jueves, 25 de julio de 2013

Astro Glorioso de España, Apóstol Santiago !!!





R/ O adiutor omnium seculorum,
O decus apostolorum,
O lux clara Gallecianorum,
O advocate peregrinorum,
Iacobe, supplantator viciorum,
solve nostrorum catenas delictorum,
Et duc nos ad salutis portum.

V/ Qui subvenis periclitantibus
ad te clamantibus
tam in mare quam in terra,
succurre nobis nunc
et in periculo mortis,
Et duc nos ad salutis portum.

V/ Gloria Deo Patri
almo excellentissimo,
et Filio eius
pio altissimo,
Amborumque
Spiritui Sancto.
Et duc nos ad salutis portum.





R/ Iacobe virginei frater preciose Iohannis,
qui pius Ermogenem revocasti
corde ferocem ex mundi viciis
ad honorem cunctipotentis

V/ Tu prece continua pro nobis omnibus ora,
qui pius Ermogenem revocasti
corde ferocem ex mundi viciis
ad honorem cunctipotentis

V/ Gloria Patri almo natoque, flamini sancto
ad honorem cunctipotentis



Ex Voto

+T.

lunes, 22 de julio de 2013

Munilla in Wonderland


Las jmj son una institución juanpablista y los juanpablistas se lo pasan pipa en las jmj. Las jmj son el Woodstock del decadente catolicismo post-conciliar, un 'espárrago rock' en versión pandilla-católica donde se expanden entusiasmos y se recargan baterías con la ilusa energía de 'cuánto nos gustamos', que es una versión degradada del petrino 'qué bien se está aquí'. Las jmj son el Tabor de las propias jmj. Y el Papa, claro.

Es de esperar que el entusiasmante Francisco que arranca unánimes aplausos en Roma entusiasme arrolladoramente en las jmj, un escenario creado para entusiasmar, expresamente. Su desenvoltura populista se prodigará en instantáneas de espontánea complicidad con los jóvenes católicos de la nuevangelización, esas masas de mochila, banderita y acampada, la juventud del Papa que aportan los movimientos neo-católicos, ese fenómeno engañosamente dinámico que, bien examinado, es practicamente estático, sólo móvil en el tiempo, el transcurso que media entre una jmj y otra.

Cada vez que se celebra una jmj, la Iglesia que convoca y asiste es más débil que la anterior, cada vez le cuesta más mantener incluso el entusiasmo que es el ser de la jmj. Las estadísticas pueden dar cifras, pero las cifras no son más que cuentas, cuentos.

El otro día leí lo que cuenta Munilla, que hace una semana que está en Rio jmjeando, encantado de estar, entre guitarritas y chicos-as de mochila con el kit católico.

Munilla es un ejemplar-tipo del prelado juanpablista. Munilla se cree (con toda su buena voluntad) que evangelizar es sentarse en el suelo, cargar mochila, ponerse el pectoral encima de un anorak y hacerse una marcha monte a través, con reata de chicos-as y Misa de campaña con sermoncete de impacto, mechado con unas cuantas palabrejas del argot pijo-urbano.

A Munilla le hicieron campaña - más política que pastoral - gente del estilo de esos grupos del catolicismo no-afiliado que sobrevive en pequeñas fundaciones de viejos jesuitas francotiradores, de los que no se iban de la Compañía descompuesta pero organizaban grupos pretendiendo conservar el estilo jesuita del que la Compañía se desdecía. Al final, los grupos pro-Munilla hoy día se definen en un confuso catolicismo contrahecho, con partes carismáticas, partes neocatecumenales y cierta impronta de la espiritualidad del Opus Dei, todo ello amalgamado con una entusiasta adhesión al Papa, con la figura de JP2º como ideal, por haber sido el Papa que les configuró.

Subrayo que Munilla ha sido un fenómeno político-pastoral confeccionado en la retorta de la CEE. No le veo futuro en el podrido escenario de las Vascongadas, una sociedad manchada por su complicidad con el terrorismo criminal, con un clero algunas veces cómplice y siempre complicado en la sórdida trama del separatismo. A veces intuyo que el día menos pensado Munilla se cansa y se va, por mero instinto de supervivencia, no porque lo vayan a matar, sino porque aquel ambiente mata.

Por eso se comprende el relato del género 'Munilla in Wonderland' que el prelado vasco nos manda desde el trópico de Río de Janeiro, una tópica crónica juanpablista, con patentes toques francisquistas (leer aquí). Entresaco algunas líneas:


"(...) Es emocionante ver la hospitalidad de los pobres (...) fuimos a las favelas donde jugamos un partido de futbol con los chavales (...) entramos en una favela a rezar el rosario, metidos como pudimos en varias habitaciones. Lo hicimos en la favela de una familia en la que habían matado a dos hijos en un tiroteo. La madre nos había preparado una merienda para después del Rosario, y luego hicimos una fiesta con bailes a la que asistieron los miembros católicos de las favelas vecinas (también al Rosario). Todo el mundo bailaba, cada uno en el cubículo en que se encontrase, porque era imposible que cupiésemos en el mismo habitáculo (...) Tuvimos una eucaristía en la parroquia, a la que asistió muchísima gente del barrio. Impresionante cómo se puede compaginar tanta ‘devoción’ con tanta fiesta en la eucaristía (guitarras eléctricas y batería inclusive). Al mismo tiempo, todo supersolemne, con monaguillos con sotana roja y roquete incluído. Al terminar la eucaristía, unos diez minutos de cantos y baile en la iglesia con toda la gente que no terminaba de marcharse, por la música religiosa tan animada (...)


La conclusión de la experiencia:

1.- LOS POBRES NOS EVANGELIZAN.

2.- LA IGLESIA ESTÁ MÁS VIVA QUE NUNCA, A PESAR DEL RETO DE LAS SECTAS.

3.- SI NO OS HACÉIS COMO NIÑOS NO ENTRARÉIS EN EL REINO DE DIOS

4.- TE DOY GRACIAS PADRE, PORQUE ESTAS COSAS SE LAS HAS OCULTADO A LOS SABIOS E INTELIGENTES Y SE LAS HAS REVELADO A LA GENTE SENCILLA "


¿No les resulta a Uds. familiarmente chocante ese estilo condescendiente en el que se dice 'pobre' dejando claro, implícitamente, que el que lo dice se auto-categoriza en un nivel superior?

¿No perciben Uds. cierto tufo acomplejado del que se declara anti-teología de la liberación pero al fin queda prendido en las redes del proletarismo víctima y sujeto de misión-renovación?

Y así en todo lo demás.

Confieso que esto que comento son reluctancias muy personales, mías, impresiones del que esto escribe, que no pretendo transferirles, conste.

Pero conste también esta crónica de la crónica, que no disparata ni delira, sino sólo comenta y esboza algunas conclusiones.

p.s. De los conceptos y tendencias litúrgicas de la jmj de Río y del propio Munilla nada digo, saquen Uds. mismos las penosas conclusiones, conscientes de que esto no es lo peor, siendo Munilla un buen chico juanpablista, modélico en su especie (imaginen con terror lo que pueda haber a su izquierda).


+T.



viernes, 19 de julio de 2013

Lo de Asís en los altares


La foto la publicó ayer en facbook uno de mis amigos/contactos. El mosaico está en la parroquia del Sagrado Corazón, en Roseto degli Abruzzi, en el altar mayor, en el muro del fondo del presbiterio. Es una abigarrada composición; se nota cierta influencia de Rupnik en las figuras y los colores. En dos planos, se representa un Cristo bendicente, que no enseña su Corazón sino que lo oculta con su mano, (una mano sin la herida de la Cruz). Licencias, extravagancias del artista (y del cura que encargó el mosaico, imagino).

Debajo, en otro plano, con unas extrañas perspectivas del interior de la Basílica de San Pedro como fondo, aparece un banco con cardenales y obispos y delante la figura de un Papa; parece Pio XII, por la figura (que no distingo bien en las fotos), aunque si lo que se representa es el aula del Vaticano II supongo que el Papa representado en el ángulo izquierdo será Pablo VI; a la derecha, más al centro, sentado en un trono, el Papa Juan XXIII; sobre su cabeza hay una inscripción con el nombre de la encíclica Pacem in Terris. Marcando el eje de mosaico, una cruz separa esta escena de la del ángulo opuesto.



En el ángulo inferior derecho, bajo el Cristo que bendice, acompasando con la otra escena, aparece representada aquella quasi-abominación de la desolación que fue Asís '86: El Beato JP2º rodeado de cismáticos, herejes y paganos, unus inter pares; sobre la cabeza del Papa y de los otros, se ha escrito la palabra pax/paz, en diversos idiomas. Encima y en el centro de todas las figuras, circunscrito en una especie de mandorla, está San Francisco de Asís.

Toda época ha creado su iconografía, algo muy característico. Se puede, perfectamente, reconocer e identificar, analizar y estudiar un siglo por sus imágenes, las que ha creado y las que lo han recreado. El gran Concilio de Trento tuvo su iconografía y promovió una determinada iconografía. También el Vaticano II ideó sus imágenes, innovadoras, desde la puertas fundidas en bronce por Giacomo Manzú y el báculo-férula de Lello Scorzelli para Pablo VI, hasta los monigotes de Rupnik y los neo-iconos de Kiko. Y este mosaico de Roseto degli Abruzzi, obra del maestro Bruno Zenobio.

Dice el artista que:

"Più che nella chiesa petrina - quella trionfale - trovo la vera interpretazione del messaggio cristiano in alcune figure che sento particolarmente vicine, quali S. Francesco d’Assisi o Madre Teresa di Calcutta, ma anche Ghandi o Chiara Lubich.//Más que en la iglesia petrina - aquella iglesia triunfal - yo encuentro la verdadera interpretación del mensaje cristiano en algunas figuras que siento particularmente cercanas, tales como S. Francisco de Asís o madre Teresa de Calcuta, pero también en Ghandi o Chiara Lubich."
(aquí)

Huelgan comentarios.

Pero, volviendo al mosaico:

¿Qué quiere decir, qué significa? ¿Que después del Concilio Vaticano II lo que sigue es lo de Asís y su 'espíritu'? ¿Que esos son los momentos estelares, los hitos de la Iglesia de fin de siglo y estreno de milenio? ¿Que el comienzo fue el Vaticano II y el futuro será Asís?



La Iglesia no ha tenido escrúpulos en representar el mal, incluso el demonio tiene una abundante iconografía, muy variada; desde que existe arte cristiano, las paredes de nuestras iglesias tienen pinturas de los demonios y del infierno, de los pecadores y de los condenados. También se ha representado a los herejes, muchas veces. Pero cuando figuramos al demonio, lo ponemos como dragón vencido bajo el pie de la Virgen Inmaculada, o como ángel horrendo y tenebroso, rendido y aplastado por San Miguel. Y si pintamos herejes, se representan combatidos por los Santos Doctores, perseguidos por los Santos Predicadores y expulsados por los Santos Misioneros. Nunca, jamás se ha representado en un lugar sagrado, en un altar, a un Papa como un igual entre herejes y paganos. Esto es nuevo, una novedad post-conciliar.

Roseto degli Abruzzi es una pequeña ciudad, poco significante, nada sobresaliente; su parroquia es sólo una más entre tantísimas parroquias católicas que hay por todo el mundo. Pero lo que se ha representado allí es una imagen, una iconografía de cómo se ve y es vista la Iglesia, una muestra de su actualidad.

Una lamentable muestra.

(galería de fotos aquí)

p.s. En el blog Messa in Latino también publicaban hace un par de días un artículo sobre una parroquia de Ostia que ha puesto en una de sus fachadas grandes imágenes de Gandhi, Luther King y Mother Teresa. No comment plus.


+T.

jueves, 18 de julio de 2013

18 de Julio aquel



Ya es historia, y la historia no se repite.
Pero hay historias que quizá sería conveniente repetir.

...De vez en cuando.

¿No?


#.

miércoles, 17 de julio de 2013

¿Qué dice Randjith?




Hace unos días ápareció en los blogs católicos este vídeo en el que el Cardenal Malcolm Randjith hace una breve crítica sobre la actualidad litúrgica. En sustancia, se refiere a lo que se ha perdido y se debe recuperar, todo aquello que la liturgia tradicional ha conservado pero no se ha sabido plasmar, no se percibe, en las celebraciones según la forma ordinaria de la liturgia católico-romana impuesta a raíz de la reforma post-conciliar. Estamos de acuerdo con la crítica del Emmº Randjith y compartimos sus apreciaciones.

Pero en el minuto 1'53 del vídeo afirma otras cosas, bastante extrañas. Transcribo los subtítulos:
"En todas estas religiones orientales muchas cosas se sienten debido al aura de misticismo y meditación de varios tipos de acciones exóticas. Se trata de un lenguaje que habla al corazón, y al cual la iglesia Católica no puede renunciar. En la forma extraordinaria de la liturgia lo hemos conservado; hemos protegido esos símbolos y este lenguaje místico que habla a nuestro corazón más que en el Novus Ordo. Así que tenemos que mejorar el Novus Ordo, necesitamos reforzarlo si queremos que nuestros esfuerzos evangélicos surtan efecto."

Las imágenes que acompañan a estas palabras del cardenal son también desconcertantes: Unos budistas tibetanos accionando 'molinillos de oración', un sacerdote (?) confucionista (?) o shintoísta (?) con un clavel asomando bajo el gorro y el entrecejo marcado con una pasta roja (sangre?). Suponer que - aunque sea remotamente - sean equiparables o puedan ponerse en relación de semejanza esas religiones paganas y sus cultos con la Liturgia Católica, resulta algo sumamente inquietante, sobre todo en alguien como el cardenal M. Randjith.

Acaso, en un lapsus, por la ocasión de la entrevista, recurriendo a una sorprendente forma de captatio benevolentiae, Randjith toma argumentos de la fenomenología religiosa o de la temática de las 'religiones comparadas' y hace esa alusión. Aunque lo estimo injustificable, pudiera ser esta la explicación de esas palabras del Cardenal cingalés (cuya impresión sigue siendo desconcertante).

Un poco antes, refiriéndose a la 'mística' de los ritos litúrgicos de las iglesias ortodoxas orientales, valora la interpretación de cantos, el uso específico de una 'lengua litúrgica', la utilización del incienso etc. Comprendo lo que quiere decir, pero hay que subrayar ante este tipo de apreciaciones (muy comunes entre los católicos defraudados por el minimalismo y la descomposición de la liturgia católica postconciliar) que el valor de un rito o un acto litúrgico eclesial no estriba en la forma de sus pormenores ceremoniales, sino en la entidad del propio rito. Lo grave de la crisis litúrgica del catolicismo post-vaticano 2º no es la desaparición del antiguo ceremonial marcado por las rúbricas, sino el deliberado abandono de la liturgia que había conformado hasta entonces la vida espiritual de la Iglesia Católica. Aquellos ritos despreciados y sustituidos por los del Novus Ordo, no tenían/tienen valor por sus ceremonias, por los paramentos que usaban, ni por el latín en que se rezaban, sino porque eran/son la expresión formal de la fe que realizaba/realiza los Sacramentos, misterios de salvación, con unas formas que traslucen el dogma, la doctrina, la fe, el ser de la misma Iglesia que los celebraba/celebra y que ha recibido aquel rito, aquella liturgia como una tradición preciosa, vinculada esencialmente, sin interrupción, a su historia y a sus orígenes apostólicos. Es lo mismo que expresa San Pablo en la Iª Cor cuando enfatiza con emoción, solemnemente "...Yo he recibido una tradición que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido".

Lo 'oriental', per se,  no tiene valor espiritual, ni cristiano. Tampoco el incienso es por sí merecedor de más aprecio que el que se le tenga a cualquier perfume. Ni siquiera el patrimonio artístico vinculado al culto antiguo, por valioso o meritorio que sea, tampoco vale por sí: El valor de todo lo que usa la liturgia cristiana depende del ser de la misma liturgia que es actualización del Misterio de Cristo, el ser medio efectivo de la Gracia santificante, esto es lo que da valor a lo accesorio que es mero elemento auxiliar, simple instrumento.

Con un Stradivarius se puede interpretar la Chacona de Bach o tocar una cacofonía compuesta por un pseudo-músico de vanguardia. Ciertamente, una música superior merece un instrumento superior, pero la esencia es la partitura, la música, no el instrumento.

El problema de la crisis litúrgica del post-concilio es esencial, no sólo, ni principalmente, formal o material. Desde una esencia devaluada se ha llegado a una formas degeneradas; este es el meollo del caso.

Dice Randjith que 'tenemos que mejorar el Novus Ordo'. No sé por qué no se atreve a decir que se debe corregir, suprimiendo muchas cosas y recuperando otras, que es lo que se debería, lisa y llanamente, decir. Pero no lo dice, quizá porque sus circunstancias no se lo permiten (o el no se lo quiere permitir, por las circunstacias). Subraya que "...hemos reducido (la liturgia) a una serie de acciones. La acción, sin embargo, no es lo más importante. Lo más importante es el ser."

Hay que profesar lo esencial, insistir en el Credo para restaurar lo arruinado y regenerar lo pervertido.  La clave de todo es la fidelidad a la tradición que expresa la fe recibida; la sentencia 'lex orandi lex credendi' es la clave, no 'lo oriental', entre otras razones porque también el Oriente está afectado de los mismos males que el Occidente (aunque lo disimulen con incienso).



+T.

viernes, 12 de julio de 2013

Cuando lo profano desplaza a lo sagrado


Me pidió un comentarista que incluyera un link a Página Católica con imágenes de la velada del pasado 29 de Junio en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires; aquí pueden ver las fotos. La escena es triste, para quienes pre-sentimos la sombra de la profanación usurpando el espacio/tiempo de lo sagrado. Porque se trata de eso.

Al poco de recibir el link del comentarista, me encontré con este artículete en la página contra-católica de Religion Digital: Las discotecas o guateques santos en Brasil

No las conocía, pero no me extraña el fenómeno porque, desgraciadamente, es ya corriente. Me dicen que hasta en Polonia, la patria del Santo Súbito, se hacen cosas como las que reseño más arriba. Es un fenómeno que crece parejo a la nuevangelización. Por meter en la iglesia a la gente joven, convierten los templos y capillas en salones de música y baile. El efecto equívoco es des-evangelizador, porque no forman en la fe y la piedad a los jóvenes, sino que les proporcionan un sucedáneo que no es ni verdaderamente religioso/católico ni auténticamente festivo/lúdico. Los efectos de estas falsificaciones se verán con el tiempo. No intuyo buenos resultados, ni pastorales ni espirituales. Pero es lo que hay, por todos sitios.

Hace unos meses me sorprendió un yutube grabado en una celebración de Comunitá Cenácolo, un nuevo movimiento muy exitoso en Italia: Nuevangelización, tratamiento de toxicomanías, liturgias con cante y baile. En el yutube se puede ver cómo retiran el mantel del altar (la Misa ha concluido) y dos chicos se ponen a un extremo y otro del altar para dirigir a la asamblea, que canta, baila y repite los gestos mímicos de los dos gogó-boys. Vean:




Insisto en que todos hacen los mismo, con variaciones. El Domingo pasado, por ejemplo, vi un poco de la Misa de clausura de la asamblea anual de la Renovación Carismática, en Madrid; no he encontrado la grabación; celebraba la Misa Jose Ignacio Munilla, el obispo de San Sebastián. Munilla celebra como un obispo juanpablista, escenificando, poco recogido, con poca observación de rúbricas, con cierto aire rutinario, dejando ver algunos detalles chocantes. El clero concelebrante, revestidos de alba y estola (casi todos sin cíngulo), carismáticos todos. La mesa de altar improvisada era baja, le llegaba a Munilla poco más arriba de la rodilla. Detrás, una orquesta de baterías, guitarras eléctricas y otros sonajeros, cantaba y medio-bailaba coplas pseudo-litúrgicas de género pop-carismático.

No recuerdo quién, me contó hace poco que existe una 'iglesia' evangelista pop-rock-country, muy concurrida. Se llama Hillsong. Me dijo también mi informante que algunos grupos católicos (nuevangelización etc.) usan en sus reuniones y celebraciones las músicas-coplas de Hillsong, que gustan mucho a los des-católicos de mal gusto musical/espiritual. En este yutube pueden Uds. ver el estilo Hillsong.


¿Acaso no se siente - lo dije al comienzo - cómo la sombra de lo profano invade el espacio/tiempo de los sagrado, de lo sagrado católico, lo más sagrado?

Después de esa invasión/violación/profanación, ¿qué queda?

Creo que sólo la huella de una devastación espiritual que deja en el campo (en la Iglesia, en las almas) un espantapájaros contrahecho, esperpéntico, patético. Sobre él se posan los pájaros que picaron y se comieron la semilla de la Parábola.



Todavía con la impresión del Papa Francisco con la cruz de palo pintada de esmalte azul, celebrando encima de una barca rota, predicando desde un púlpito-ambón hecho con dos tablas y un timón de naufragio, con la estampa del Papa en Lampedusa en mis ojos, me preguntaba ¿por qué?

Esta mañana, en la Misa, mientras recitaba (en secreto y en privado) el salmo del lavabo, me dí cuenta que estaba rezando algo que los sacerdotes (los que celebran según el misal nuevo) ya no rezan:

Domine, dilexi decorem domus tuæ,
et locum habitationis gloriæ tuæ

Señor, amé la belleza de tu casa / y el lugar donde habita tu gloria
(Sal 26, 8)

No se reza ya, quitaron este salmo que acompañaba al lavabo de los dedos del sacerdote; ha dejado de rezarse y con los versículos del salmo se ha perdido también la conciencia sacerdotal de la belleza de lo sagrado, la conciencia sacerdotal de procurar y conservar la gloria y esplendor de la casa del Señor, que es su templo, que son nuestras iglesias y nuestros altares.

Por eso lo de Lampedusa y todo lo demás. Son epifenómenos de una misma dolencia, muy profunda, que estraga y descompone a la Iglesia desde hace 50 años.

Cuando hace seis años el motu proprio de Benedicto parecía el comienzo del remedio, la renuncia del 11 de Febrero fue un parón en seco y la elección de PP Franciscus un bloqueo con acelerón en dirección por el camino que no es.

El Señor tenga piedad y nos bendiga.


+T.

viernes, 5 de julio de 2013

Bi-Papal


El Vaticano es uno de esos sitios donde no se dan puntadas sin hilo; salvo los imprevisibles imponderables, es raro que ocurran casualidades, nada se improvisa, todo se delibera. Incluso en la espontaneidad más trivial hay algo estudiado, premeditado. No estoy diciendo que todo sea falso o impostado; lo que digo es que no hay efecto sin causa ni acto sin intención.

Por eso me causa mal efecto el acto de esta mañana pasada, con la aparición en público de Francisco y Benedicto, tête a tête, codo con con codo, en dos sillones, uno sentado junto al otro. Una imagen equívoca hasta el extremo.

El año 2013 está siendo traumático. Si en Julio del año pasado nos dicen que doce meses después veríamos una estampa como la de esta mañana, hubiéramos contestado al que nos lo dijera que deliraba, que veía fantasmas y figuraba espejismos. El tiempo, sin embargo, no ha mostrado la realidad contingente con toda su fuerza traumatizante.

Pero como se acostumbra a los niños a superar los traumatismos familiares, rupturas, abandonos, ausencias y distancias, así parece que se nos quiere normalizar la conciencia, con actos anómalos aparentemente normales. Pero no son normales. Yo, por lo menos, procuro mantener despierta la conciencia crítica resistente de la a-normalidad. No soy tonto ni me gusta que me metan en la lista de los bobos que asienten y aplauden.

En este caso nos han dado a comulgar la piedra de molino de dos Papas al alimón, el día que se publica esa inaudita encíclica elaborada por uno y firmada por el otro. Escrita a 'cuatro manos', han dicho los medios (tan perversamente vulgarizantes).

Si Francisco renunciara también (algo que desde que salió al balcón intuimos que podía pasar en cualquier momento), sería de pesadilla ver juntos a tres, uno, otro y otro.

Como en las fotos de esta mañana Benedicto llevaba pectoral de oro y Francisco pectoral de plata, el que viniera podría ostentar pectoral de bronce.

Lo peor es que la mayoría aplaude, no problem.

Yo mantengo, sin embargo, que el trauma golpea por dentro. Porque la Cabeza Visible de la Iglesia es el Papa, y hoy - lo expliquen como lo expliquen - eran dos las cabezas visibles.

Incluso uno parecía más cabeza que el otro, todavía.

+T.