lunes, 18 de febrero de 2013

Periculoso Ravasi



Me he quedado con la mandíbula descolgada cuando me he enterado de que el padrino de Ravasi es Bertone , nada más y nada menos. Conque el peligro es mayor de lo que me barruntaba, mucho mayor. Y los manejos de la Italia profunda. Obviamente, la realidad supera con mucho mis temores. También es evidente que hay que estar en el cotarro para saber cosas, tener datos, referencias, y deducir consecuencias. Tonto yo, que no imaginaba al decepcionante Bertone como el impulsor del Ravasi, tonto yo, que no me entero. Y cuando me entero, es el día en que Ravasi comienza a predicar el retiro de Cuaresma al Papa y a la Curia; los últimos ejercicios espirtuales de Benedicto XVI, dirigidos por Gianfranco Ravasi, mi eminentísimo detestado.

Rozando el estupor perplejo, recibo el segundo golpe, la segunda 'ravasada': La Radio Vaticana va a transmitir las meditaciones que Ravasi dirigirá al Papa y su Curia. ¿Quién da más, quién ofrece mejor publicidad, más promociones?

Ravasi se va a lucir. El tema de los ejercicios espirituales es característico, sutil, rico en recursos para todo, para sacarse del capelo variaciones multicolores sobre lo que sea:  “Ars orandi, ars credendi. Il volto di Dio e il volto dell'uomo nella preghiera salmica” // El rostro de Dios y el rostro del hombre en la oración de los Salmos.

Imagino que no hará mucho hincampié en los Novísimos, siendo un tema oportunísimo en la Cuaresma, muy oportuno para la reflexión del Papa que va a renunciar y de su Curia, testigo de su despedida. Exponer y meditar las postrimerías: Muerte, Juicio, Infierno y Gloria. Las iglesias y basílicas de Roma están llenas del arte más exquisito que evoca las postrimerías. El genio insuperable del Bernini floreció especialmente en la composición del arte funerario, incluso macabro. Sin salir de San Pedro del Vaticano, con sólo la rememoración de los monumentos de los Papas, montaba yo mismo unas pláticas de vanitate et occasu tremendas; cuánto más Ravasi, ese portento, ese delfín de Bertone, ese tesoro de sapiencia y erudición, que dicen que se sabe la Biblia de memoria.

Conque no sé a qué Santo Papa o Papas Santos encomendarme, para que no ocurra obvio decir qué (es decir, quién).

Confieso que me dan ciertos escrúpulos hablar de estas cosas, siendo de tanta gravedad tales asuntos, tratándose de la Iglesia y su actual coyuntura, tan seria.

Pero considerando que es Ravasi quien se publicita, ¿por qué no vamos a opinar sobre Ravasi?

Ya lo han dicho unos cuantos Cardenales: Se ha roto el tabú.

Aunque a mí, lo que de verdad me da miedo es que se rompa la Iglesia.


+T