martes, 23 de septiembre de 2014

Jugando a Wojtyla?


La voluntariosa personalidad de Juan Pablo II se manifestó de muchas maneras y en numerosos momentos; algunos hitos de su largo pontificado sólo se entienden considerando el tenaz carácter del Papa Wojtyla. Su optimismo se unía a una visión bastante acertada de ciertas coyunturas, cuyas perspectivas/posibilidades de solución catalizó muy efectivamente. Entre todas destaca su determinación/actuación en la re-constitución político-social de Polonia, su patria. Aunque no todo fueran luces y aun quedando muchos rincones por alumbrar (el 'santosubitismo' fue una especie de pase acelerado de páginas incómodas de revisar), la huella del Papa polaco marca una página de la historia.

Pero la historia no es un calco transportable y, aun admitiendo variantes perceptibles para ciertas lecturas en paralelo, tampoco resiste re-protagonismos extemporáneos o excéntricos. La Historia no se reedita. Pretender que se repita, es un espejismo. Muy peligroso o muy ridículo, depende.

Sin conocer quasi nada, muy poco, de la Argentina matriz del Bergoglio que llegó a Roma desde Buenos Aires, me atrevo, sin embargo, a decir que la Kirchner presidenta no es el Walesa de Solidarnosc. Concedo afectos patrios y nostalgias del terruño, se comprende todo eso. Pero no entiendo que el PP Franciscus, tan moderno, tan libre de rúbricas de antaño, tan despegado de sus predecesores, formal y estilísticamente, al fin también politiquee more argentino como un Montini secundum Italiam o un Wojtyla ad Poloniam. Me parece ridículo, por ella, por él, por las cosas de allí y las de aquí. Por todo.

No puedo adivinar qué saldrá de aquestos pasteleos argentino-francisquistas. Pero diría que, dada la calidad-profundidad de dichos y hechos del protagonista mayor y principal, o todo quedará en agua de borrajas, o todo se enredará más y peor.

Quizá por eso la intuición del cuadro devoto.


+T.