mentalidad y de la praxis actual, que envilece a la persona, trastorna el ambiente y daña a la sociedad

54. El tema del desarrollo coincide con el de la inclusión relacional de todas las personas y de todos los pueblos en la única comunidad de la familia humana, que se construye en la solidaridad sobre la base de los valores fundamentales de la justicia y la paz. Esta perspectiva se ve
iluminada de manera decisiva por la relación entre las Personas de la Trinidad en la única Sustancia divina. La Trinidad es absoluta unidad, en cuanto las tres Personas divinas son relacionalidad pura. La transparencia recíproca entre las Personas divinas es plena y el vínculo de una con otra total, porque constituyen una absoluta unidad y unicidad. Dios nos quiere también asociar a esa realidad de comunión: «para que sean uno, como nosotros somos uno» (Jn 17,22). La Iglesia es signo e instrumento de esta unidad. También las relaciones entre los hombres a lo largo de la historia se han beneficiado de la referencia a este Modelo divino. En particular, a la luz del misterio revelado de la Trinidad, se comprende que la verdadera apertura no significa dispersión centrífuga, sino compenetración profunda. Esto se manifiesta también en las experiencias humanas comunes del amor y de la verdad. Como el amor sacramental une a los esposos espiritualmente en «una sola carne» (Gn 2,24; Mt 19,5; Ef 5,31), y de dos que eran hace de ellos una unidad relacional y real, de manera análoga la verdad une los espíritus entre sí y los hace pensar al unísono, atrayéndolos y uniéndolos en ella.

55....
La libertad religiosa no significa indiferentismo religioso y no comporta que todas las religiones sean iguales...

56. ...
En el laicismo y en el fundamentalismo se pierde la posibilidad de un diálogo fecundo y de una provechosa colaboración entre la razón y la fe religiosa. La razón necesita siempre ser purificada por la fe, y esto vale tambiénpara la razón política, que no debe creerse omnipotente. A su vez, la religión tiene siempre necesidad de ser purificada por la razón para mostrar su auténticorostro humano. La ruptura de este diálogo comporta un coste muy gravoso para el desarrollo de la humanidad.

57...Para
no abrir la puerta a un peligroso poder universal de tipo monocrático, el gobierno de la globalización debe ser de tipo subsidiario, articulado en múltiples niveles y planos diversos, que colaboren recíprocamente...

59...En todas las culturas se dan singulares y múltiples convergencias éticas, expresiones de una misma naturaleza humana, querida por el Creador, y que la sabiduría ética de la humanidad llama ley natural. Dicha ley moral universal es fundamento sólido de todo diálogo cultural, religioso y político...La fe cristiana se encarna en las culturas trascendiéndolas...

74...la racionalidad del quehacer técnico centrada sólo en sí misma se revela como irracional, porque comporta un rechazo firme del sentido y del valor. Por ello,
la cerrazón a la trascendencia tropieza con la dificultad de pensar cómo es posible que de la nada haya surgido el ser y de la casualidad la inteligencia

75...
la cuestión social se ha convertido radicalmente en una cuestión antropológica, en el sentido de que implica no sólo el modo mismo de concebir, sino también de manipular la vida, cada día más expuesta por la biotecnología a la intervención del hombre. La fecundación in vitro, la investigación con embriones, la posibilidad de la clonación y de la hibridación humana nacen y se promueven en la cultura actual del desencanto total, que cree haber desvelado cualquier misterio, puesto que se ha llegado ya a la raíz de la vida...Muchos, dispuestos a escandalizarse por cosas secundarias, parecen tolerar injusticias inauditas. Mientras los pobres del mundo siguen llamando a la puerta de la opulencia, el mundo rico corre el riesgo de no escuchar ya estos golpes a su puerta, debido a una conciencia incapaz de reconocer lo humano...

76...El problema del desarrollo está estrechamente
relacionado con el concepto que tengamos del alma del hombre, ya que nuestro yo se ve reducido muchas veces a la psique, y la salud del alma se confunde con el bienestar emotivo. Estas reducciones tienen su origen en una profunda incomprensión de lo que es la vida espiritual y llevan a ignorar que el desarrollo del hombre y de los pueblos depende también de las soluciones que se dan a los problemas de carácter espiritual. El desarrollo debe abarcar, además de un progreso material, uno espiritual, porque el hombre es «uno en cuerpo y alma», nacido del amor creador de Dios y destinado a vivir eternamente.

78...
El humanismo que excluye a Dios es un humanismo inhumano. Solamente un humanismo abierto al Absoluto nos puede guiar en la promoción y realización de formas de vida social y civil...

79.
El desarrollo necesita cristianos con los brazos levantados hacia Dios en oración, cristianos conscientes de que el amor lleno de verdad, caritas in veritate...


Pues esto es lo que yo señalo, lo que me gusta y aprovecharé.

Desde León XIII, que abre esa página de la "doctrina social", el mundo y las cosas de los hombres han cambiado tanto, tantísimo...quedando en sustancia los mismos mismísimos bajo otras circunstancias (relativamente) y con otros medios disponibles (relativamente).

También desde Leone XIII los Papas han escrito más, con lo que no es lo mismo y cada vez habrán de verse textos y documentos papales que tengan que decir lo mismo sobre lo mismo, poco más o menos. Es el "magisterio perenne", que explica muy bien Benedicto cuando insiste en su "hermenéutica de la continuidad" entendida como tradición (cfr. nº 10, importante tocante a esta doctrina sobre el Magisterio, verdaderamente referencial en Benedicto XVI).

Y desde Leo XIII los Papas ya no escriben una encíclica que leen (si las leían) los Obispos y los curas de media cultura, sino que una encíclica es, más que nunca, Urbi et Orbi y hasta extra Orbe con resonancia en satélites en órbita. Un fenómeno mediático, autenticamente.

Ocurre, sin embargo, que lo que una encíclica enseña se ve expuesto a la caducidad de la actualidad, más que nunca. Y comprendo que es dificil dictar "magisterio perenne" en medio de la agitación vertiginosa de las cosas, hombre, mundo y sociedad. Muy dificil.

Si se repite lo fundamental, parecerá que no "entendemos el mundo"; si nos atendemos al reclamo de lo inmediato, dentro de un año lo que se diga ahora tendrá que matizarse, retocarse y hasta reformularse. Es dificil, sí.

Pero la misión de Pedro es confirmar en la fe a los hermanos, zarandeados por Satanás (Lc 22, 31-32). Y Pedro tiene que hablar, enseñar, exponer la Fe y confirmarla.

Así que, por lo menos, si leen esto, échenle un vistacito (y una reflexión) a la "encíclica social" de Benedicto: Sacarán, por lo menos, un poco de la firmeza de la fe de Pedro...que ahora habla por la boca de Benedicto.

+T.

sábado, 4 de julio de 2009

San Laureano y sus cosas


San Laureano, que se celebra hoy 4 de Julio, es uno de los Santos Obispos de Sevilla. Y uno de los más "exóticos", porque nació en la Pannonia. Eran los tiempos aquellos en los que se daban esos casos: Nacer pannonio, recriarse, bautizarse y confirmarse en Milán, y terminar siendo clérigo en Sevilla.

Era, cuentan, "...esmerado en la abstinencia, liberal en las limosnas, trasnochante en las vigilias, continuo en las oraciones, frecuente en los ayunos, solícito en recrear a los pobres, modelo en sus palabras, mitigado en la ira y singularísimo en la hospitalidad". Muy completo, ya se entiende. Aunque sospecho que este perfil suena a sumario "santurrero" que le habrán encajado a más de un Santo. Pero no dudo que Laureano fuera un probo cristiano y un reverendo sacerdote cuando lo eligieron Arzobispo de Sevilla, allá por el año 522.

Era cuando en Sevilla (y en España) reinaban los visigodos. Que a mí me caen bastante bien, menos en lo del arrianismo. Bárbaros como eran, se dejaron encandilar por un tal Ulfilas, que les predicó un credo arriano. Y arrianos llegaron y se plantaron en España. Y arrianos quedaron hasta Recaredo y el III Concilio de Toledo.

Cuando Laureano es Obispo de Sevilla reina en España y parte del sur de Francia el rey Teudis. No le imagino muy interesado en controversias doctrinales, pero es el hecho que Laureano sufrió hostigamiento por mantener con santo denuedo la Fe Apostólica y el Credo de Nicea.

_ Excursus: Estas cosas de perseguir la Fe, a la Iglesia y a sus sacerdotes, si no hay arrepentimiento, se pagan muy caro en vida o en muerte, advierto._

Teudis terminó asesinado por uno de sus nobles (algo muy "típico" entre los monarcas visigodos). Unos dicen que en Barcelona, otros cuentan que fue en Sevilla. Pero antes el furor de los visigodos arrianos expulsó a Laureano de Sevilla. Se tuvo que ir y cuentan que al irse clamó estas terribles palabras, proféticas:

"Haced penitencia pues Dios está enojado y tiene el brazo levantado para heriros".

No sé si las lanzó contra todos los sevillanos en general o sólo contra los impíos arrianos hispalenses (aunque parezca mentira, la mala estirpe vive y medra aun en nuestros dias, mientras esto escribo, cabe la Giralda y la Torre del Oro; ya no son visigodos, pero siguen siendo arrianos. Yes. Sic.).

Y así se despidió Laureano de su Diócesis. Ya nunca volvería (en carne mortal).

Se fue por esos mundos, atravesando la España que entonces estaba animadísima, con hispano-romanos pacíficos, visigodos ocupantes y bizantinos de Justiniano (el esposo de Teodora) con bases en Cartagena y el Algarve. Una dificil situación internacionalizada (todavía no había moros en la costa, ni siquiera Mahoma veía visiones todavía, me parece) que hacía de nuestra amada tierra un escenario muy aggiornato.

Y érase que se era que Laureano llegó a Roma. Roma tampoco estaba entonces para muchas visitas, porque guerreaban por toda la península italiana los ostrogodos de Totila y los generales bizantinos Narsés (que era eunuco) y Belisario (que estaba completo), hombres de guerra y confianza del emperador Justiniano (el marido de la emperatríz Teodora).

La emperatriz Teodora nació plebeya-plebeyísma, en el circo, donde su padre era guardián de fieras (aparte su mujer y sus hijas). Como era mona y espabilada hizo carrera de artista (contorsionista, bailarina, cantante, etc.). Después amplió sus habilidades y se le abrieron nuevos y más amplios horizontes a medida que ella se abría más y más. Y cobraba. Así fue como pescó a un militarote que estaba haciendo una buena carrera porque su tio iba subiendo en la Corte de Constantinopla. Su tio llegó a Emperador, y su sobrino Justiniano le sucedió (estando ya casado para los restos con la sagaz y ambiciosa Teodora: Del circo al trono).

Era viciosa. Le gustaban las cosas que no deben gustar (su marido en sus cosas imperiales). Lo peor era que era, también, hereje. Pero por la banda y el polo opuesto a los arrianos. Si estos no reconocían la Divinidad de Cristo y el "consubstantialis Patri", Teodora era acérrima monofisita, que se aferraban a la heterodoxia de que Cristo sólo y únicamente tiene "mía fysis", una naturaleza divina (y no también la humana).

Una hembra con poderío y metida a heterodoxias es une femme temible. Y Teodora ha sido de las peores (veásela en San Vitale, toda ojos-ojeras y manto con corona, elegante, imponente, pero terrible). Impuso en Roma al Papa Vigilio, su "candidato" (antes mandó cargarse al Papa San Silverio, hijo de San Hormisdas (otra historia)). El Papa Vigilio ha sido junto con el Papa Honorio (I) uno de los Papas más "problemáticos" de la Historia de la Iglesia. Los dos firmaron papeles que no debieran haber firmado. Los dos se retractaron. Y los dos acabaron víctimas de sus "patronos". La tremenda Teodora se encargó también de que Vigilio fuera "castigado". Pero Vigilio, aun arrepentido por su "debilidad", quedó baldonado para los restos.


No sé lo que nuestro Laureano trataría con el Papa Vigilio. Pero venía de vuelta ya para Sevilla cuando en Bourges le dieron martirio los ostrogodos arrianos de Totila. Lo degollaron. En su martirio, la cabeza al caer abrió una fuente en el suelo. Luego se apareció a un santo varón, eremita en aquellos pagos, y le entregó su propia cabeza (el eremita sobrevivió a la impresión, obviamente), mandándole que la llevase a Sevilla. En Sevilla quedaron encantados cuando llegó al cabeza de San Laureano. Porque el mismo dia que llegó cesaron los terribles castigos que había profetizado el Santo el día de su partida (sequías, epidemias y calamidades varias).

Pues así y todo tiene San Laureano una devoción menos que regular en su Sevilla. Bueno, me refiero ahora. Antes sí la tuvo. En Sevilla y por donde iban los sevillanos: En México, Colombia, Perú etc. hay iglesias dedicadas a San Laureano. En Sevilla hubo un convento de mercedarios, hoy asolado, desde cuando la desamortización de Mendizábal (¡abajo!). Sí conserva una preciosa capilla en la Catedral, la primera entrando a mano derecha por la Puerta de San Miguel.

Ceán Bermúdez, en su libro Descripción Artística de la Catedral de Sevilla, dice:

"...al lado del mediodía, ó de la epístola, la primera capilla que se encuentra es la de San Laureano, cerca de la puerta de San Miguel. En ella se colocó la primera piedra quando se empezó la Catedral, y por haber sido la primera que se acabó, en ella se celebraron los divinos oficios mientras se construyó lo demás del templo..."




Lucas Valdés pintó la bóveda y Matías Arteaga los cinco cuadros con escenas de la vida del Santo. El retablo (Ceán Bermúdez se mete con él) es un precioso exponente del barroco sevillano del XVII-XVIII. Además existe en la Catedral un busto relicario de plata que forma conjunto con otros en el fastuoso altar de plata del Corpus.

Pero el busto de San Laureano no tiene dentro la cabeza de San Laureano que San Laureano mandó a Sevilla con un propio. Las cosas. Hay reliquias en el Relicario de la Catedral, pero la cabeza-cabeza, no.

Tampoco están finos los clérigos sevillanos en detalles con San Laureano. Lo digo porque en las dos ediciones que se han hecho en los últimos XXV años del Proprio Hispalense para la Liturgia de las Horas, aparece y reaparece sin corregir la fecha del martirio del Santo en 456 y no en 546, como ocurrió. Detalles (que le echan al Santo un siglo encima). En fin. Las cosas (otra vez).

En cambio sí se ha conservado en la oración propia de San Laureano un significativo detalle: El CONSUBTANTIALIS que el Santo Obispo creyó, enseñó y defendió con vida y con sangre:

Deus qui beatum Laureanum episcopum
et ardenti zelo pro catholica fide
et martyrii gloria coronare dignatus est:
donum gratiae tuae eius intercesione
in nobis confirma
ut per agnitionem Filii tui tibi consusbstantialis
in sapientia revelationis et spe gloriae hereditatis
crescere non desinamus.
Per Dominun nostrum Iesum Christum...Amen.

¡Amen!

+T.

jueves, 2 de julio de 2009

A un babieca perplejo

Se trata de un indiscreto deficiente en etiqueta que ha supuesto equivocadamente que tener blog abierto significa trato obligado. No sabe (debiera saberlo) que el blog tiene reservado el derecho de admisión y sólo admite afines o visitantes de clase.

El concepto "clase" es insuficiente para describir status y/o referencias, pero vale por comodidad, porque se entiende. Por supuesto que considero a los de mi intimidad de mucha más clase y de otra clase más selecta que la ordinaria. Soy muy selectivo, conscientemente. Una cosa es la projimidad, que no se elije, y otra la amistad, con sus grados, que es intrínsecamente voluntaria y personalmente electiva. Con correspondencia, en este caso sí, necesaria sine qua non.

Váyase pues el impertinente a su nivel y codéese con los de su laya, evitando salones a los que no se le franquea el acceso por su insuficiente prestancia.

Espero que entienda. Sería molesto tener que repetir (o soltar al perro).

n.b. Ilustro con un grabado mítico-cómico:

Ícaro cadente
por arrimarse imprudente
al sol con precarias alas
.

&.