jueves, 7 de mayo de 2009

Zollitsch se retracta y corrige, Deo gratias

Las reacciones ante las heterodoxas declaraciones del presidente de la Conferencia Episcopal Alemana han puesto el dedo sobre una dolorosa llaga. Que ha reaccionado. El último número de la revista Konradsblatt trae un artículo muy "expresivo" (y aclarativo) de Mons. Robert Zollitsch: "Anunciamos tu Muerte, proclamamos, Señor, tu Resurrección".

En mitad del artículo, aparece este elocuente párrafo:

"Der christliche Glaube scheut sich nicht, sogar noch dem Tod des Herrn eine positive, heilsvermittelnde und sühnende Bedeutung zuzuschreiben. Christus stirbt zu Gunsten der Menschen und stellvertretend für sie. Er tut, was sie selbst nicht tun können, weil sie in die Sünde verstrickt sind. Er wird zu einem Opfer menschlicher Bosheit, das gedemütigt und gequält am Kreuz stirbt. Stellvertretend für die Menschen überlässt er sich als Opfer der rettenden und wirksamen Liebe Gottes, die tiefster Grund seiner Lebenshoffnung ist. So öffnet er in unserer gewalterfüllten, sündigen Welt den Zugang zum Leben Gottes."

Que traducido dice:

"La fe cristiana no tiene miedo de atribuir a la muerte del Señor, un positivo significado salvífico y expiatorio. Cristo murió para beneficio del pueblo y en su lugar (en lugar/en sustitución). Él está haciendo lo que ellos mismos no pueden hacer, porque viven inmersos en el pecado. Él se convierte en víctima de la maldad humana, y muere humillado y torturado en la cruz. En nombre del pueblo Él se despoja de sí mismo como una víctima sacrificial al eficaz amor de Dios que es la más profunda razón de su esperanza. Así Él abre a nuestro mundo pecador y violento el acceso al Dios Vivo".


(Más o menos, porque mi alemán es muy rudimentario, ustedes se harán cargo).

¿Qué ha pasado? ¿Qué habrá podido pasar? Pues, probablemente, que alguién con "competente autoridad" ha debido darle un "toque" de atención a Mons. Zollitsch, que debe ser un buen entendedor porque ha entendido pronto y corregido bien.

Comenta a propósito un avispado comentador, un italiano muy perspicaz, que sólo los blogs de perfil "tradicional" han reaccionado contra las heterodoxas declaraciones aquellas de Zollitsch. Y es verdad. Y se pregunta el inteligente comentarista italiano si sólo los católicos de carácter "tradicional" han sido y son capaces de "detectar" la "sapiens haeresis" y a-católica doctrina que subyacía en aquellas declaraciones de Zollitsch. Y parece ser que sí, que sólo los bien formados católicos que saben distinguir qué es y qué no es lo que creemos.
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¿Qué ha pasado en la Iglesia? Lo digo por la "indiferencia" con que se reciben doctrinas "parciales" (la herejía es una "parcialidad") sobre temas fundamentales, artículos del Credo, la Cristología, la Eclesiología, los Sacramentos, la Escritura, la Fe en suma. ¿Es tanta la confusión? ¿Tanto ha "calado" y tantos son los "afectados" por esas "defectuosas" opiniones generadas por la pseudo-teología de los pseudo-teólogos?

Me reconforta y tranquiliza la corrección - aunque sea discreta - de Zollitsch. Tiene incluso cierto valor de "reparación" por aquello de "verba volant, scripta manent" (aunque una grabación audiovisual en directo también permanece y se difunde bastante, los tiempos han cambiado).

Y con más fuerza que las palabras al viento y lo escrito en papeles, "exempla tradunt", los ejemplos mueven y arrastran. Bien, pues, por Zollitsch, que con su ejemplo (donde dije "digo", digo "diego") ha enseñado tal y como se espera de un presidente de una conferencia episcopal. Bien.

Pero mejor decir las cosas bien desde el principio, y así todo queda más claro, nítido, luminoso. ¿No es verdad?
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