La polémica suscitada por el "negacionismo" de uno (porque ha sido uno, uno entre todos) encuentra una superabundante explicación cuando el que habla habla con la autoridad del "Nos", que le es propia en exclusiva. Una respuesta con muchas voces en una sola voz (y muchos corazones en uno).
No se si estas últimas semanas Benedicto XVI se habrá sentido sólo, con su "Nos" de protocolo vaticano como un aditamento históricamente significativo pero actualmente insignificante (para algunos). Intuyo que, por lo menos, la actitud reluctante de sus paisanos le habrá dolido, le habrá afectado. Tanto más cuanto se supone que un personaje de su trayectoria con tanto escrito y enseñado y publicado poco tiene que explicar. Pero el mundo tiene siempre un tribunal en guardia, una causa abierta contra la Iglesia, ex orígine. Sin solución de continuidad, desde el Sanedrín primero, pasando por los jueces de Roma y los tribunales populares de las revoluciones que han sido y son. No nos asusta. Incluso sabemos que, al fin, son oportunidades para dar testimonio de nuestra fe y nuestra esperanza.
Si alguno incubó la más remota duda, o fue por malicia deliberada, o por torpeza invencible. No cabe ingenuidad inocente. Sobre Benedicto XVI, no. Sobre la Iglesia que él encabeza en el nombre de Cristo, tampoco.
Si se proyectan sombras medievales sobre la pantalla del siglo XXI, la ilusión distorsionante de lo que fue en lo que está siendo es engañosamente aberrante. Si se pretende exigir una perenne disculpa revisada y reactualizada temporalmente, casi lo mismo. Ni la historia es reversible ni el pasado es transportable. Y el peligro de una "recreación" depende mucho de cómo se recuerde y desde qué actitudes se enseñe.
El tráuma de la shoáh perdura, y están vivos todavía sus testigos, mártires de la memoria de un siglo perverso, el que más combatió a Dios y el que más dañó al hombre. Negar los crímenes es un daño, una ceguera torpe si es invencible desconocimiento y un malvado pensamiento si es simpatía consciente. Dudar al respecto es definirse contra la terrible evidencia de la historia. Dejarse engañar es posible, aferrarse al engaño una necia culpa.
De todo esto, de cualquier sospecha, está inmune Benedicto, que es el que ha hablado, con el Nos de muchos en su sóla voz. Decimos con él lo que él ha dicho, y damos nuestra fuerza de muchos a su voz, a la vez que nos reconforta su voz única, hablando con todos, por todos, y para todos.
Es su oficio, una de las acciones vinculadas a su ministerio universal urbi et orbi...Pero debe ser pesado, muy pesado: Una cruz "petrina", verdaderamente.
Pero: Adsumus, omnes cum Petro! (y todos en su "Nos").
&.
7 comentarios:
Pero, ¿realmente hubo pecado de "negacionismo"? ¿O se está colando el gato por la liebre, para atacar al Romano Pontífice, aprovechando que el Pisuerga para por Valladolid?
El negacionismo es y ha sido y sera forever una cortina de humo.
El ataque es contra El Santo Padre,contra La Santa Iglesia, contra el perdon de los pecados,contra la tradicion, contra la union de los cristianos, contra el amor al projimo,contra la humildad , contra la benevolencia, contra los evangelios, contra la Curia, y en definitiva, contra el Cuerpo Mistico de Cristo.
Los hijos del diablo no conocen limites.
Enlazo- te
Ya lo dije en su día: La diana es Roma (el caso o la coartada es secundario).
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«Ya lo dije en su día: La diana es Roma (el caso o la coartada es secundario)»
Esto explica mucha bulla de todas partes.
Adsum!
Galsuinda
http://www.adopcionespiritual.org/
NO:
discrepo, vehementemente.
La diana es la persona; la cabeza es Roma.
Es acabar con la persona y el ser ontológico: la cabeza es Roma, pero la diana apunta a todos: a los que no llegamos a tan altos puestos también.
Claro, que hay quien dice que todo el meollo este , en realidad ,ha sido para desviar las mentes y la opinion publica ,del reciente holocausto palestino ocurrido en la franja de Gaza.
Si es asi, ha funcionado a las mil maravillas.
Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat.
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