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martes, 23 de diciembre de 2014

15 pajas en ojos ajenos


Quince - casi docena y media - son las plagas que PP Franciscus detecta en su amada Curia.

(Cualquier cosa son amores /
 dicen que decía la Curia / 
oyendo las 15 flores).                                           (aquí la noticia)

El docto Rosmini sólo vio, en su tiempo, cinco plagas en la Iglesia. Al fin, tanto concilio y concilieo para que las dolencias, en vez de curarse, se tripliquen en medio siglo. Un desatino. O una mala cura. O una intensa infección de patógenos curiali-víricos - ¡quién lo iba a decir! - que han proliferado en vez de la omnímoda mejoría que las recetas conciliares pregonaban.

A lo peor es por las ventanas abiertas y las malas corrientes (de aire), que son muy traicioneras y en cuanto te relajas y te quitas la sotana, pillas una de las 15 (dolencias) o las quince en ristra, una tras otra, como un rosario.

Si me pregunta algún impertinente si me hecho una analítica con el guión de PP Franciscus, le respondo que no, que como no soy curial estoy exento del rapapolvo pontificio, que no me atañe. Sólo he leído apenas la noticia, pensando que se trataría de una caridad amable más de esas que prodiga a sus bienamados, ogni giorno, en Santa Marta.

(Los bienamados decían /
 al oir al Padre Santo /
 ¡Ay Santo Padre Francisco /
 por Dios no nos quieras tanto!).

Así y todo, sólo con la lectura somera, puedo asegurar y aseguro que estoy absolutamente libre, indemne y sano de la décima afección maligna: 10ª - La enfermedad de divinizar a los jefes; es un piojo que nunca me ha picado.

Y muy particularmente me declaro ileso de la 10ª calentura tocante al jefe diagnosticador de las 15 neo-plagas curiales-eclesiales, porque desde que asomo al balcón me resultó evidente. En cuanto salió, el espectro del Dante me sopló fríamente: -'Lasciate ogni speranza!'.

Yo me subí el alzacuellos, me re-abroché la sotana, me puse un solideo de lana y un tabarro veneziano, para no enfriarme.

Y así procuro conservarme. Mejorable siempre, pero de la 10ª, inmune.


+T.

martes, 30 de julio de 2013

Sed contra

 
Papa Franciscus parece querer seguir con aquellas charlas en vuelo que tantos malentendidos y explicaciones costaron a Benedicto (iba a decir su 'antecesor' pero me resisto, porque, realmente, es su coetáneo). Así mantuvo en el vuelo de regreso a Roma una distendida charla-coloquio con los periodistas que iban en el avión (ver entrevista aquí). Aunque en su transcurso dijo cosas importantes, también dejó algunas cuestiones en suspenso y otras respuestas sonaron confusas, si no equívocas. De todo lo que dijo, la prensa ha resaltado en sus titulares esto:

Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?

Esto dijo PP Franciscus.

Sed contra:

"Luego el Señor añadió: -'El clamor contra Sodoma y Gomorra es tan grande, y su pecado tan grave, que debo bajar a ver si sus acciones son realmente como el clamor que ha llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré'." Gn 18, 20-21

Este pasado Domingo (n. o. Dom17º lecc. C) , la primera lectura fue Gen 18, 20-32 (intercesión de Abrahám) y el Evangelio Lc 11,1-13 (el Padrenuestro, la oración, parábola del vecino importuno etc).

El paralelo alusivo de las escenas del Génesis con el Evangelio forzaba, en cierto sentido, a tratar en la homilía el tema de la oración, la confianza en la plegaria, la perseverancia en la súplica, la excelencia del Padrenuestro. Todo muy pertinente. Pero se obviaba el terrible marco de la escena, con el pecado de Sodoma y su tremendo castigo como telón de fondo. Quien dispuso esas lecturas, no quería que apareciera como tema el castigo del pecado de los sodomitas y gomorritas.

Algo parecido ha hecho PP Franciscus con su respuesta elusiva, tan impropia.

¿El Papa no tiene nada que decir al respecto? ¿El Papa no es juez del caso, del pecado y el pecador? ¿El Papa puede ignorarlo?

Porque no se trata del pecado de un pecador, sino de un estado de pecado fomentado, promovido, legalizado y generalizado. No es que redivivan Sodoma y Gomorra, sino que una militancia formidable, bien organizada y con medios, suscita e impone en la sociedad actual la pseudo-cultura de la aberración nefanda. ¿Y El Papa no tiene nada que decir? ¿El Papa no juzga?

Sed contra, repito la cita:

"El Señor dijo: -'El clamor contra Sodoma y Gomorra es tan grande, y su pecado tan grave, que debo bajar a ver si sus acciones son realmente como el clamor que ha llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré'."

Mal estamos si el Papa, a quien le compete el caso, se encoge de hombros, cierra los ojos y deja pasar.

En estos tiempos, además, en que, más que nunca, quien calla otorga.


+T.

sábado, 12 de noviembre de 2011

La gravedad de la materia


Vuelvo a sacar el tema, porque no cesa de reaparecer en los noticiarios, como una especie recurrente. Lo paradójico es que sean agencias de noticias supuestamente 'católicas' las que insistan, como si les cupiera algún interés en el asunto (¿o alguien 'de dentro' estuviera trabajando interesadamente en el asunto???).

Esta vez me han llamado la atención dos noticias, las dos publicadas en el Vatican Insider ('insider' no quiere decir 'insidioso' sino 'enterado', en el sentido del que conoce bien algo por dentro).

La primera noticia se refiere a Holanda. En Holanda pasan cosas muy graves desde los años '60, cosas que se dejaron pasar y que actualmente siguen pasando sin que Roma haya tomado las riendas y conseguido controlar la situación de la 'iglesia holandesa', hoy menos católica que ayer pero más que mañana. En esa Holanda des-católica se ha pactado lo que podríamos llamar 'idemnizaciones tarifadas' para compensar a las víctimas de la clero-pederastía. A razón de la siguiente tabla:

- acoso verbal o comportamientos de naturaleza sexual --> 5.000'€;
- violencia carnal ----> 25.000'€;
- casos excepcionales de violación grupal o serios abusos que hayan provocado un daño permanente ---> 1000.000'€

Temo que las tarifas actuen de reclamo y afloren denuncias nuevas (verdaderas, falsas y/o amañadas). El dinero es muy apetitoso, y por mil euros se pierde la vergüenza, en todos los sentidos. En casos conceptuados como de 'acoso verbal' y 'comportamientos de naturaleza sexual' que parecen ser bastante proclives a ser interpretados subjetivamente, la tarifa de 5.000'€ podrá tentar a muchos.

Dice el articulete del 'Vaticano Bien Informado' que estas tarificaciones holandesas se estiman como un ensayo, una experiencia piloto para otros paises (otras conferencias episcopales, es decir).

De ser verdad, sería una forma escandalosa - opino yo - de emplear los dineros de las diócesis afectadas. Por ejemplo, no me imagino en España organizando la campaña anual del tanto por ciento de la declaración de la renta a favor de la Iglesia Católica, o la colecta anual de la Iglesia Diocesana de este próximo domingo, si la gente supiera que los dineros iban a servir para pagar idemnizaciones tarifadas a las 'víctimas' del pederastazo clerical. No adivino cómo pueda derivar y acabar la cosa. Espero que en España, de aflorar el monstruo, la crisis tenga mejores gestores y solucionadores que en Holanda (o los USA, que fue donde empezó la ola).

El Señor nos libre.

La segunda noticia vuelve a ser en Irlanda: Más dimisiones episcopales como consecuencia de los casos de pederestia. El asunto me parece tan absurdo como he comentado otras veces. Absurdo y muy lesivo para la Iglesia. Una Iglesia que desde el post-concilio ha tolerado toda clase de abusos litúrgicos, heterodoxias doctrinales, transgresiones pastorales, desórdenes canónicos etc. etc. etc. sin deponer a ningún obispo de su sede (las excepciones han sido tan raras, pocas y excepcionales que no se pueden poner como ejemplo) se muestra ahora decididamente castigadora por un asunto en el que parece que pesan más las consideraciones pragmáticas que las de orden espiritual y moral, que son las que deberían, en todo caso, prevalecer.

Qué duda cabe de que todo esto terminará pasando factura, si no la está pasando ya. Seis, siete, diez o doce obispos destituídos (si no formalmente sí de hecho) no son una anécdota banal.

La pregunta que me hago - como tantos - es: ¿Y ahora qué? o ¿Después de eso, qué? Cuando se paguen las 'compensaciones' en Holanda (y donde sea) y se destituyan a todos los obispos con alguna tacha en Irlanda (y donde sea) ¿qué se va a hacer, seguidamente? ¿algún remedio contundente? ¿algunas medidas estructurales y no meramente coyunturales? ¿algún cambio de ritmo, de estilo, de fondo (y de forma también)?

Es que si no todo esto, con todo su fango y su miseria, no servirá ni de lección, ni de escarmiento, ni de penitencia, ni de cauterio en llaga abierta.

El tema, a estas alturas, resulta triplemente repugnante: Por lo que significa, por lo que esconde, por cómo se lleva. Con el fastidio, además, de la coda de la repetición, como la moviola que ralentiza y maneja adelante y atrás las imágenes, para que se vean y re-vean una y otra vez. Una formidable propaganda en manos del enemigo.

Cuando antes la moral católica enseñaba claramente que en materia de sexto mandamiento no existía parvedad de materia, sabía lo que decía. Cuando eso se fue olvidando (y discutiendo, y negando), la situación moral se fue deteriorando al paso que los propios miembros de la Iglesia (pastores y fieles) se iban conformando al pensamiento y los usos del mundo.

Un lamentable aggiornamento que ahora estamos pagando (o que pronto habrá que pagar).


+T.

domingo, 7 de marzo de 2010

El "examen" de Munilla

No soy "munillista", ya lo he dicho alguna vez, en alguna ocasión. Puedo compartir con el Obispo de San Sebastián cosas muy profundas y fundamentales, sustanciales; pero no me va su estilo ni le tengo simpatía. Esta semana pasada, por ejemplo, estoy con Munilla y contra el sindicato neo-arriano pro-pagolero, por razones de recta fides y neta catolicidad. La mala clerecía post-modernista ha degenerado hasta des-confesar el Credo y enseñar una infra-cristología que, stricto sensu, ni siquiera se puede decir que sea cristiana. Han hecho piña en torno a Pagola, dicen que por "solidaridad"; de hecho es un desplante más al Obispo y un rebrote del virus clerical-nacionalista de por allí, donde todo está infectado por etarritarrismo y sus excrecencias.

Así que en este nuevo "pulso" de los des-católicos, hay que estar con Munilla y contra la kaleborroka pagolerista. Sin ambages. Sería mejor que reconocieran que ya no se creen lo que son (sacerdotes) y que han dejado de creer en Cristo Hijo de Dios Encarnado. Si no lo hacen es por razones que ellos saben y que yo adivino (y que me callo para no hacer más roto en la red, que bastante destrozada está).

Pero el Munilla digno de ánimo y refuerzo ha sacado también esta semana una "carta" de las suyas, muy de su "estilo". La carta la dirige a no sé quién aunque él diga que es para los curas. Sus curas, los de la Diócesis de San Sebastían, ya se sabe que están con su batallita, su kaleborroka y tal. Conque no me cuadra que esté pensando en ellos cuando ha escrito esa carta con un "examen" para los curas. No creo que su clero kaleborrokero esté para exámenes, y menos para un exámen sacerdotal "estilo Munilla".

¿Para quién/es ha escrito la carta, pues; para qué curas? A veces los curas tenemos la impresión de que los obispos son entes extraterrestres que nos caen de lo alto como E.T. el de la peli, o algo así. Llegan a nuestras Diócesis, se enteran regular, encajan relativamente, y cuando están más o menos cuajados, entonces les llega la caducidad de los eméritos o se los llevan a otras Diócesis, promocionados y corriendo el escalafón del currículum espiscopale. Es decir, que llegan sin saber y se van sin aprender. No sé si me explico.

Eso sí, cada cual trae su concepto, sus ideas, sus planes, propósitos y objetivos. O no, y simplemente llegan a verlas venir y dejarlas correr, que de todo hay. En cierto paralelo, con cierta justicia, se podría decir lo mismo de los curas y sus parroquias, sobre todo cuando son parroquias de pueblo, cada una con su idiosincrasia, sus peculiaridades, con sus "cosas" y con sus personas. Un mundo, resumidamente, que tampoco se abarca por el cura recien llegado y que tantas veces ni se estrena y queda intacto porque el cura no cata ni entiende de la misa la media.

Pero no hablo ahora de curas de pueblo y parroquias, sino de Obispos y del Obispo Munilla y el "examen" de su carta, ese exámen de curas. Tiene gracia porque podría parecer una especie de "contrataque": Los curas no le reciben bien y como reacción el Obispo les pone un exámen. No sé qué diría un pedagogo experimentado del recurso en cuestión, si es viable o no. Yo pienso que no.

Por lo pronto no me imagino a los curas de San Sebastián en la "órbita" espiritual-sacerdotal del exámen de Munilla. Los kaleborrokeros-pagoleros no tienen conciencia sacerdotal para analizarse según el esquema de la carta-exámen del Obispo, me temo.

¿Y los demás, los demás curas que sí pudieran ser aptos para el exámen de Munilla??? Yo no sé qué decir si tengo que decir algo que sirva para todos, pero hablo y opino por mí y digo que no me hace gracia ni le rio la gracia al exámen de Munilla, el Obispo.

Los exámenes de conciencia son personales, muy personales. A lo sumo asunto del confesor y del penitente, o del dirigido y su director espiritual. Siempre se realizan in conspectu Domini, y son ad intra, muy interiores. No son para publicar.

Puedo encajar, con gusto y oportunamente, un duro examen de "conciencia sacerdotal" en un retiro espiritual, en una tanda de ejercicios espirituales, en una ocasión, la que sea, de esas en que los curas se reunen/nos reunimos para asuntos espirituales y sacerdotales. Así sí. Pero un "examen" de un Obispo en "carta", públicamente y con publicidad, no. Así no.

Munilla disimula escribiendo "nosotros", como si se incluyera él mismo en el exámen; pero de hecho está diciendo "vosotros", puesto que es él el que dicta el examen. ¿O no se da cuenta el Obispo examinante que al exponer el exámen está también definiendo - según su "examen" - lo que les echa en falta a los examinandos, lo que les encuentra de "demérito", de defectuoso. Y no salen muy favorablemente retratados-diagnosticados-evaluados los curas examinados. Por ejemplo, resumidamente, se dice implícitamente que son:

- falsos en su seguridad
- soberbios autodidactas-autodirigidos-autoevaluados
- inmaduros espiritualmente
- rutinarios
- desesperanzados
- faltos de autoestima
- desconfiados de la Providencia
- impurificados por ideologías
- deficientes en la oración
- vanidosos
- timoratos-pusilánimes
- sin método
- indisciplinados-negligentes-desaseados-sucios y poco higiénicos
- raros de carácter
- selectivos, con prejuicios contra los pobres, los enfermos, los marginados

Poco más o menos que gentuza de mal vivir, curas de misa y olla, escoria de la Iglesia y torpeza del catolicismo. O por el estilo. O incluso peor (ya se sabe que las cartas que se sacan a la prensa dicen menos de lo que se piensa, por eso de la "corrección política" y tal).

Desde luego, si yo fuera cura de la Diócesis de Munilla estaría muy "preocupado" con el examen de Munilla. Y aun no siendo - gracias a Dios - clero de Munilla, me siento igualmente afectado por el examen. Un examen que, como todo exámen, tiene tanto de subjetivo, de relativamente objetivo.

Y me pregunto: ¿Así piensan los Obispos que son los curas, sus curas?

Se me ocurren tantas cosas que escribirle en el examen, al margen de cada pregunta, sobre cada cuestión, una a una, extensamente, con nombres, con ejemplos, con detalles. Desde el caso del cura que termina derrengado después de cinco Misas de Domingo seguidas sin ganas de decir ni un Amén más; hasta el del que llega luego de las cinco Misas a su casa y no tiene ganas de guisarse un menú de gourmet y dieta sana; porque es el cura mismo el que se guisa y se hace (o no se hace) todo; el que no se plancha las camisas porque las quema, ni se cose los botones porque no ve ni atina a ensaltar una aguja. Y todo eso. Y más cosas, por el estilo.

Son los curas que llevan su Parroquia con temor y temblor...de que se les caiga el techo, de que salgan más goteras, de que bajen aun más las colectas, de que se agote el almacén de Cáritas; los que no pueden reformar la casa rectoral vieja y decrépita porque la economía parroquial no lo permite y antes hay que gastarse los cuatro euros mal contados en el campanario que se derrumba o el salón de catequesis que se llueve como una canasta.

Son los curas que no salen en la prensa nunca, porque ni son brillantes ni son delicuentes; son los curas del montón, los siempre medianos, los nunca aplaudidos, los jamás recomendados, los discretos, los vulgares, los corrientes, que llevan jersey con dos agujeros y coderas, zapatos deslustrados y caspa en la chaqueta. Ellos son así, con el breviario gastado y el rosario desengarzado, el coche con dos bollos en el morro, y el móvil descargado.

Son los curas que llevan encima el peso de la Diócesis, el de todos los días de todas las gentes, los que bautizan, casan, confiesan, predican, y se saben del tirón el ritual de exequias (el antiguo, no el petardo que hicieron los comisionados litúrgicos de los obispos, que nunca se sabe por qué página abrir ni qué "formulario" te pueda salir).

Esos son los "examinados". Esos son los curas objeto del examen. Que no son como el examen describe bajo sus cuestiones, que no son como el examen sospecha desde su formulario. Que se exáminan delante de Dios su Señor y le rinden cuentas con sinceridad de alma y le dicen con toda su alma "Tú lo sabes todo tú sabes que te quiero". Los que saben muy bien que no son curas por servir a las órdenes de un obispo, que la vocación no se la dio un obispo, y que perseveran en el sacerdocio y el ministerio y la Iglesia a pesar de los obispos y no gracias a sus obispos. Sic.

Me imagino a Don Munilla escribiendo su carta en su pc, habiendo cenado sanamente (con observancia cuaresmal, con exquisita parvedad), habiendo dormido su siesta medida y a su hora; habiendo rezado attente, devote ac reverenter su breviario, habiendo celebrado su Misa con mitra y solideo y ministros asistentes y escogida beatería presente; bien duchado, afeitado y perfumado, con las uñas limpias y pulidas, los zapatos rechinantes de limpios y oliendo a betún. Y el secretario en su ante-despacho avisándole -" Don Munilla, que es la hora de irse a Radio-María". Y así. Todo perfecto, todo pulido, brillante, en serena paz, sin precipitaciones, todo medido, todo suave, todo amable, todo sonriente, todo simpatía, todo unción, todo espiritualidad exquisita, recogida, digna, "sacerdotal". Todo así.

Bien. Dejémoslo así, que estoy al punto de caer (me parece que ya he caído) en el melodrama clerical, o una parodia de The Power and the Glory, o un sainete por el estilo.



Dice San Juan Crisóstomo *, obispo, que el obispo y el presbítero, en tanto que sacerdotes, son iguales; y San Jerónimo, presbítero, se pregunta: "...Quid enim facit, excepta ordinatione, Epíscopus quod Presbyter non faciat?" ** (excepto la ordenación, ¿qué hace un obispo que no pueda hacer un presbítero?).

Pero estas cosas se decían entonces, en la Época Patrística, cuando había obispos y presbíteros de otras calidades, con otros méritos, con otra sabiduría y otras virtudes sacerdotales.

Yo sueño con tiempos así. Y digo sueño porque la realidad no me permite esperar otra cosa. Es lo que hay. Aun con Munilla, el obispo de "estilo" que para algunos (ellos sabrán por qué) es una especie de non plus ultra.

Yo opino otra cosa. Y quiero otro estilo. Y no me entusiasmo con ningún mitrado porque nadie con mitra me excita entusiasmos. Será por lo que sea, pero es así. Y conste que no soy pagolerista-kaleborrokero, ¡el Señor nos libre!!!


* De Sacerdotio, L, III, 4-5
** Epíst. CI ad Ev.


+T.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Exorcistas: Amorth contradicho por Fortea


Con temor y temblor me acerco al tema y sus protagonistas, que no soy adicto a lo demonológico. De entrada diré que me he sentido "incómodo" con las palabras que la prensa pone en boca del famoso p. Gabriele Amorth, esa afirmación de que hay clero mayor "satánico" (traducción aquí). El Señor nos libre.

Después, más serenamente, advierto que, verdaderamente, todos estamos "tocados", tentados por el diablo y sus demonios, tantas veces cada día, laicos, sacerdotes, obispos y cardenales incluídos; porque no en vano incluyó el Señor en su oración las dos últimas peticiones del Paternoster "...et ne nos induca in tentationem, sed liberanos a malo". Amen. Es decir que, tocante a tentaciones y demonios tentantes, todos somos propensos, con capelo o con bóina, el que viste púrpura cardenalicia y el que va con vaqueros, botines y chupa de cuero. Del mismo barro somos y un mismo enemigo tenemos.

Claro que suponer que hayan prelados "satanistas" parece algo extremo, casi delirante. Sin embargo el tentador tienta a cada uno según sus circunstancias y flaquezas, a cada cual en su grado y a cada tentado en su escalafón. Y eso se sabe de siempre. Por ejemplo, en el célebre y sabio icono de San Juan Clímaco, el docto místico del monasterio de Stª Catalina del Sinaí, los demonios insidiosos le echan la soga al cuello y hacen caer de la escala que sube al Cielo no sólo a los incipientes de los peldaños más bajos, sino también a los proficientes de los más altos niveles. Y mientras más arriba, mayor la caída. Que el Señor nos libre.

Yo me tomo bastante en serio las leyendas de los pactos, contratos y compra-ventas con el Demonio. Sin duda, más de uno puede rematar como un Doktor Faustus, viejo, frustrado y con ganas de más vida y más mundo, y dispuesto a vender su alma. ¿Se vende el alma? Pues yo diría que sí, que hay quienes se lo piensan si se trata de alguna ganancia apetecida. Y como se cree muy poco en el alma, muchos la venderían con gusto pensando que dan nada a cambio de mucho. Siempre hay insensatos que se imaginan que saben más que ese que sabe tanto por ser más viejo (refranero dixit).

¿Algún cardenal se ha vendido, se habrá vendido, se vendería al diablo? Yo me preguntaría que para qué, porque dadas las circunstacias del supuesto prelado, si cree en el demonio y se vende a él y no cree en Dios y le teme, es un risible insensato digno de premio nóbel al imbécil mayor del año vestido de grana. Además firmar un papel al demonio es reconocer implícitamente todo el Credo, aunque se eluda; de facto es rendirse al malo sabiendo que está escrito que la victoria es de la Cruz, no del maligno. ¿Se puede ser tan absurdo y contradictorio? Sí, porque el pecado es eso, malignidad torpe contra Dios y uno mismo por prestar oído y atender sinrazones engañosas de la serpiente; desde Adán y Eva repetimos lo mismo, la misma secuencia del mismo guión. Somos tan cretinos como nuestros primeros padres, lo llevamos en los genes. Somos sujetos de tentación.

Repito sin embargo que me choca que me digan que hay cardenales diabólicos, encendiendo velas negras al demonio, ¡qué numerito!

De todas formas, me tomo más en serio al p. Amorth que a nuestro paisano Fortea. ¿Por qué? Por el tipo, perdonen Uds. mi insustancialidad. Además por la competencia y la experiencia, y porque Amorth es oficialmente exorcista en Roma y Fortea es oficiosamente exorcista por libre. Y con blog.


&.

jueves, 5 de febrero de 2009

Recapitular


Me preguntaba hoy un allegado que qué se debería hacer, en tales circunstancias, cuando la derrota desarma y el escándalo desalienta. Le he respondido con un infinitivo cargado de recursos: Recapitular.

Me alarma que no nos cale hasta los tuétanos lo que rezamos (lex orandi, lex credendi). Nosotros empezamos la Misa con el ritual del "Yo confieso" y el triple golpe de pecho...Pero a veces (muchas veces, muchas veces) descubre uno que no nos creemos lo que rezamos, que no asumimos y sólo "ritualizamos". ¿Se nos ha olvidado que somos pecadores? ¿No entendemos que en nuestra vida hay culpas, que hay cosas que son por nuestra culpa, que tenemos grandes culpas? Todos; todos los que rezamos eso que rezamos.

Por eso el desencanto cuando el pecado se evidencia, se descubre, se enseña y se publica. Mientras estamos detrás del telón, con las culpas veladas y encubiertas (piadosos sigilos de confesonario y confesor), bueno. Pero hay veces que se levanta el telón y la discreta escena aparece cruda y real, hijos de Adán, hijas de Eva y hermanos-as de Caín en plena tragedia, cada cual con su pequeño (o gran) drama interior-exterior, sin decorados, sin maquillajes, sin luz favorecedora, sólo con las candilejas del proscenio; sin telón de decorado ni atrezzo de ambiente; sin vestuario: Sólo el hombre, desnudo en su patética verdad de pecador con su pecado.

Cuando el Señor enseña a orar, instruye a los Apóstoles con la sencillez del PadreNuestro, tan "actualista". Quiero decir que es una oración en presente, que pide pan para el dia en que se reza; y pide perdón, y pide favor para no caer (ese dia también, como el panem quotidianum). Siempre es así, dice eso, reza esas cosas el PadreNuestro que "nos atrevemos a decir" (que también se nos olvida que ese rezo es atrevimiento, por ser nos quien somos y ser Él Quien es). Esta oración la rezamos todos los creyentes, y somos creyentes si creemos lo que estamos rezando y que somos tal y como nos definimos en lo que estamos rezando.

Un cristiano no se asusta del pecado, ni de los pecadores. Ni de ver a los pecadores. Ni de tratar con pecadores. Ni de vivir entre pecadores. Ni de vernos pecadores. Ni de amar a los pecadores. Pero...
Pero se nos impone el mundo, la feria de vanidades, y a veces nos comportamos como fariseos y/o como paganos. O como el mulatillo aquel que sale en el Lazarillo, que cuando veía a su padre negro como el carbón lloraba diciendo - "Mama coco! Mama coco!"...porque el pobrecito no se veía tan negrito como su padre.

Somos así, leprosos con careta de plata que señalan escandalizados al leproso que pierde su máscara, y señalamos con el dedo y rehuímos su compañía. Nosotros, los leprosos.

Lo que decía: Hay que recapitular, volver a poner en cabeza a Cristo. La "piedra angular" sobre la que se construye en firme y con garantias de salvación. Lo que no sea eso, es empezar mal el capítulo: Recapitular todas las cosas en Cristo. Como una de esas grandes letras unciales que salen en los códices viejos, Evangeliarios, Misales y cantorales: Tambien en cada y para cada capítulo de la vida de cada uno (de cada cristiano).

Ese es el proyecto, para nosotros, pecadores, ahora y hasta la hora de nuestra muerte.

Amén.

+T.

viernes, 17 de octubre de 2008

Anticristianos, otra vez

Digo que son embestidas porque hieren con la cuerna del diablo: A lo más Santo y lo más inocente y lo más expuesto y lo más indefenso. Así son ellos, lo aliados del mal, la voz de la perversión, los imagineros de la blasfemia. No sólo es por la pelicula del infame peliculero sacando pelas y subvención a costa de falsear un historia tan respetable como santa. Ese es uno, pero hay más.
.
En Alemania, un musical se pitorrea aberrantemente de los Papas, la Iglesia Católica y todo lo demás. Siendo el Papa actual alemán, es, seguramente, un estudiado detalle que tienen con él en su patria, no vaya a creerse que están contentos y orgullosos de tener un Papa después de tanto siglos. Se estrena en Munich, para más casualidad.

Y otra vez en España, en casa: El primer "militar gay" posando en pelotas sobre signos e imágenes sagradas, para un calendario "benéfico" (advierto que el enlace trae fotos indecentes del sujeto, para que no las vea el que no quiera verlas). El aguerrido militar es aquel que se "casó" en impúdico marimonio con otro militar; ya se han "separado" (un affaire que siempre olió a preparado y con cobertura "superior"). Ahora, el marcial ejemplar se brinda a posar sacrílegamente, sabiendo, reconociendo y declarando que "a la Iglesia no le va a hacer gracia". Con premeditación y alevosía. Se ha hecho fotos encima de un altar, parodiando un crucificado, y otras acostado sobre unas tumbas, en un cementerio. Muy valiente el "gesto", como verán.

A cada uno de los de cada caso yo les diría lo de siempre: Que con los moros que degüellan a los que se rien de su religión y que ahorcan a sodomitas, con esos no se atreven. Pero con nosotros sí.

Nunca alentaré barbaridades, pero algún día pasarán. Y el día que un católico emberrechinado cometa una barbaridad, yo no la justificaré, pero comprenderé bastante al que meta miedo a toda esta mala piara, que merecen estar ante un tribunal y pagar bien pagados sus abusos.

Una piara que cuenta con la tácita y complacida aquiesciencia de los que mandan, que hasta subvencionan generosamente estas "iniciativas" tan de su gusto. Aquí, en España, y fuera de aquí, porque la infección es pandémica.
Cuando salen noticias así, me gusta repetir la advertencia: Deus non irridetur! De Dios no se rie nadie. Y esas burlas se pagan caras, muy caras, y siempre: En la vida o en la muerte.

Y no es broma el asunto.

&.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Confesiones impúdicas

No tengo conciencia de haber escuchado nunca voluntaria y deliberadamente ni una copleta de los Beatles. Incluso me disgusta nombrarlos. No diré de los que siguieron después de esa mala cuadrilla su abomibable senda, molestia que me ahorro.

Peeero...no hay alcázar sin brecha, ni perro sin mancha, ni cabeza sin chichón, grano, cana o calva. La integerrimidad es praeternatural entre los seres creados, lo mismo que la perfecta perfección no pertenece a nuestra naturaleza. Por lo que - mea culpa! - confieso que me gustan estas dos canciones:






Yes. Solutamente. Por mis pecados será, sin duda. Mas me fascina la pinta de capullo del que canta; y, todavía un grado más, me chifla el pataje con botas de Mama Cass bailando, ese movimiento, ese suave y módico-rítmico compás, balanceando su descomunal torso-busto de Venus esteatopígica versión '60-70, imposible batir de piernecitas y tacones, con su batón de muñecona. Me embelesa.

Cuando iba al cine, a la sesión infantil (tardes dominicales de Tarzán-Weismüller, espaguetti-westerns de Almería, y pelis de romanos contra todos) ponían antes y en el descanso un disco rayado de The Mamas & The Papas , con Monday Monday y Californiam Dreamin. Y por eso será, digo yo, que me saben a palomitas y pipas y kikos, y chicle bazooka, y conguitos, y orozuz del duro, y piruletas fiesta, y pictolines. A juanolas también. Y me gusta oirlas (de vez en cuando).

En el summum de mi parcial y ya crónica afectación de la bacteria pop, soy fan de Mama Cass. Si ya me rindió con sus imposibles movimientos coreográficos sin sacar los pies de la misma losa bajo sus opulentas formas superiores, me hechizó definitivamente haciendo de Bruja Hazel en La Fláuta Mágica-The Pied Piper, con su nariz real enriquecida con un par de verrugas, y dos o tres ratas en el pelo. Y a pesar de todo, encantadora.



Bueno, ya está. Son solaces que me per-mitto, que todo no van a ser virtudes. Y de algo nos tiene que perdonar el Señor, que para eso vino. Amén.

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miércoles, 6 de agosto de 2008

Esclavitud olímpica

Debería haber puesto "comunista", porque la aberración procede de la abyección del sistema y sus derivados y sus consecuencias.

Ayer, martes, muy tarde, pusieron en la 2 un reportaje escandaloso sobre los tormentos - sic - a que son sometidos los chiquillos chinos que preparan para competir en certámenes deportivos. La imágenes eran cruelmente indignantes. No sé cómo las pudieron filmar. Viéndolas, uno se preguntaba cuáles serían las verdaderas torturas si esas eran las que enseñaban.

Niños de cinco y seis años sometidos a una disciplina de esclavos, llorando colgados de unas barras, con los tendones de las muñecas a punto de rompérseles; llorando cabeza abajo, no sé cuántos minutos soportando el peso clavado del cuerpo sobre sus brazos y manos; llorando repitiendo una y otra vez volatines sobre un potro; llorando cuando los dejaban sólos en una sala, sin sus padres, que no venían a recogerlos; llorando en una salón sin poder dormir entre cien chiquillos más; llorando en sus casas cuando sus padres les ponían desinfectantes y tinturas en las ampollas de las manos (manos que parecían de juguete, pero atormentadas como las de un gladiador romano).

Abyecto.

Y yo me preguntaba por qué ponían ese reportaje a esas horas y en vísperas de inaugurarse las Olimpiadas en ese horrendo país, el monstruo superviviente del comunismo criminal que nació criminal, prosperó criminal y se ha perpetuado y será criminal hasta que expire el último representante de una ideología reproductora de esclavos y asesinos.

Vamos a estar dos semanas "celebrando" lo que nuca se debería haber consentido. Bajo la mirada corrupta y cínica del infame Mao, criminal engendro de criminales.

Qué asco y qué escándalo de esa China apestosamente comunista aunque la vistan de seda con aros de olimpiada.

Pereat!

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martes, 22 de julio de 2008

La Conversión de la Magdalena

Cuando sale a relucir Pedro Malón de Chaide, casi siempre se olvidan de ponerle delante su fray. Yo mismo suelo citar solamente "Malón de Chaide", y le borro hasta el Pedro. Pero su gracia completa es Fray Pedro Malón de Chaide, de la esclarecida orden de San Agustín (algunos escriben Echaide, pero Chaide me suena mejor, porque parece que fuera francés y es de Cascante, en Navarra).
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Los agustinos de España no salieron a su confratre Lutero ni le siguieron, y se mantuvieron fervientes católicos. A pesar de la inquisición que la eadem le montó a Fray Luís de León, el excelso doctor quedó absuelto y sin mácula. De Fray Luis aprendería fray Pedro Malón tantas cosas en Salamanca - verba et vita - las que rumiadas y consideradas aflorarían passim en la única obra que publicó, un año antes de su muerte, en la Barcelona de 1588, donde era prior: "La conversión de la Magdalena". Que es por eso por lo que traigo al blog a fray Pedro Malón, por la Magdalena, que es hoy.

La Magdalena ha sembrado imaginaciones más de lo que ella nunca pudo imaginar, como si los siete demonios que el Señor le exorcizó no hubieran parado de marear las cabezas de los que se distraen con la Magdalena y sus demonios y olvidan al que le sacó los demonios a la Magdalena, que es el interesante. Ella, depende.

Depende del porqué o el para qué del interés. Últimamente, es malsano, cuando no blasfemo, y casi siempre irreverente. De la María Magdalena de los Evangelios a la que sacan los noveluchos (y algún impío pseudo-exegéta des-católico, que también los hay) no hay nada más que torcida lección y peor intención. No problem por la Magdalena ex sese, sino por pretender ofuscar la imagen de Cristo. Piensa el lector que lo leído es de su misma condición, y por eso se inventa y rastrea bajuras - que es de lo que sabe - y no encaja la simple altura de la gracia - que es de lo que no entiende - . Habrá que explicar a muchos de mente estrecha y hediondo corazón que el "tolle, lege" es también gracia, y que no entiende el que quiere, sino el que puede.
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Pero volvamos a la Magdalena de Malón. La obra es sui géneris, por eso no ha tenido el éxito y el decurso de otras obras de la literatura ascético-mística de nuestro Siglo de Oro. El texto de Malón de Chaide no es ni narración, ni exposición, ni comentario, ni sermón...sino que es todo eso y un poco más, hasta con verso y glosas rimadas de los Salmos. En un castellano precioso, fray Pedro lo mismo discursea, que cuenta, que imagina, que comenta, que exorta, que canta. Pese a esto, él mismo enseña en la dedicatoria que su obra tiene estructura y partes:

" Se divide en cuatro partes: porque, puesto que siguiendo la cuenta del Evangelio, bastaban solas tres, conforme a los tres estados que de
la Magdalena nos pinta: el primero, es de pecadora; el segundo, de Penitente; el tercero, de gracia y amistad de Dios. Con todo eso, yo he antepuesto otra parte a estas tres, que es el primer estado del
alma antes del pecado, por parecerme necesario de saber cómo va cayendo del estado de gracia en el de pecado, y para que de esta manera le hiciésemos la cama al Evangelio y a sus primeras palabras..."

Analiza perspicazmente la situación de la empecatada Magdalena y reflexiona sobre sus pecados, observando que son de notoria gravedad por estas cuatro razones: Porque eran sensuales, porque eran públicos, porque eran escandalosos, y porque eran muchos. Conque sensualidad, publicidad, escándalo y multiplicidad, todo tan actual que pareciera que fray Pedro comentara la desvergüenzas de alguna re-putada de nuestra alta sociedad, alta política, alta costura, escenarios, peli-televisión...o simple grado de mediana o baja re-putación.

Pero fray Pedro, por otra parte, no es políticamente correcto y dice cosas como esta:

"...La primera calamidad y miseria del hombre es que nace de mujer,
de la más mudable sabandija de la tierra, de suerte, que allí se le pega
la mudanza y poco asiento y la flaqueza en el bien. Mámalo en la leche, y sabe a la ruin pega del vaso donde se envasó"

Por cosas de estas que dice Malón me temo que esté tan poco leído y promocionado, y que sólo sea del gusto de algunos exquisitos, verbigracia. Pero la contundencia no quita su "mica salis" a la ocurrencia, que la tiene.


Cuando leía esto:

"...quiere Dios que los pecados de la Magdalena se prediquen y
pregonen, cada año por los púlpitos, y no por afrentarla; y para esto
quiere que los escriba su historiador, porque con esto la hace más famosa en el mundo..."

me acordé del sermón que se montaba todos años en Sevilla, tal día como hoy, por la fiesta de la Magdalena. No recuerdo dónde lo he leído, en algún libro de temas sevillanos, seguramente. Pero era el caso que el día de la Magdalena mandaban cerrar las casa de lenocinio, y montaban en el compás de la Laguna, que era entonces el barrio de las mancebías, en la actual Plaza de Molviedro, un tablado con Altar; y juntaban allí a todas las putas de la ciudad, y un escogido predicador les espetaba un sermonazo de tomo y lomo que arrancaba suspiros y lagrimones a las descarriadas, todas tan emperifolladas como se puede suponer. Y era tal el efecto del sermón, que se cuenta que todos los años algunas dejaban el oficio y se metían terciarias en alguno de los beaterios de la ciudad, que los había muy específicos para esos casos. Contaban que el sermón del dia de la Magdalena era tan popular, que mucha gente principal acudía a escucharlo, las damas en los balcones y los caballeros abajo, en la plaza (que dicen también que eran notorios los guasones que se divertían con todo aquello y alborotaban un gallinero tan peculiar y propenso al alboroto). Tendría que ver.

Volviendo a Malón y su Magdalena, dice cosas muy acertadas sobre la Santa:

"...La Magdalena, por los mismos pasos por donde se perdió, por esos
mismos buscó su remedio. Había hecho guerra a Dios con boca y ojos y cabello, con olores y blanduras y regalos; pues con todo eso le sirve..."

Ahora discuten y niegan que sean una y la misma la pecadora de la escena de la casa de Simón el leproso y la Magdalena. Aun más se complica el personaje cuando lo deslindan de María la hermana de Lázaro y Marta, quien según la tradición era la misma Magdalena. Malón sigue la opinión de su tiempo identificándola con la protagonista de esas tres citas/escenas distintas: Mc 16, 9 y Lc 8, 2 por un lado; por otro Lc 7, 36-50 y Jn 12, 1-18; y Mt 26, 6-13 que parece identificar una y otra escena. La sospecha sobre la congruencia entre los textos evangélicos no existe en tiempos de Malón; se procuraba concordar los pasajes y prestar la credibilidad debida a cada cita, además de aceptar la tradición. Quiero decir que eran católicos y no pretendían contradecir la Scriptura, pero sí procuraban creer más y mejor (y si no, Inquisición al canto; sana institución que prevenía de muchos males que ahora son epidemia).

Vuelvo a Malón, de nuevo, que tiene partes tan graciosas como esta, que cuenta áuge y caída de la protagonista:

"...Así que en la Magdalena el traerse galana, el preciarse de ello, el gustar de ser celebrada por muy dama, la trajo a tanta perdición que ya, como a pública infame, la llamasen la pecadora."

Palabras que otra vez encuentro tan concordantes/discordantes para muchas de las hembras que ahora prosperan, que asentirán a la primera parte, pero disentirán de la segunda y no aceptarán que lo suyo sea perdición, ni sea infamia su caso, ni de pecado su estado. Si bien mirado, la secuencia convendría lo mismo al mujerío emergente de cualquier tiempo, desde Helena de Troya a Madame de Pompadour.

¿Que si Fray Pedro Malón de Chaide sería misógino? No señorita, porque le dedicó La Conversión de la Magdalena "A la ilustre señora doña Beatriz Cerdán y de Heredia, religiosa en el Monasterio de Santa María de Casbas, en Aragón", particular detalle que debería disipar cualquier duda sobre afección misogínica alguna. Claro que como hoy se estila llamar misógino al que habla de todo esto con cuerdo juicio y crítica razón, no sé si fray Malón escapará de ser tachado de tal. Yo no lo consideraría, obviamente.

Pensaba hablar de la iconografía de Stª María Magdalena, pero me alargaría, y ya me he extendido demasié. Añadiré, empero, dos citas más.


Esta es un fragmento en verso de la glosa en verso del Salmo LXXXVIII :

"Por dó comenzaré, bondad inmensa,/
este mar de mercedes que me diste,/
pues el comenzalle hacerte ofensa,/
siendo infinito lo que en mí hiciste?/

Yerra por cierto quien contallo piensa./
¿Pues callaré? No, no, que amor resiste,/
y dice al alma: puesto que no hay cabo,/
Misericordias Domini cantabo.../
.... .... .... .... .... .... .... .... ....
cesó el curso mortal, y paré luego,/
escapando por Tí de eterno fuego/
.... .... .... .... .... .... .... .... ....
y el alma de mil flores se hermosea, /
que en sólo arder y amarte a Ti se emplea./
.... .... .... .... .... .... .... .... ....
Allí te alabaré, y en dulce canto/
cantaré las grandezas que me has hecho/
.... .... .... .... .... .... .... .... .... ....
y será de mi canto el fin y cabo/
Misericordias Domini Cantabo/"

Como este, vierte fray Pedro una docena de salmos, todos acomodados más o menos al motivo principal de la Magdalena y su conversión.

Y esto, para acabar, que pega como moraleja:

"Digo, pues, que la Iglesia Católica, no sin sobra de razón, nos da a la
Magdalena por ejemplo de penitencia, por donde los que no sabemos
salir, ni desenredarnos de nuestros pecados ni por qué pasos va la penitencia, con tan buen guión no la podamos errar..."

Pues ya está. Aplíquese el exemplo cada cual según convenga, y que Stª María Magdalena nos encomiende a su Señor, que es el nuestro in saecula saeculorum. Amen.
n.b. Y esto para el que quiera leer algo de La Conversión de la Magdalena en esta preciosa edición de 1596.


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jueves, 17 de julio de 2008

Hambre?


Si nos preocupa la "huelga de hambre" de un asesino y no nos conmueve el hambre de millones inocentes, ¡qué locos estamos y qué degenerados!

Si nos afecta la "huelga de hambre" de un criminal y no nos subleva el hambre de millones de inocentes, ¡cuánta maldad nos envuelve y cuánta injusticia!

Si hablamos de la "huelga de hambre" de un terrorista y callamos el hambre de millones de inocentes, ¿en qué nos hemos convertido, qué estamos consintiendo, cuál es nuestro mundo??? !!!


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martes, 19 de febrero de 2008

O Fortuna


Aparte el formato quasi karaoke, pienso que es muy "cuaresmal" este montaje del O Fortuna de los Cármina Burana del maestro Carl Orff:





Orff tiene la extraña gracia y maestría de haber compuesto música clásica para un tiempo y en un tiempo en el que se había renunciado al clasicismo y optado por la improvisación pseudo-artística.

Un logro más de su genialidad es el de haber traducido en notas una extraña literatura ensalzándola, dotándola de un grado más alto de arte que el que los versos goliardescos tenían en sí, simbiosis que se logra muy raramente.

Si el Orff mil veces criticado por conservador y reaccionario (la piara siniestra no perdona nunca las genialidades de ningún tipo a la vez que impone sus mediocridades de toda laya) es un creador ajeno a su tiempo, que lo digan las veces que nuestro tiempo ha acudido a Orff y sus Cármina para expresarse.



Como yo estoy haciendo ahora, proponiéndola como música "cuaresmal".

Es porque la letra parece tan propia para un primer paso de contemptu mundi:


O Fortuna
velut luna
statu variabilis
semper crescis
aut decrescis;
vita detestabilis
nunc obdurat
et tunc curat
ludo mentis aciem
egestatem,
potestatem
dissolvit ut glaciem.
Sors immanis
et inanis,
rota tu volubilis,
status malus,
vana salus
semper dissolubilis,
obumbrata
et velata
michi quoque niteris;
nunc per ludum
dorsum nudum
fero tui sceleris
Sors salutis
et virtutis
michi nunc contraria
est affectus
et deffectus -
semper in angaria.
Hac in hora
sine mora
corde pulsum tangite;
quod per sortem
sternit fortem,
mecum omnes plangite

O fortuna - como la luna- en estado variable - siempre creces- o decreces - vida detestable - que ahora dura - y después preocupa - en el juego la punzada - de pensar en la indigencia - la potestad - derrites como hielo - Suerte desmesurada - y vacía - tú rueda voluble - mal asentada - hueca salud - siempre disoluble - ensombrecida - y velada - también resplandeces para mí - ahora por el juego - la espalda desnuda - llevo de tu calamidad - suerte de salvación - y de virtud - para mí ahora contraria - es afecto - y defecto - siempre forzado - En esta hora - sin demora - tocad el pulso en el corazón - lo que por la suerte - derrumba al fuerte . llorad todos conmigo!

Muy "cuaresmal", ¿verdad?

A la letra (traducción bruta-literal-macarrónica de un servidor) que describe la fatal variabilidad de eso que llamamos "fortuna", Orff le ha puesto esa música tan poderosamente turbadora y fascinante a la vez.

¿Qué más digo a propósito? Diré que estamos en las antípodas, en el reverso de otro mundo que bien pudiera simbolizarlo el emblema y el mote cartujano:

"Stat Crux dum volvitur Orbis", tan cuaresmal también.

Son dos referencias que siguen polarizando el mundo y a los hombres: Los que se suben a la rueda de la fortuna y los que se vinculan al eje de la Cruz. ¿Hay un medium virtutis, un centro equidistante que sirva de ubicación circunspecta a los que aborrecen (o temen) los polos? No sabría decir; pero parece - según los cartujanos - que lo único inmovil, firme, bien asentado, estable y constante, es la Crux.


Sub specie aeternitatis decían los antiguos que había que considerarlo todo. Y parece que el eje extático está más conforme con la species aeternitatis, ¿no?

Lo que pasa es que desde chicos - ¿por qué será? - nos gusta montar en tiovivo. Debe ser por algo del pecado original, la concupiscencia, y todo eso. Pero más cuenta nos trae que vayamos ensayando la eternidad, que es lo que va a durar, verdaderamente.


+T.

martes, 11 de diciembre de 2007

Armenios

Me ha impresionado este mapa que he encontrado hoy en inet. Ha sido casual, pero escalofriante el impacto:


Los puntos rojos marcan lugares donde se masacró a los armenios (el tamaño de cada punto es proporcional al número de víctimas); el trazo rojo con puntas de flecha señala las rutas por las que las tropas turcas condujeron a los armenios en penosas condiciones hasta las fronteras, en algunas ocasiones por el desierto y al desierto; los puntos azules ubican los campos de concentración.

Una persecución contemporánea a una nación, un pueblo y una religión: Por ser armenios y por ser cristianos.

Turquía se resiste a reconocer el histórico y terrible genocidio.

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