lunes, 30 de abril de 2012

Defender la fe / Dignificar el culto


Hace tres años, publiqué aquí, en ExOrbe, este articulete: Pio V: La fe y el culto Comentaba y reflexionaba a propósito de San Pio V y del admirable cuadro de Michele Parrasio, una preciosa obra digna de estar expuesta al culto y no en un museo (además no suele estar a la vista, pues se encuentra entre las pinturas del fondo-depósito del Museo del Prado --> --> aquí puede verse el cuadro en formato mayor).

Entre otras cosas, decía que celebro dos veces al Santo Papa del Misal Tridentino, el 30 de Abril (novus ordo) y el 5 de Mayo, como se celebró siempre hasta la remoción postconciliar. Y le tengo afecto a las dos oraciones, la que trae el Misal del 69 y la del Misal Tradicional.

Así reza la de hoy, 30 de Abril:

Deus, qui in Ecclésia tua beátum Pium papam ad fidem tuéndam ac te dígnius coléndum próvidus excitásti, da nobis, ipso intercedénte, vívida fide ac fructuósa caritáte mysteriórum tuórum esse partícipes. Per Dóminum...etc. Amen.

En el Misal español:

Señor, tú que has suscitado providencialmente en la Iglesia al papa San Pío para proteger la fe y dignificar el culto, concédenos, por su intercesión, participar con fe viva y con amor fecundo en tus santos misterios. Por nuestro Señor Jesucristo...Amen.

Los conceptos que en la oración propia identifican la obra de Pio V, los que le definen como un hombre santo y providencial para la Iglesia, son dos: la protección de la fe y la dignidad del culto, dos acciones promovidas con especial dedicación y excelentes frutos por el Papa Ghislieri. Por su anterior oficio de inquisidor, sabía bien dónde radicaba el mal de la iglesia de su tiempo, dónde, pues, había que aplicar el remedio: En la doctrina y en la liturgia. Pio V, que es, entre todos los de su época, el Papa de Trento, fue no sólo consciente sino también agente; comprendió y actuó, examinó y corrigió, diagnosticó y curó. No todos saben conjugar las dos acciones. Y son muy pocos los que lo hacen bien, integrando una acción en la otra, y viceversa.

Cuando el Papa Benedicto XVI, en varios documentos, insiste en la sentencia antigua 'lex orandi, lex credendi', está sintentizando en cuatro palabras aquello que hizo tan admirablemente bien San Pio V. Todos los católicos conscientes queremos que reviva, con toda su fuerza y solidez, esa convicción, con todas sus consecuencias.

Al postconcilio se le achaca, entre otros males derivados, la descomposicion de la unidad integrante de doctrina y culto. Podríamos discutir sine die qué mal sobrevino primero, si por la deformación de la liturgia devino la degeneración de la doctrina, o si por la perversión de la teología se llegó a la banalización del culto. ¿O fue, acaso un fenómeno simultáneo, derivado, sincopado, recíproco, sin solución de continuidad entre uno y otro, por crisis de todo el centro axial de la Iglesia? Porque lo que se cree y lo que se adora, la confesión de la fe y su expresión formal, es algo sustancial, fundamental, básico.


Esto que entendió Pio V en su época, no se ha entendido (no se ha querido entender?) en el postconcilio. A veces, recopilando hechos, datos, memorias, parece como si se hubiera trabajado en sentido contrario: Deconstruir, demoler, desestructurar, debilitar, desencajar, son verbos, conceptos que se agolpan si se examina y juzga la teología y la liturgia del último tercio del siglo XX. No digo que todo haya sido así, pero sí mantengo que el ánimo imperante, general, ha jugado con esos anómalos 'ideales', cuyas consecuencias padecemos.

Compartir lo que digo, es estar persuadido de que sólo una labor actualizada como la de San Pio V, dignificando el culto y protegiendo la fe, podrá librar a la Iglesia de la ruína que la amenaza.

Distíngase que las dos acciones necesarias, sine qua non, son ambas ad intra, se tienen que realizar dentro de la Iglesia, no son actividades ad extra, son operaciones internas.

Mientras, con un cuerpo medularmente enfermo, con un organismo necesitado de urgente intervención médico-quirúrgica, el impaciente paciente prefiere irse de jmj's, años de fe, nuevangelizaciones y demás saraos. Si me explico. Si me entienden. Si se quieren enterar.

Termino con la oración antigua, que habla de un elemento obviado en la del nuevo Misal: El enemigo, que acecha (en todo) y del que tenemos que librarnos para que el mal se remedie. Récenla también:



Orémus
Deus, qui ad conterendos Ecclesiae tuae hostes, et ad divinum cultum reparandum, beatum Pium Pontificem Maximum eligere dignatus es: fac nos ipsius defendi praesidiis, et ita tuis inhaerere obsequiis; ut omnium hostium superatis insidiis, perpetua pace laetemur.
Per Dóminum nostrum...Amen


Oh Dios, que te dignaste elegir por pontífice máximo al bienaventurado Pío V para destruir a los enemigos de tu Iglesia, y para reparar el culto divino, defiéndenos con tu protección para que libres de las asechanzas de nuestros enemigos gocemos en tu servicio de una paz perpetua y estable.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Ex Voto

+T.

domingo, 29 de abril de 2012

Malevolencia


No cesan de aparecer noticias sobre la proximidad de una solución canónica del contencioso Roma-FSSPX, señal de que las cosas avanzan y el final deseado por los buenos parece vislumbrarse, gracias a Dios.

Gracias a Dios pero no gracias a los hombres que - se supone - son de Dios y hacen (o deben hacer) el trabajo de Dios. Por ejemplo estos que han preparado y publicado este video que rezuma malquerencia y mala predisposición, vean:



Si, como se ha dicho por algunos sitios, esta agencia de RomeReports está gestionada (directa o indirectamente) por un muy conocido grupo eclesial, sorprende que hayan olvidado sus propias referencias, aquellos orígenes, sus años primeros, cuando probaron lo que era ser malconceptuados, malcomprendidos, malmirados, malqueridos. Todo eso que en la historia de la espiritualidad se conoce como "la contradicción de los buenos", un particular que ha hecho reflexionar a más de uno, concluyéndose que, en muchos casos, esta contradicción de los buenos, la persecución ejercida por los buenos, sería uno de los signos que acompañarían a las buenas instituciones, buenas iniciativas, buenas renovaciones, buenas fundaciones, buenas obras de los santos; no de todos pero sí de muchos.

Echando un vistazo a la Historia de la Iglesia y al Santoral, se podría hacer un interesante florilegio bastante bien ilustrado con ejemplos de contradicción de los buenos sufridos por los (más) buenos. Sin ir más lejos, cuando el Papa Benedicto XVI proclame dentro de poco - Deo volente - a nuestro San Juan de Ávila Doctor de la Iglesia, estará confirmando solemnemente la vida y obra de un sacerdote denunciado por los buenos, cuya denuncia pagó con un penoso, deshonroso y desacreditante presidio de tres años y pico en las cárceles de la Santa Inquisición, en el Castillo de San Jorge, en Sevilla: Tres años preso, sin fama y vilipendiado como sacerdote y como católico, acusado de hereje y señalado como enemigo de la fe y de la Iglesia.

O, si se prefiere un episodio más cercano en el tiempo, piénsese en el caso de San Pio de Pietralcina, denunciado y perseguido por hombres buenos, por eminentes hombre de iglesia, algún Papa incluso. Además está profetizado:
"...El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño. Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño de casa lo llamaron Belzebu, ¡cuánto más a los de su casa!" Mt 10, 24, ss.

A final, se entiende todo como dentro de los planes regidos por la Divina Providencia, como una purificación querida por Dios que los hombres virtuosos cumplen contra los Santos (sin saber que lo son). Como, por otra parte, no dudamos de la bondad de estos grupos de Iglesia que mantienen su antipatía contra los buenos (y la difunden, además, como se prueba en ese youtube de RomeReport), como , iba diciendo, nos consta la virtud de estos persecutores, valoramos mucho más esta descarnada aversión, estas estocadas tan bien dirigidas, con una punzante ironía que escuece ahora tanto como les tuvo que doler a ellos mismos cuando les tocó ser la diana de todos los dardos. Lo que nos extraña es que no se hagan esta misma reflexión, que no caigan en la cuenta de estar cumpliendo, sin advertirlo, esa antipática misión.

Pero he aquí que la diana parece estar en el campo, ya está puesta y bien fijada. Iba a decir que como un San Sebastían atado al laurel de Apolo, esperando en el jardín del Palatino las saetas de los nubios:

Ecce FSSPX! Carguen, apunten, ¡¡fuego!!

Y me parece que no me equivoco si preveo que el cañoneo va a ser formidable. Del estilo de eso que los avezados llaman 'fuego amigo'. Para echarse a temblar. Pero, como canta el himno, ya vienen, ya avanzan, ya tremolan las banderas, los estandartes, las enseñas del Rey. Y las portan quienes las portan, y no otros. Los otros están cargando la cañonería, la artillería de los amigos.

De estrambote, he dejado para el final el comentario sobre los comentarios que escupe el periodista. No sé quién será ese pelagatos que aparece subtitulado como periodista de La Croix; deberían haberle puesto, mejor, 'sicario de La Croix', porque el mameluco escupe vitriolo cada vez que abre sa bouche. Pero incluso en este reptiliforme intencional se descubre que es el resentimiento, no otra cosa, lo que falsea los hechos.

¿Tan despreciable, tan insignificante, tan risible es la FSSPX? ¿Entonces por qué el empeño del Papa? ¿Por qué las conversaciones a dos bandas? ¿Por qué el revuelo en el mundo eclesial, en Roma y fuera de la Urbe? ¿Por qué todo eso que desbarra el vipérido periodista galo? Dice:

"...En Francia tienen unos 100.000 miembros, muy poco respecto a los 5 millones de católicos franceses que van a Misa los domingos. También tienen unos 215 sacerdotes, más o menos el 2% del clero francés. Así que es un movimiento muy pequeño y muy típico de Francia."

Habría que responderle que no es cuestión de cantidad, sino de cualidad: Cómparense los 215 sacerdotes de la FSSPX con el resto del clero francés, obispos incluídos, y conclúyase.

Lo más chocante, sin embargo, es el final del reportaje, una especie de concentrado de tristitia boni alieni, de lo más repugnante y reactivo:

"...Según varios observadores, aunque el superior de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X acepte la oferta del Papa, es probable que otros líderes lefebvrianos se opongan. Lo que levantará nuevos vientos de cisma. Eso sí, un cisma dentro del movimiento tradicionalista: Un cisma entre quienes quieren volver a Roma y quienes siguen pensando que son ellos y no el Papa los que deciden qué es auténticamente católico y qué no lo es."

Y al punto, he recordado, incontinenti, el Salmo 2, aquel versículo:

"...quare fremuerunt gentes et populi meditati sunt inania / por qué se amotínan las naciones y los pueblos planean un fracaso..."


El discernimiento espiritual es un gran don, una de las gracias que derivan de los 7 Dones. Cuando veo y oigo cosas como las que salen en ese youtube, me pregunto si tan afectados estamos, si es tan grave nuestro estado, que no tenemos ni sentido para apreciar quiénes son los buenos y quiénes los malos, quiénes los sanos y quiénes los enfermos, quiénes los ciegos y quiénes los que han conservado la vista sana.

Tu autem, Dómine, miserere nobis!


+T.

Impotencias ?


A los que sentimos y sufrimos una especial preocupación litúrgica, nos ha afectado la publicación de dos noticias, ambas significativas y sintomáticas:

- la revisión previa a la publicación del nuevo Misal para México y Centroamérica

- la carta del Papa Benedicto a los obispos de Alemania con motivo de la introducción/corrección del 'pro multis' en la fórmula de consagración

Desde el momento en que se autorizaron las versiones del Missale Romanum en lenguas vulgares, el totum revolutum subsiguiente estaba asegurado. No sabemos si los entusiastas perpetradores de la reforma litúrgica vaticanosegundista adivinarían que en el periodo de 50 años que nos separan de la promulgación de la Sacrosanctum Concilium, el Misal Romano de 1969 va ya por la tercera edición-corrección-ampliación, con equivalentes adendas y corrigendas en cada una de las respectivas lenguas vulgares a las que se vertió.

Es interesante notar que en la noticia, tal y como ha aparecido en los medios, se menciona la extrañeza que la nueva versión del Misal para México y Centroamérica ha causado en la sede de la Congregación de Culto y Sacramentos, donde se han preguntado si para esas correcciones y/o innovaciones era preciso una edición nueva y completa del Misal, una pregunta, por cierto, bastante inquietante si significa que la Sgdª Congregación prefiere inhibirse y dejar la decisión en manos de la conferencia episcopal correspondiente; preocupante también si es que denota la voluntad de la Sgdª Congregación de dejar las cosas como están y mejor no menearlas (véase la segunda parte y cuestion de este articulete).

Las novedades más notables, las que los fieles advertirán en la nueva edición del Misal para México y Centroamérica, serán las referentes a los 'saludos', con (supongo) la sustitución de -"El Señor esté con vosotros" por -"El Señor esté con ustedes", como ya se dice en muchos sitios (en nuestras Canarias y por algunos sitios de Andalucía, también). El detalle no es una minucia si se entiende que esta expresión, hasta ahora, ha sido la preferida por los practicantes de 'liturgias vivas y acercadas a la realidad del pueblo', como una forma de 'encarnar' el lenguaje litúrgico según la manera de hablar de la gente de la calle, superando la corrección léxico-gramatical e imponiendo esa otra forma más vulgar y corriente. Por su parte, el clero más respetuoso con las normas litúrgicas vigentes, ha significado su actitud más obediente y conservadora manteniendo la expresión tal y como aparece en el Misal español de Pablo VI.

Si ahora esas formas se incluyen en la nueva edición, ¿será una alternativa para elegir, según prefiera el sacerdote celebrante usar la anterior o escoger la nueva, o será una fórmula fija y obligada impuesta por la nueva edición?

La cuestión parece absurda, como una paradoja de Alicia en el País de las Maravillas, porque si la desobediencia litúrgica y la creatividad espontánea se ven finalmente aprobadas, adoptadas, editadas, impresas e impuestas, ¿por qué no continuar con la anterior manera como opción válida en tanto que viva y en uso por quién la prefiera? Y si es así, o será al contrario, ¿para qué entonces la introducción de novedades en textos y ediciones que se han demostrado meramente auxiliares y orientativas para unos celebrantes insumisos que han preferido hacer su liturgia al margen de rúbricas, prescripciones y fijaciones?

No me sorprende, pues, que en Roma se hayan extrañado. ¡A buenas horas mangas verdes! De los nuevos prefacios que también se anuncian, no sé si serán algunos para las misas de la Virgen, o de algún santo. Espero que no sean los de las 'plegarias eucarísticas' suízas con matices de teología de liberación, "...para quien se siente explotado y oprimido", como reza una de ellas. También espero que no se refieran a las 'anáforas' para las 'misas de niños', otro invento proclive al esperpento que se introdujo en la segunda edición española del Misal.

Al final de la comunicación de prensa, aparece una relativa explicación del caso: Que en otras partes de Iberoamérica ya se han publicado nuevas ediciones, en Colombia, en Chile, en Venezuela, en Perú, en Bolivia, en Uruguay, en Argentina, en Paraguay. ¿Tantas diferencias caben a la hora de un Misal en una misma lengua? Me dirán que sí, pero yo entiendo que no.

Sin embargo, para que no se piense que observamos todo con lupa negativa, destaco algo bueno: La corrección de la fórmula de la consagración con la introducción del 'pro multis / por muchos' en vez del 'por todos los hombres', algo que el Papa Benedicto mandó hacer y que felizmente parece haberse encajado sin resistencia ni reticencias en los misales hispanoamericanos. Y con esto, enlazo la segunda parte del articulete.

La otra noticia , la carta del Papa al episcopado alemán, es un caso más grave, en cuanto que interviene en persona el Santo Padre y lo hace con y para los obispos de su país natal, con los que se supone tiene más entendimiento por evidentes cercanías y empatías. Aquí se puede leer una traducción en español de dicho documento: Carta de Benedicto XVI a los obispos alemanes sobre el 'pro multis'

La traducción (que agradezco) no es muy pulida, pero merece la pena leerse porque, breve y sustancialmente, Benedicto XVI expone y argumenta claramente el motivo y el quid de la cuestion:
"...la Santa Sede decidió que en la nueva traducción del Misal las palabras 'pro multis' deben ser traducidas en cuanto tales y no, al mismo tiempo, ser interpretadas. La simple traducción 'por muchos' debe reemplazar a la interpretativa 'por todos'.

El texto acompaña la indicación litúrgica con una reflexión exegético-cristológica, a manera de catequesis, dice el Papa, razonando los motivos escriturísticos y teológicos que fundamentan la decisión, con algunas referencias al momento del post-concilio en el que se hicieron esas traducciones del Cánon de la Misa que ahora se quieren rectificar. No necesita explicarse que si el Papa escribe, expone e insiste es porque en Alemania los obispos no se han mostrado favorables a substituir la fórmula actualmente en uso por la otra corregida que quiere el Santo Padre. Una resistencia muy significativa en cuanto que supone la prevalencia del criterio de una conferencia episcopal sobre lo dispuesto en Roma.

Sobre lo mismo, esta mañana leí con interés este otro artículo publicado en Vatican Insider que refuerza el valor y la oportunidad de la carta del Papa al episcopado alemán: ¿'Por muchos' o 'por todos'?

Sin decirlo expresamente, el autor del artículo parece sugerir que Benedicto se ha dirigido a los obispos alemanes teniendo en mente (en la intención) también a los obispos italianos, que mayoritariamente (171 en contra y sólo 16 a favor) no aprobaron la corrección querida por el Papa en la edición del misal italiano. Es decir, que lo que escribe Benedicto en directo a los alemanes, se lo dice también indirectamente a los italianos.


¿Impotencias? Pienso que sí. La fuerza de las conferencias episcopales y sus diferencias con Roma afloran en episodios como este, además de otros que se soslayan, o se tapan, o se disimulan, para no dejar ver la tensión de la situación. Un tension que en algunos puntos ya es desgarro quasi patente.

Históricamente se pueden encontrar mil momentos de parecidas tensiones con sus anejas consecuencias, nada nuevo para la Iglesia, nada que temer en cuanto que la misma historia demuestra la reversibilidad de muchas situaciones, el cambio de las coyunturas, la resolución de muchos conflictos y la reasunción convenida de múltiples pareceres encontrados.

Sin embargo yo destacaría el profundo desorden y malestar que el desajuste post-conciliar sigue propiciando, cincuenta años después. Y con la perspectiva de que todo seguírá problematizado, puesto que son los mismos textos conciliares los que motivaron los cambios que hoy se quieren rectificar, y que la resistencia a Roma se justifica desde instituciones eclesiales nacidas del Vaticano2º, ejerciendo una autonomía que se distancia de Roma, aproximándose a la desconexión y dejando temer en el proceloso horizonte el espectro de la ruptura, Dios no lo permita.

Puede que la prevención me haga extremar la lectura de los hechos, pero si alguien se atreve a hacer una interpretación optimista de esta actualidad, ¿quién se aleja más de la realidad, el que teme por lo que ve o el que aplaude por lo que está viendo?

+T.

jueves, 26 de abril de 2012

Percepciones


Existe la subjetividad en la percepción, es bien sabido, con un margen tan amplio que abarca la genialidad en un extremo y la insuficiencia mental en el polo opuesto, tal y como sucede en la realidad. Pero convengo en que hay un espacio medio, un nivel medio de percepción , una cota en la que confluyen la mayoria de los perceptores inteligentes que valoran lo percibido con un acierto correspondiente a su realidad. Así se define, precisamente, el concepto de verdad en la filosofía escolástica: Adaequatio rei et intellectus.

Cuando veo que en blogs estimados como serios se ponderan cosas como esta, me planteo la cuestión de si no habrá una percepción equivocada, insuficiente, distorsionada o degenerada de la realidad, de la cosa en sí. Miren la cosa y juzguen Uds. :



¿Qué les parece? A mí me parece disparatado. No comprendo como un sacerdote, con recta intención ministerial/pastoral, se puede prestar a un montaje como el que trasluce ese vídeo. Percibo algo anómalo, desajustado, con imágenes y palabras que inducen al error. Les confieso que he sentido algún escrúpulo sobre si era prudente poner en el blog el youtube, contribuyendo a su publicidad. Pero como lo hago en tono crítico y desaprobatorio, he pensado que valía como oportuna ilustración, como hacemos otras veces en Ex Orbe.

El sacerdote protagonista del vídeo no es propiamente 'exorcista', no tiene nombramiento canónico para desempeñar ese ministerio, por lo menos que a mí me conste. Lo poco que me consta de él es lo que extracto de lo que publica en su blog, que algunas veces (pocas) he visitado, no sé si Uds. han tenido el gusto. Lo de este youtube lo he sacado de un blog católico al que tengo por respetable y serio (a pesar de las manías extrañas de su autor: letras-tipos en insufrible rojo vivo, muy molesto cuando aplicas la vista para leer, y el veto para enlazar artículos, copiar textos y guardar fotos, todo ello no sé por qué (ni lo pregunto)).

Además del vídeo, trae esa foto que he puesto de cabecera - ignoro si será la portada de un libro o la carátula de un dvd - y enlaza con una web que incluye la misma versión filmada y algunas cosas más: Véase aquí.

El youtube es llamativo, porque alterna tomas reales con otras que parecen sacadas de un film de terror-ficción, del estilo de las pelis que se pusieron de moda cuando el exitazo de aquel best-seller insufrible y blasfemo del código, un petardazo literario que enriqueció al avispado pseudo-escritor y sus editores. Hay gente que piensa que se puede hacer negocio con todo; yo no sé si estariamos en un caso de eso mismo. No me gusta ni pensarlo, mucho menos sugerirlo.

Me siento incómodo, a disgusto, con ese catolicismo que se sostiene con dieta de apariciones, exorcismos y apocalipsis. Pienso que es una patología de la fe, con las etiologías que sean. Sé que es difícil de curar, porque en muchos casos se trata de recónditos refugios donde susbsiste una fe traumatizada, casi siempre por razones y motivos dignos de compasión.

Por supuesto no tienen que convencerme de que existen las apariciones, las posesiones y obsesiones diabólicas, los exorcismos y los milagros. Ya lo sé, y lo sé muy bien, con referencias no comunes que me imponen una grave reserva. Por eso no entiendo un tratamiento ligero, una exposición pública que deriva en espectáculo, en género de atracción y diversión para gente ávida de emociones fuertes.

El diablo, para la gente de nuestra post-modernidad, no es el tentador, el enemigo del alma y adversario de la iglesia, sino un personaje del mundo de la ficción literario-cinematográfica, uno más entre la galería de Drácula, Frankestein, Freddy Krueger y Jason el de Viernes 13.

Aun suponiendo que se expone y se trata con con un mínimo de seriedad suficiente ¿Se puede alentar todo esto, es moral, es cristiano? Yo pienso que no es bueno, que es enfermizo y poco serio, que puede dañar espiritualmente, que puede escandalizar a la gente poco formada, impresionar negativamente a los débiles de fe.

En alguna instantánea del youtube, incluso me parece apreciar que el propio protagonista queda como perplejo por la reacción y expectación de la gente, como si percibiera que el asunto le supera.

¿No lo perciben Uds. así?

+T.

miércoles, 25 de abril de 2012

Filtraciones


Tengo y mantengo una muy buena impresión/opinión del Cardenal español Don Julián Herranz, un personaje discreto sobre el que el Papa ha descargado un asunto de suma discreción sobre una grave indiscreción. Así se anuncia en la comunicación que se ha conocido hoy mismo:

Notificación de la Secretaría de Estado

En este tipo de comisiones, importa mucho quiénes sean los oficiales colaboradores que prepararán los informes, dossieres, documentos, testimonios, pruebas, que terminarán en las manos de los Emmºs. Srs. presidentes de la comisión, que decidirán y redactarán el documento-informe final que será presentado al Papa, con las conclusiones que sean. El valor y el peso del trabajo dependerá mucho de esos subalternos, al servicio del Cardenal Herranz.

¿Curiales que investigan a otros curiales e informan sobre asuntos turbios de curia? ¿Se presumen válidos, capaces, eficaces, sinceros, certeros, competentes, veraces? Se presume, sí. La Iglesia, aun en los casos más anómalos, sean de fuero interno o externo, presume bondad, virtud y recta intención, unos mínimos, por lo menos.

Sin embargo, el asunto que le toca investigar al Cardenal Herranz es sumamente espinoso, en cuanto implica a las más altas instancias, administraciones y departamentos de la Santa Sede, incluída la Secretaría de Estado. Lo ocurrido estos últimos meses ha sido algo inaudito, síntoma alarmante de graves desajustes internos en la curia, personales y hasta puede que institucionales.

Cuando la información es un valor, en sí o relativo, saber antes, o más, o mejor, se convierte en una baza que algunos usan en el juego del poder, con más o menos habilidad, acierto, efectos y consecuencias. Lo que pudiera valer referido al mundo, sus negocios, tramas y laberintos, tocante a la Iglesia se sujeta (debería sujetarse) a normas de inspiración sobrenatural, muy delicadas a la hora de entreverar con formas y materias que no son compatibles al 100% con los ideales evangélicos y la tradición apostólica.

Cuando el Señor dijo "...vuestra palabra sea sí, sí, o no, no", o cuando predicaba "...nada hay oculto que no llegue a saberse...lo que os digo al oído predicadlo desde la azotea", o cuando enseñaba "...sed sencillos como palomas y astutos como serpientes", cuando advertía que "...los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz", revelaba una doctrina dificil de compaginar con protocolos de corte diplomático y procedimientos de cancillerías.

Sea lo que sea y como sea que fuere, a los encargados de los asuntos oficiales de la Santa Sede, se les escoge para eso y para eso se les prepara. Si al final les vence el espíritu del mundo y lo mundano se impone sobre lo espiritual, la obra resultante aplastará lo santo y dejará emerger lo pecaminoso, con daño espiritual inmediato y daño material a más corto o largo plazo. Las ventajas que se hayan pretendido fuera del orden de la santidad y el bien espiritual, serán pompas del mundo, pago de vanidades con capital del banco de los hombres, que suele ser, la mayoría de las veces, plata de la bolsa de Judas o réditos del banco del infierno.

Conque el cardenal Herranz tendrá que apechar con un encargo antipático, deberá zajar un abceso purulento y maloliente, y va a tener que chocar con más de uno. Dios le conceda un buen ángel auxiliar-extra-coadjutor.


Bajando a un plano más común, más vulgar, diré que las filtraciones existen y las hay en todos los niveles, donde menos te esperas, con sorpresas la mar de chocantes porque quien menos te imaginas, quien no debiera saber absolutamente nada de nada, un día, en un rato, te suelta tres o cuatro comentarios sobre algo que le deja a uno estupefacto, con el asombro en la cara y la interrogación en la mente: ¿Cómo habrá gente que se atreva a contar esto, a decir esto, a comentar esto? Gente de Iglesia, además, gente del clero, para más preocupación, gente de curia, para mayor desasosiego y malestar del que recibe, por indirecto conducto, la pequeña o gran noticia de lo que sea o vaya a ser.

Una perniciosa página que presume de millones de lectores se ha ganado fama, precisamente, a costa de indiscreciones de curias, alardeadas con desvergonzado desparpajo, para sonrojo de muchos, compromiso de algunos y diversión del resto de los millones de lectores del mentidero, un salón friki-católico de la peor casquería infra-informativa. Tan lamentable como cierto.

¿Se pondrá orden, se impondrá el orden? Quizá en las esferas que examinará el Cardenal Herranz, sí, por lo menos por algún tiempo, durante unos meses, o unos años; Dios dirá. Cuánto más dure la disciplina del discreto sigilo y la prudente reserva, mejor para todos. Recemos para que se logre.

Pero en el mundo de la prensa-paonazzo eclesiástico-clerical, los frenos no serán tan posibles, porque dependen de la buena voluntad, rectitud y virtud de sus responsables.

Dificil, pues, el asunto, porque en esos medios se evidencia a diario la constante irresponsabilidad de sus actores/autores.

&.

martes, 24 de abril de 2012

Todos abusan, quienes menos se espera, también


Tocante a la liturgia, siento una profunda aversión al abuso caprichoso. Y no me refiero ya a la profanación o el sacrilegio cometidos por los 'creativos' pseudo-liturgistas postconciliares y demás panda des-católica, el viento los barra y los sepulte en le Mar Rojo con el Faraón y sus carros, amen, amen. No me refiero esta vez a esos. Me refiero ahora a los que van de súper-reverentes oficiales pero te montan un altar en cualquier sitio y celebran una Misa en donde sea.

Miren Uds. esto:

Los pro-vida de Denver celebran una Misa frente a la sede del Parenthood

Cuatro tablas para un improvisado altar, dos metros de raso morado, un aparato de megafonía, dos reclinatorios y los cuatro elementos imprescindibles para celebrar. Más una tropa de creyentes mentecatos con un reverendo mentecato al frente.

Los imbéciles, los cretinos, las histéricas y los bobos de baba pululan por todos sitios, por los grupos de católicos tradicionales también. No hay publicadas - que yo sepa - estadísticas geográficas, pero da la impresión de que por algunos pagos existe una mayor concentración de estos elementos, que, sin ser malos per se, son capaces, sin embargo, de ridiculizar, esterilizar y paralizar cualquier cosa, hasta las más serias, graves y trascendentales.

La culpa, en estos casos, suele ser del pastor que guía al rebaño, no por cañadas oscuras, sino por caminos de irrisión y valles de ridiculez, con vara y cayado de cartón con espumillón dorado y lentejuelas.

Subir al Mont Blanc para celebrar una Misa, es una sacrílega imbecilidad merecedora de suspensión a divinis y seis meses en manicomio; celebrar un sacramento en el fondo del mar con ropa de buzo es una profanación demente que merece pena canónica de por vida; exponer a la irreverencia y/o la profanación lo más sagrado desacredita y descalifica al incompetente que se presta a hacerlo.

Será que el que esto escribe tiene muchas llagas abiertas, muchos malos recuerdos, muchos tristes episodios presenciados, que por eso es hiper-sensible al caso. Mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa !!!

Si el aparentemente grave y reverendo padre con calva venerable no está convencido de que la Misa hay que celebrarla dentro de una iglesia y no en mitad de la calle, si no es capaz de convencer a sus entusiastas providas de que eso es lo conveniente, algo falla, algo no funciona bien en la intención y el ministerio del susodicho reverendo father. Y - por supuesto - en la autoridad de sus superiores que dejan hacer consintiendo o no toman medidas y corrigen al irreverente clérigo y sus extravagancias.


Parece como si existiera en algunos el muy errado juicio de que los abusos son tales sólo cuando los cometen otros, o que el hecho de ser católicos tradicionales o pro-life les exime de toda norma y les dota de privilegios e inmunidades para hacer todo lo que se les ocurra.

Entiendo que son precisamente estos círculos quienes deben mostrarse más rigurosos tocante a las celebraciones litúrgicas, teniendo muy claro que las excepciones valen para casos como el hundimiento del Titanic, y poco más.

No sé si lo entenderán, supuestas las capacidades de juicio que demuestran no tener.

+T.

domingo, 22 de abril de 2012

Generación Wojtyla / Generación perdida


El juanpablismo fomenta la 'juanpablomanía' (afición/afección desordenada por las cosas del beato JP2º) y también la 'juanpablolatría' (veneración excéntrica, desmesurada y desordenada del beato susodicho). El fenómeno con sus epifenómenos se alienta y promociona desde círculos de reconocida filiación juanpablista, así como por determinados entes de interés (no diré económicos, ni comerciales, ni nada de eso, porque son términos groseros que no me gusta usar).

El último 'juanpablazo' (i. e. exitazo promocional-comercial juanpablista) es este montaje escénico-dramático-musical que ya circula por Italia, una obra muy inspirada en las archi-publicitadas tendencias y aficiones del beato Wojtyla, tan escénico y dramático él mismo:



Por lo que se ve en el youtube, por el entusiasmo de chicos y chicas que hablan de su 'experiencia', la cosa va de lo que va, sin más profundidades. Lo paradójico es que a veces te encuentras con que los entusiastas del hit-parade juanpablista son de los mismos círculos que en los años 70 abominaban de la 'ópera rock' (perdón por el exabrupto) Jesucristo Superstar, siendo ahora lo de Wojtyla más de lo mismo de aquello, en formato incluso más avanzado, porque el tiempo no pasa en vano.

A mí me parece otro exceso más en torno al que decían y aclamaban 'magno-santosúbito', incluso me parece blasfemo el cartel italiano que anuncia el espectáculo, que parafrasea en su título el versículo del Evangelio "la Palabra se hizo carne" alterándola y deformándola en "la Parola si fa música / la palabra se hace música". Si esto mismo lo hubiera hecho un artista postmoderno, hubiéramos clamado ¡blasfemia, blasfemia!, pero como es un teatrillo rock sobre el beato magno JP2º, a los chicos neocons les parece estupendo y aplauden la ocurrencia y hasta sufrirán paroximos de entusiasmo wojtyliano, clímax de emoción magno-juanpablista, ataques de histeria escénico-papapolaco. Y cosas así.

Uno de los promotores, el director musical del engendro, Raffaelle Avallone, dice que:

"Hay que hablar a los jóvenes en el idioma que ellos comprenden. No se trata de cantar la misa en latín o con la guitarra como se hace en las iglesias".

Pero me temo que pronto se cantarán en las iglesias las cuchufletas rock del drama escénico juanpablista, con guitarritas, en la Misa. Me imagino, por ejemplo, a las chicas nenas-monjas de Lerma, con sus sayas de blue-jeans y sus pañoletas, tocando y cantando los números del músical rock. No sé cuándo se harán y se cantarán las primeras adaptaciones pseudo-litúrgicas (todo cabe en la neo-liturgia, como muy bien demostró el mismo magno-beato JP2º), pero pronto aparecerán.

¿Qué será lo siguiente? Cualquier cosa. Cualquier cosa de lo que ya hay, quiero decir, porque estos elementos de 'nuevangelización' copian lo que hay fuera, plagian los recursos del mundo con la ilusa intención de que lo que engancha a los jóvenes vale para evangelizar a los jóvenes, sin distinguir ni deslindar planos ni referencias, como si todo valiera para todo.

Algún día, alguno de estos avispados promotores neocons montará un parque temático Jmj's o crearan una Juanpablolandia, con atracciones espirituales y bono de conversión con extra-esperiencia espiritual y flipa en colores.

El dia menos pensado, ya lo verán Uds.

+T.