martes, 12 de mayo de 2009

Tres prelados proskinetes (more Taizé)

La verdad es que no sabía qué título poner a esta entradilla bloggera. Después he pensado que la foto se comenta sóla. Pero luego decidí que había que ponerle cabeza al articulillo, et voilà: Tres prelados por los suelos, un cardenal y dos obispos (el cuarto, el de la hopa blanca, es un "monje" de Taizé). Están en la Catedral de Sevilla, en la nave del Crucero, ante el Altar de plata del Monumento, ahora permanentemente (?) instalado en el extremo del crucero de la nave del Evangelio, en la Puerta de la Concepción, como altar para celebraciones ocasionales.
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Porque Taizé ha sido el "marco" de esta ocasión. Tiene la justificación de que están adorando la Santa Cruz (modelo Taizé). Tiene la injustificación de que, seguramente, el Viernes Santo, en los Santos Oficios de la Pasión del Señor, ninguno de los tres, ni el cardenal-arzobispo de Sevilla ni sus dos obispos sufragáneos de Cádiz y Huelva, se postrarían de manera tan patente a la hora de adorar la Santa Cruz.

προσκυνéω es la palabra griega que significa postrarse en adoración, y adorador se dice προσκυνητης ; las dos palabras y sus derivadas tienen como etimología la palabra κuνóς/perro, porque el gesto típico de adoración era echarse por tierra, en el suelo, como un perro, en la postura que recuerda a un perro rendido con la cabeza y los cuartos delanteros a ras de suelo y las patas traseras dobladas. Así se representan a los adorantes en la iconografía oriental. En los iconos, ante la figura de Cristo Pantocrátor o Entronizado, a sus pies, suelen aparecer dos (o más) figuras prosternadas de esa guisa (basileus, patriarcas, jerarcas, etc.). En las ceremonias del Rito Romano, las postraciones de ese tipo no existen. Los fieles están de pié, de rodillas, o tendidos bocabajo en postración completa (como piden las rúbricas para el comienzo de los Oficios del Viernes Santo, o para las Ordenaciones de diáconos, presbíteros y obispos, durante el canto/rezo de las letanías). Pero esa "proskínesis" oriental no se conoce entre las posturas litúrgicas de nuestro Rito. Adviértase que es la misma postura adorante característica de los musulmanes cuando oran.
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Resulta curiosa la "atracción" de esas formas adoptadas en Taizé. Taizé es un interesante "proyecto" ecuménico. No sé cómo lo explicarán los miembros de esa famosa comunidad, pero yo supongo que cierto "vacío" ritual-devocional en el frío y severo ámbito de las liturgias minimalistas protestantes, condujo al hermano Roger, Max Thurian y aquellos primeros miembros de su comunidad a adoptar una serie de elementos de la espiritualidad y la liturgia católica y greco-ortodoxa, asimilándolas poco a poco a la "experiencia" ecuménica de Taizé. De hecho, existe una aproximación desde el protestantismo al catolicismo utilizando como "puente" el Oriente Ortodoxo. Con la Palabra, la Cruz, la iconodulía, los cantos antifonales y responsorios, ciertas formas de convivencia comunitario-monacal etc. , con todo eso se ha ido operando un acercamiento a la Iglesia que "culminó" con la todavía no bien explicada Comunión que el hermano Roger, el fundador de Taizé, recibió de manos del Cardenal Ratzinger en la Misa funeral de Juan Pablo II, una aparentemente pública confesión de su pertenencia (?) a la Iglesia Católica. Aunque ya digo que no suficientemente aclarada. No sé si el tiempo pueda desvelar (oportunamente) más datos al respecto.

Ciertamente la comunidad fundada por el hermano Roger Schutz ha navegado en una corriente "católica" desde sus orígenes protestantes. Taizé es una encrucijada en la que el "encuentro" hace que se desdibujen las distinciones y los protestantes se acerquen a lo católico, y los católicos se aproximen a lo protestante. Para algunos, una muy apreciable (y viable) realidad ecuménica. Para otros (más conscientes?) una dudosa promiscuidad con ciertos peligros anejos, conducentes a la confusión de doctrina-credo y liturgia.

Claro que todo ello late en el confuso (equívoco?) concepto de "ecumenismo" que sustenta/justifica a Taizé, para algunos el mismo que subyace (o resalta) en ciertas interpretaciones según "el espíritu" del Vaticano IIº. Adviértase que esta discusión sobre la entidad y el valor de lo de Taizé ocurre in situ en la misma Francia de la FSSPX y el cada vez más afianzado tradicionalismo católico.


De la foto que ha dado pié a este articulillo, y volviendo a ella (esta de arriba muestra la "ambientación Taizé" instalada en el susodicho Altar del Monumento) , se me ocurre comentar que la apertura de nuestros prelados al "ecumenismo" de Taizé no se corresponde con una simpática sensibilidad intra-católica.

Quiero decir - por ejemplo -que ni el Cardenal Amigo Vallejo, ni Monseñor Ceballos, ni Monseñor Villaplana han celebrado públicamente (no me atrevo a decir que ni siquiera en privado; quizá (?)) la Santa Misa en su forma extraordinaria, algo de tanto valor para significar (y realizar) la "comunión" , sobre todo después de la publicación-recepción del Motu Proprio de Benedicto XVI, tan explícitamente "positivo" en su intención de restaurar y normalizar la celebración según el antiguo Misal.

No estoy en contra, al contrario, de "experiencias" como Taizé, y de rezar o cantar con cosas de Taizé que aproximan a Taizé a la Iglesia Católica. Pero me extraña la fácil acomodación a esas "formas" (véase la foto) y las dificultades, reluctancias y/o displicencias para (o contra) lo nuestro, lo que más identificativamente podemos considerar como nuestro.

¿Resistencia a lo católico y apertura a lo extra-católico-ecuménico? Desconcertantemente, esa parece ser la actitud predominante en ciertos niveles en los que se esperarían otras proclividades y/o firmes, sólidas, constantes convicciones.
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Un incidente más


No lo he visto, gracias a Dios, y me he librado de pasar un mal rato. Pero habrán sido, me figuro, unos minutos tensos y desagradables para el Papa: Un personaje palestino-jerosolimitano de primer orden, el jeque Taisir Tamini, presidente de los tribunales islámicos de Jerusalén, ha tomado la tribuna y el micrófono por asalto, y se ha puesto a lanzar exabruptos contra el Estado de Israel. Dos de los representantes judíos invitados se han levantado, airados, abandonando el acto. Mientras, el Patriarca Latino, Su Beatitud Fouad Twal, intentaba, sin conseguirlo, calmar y callar al jeque.

El p. Lombardi ha publicado inmediatamente un comunicado aclarando que no estaba prevista esta lamentable y extemporánea intervención del jeque Taisir Taimini. Pero ya la cosa ha sucedido, y esperemos que quede sólo como desagradable anécdota y no se convierta en "caso". Que es lo que hacía falta.

Un com-padre me ha preguntado que qué pensaba yo. Y le he dicho, sin pensarlo mucho, estas dos cosas:

1ª) Que, aunque parezca impropio, me pongo en el pellejo del jeque y "comprendo" el impertinente exabrupto. Tragando quina todos los días, el hombre ha visto la oportunidad de montar un "pollo" memorable que todo el mundo ha visto, va a ver, y va a comentar. Es como lo del zapatazo a Bush del periodista iraquí, poco más o menos (y me imagino que algo habrá influído el zapatazo aquel en este "estallido" del jeque no invitado a la tribuna). Los palestinos están que trinan y ese jeque ha trinado por todos ellos. Me figuro que el impertinente jeque Taisir Taimini va a ser muy aplaudido por todos los palestinos, como un "héroe".

Claro que un "héroe" a costa del Papa. El Papa - como todos nosotros - sufre el "desencuentro" entre palestinos e israelíes. Pero, se quiera o no, los israelíes y los palestinos marcan distancias entre ellos y todos los demás. El conflicto (guerra pura y dura) es entre ellos. Los demás (el Papa incluído) somos circunstantes y "afectados" que abogamos por soluciones que ellos no quieren porque tienen en mente y proyecto "otras soluciones".

Considerando este último parrafito, la segunda cosa que pienso es esta:

2ª) Que el Papa, en una ocasión como la de esta peregrinación, debería limitarse en sus actos públicos a encuentros, celebraciones y recepciones estrictamente religiosos, sin que se dé lugar a actos de índole "promíscua" que pudieran conllevar situaciones como esta del jeque incontinente (haya sido o no premeditada-ensayada su "incontinencia" verbal). ¿Me explico?

La infección de la "corrección política" nos mete en unos berenjenales que deberíamos evitar por el bien de lo que se pretende. Hacerse otros planes con otras ilusiones, es planear ilusionando. Y la situación de Palestina-Israel no es para "ilusionarse".
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Si al jeque en vez de un discurso le sale otra clase de "atentado"...¿qué hubiera podido pasar? Seguro que todos los presentes estarían super "garantizados" etc. Pero he ahí que lo imprevisto ha sucedido. Sáquense, pues, las consecuencias que del episodio se derivan.

Hay actos que quizá en Roma, en París o en Madrid tienen su "marco" y su sentido. En Jerusalén, durante una "peregrinación" del Papa quizá no tanto. Ya se está viendo.

Resumiendo: Rezar sí; "conversar" y dar "discursos" con personalidades de todo "espectro", me parece que no, que no es "oportuno".

Y no es que esté "corrigiendo", ni siquiera "aconsejando". Simplemente "comento". Y lamento que otra vez las cosas que le preparan al Papa vuelvan a estar cargadas de "imprevistos" que se debieran prever para evitar que sucedan, ni remotamente.

Oremus pro Papa nostro Benedicto!

Et pax super Ierusalem.
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