martes, 15 de julio de 2008

España budí


Me gustan los bosquimanos en el Congo. Me gustan los navajos en Sonora. Me gustan los lapones en Finlandia. Me gustan los tuaregs en el Sáhara. Me gustan los sijs en Cachemira. Me gustan los monjes budistas en el Tibet, Nepal, Sikkim y Bután.

Escojamos y continuemos: Me gustan los monjes budistas del Tibek, Nepal, Sikkim y Butan. Me gusta que sean del Tibet, Nepal, Sikkim y Bután. Me gusta que parezca que son monjes del Tibet, Nepal, Sikkim y Bután.

Particularizando: Me gustan que vistan de monjes budistas, con tipo de monjes budistas, con cara de monjes budistas, con cabezas rapadas de monjes budistas, hablando lo que hablan los monjes budistas, haciendo lo que hacen los monjes budistas.

Con un grado más de incidencia sobre el particular y recapitulando sobre el particular seleccionado: Me gusta los mandalas de los monjes budistas del Tibet, Nepal, Sikkim y Bután. Me gusta que ronroneen mantras, que toquen las trompetas gigantes, que den vueltas a los molinillos de oración y que tomen té caliente con matequilla rancia de yak.

Coda final con variación en paralelo antitético: No me gusta ni pensar en tomar té caliente con mantequilla rancia de yak. No me creo el ínvento de los molinillos de oración. No me agradan los berridos desafinados de las trompetas gigantes. Y me dan horror doscientos calvos con túnicas granate y gorros azafrán con molinillos de oración sorbiendo tés calientes con mantequilla rancia de yak mientras ronronean mantras que sabrán ellos lo que dicen (aunque admiro todo; en particular el té).

Si me sacan a los monjes del Tibet, Nepal, Sikkim y Bután y me los plantan allende el bajo Llobregat; si resulta que los veo y uno tiene cara de payés cateto, otro de oficinista estresado (los dos con pelos vulgares y corrientes y abundantes); y si un tercero lleva melena de hippy aceitosa, barba abundante y entrecana estilo profeta-gurú- sin-techo y prominente barrigón cervecero-salchichero con más pinta de sobrinonieto de Johannes Brahms que de Panchem-Lama...por mucho que se pongan Rimpochet delante (o detrás) de su impronunciable gracia, no me lo creo, no me lo trago, no me la cuelan.

Todo esto me sale espontáneo cuando en el telediario en el que pescó locutora consuerte el principés asturiés daban como noticia de transcendencia nacional para toda España (Viva!!!) que cuatro disfrazados que dicen que son monjes budistas que viven en el virreinato del pan tumaca han publicado una guía budista para los accidentes de tranfico con un casco con mantras incorporado que venden a la módica cantidad de nosécuántos euros-€ la unidad (y sin té caliente con mantequilla de yak).

p.s. Dicen que los zpeses de la Moncloa (familia modélica y ejemplar) ya se han comprado el pack y están la mar de felices, serenos, entonados y re-concienciados con el casco y sus mantras incorporados (el té, por lo pronto, dicen que lo van a tomar como siempre, i. e. con chorrito de Cazalla mejor que con mantequilla rancia de yak).

p.p.s. Salvo en lo del té con chorrito de Cazalla (exquisito gusto que alabo), me pirro-irro imaginándome las escenas, con todo respeto para los monjes budistas del Tibet, Nepal, Sikkim y Bután (y su Panchem-Lama, of course)

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Sapiente

Un testimonio:





Más que nada para desinfectar el blog, después del youtube de la bruja-arruga.

¡¡¡ Viva XRey !!!

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