sábado, 9 de junio de 2012

Pedrito V



Ayer tarde, en la parada del autobús, había pegado un pasquín indecente anunciado una orgía in-cívica de los indignados pan-y-circo. Vean y lean el pasquín:

Iª Velá Indigná

Tiene bemoles y contrapunto al pedal el anuncio de la 'musiquita' y el 'ambigú' entre la 'lluvia de alternativas' y la 'mesa informativa'. Que quiere decir que, entre parida libertaria y manifiesto comunistón, los asistentes se toman un tinto con gaseosa (o 'de verano') con una tapa de caracoles y un par de cubatas con tres porros de jachís, de postre.

Esa es la 'revolución' de los indignaos, la de verdad, sin trampa ni cartón de gacetilla de periodistucho post-marxista alucinando (también con cubata y porro) con paralelos 15-M = M'68.

En la velá esa que anuncia el pasquín, los tipos son los mismos que los de Madrid, con un plus de barrio y estrambote sevillano, como una re-versión de novela picaresca, estilo Rinconete cervantino light. Imagino que no será raro ver por allí a algún cura-comprometido de las proximidades, confraternizando con la morralla indignada del ambigú y la musiquita, lloviendo alternativas. Etc.

Pero lo que me ha hecho saltar el resorte ha sido ver que la 'velá indigná' se ubica en la calle Doctor Pedro Vallina, inesperada aparición, quién se iba a figurar.

Entre las cosas que se me han extraviado en una trastornada mudanza, no encuentro un libro en el que tenía guardada, como marcapáginas, una carta de Pedro Vallina a mi abuelo, que no me gusta enseñar (y sé que a muchos les encantaría leerla o tenerla) por lo mismo que en mi casa no se hablaba de Pedrito Vallina. Alguna vez, en alguna conversación de la tertulia de mis abuelas y mis tías, o en uno de aquellos comentarios sobre gentes y cosas que hacían mi abuelo y mis tíos, tuvo que salir a relucir Vallina, porque a mí se me quedó el nombre y después, mucho después, pude archivar al personaje, tan olvidado luego como conocido y tratado antes.

La cosa venía de lejos, porque la amistad con la familia de Vallina nunca se perdió, en particular con su prima Concha Daza y su primo el Padre Daza, y con la tía-matriarca de todos ellos, Doña Amparo Martínez, todos muy señalados entre las amistades viejas de mis abuelos y mis tías. A Concha Daza la recuerdo todavía, ya muy mayor, maestra nacional jubilada, cuando venía de visita por la Novena. No era una visita agradable para mí, porque preguntaba cosas de colegio y decía que se estaba perdiendo la caligrafía y la urbanidad. Yo me escondía cuando llegaba y llamaba a la campanilla de la cancela del zaguán, pecherona, con un moño y una cabeza imponente, y un bolso negro grande, y un abanico, un medio pericón negro, que sonaba riiiisss-rrrasssss (abrir-cerrar) plis-plis-plas, plis-plis-plas, plas-plas-plas-plas-plas (sobre el pecho) clin-clin (sonando las medallas). Y así la tarde entera, en el estrado, en las butacas de mimbre, hasta la hora de cenar, con mis tías y un par de amigas de la misma quinta, todas del tiempo de la Regencia de María de Cristina.

Lo extraordinario era que de un ambiente como aquel hubiera salido un engendro como Pedrito Vallina, criado por su tía Amparo en la misma casa que sus primos, Concha, la maestra, y Don Francisco, el cura. Pero así son las cosas, y se explican, relativamente: Una familia pudiente, un hijo inteligente y aplicado, una carrera universitaria, las influencias del pensamiento de vanguardia, el descontento social ambiental, los viajes al extranjero, los contactos...Resumiendo sus andanzas con un calificativo último y definitivo, se decía: - "...y se hizo masón", como una especie de compendio de las más abyectas monstruosidades.

Pero Pedrito se hizo algo peor, mucho más peligroso: Se hizo anarquista. En el colmo de los horrores, un día se supo que estuvo implicado en un complot que tramaba atentar contra el Rey, Don Alfonso XIII. Fue a juicio y estuvo en la cárcel dos o tres veces. Ya no se le trataba, ni se le recibía en ninguna casa, salvo en la de su tía, Doña Amparo Martínez, que llevaba aquella cruz del hijo de su hermana con resignación, con toda la resignación, callando todo y temiendo barbaridades mayores. Se contaba que el caso de Pedrito se la llevó a la tumba (¡que en Gloria esté!).

De su tía, Pedrito heredó, si no caridad (que eso es virtud), sí una estupenda filantropía que le hizo destacarse como hombre providencial en momentos de necesidad, penuria, epidemias, urgencias e imprevistas calamidades. En Sevilla era famoso su dispensario-consulta, en la calle Bustos Tavera, un enclave justo en el límite entre el centro de la ciudad y uno de los accesos a los barrios que conformaban lo que se llamó 'el Moscú sevillano', guarida de los peores elementos activistas del marxismo clandestino, células comunistas y anarquistas que envenenaron la vida de la gente sencilla inyectando el odio clasista y suministrándoles recursos violentos, inspirándoles malas ideas y organizándolos para actividades criminales. En todo aquello, andaba Vallina, curando gratis a los pobres, pagándoles medicinas y costeando tratamientos, y alentando la rebeldía de los descontentos. Un filántropo activista radical.

En el pueblo, organizó un centro de curación-reposo-rehabilitación para tuberculosos, en una finquita que heredó de su tía, unos terrenos en la sierra baja que se levanta a poca distancia de la localidad, con una situación muy saneada, elevada, bien orientada, con un par de arroyos cercanos al lugar donde edificó 'El Sanatorio', unos sencillos pabellones habilitados como salas para los enfermos residentes, corriendo la mayor parte de los gastos a expensas del generoso Pedrito Vallina. Todavía quedan dos de aquellos edificios, usados ahora como casas de labor, entrelargas, de una sóla planta, techadas con tejas a dos aguas, con un cierto parecido a las construcciones del ferrocarril, con los muros blanqueados y los cantones de las esquinas, cornisas, marcos de ventanas y portadas pintados con almagra.

Cuando salíamos al campo de excursión, o con tío Enrique, a cazar lo que saliera - para limpiar la escopeta, decía él - y veíamos de lejos aquellos dos edificios, preguntábamos qué era, y nos contestaban - "...El sanatorio", sin más detalles. Y si seguíamos preguntando, nos decían poco más - "...aquello era para los tísicos, que venían de Sevilla a hacer reposo, lo cerraron antes de la Guerra". A Vallina, ni lo nombraban, como si no hubiera existido.



Don Pedro vivió sus años de gloria durante el quinquenio desgraciado de la criminal 2ª República. Hombre inquieto e inconformista, mantuvo tensas y encontradas diferencias con los representantes oficiales de las formaciones políticas anarquistas. El Alzamiento le sorprendió fuera de Sevilla, y mantuvo bastante actividad en la zona roja, organizando auxilios y dispensarios. Al final de la contienda, poco antes de la victoria de Franco, salió de España y terminó asentado en Méjico, donde murió nonagenario en 1970.

Por aquellos años todavía vivía su prima, Concha, la de las visitas que yo temía, la del sonoro abanico y las tertulias interminables con mis tías. La última vez que estuvo en casa fue el verano del luto por mi abuelo. Venía de la Novena, acompañada por otra maestra jubilada, de su misma quinta, y pasó por casa a dar el pésame, pero como mis tías ya se habían trasladado al piso de Sevilla, la atendieron mi madre y mi tía Antoñita, que eran de la siguiente generación; mantuvieron una conversación de circunstancias, la acostumbrada para el caso, de una media horita y se despidieron con  besos, de los que me libré porque no comparecí por el salón hasta asegurarme de que Doña Concha y su acompañante se habían ido. Cuando llegó mi padre, mamá le contó la visita de Concha Daza, para dar el pésame, que le había dejado recuerdos y que se llevó las señas de las titas para visitarlas en Sevilla. Y mi padre, bajando un poco la voz, comentó:

- "...Me dijo Juanito Treñez que el otro día estaba contando uno en el círculo que este invierno había muerto Vallina, en Méjico."

- "¡Jesús! ¿Todavía vivía? Tendría la edad de padrino, por lo menos, ¿no?".

- "Seguro, los noventa cumplidos".

- "Anda, que bastante aventura se lleva encima...Si hubieran estado las titas hubieran tenido tema para una semana."

Mi tía Antoñita terció:
- "Pues habrá que meterlo en el Rosario,  con Padrenuestro y requiem..."

- "Desde luego, que falta le hará, al pobre infeliz", cortó mi madre.

En casa de mi amigo Antoñito Lara, la tía Mercedes solía decir:

- "...anda que eres más malo que Vallina".

Y nosotros, chiquillos, preguntábamos: - "¿Y quién es 'Gallina'?

Y decía la tía Mercedes - "Un rojo masón, de los que quemaban iglesias".

Y en un flash de imaginación, nosotros veíamos a 'Gallina' con una tea en la mano metiendo fuego a la iglesia.

En mi pueblo no sé si le habrán dedicado calle, hay cosas de las que prefiero no enterarme, y las ignoro, conscientemente.

En Sevilla, por el cartel-pasquín de la parada de autobús, me enteré ayer de que sí hay una calle con su nombre, donde esta noche van a juntarse la recua de los pan-y-circo del 15-M, anarquistas post-modernos que harían las delicias libertarias de Vallina.

O quizá le curaran, si los viera, el virus anarcosindicalista, radicalmente.

Y los correría  con la fusta, por petardos. Porque hasta en eso hemos sufrido un bajón de calidad: La que dista de Don Pedro Vallina al perfil post-moderno de los anarcos de verbena y porro.



+T.

martes, 5 de junio de 2012

Entre astutos y tenebrosos (dos casos, dos)



Cuando hace unos años nombraron al Presidente del Tribunal Supremo y la prensa recalcó, en plena era zapatera, que el escogido era católico notable, y cuando el católico notable elegido presidente se confirmó en una serie de declaraciones como tal católico señor, yo me puse en lo peor y me pregunté cuándo saltaría esa clavija rompiendo esa cuerda tan tensa, tan extrañamente chirriante en el complejo organigrama de la España del Zp.

Ahora, con la cúpula del psoe-A a punto de sentarse en el banquillo, en un proceso que será o no será o dejaran que sea lo que quieran, advierte el espectador consciente qué bien viene tener en el supremo a un católico rompible para un descosido coyuntural.

El roto del Señor Presi del Supre casi todo el mundo lo sabe y todo quisque lo calla. Es que lo que es materia de confesonario no se debería extrapolar, sacar fuera de su ámbito. Pero los sagaces hijos de las tinieblas mueven sus fichas en el tablero según su modo y manera, que no son las de los hijos de la luz. Que se trata, por su parte, de una filiación dificil de mantener impóluta, dadas las circunstancias y la actividad tremenda de los tres enemigos - mundo, demonio y carne -. Tan activos, tan atrevidos, tan sorpresivos.

En nivel más alto, entiendo que el caso del vatileaks y sus corvi es otro episodio de la misma activa tríada enemiga. Siempre lo fue, y tuvo su registro oficioso, su Liutprando o su Buccardo, cronistas negros post eventum, generalmente. Lo actual de este caso, sin embargo, es su actualidad, nota impuesta por la globalidad y la agilidad mediática del momento.

Sea lo que sea, la fumata tiene profumo italiano a basilisco, a pesto, a bolognesa, a salsa de trattoria, a pranzo de la mamma. Por eso no asusta, de entrada; aunque después uno cae en la cuenta de que l'acqua toffana, la cantarella y demás tósigos históricos tuvieron que tomarse disueltos en sabrosa salsa (italiana), condimentando.

Yo, en estas circunstancias, echo de menos al estupendo Navarro Valls, bajo cuyos prudentes y sapientes procedimientos, saber estar, saber decir, saber presentar, la cosa, de haberla habido, no hubiera sido tal y como la presentan los medios, ávidos de víctimas vaticanas.

La avidez de estos otros cuervos es repugnante, además de alarmante. El mismo ABC (que se suponía afín, como se le supone monárquico) publica hoy un articulete ene le que sale esta frase "...Por desgracia, los tribunales del Vaticano actúan a puerta cerrada, por lo que la opinión pública jamás llegará a tener la certeza de que se haya actuado con justicia." Que es como decir, mutatis mutandis, que un Cónclave es un enjuague tramposo, puesto que se celebra a puerta cerrada y sin cámaras en directo para solaz de la opinión pública, ese artificial ente monstruoso (tan impresionable y rentable).



Si el ABC, que uno piensa que es afín, publica eso, la alcantarilla psoera del país.com lleva un mes de alegre inquisición (aunque 'inquisitorial' sólo sea, en el lexicón de las izquierdas, un concepto denigrante intra-eclesial y/o intra-hispano en sus múltiples variantes, todas susceptibles). Según las gacetillas del pais, los aledaños de Piazza San Pietro y Borgo Angélico son el escenario de un serial de intriga digno del Father Brown y Flambeau, pero con más picante y guión remozado estilo peli vaticano-ficción (no cito autores).

Da pena, mucha, que este episodio le haya tocado a Benedicto XVI, tan visiblemente cansado, en una Roma con tramoya de picaresca palaciega-cosanostra, que le devora fuerzas.

Y eso contando que no signifique nada que en menos de un un mes el polo de atención vaticanista se haya desplazado del proceso FSSPX al turbio quotidiano del vaticanleaks.

Ciertamente, bregar con los oscuros y astutos hijos de las tinieblas es una enredosa y fatigosa contienda para los hijos de la luz.

Y hay que mantener encendida la luz.

+T.

domingo, 3 de junio de 2012

Sancta Trinitas Unus Deus


Cuando me dicen que cristianos, judíos y musulmanes creemos en el mismo Único Dios y le adoramos, respondo que no, que es imposible:

- porque la fe del Antiguo Testamento (aunque válida y suficiente durante la Antigua Alianza) es parcial, imperfecta, porque no conoce a las Divinas Personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo

- porque el judaísmo se ha cerrado a la Revelación de Cristo, Hijo de Dios, y a su Misterio de Redención, el Nuevo Testamento: Ni conocen a Jesucristo, ni le reconocen como Segunda Persona de la Divina Trinidad; lo mismo respecto al Espíritu Santo

- porque esta negación de Jesucristo, Hijo de Dios, implica el odio a su Persona y la exclusión terminante de cualquier confesión de fe cristológica (cfr Mt 26, 63-66)

El problema consiguiente es sustancial: ¿Se puede considerar fe verdadera, culto verdadero, la de quienes al dirigirse a Dios obvian o niegan al Padre y/o al Hijo y/o al Espíritu Santo; item más: respecto al Hijo, la postura del judaísmo es adversa absolutamente, intransigente. Por tanto, ¿se puede dar culto a Dios negando a Dios?

Tocante al islam y los mahometanos la diferencia es aun mayor, en cuanto el Islam no recibe la Revelación del Antiguo Testamento y sólo admite la invención del Corán, cuyo credo mantiene la absoluta exclusión del Dogma Trinitario, llegando a considerar la fe en la Trinidad como el gravísimo pecado de 'asociación', penado con muerte én la legislación coránica. Por consiguiente, al creer y rezar, al profesar la fe y rendir culto, el mahometano niega absolutamente a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, dirigiéndose a una abstracción de la unidad y unicidad de la Divinidad que es atributo pero no es esencia; creen y adoran un atributo divino a la vez que niegan la esencia del Dios Uno y Trino, así como a su Misterio de Salvación.

Con las llamadas 'otras religiones', la separación es absoluta. Si cabe alguna actitud de acercamiento, debería ser sólo por interés de la misión ad gentes. Otras formas de comunicación son incompatibles con la Fe y la Revelación (una sóla Revelación que enseña y confiesa una única Fe). Escenas como la reciente condescendencia inter-religiosa del Cardenal Schönborn con el Dalai Lama en San Esteban de Viena, constituyen episodios anómalos de confusos sincretismos incompatibles con la recta doctrina de la Iglesia. Al pagano se le predica el Evangelio, no se comparten con el 'dimensiones' religiosas ni se admiran particulares equívocos. Libros y experiencias como esta, por ejemplo, están fuera de la orto-praxis de la ortodoxia cristiana.

Cuando predico, insisto a los fieles en que no conocemos todo el Misterio, pero el Misterio que creemos y enseñamos es absolutamente verdadero, y corresponde a aquello que Dios ha querido que conozamos para salvarnos. Esa, y no otra, es la Fe que recibimos de los Apóstoles y la Iglesia, y esa, y no otra, es la Fe que debemos mantener, enseñar y transmitir.

Cosas sagradas tan profundas y dichas con tanta simplicidad como reza el Símbolo Atanasiano:

Quienquiera que desee salvarse debe, ante todo, guardar la Fe Católica:
quien no la observare íntegra e inviolada, sin duda perecerá eternamente. Esta es la Fe Católica:
 Que veneramos a un Dios en la Trinidad y a la Trinidad en unidad. Ni confundimos las personas, ni separamos las substancias. Porque otra es la persona del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo: Pero la divinidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo es una, es igual su gloria, es coeterna su majestad.
Como el Padre, tal el Hijo, tal el Espíritu Santo.
Increado el Padre, increado el Hijo, increado el Espíritu Santo.
Inmenso el Padre, inmenso el Hijo, inmenso el Espíritu Santo.
Eterno el Padre, eterno el Hijo, eterno el Espíritu Santo.
Y, sin embargo, no tres eternos, sino uno eterno.
Como no son tres increados ni tres inmensos, sino uno increado y uno inmenso.
Igualmente omnipotente el Padre, omnipotente el Hijo, omnipotente el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no tres omnipotentes, sino uno omnipotente. Como es Dios el Padre, es Dios el Hijo, es Dios el Espíritu Santo.
Y, sin embargo, no tres dioses, sino un Dios.
Como es Señor el Padre, es Señor el Hijo, es Señor el Espíritu Santo. Y, sin embargo, no tres señores sino un Señor.
Porque, así como la verdad cristiana nos compele a confesar que cualquiera de las personas es, singularmente, Dios y Señor, así la religión católica nos prohibe decir que son tres Dioses o Señores.
Al Padre nadie lo hizo: ni lo creó, ni lo engendró.
El Hijo es sólo del Padre: no hecho, ni creado, sino engendrado.
El Espíritu Santo es del Padre y del Hijo: no hecho, ni creado, ni engendrado, sino procedente de ellos.
Por tanto, un Padre, no tres Padres; un Hijo, no tres Hijos, un Espíritu Santo, no tres Espíritus Santos.
En en esta Trinidad nada es primero o posterior, nada mayor o menor: sino todas la tres personas son coeternas y coiguales las unas para con las otras.
Así, para que la unidad en la Trinidad y la Trinidad en la unidad sea venerada por todo, como se dijo antes.
Quien quiere salvarse, por tanto, así debe sentir de la Trinidad.
Pero, para la salud eterna, es necesario creer fielmente también en la encarnación de nuestro Señor Jesucristo.
Es pues fe recta que creamos y confesemos que nuestro Señor Jesucristo , Hijo de Dios, es Dios y hombre. Es Dios de la substancia del Padre, engendrado antes de los siglos, y es hombre de la substancia de la madre, nacido en el tiempo. Dios perfecto, hombre perfecto: con alma racional y carne humana. Igual al Padre, según la divinidad; menor que el Padre, según la humanidad.
Aunque Dios y hombre, Cristo no es dos, sino uno. Uno, no por conversión de la divinidad en carne, sino porque la humanidad fue asumida por Dios. Completamente uno, no por mezcla de las substancias, sino por unidad de la persona. Porque, como el alma racional y la carne son un hombre, así Dios y hombre son un Cristo.
Que padeció por nuestra salud: descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos. Ascendió a los cielos, está sentado a la derecha de Dios Padre omnipotente; de allí vendrá a juzgar a vivos y muertos.
A su venida, todos los hombres tendrán que resucitar con sus propios cuerpos, y tendrán que dar cuenta de sus propios actos. Los que actuaron bien irán a la vida eterna; los que mal, al fuego eterno.
Esta es la fe católica, quien no la crea fiel y firmemente, no podrá salvarse. Amén


Amén.

+T.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Honrar al prostituyente causante

Este tio del pergamino enmarcado


es el causante original de esto


y de esto también


El Felipe es el padre ideológico de los sinvergüenzas no-estudiantes kaleborrokeros sureños, cachorros rabiosos de la perrera post-marxista, descontentos porque se les seca la teta de la mamada gratis-subvencionada y el porro barato con hachís del moro. El Felipe es el 'protogenitor' de esa camada.

Los infames cívico-delicuentes, niñatos de la malcrianza de 30 años de corruptora dictadura psoera sin solución de continuidad, han profanado la imagen del monumento de Santa Ángela de la Cruz y han grafiteado los muros blasfemando contra San Fernando.

Mientras, el mismo día y a la misma hora, el vaina ppero más conspícuo del Cabildo de la Ciudad obsequiaba al Felipe, presidente prostituyente, con el título de 'hijo predilecto', con la coartada excusante de la Expo'92, el emporio de la turbia corruptela.

Si digo que el mismo, el Felipe, es también la primera pieza de la decadencia y crisis de la actualidad, no exagero ni un pelo, a pesar de decirlo desde Sevilla, tan hiperbólica quasi siempre.

Me indigna que el tal ande suelto y le den diplomas por ser lo que fue.

Me duele que Sevilla esté tan degradada que estime filiación predilecta lo que es un baldón infamante, un manchón de estiércol apestante.

Yo sé que estas cosas son así, que el mundo es mundo y el sinvergüenza se laurea; no obstante todavía le queda a uno un resto de ilusión por algo, una aspiración a la mejoría, el antojo razonable de un poco de bien, de honra, de genio, de pundonor, de virtud limpia como una pared encalá al reverbero. Todo eso que no hay ni se ve venir.

Triste dia de San Fernando, el patrón de la ciudad, con la Capilla Real cerrada por obras, el cuerpo del Santo sin exponer, la blasfemia sacrílega campando por las calles, y el demiurgo emponzoñador recogiendo un título de honra para su descrédito y de deshonra para los otorgantes.

Lo peor es que con estas cosas, velis nolis, hasta los espectadores salimos salpicados, si no culpables por comisión, sí señalados por omisión.


&.

Humo y Satanás


Me han enviado (gracias, Troglodita) un link de un artículo de Prada titulado 'El humo de satanás', publicado en el ABC (para leerlo hay que estar suscrito); el link que han mandado es de otra página web a la que no quiero dar publicidad desde Ex Orbe; no me gusta facilitar la conexión con quien no simpatizo, no concedo esas gracias. De todas formas, el artículo de Prada es normalito, nada excepcional.

Prada mantiene una inclinación apocaliptóide desde su admiración a Castellani, gran ingenio. Comprendo y comparto la fascinación por el Apocalipsis de San Juan, un libro que trasmina misterio por cada versículo, cuya lectura no cansa: Se puede leer un capítulo, o un fragmento, y releerlo seguidamente, y cada lectura suscita una imagen distinta, con variaciones. Por lo menos a mí, que soy muy adicto al libro, me ocurre ese fenómeno, y paso de un vitral a un Cranach, de Holbein al tapiz de Angers, del Beato a un libro de horas, todo esto sin solución de continuidad y sin contradicción de imágenes. El Apocalipsis me causa ese efecto. Pero siempre procuro leer el Apocalípsis Joánico sin ir más allá del texto, sin extrapolarlo, sin acomodarlo. A la Historia, me refiero.

Porque, por una parte, el Apocalipsis tiene una historia-marco de referencia que es el del tiempo y circunstancias de su composición, cuando el destierro martirial de San Juan Evangelista en Patmos. Por otra, su entidad profética puede aludir a un futuro no realizado, según valor de toda profecía, pero la identificación Apocalipsis-actualidad, es decir, la superposición de las escenas/capítulos del Apocalipsis con la la realidad en transcurso, con el tiempo presente, es un recurso desacreditado por manido y proclive a equívocos y confusiones muy nocivas.

Item más: Durante la la crisis de la reforma protestante, Lutero y los demás agitadores anti-romanos, abusaron de los textos del Apocalipsis para arremeter contra la Iglesia Católica y el Papado, de manera muy burda pero bastante llamativa y efectista. Contaron, incluso, con el complemento de las artes gráficas de la recien inventada imprenta, difundiendo los grabados alegóricos-satíricos de Hans Holbein, Lucas Cranach y otros maestros. En ellos, el Papa era presentado como personificación del Anticristo, los Cardenales y la Curia Romana eran los secuaces del diablo, y la ciudad de Roma se dibujaba como la Babilonia ebria y prostituída de Ap 17 y 18, tocada con la tiara pontificia.


La exégesis anti-católica apocalíptica con su consiguiente sátira iconografica se convirtió en un auténtico tópico/género, un recurso pseudo-apologético quasi-clásico que pasó del protestantismo continental del XVI a la reforma anglicana y luego a las sectas evangelistas americanas. La especie sigue activa, circulando con éxito entre los protestantes y sus derivados, en tanto en cuanto la Iglesia Católica, el Papa y Roma existen y forman parte del presente y su actualidad.

Hubo también un género apocalíptico católico, tan virulento y con las mismas o semejantes identificaciones anti-romanas que las del protestantismo, con la diferencia de que las precedió en el tiempo (¿fueron su origen?) y de que se esgrimieron por un auténtico paladín de la reforma católica, me refiero a Fra Girolamo Savonarola, el incendiario predicador florentino. Cuando Savonarola arremetía contra Alejandro VI Borgia y los desórdenes de su corte pontificia, sus palabras eran más hirientes para la Curia Vaticana porque eran más certeras, sinceras y ajustadas que las que luego gritaron luteranos, calvinistas y demás sectarios de la reforma protestante.

La paradoja, en uno y otro caso, ya fuera Savonarola, ya Lutero, es que el Apocalipsis no es una profecía contra la Iglesia, sino una revelación para sostener el ánimo de los cristianos en tiempo de persecución contra la Iglesia. Por eso resulta tan contradictoria la identificación impía de elementos, personas, coyunturas, interpolando citas del Apocalipsis.

Del 'humo de Satanás' digo otro tanto. La ocurrencia de Pablo VI ha tenído un éxito que extralimita su significado (que, por cierto, sabría el Papa, porque sobre la oportunidad de la cita se ha escrito también mucho). Fuera lo que fuese que motivó aquella oscura apreciación del Papa Montini, habría que decir que 'humo de Satanás' colándose por las grietas de la Iglesia maltrecha lo hubo también en otros tiempos, en otros momentos, por cosas tan graves como la simonía, las corruptelas de la soberanía temporal, el nepotismo, y mil pecados y achaques más. Cada época tuvo su 'humo de Satanás'.

¿Es el de nuestra época un 'smog satánico' especial? Yo diría que no, que es el humo diabólico de siempre, porque ni el diablo ha cambiado ni los hombres tampoco.

¿Y la Iglesia, ha cambiado la Iglesia? Yo diría que no en sustancia pero sí en estructuras, porque se han debilitado, porque las grietas por las que el humo infernal entra se han multiplicado, son más grandes y más profundas: El problema no es el humo del demonio, sino la decrepitud de la Iglesia, las grietas por las que ese humo entra. El problema, re-re-pito, son las grietas.


Siempre que me re-citan la cita de Pablo VI, me hace penosa gracia pensar que el Papa del agiornamento, el aperturista que abrió puertas y ventanas, demolió sólidas estructuras y debilitó el edificio, fuese la misma persona doliente y timorata que se quejaba luego de que el humo entraba por las grietas que sus actuaciones habían provocado. Triste figura la de este patético Pontífice.

Resumiendo: El humo es sólo humo, Satanás el mismo de siempre, pero es la Iglesia la que merece atención, restauración, consolidación. Un trabajo de re-conversión ad intra, que se aviene muy mal con juanpablismos triunfalistas, años de jubileo y jmjs lúdico-festivas.

Las consecuencias de todo eso (llámesele 'humo', si se prefiere) las estamos sufriendo en estos días con un surtido muestrario de humos diversos.

Fumata, se dice en italiano.

+T.

sábado, 26 de mayo de 2012

Un pellizco más de inquietante confusión: Lady Gaga & Fray Alessandro



Perdón, mil perdones por tratar este tema y hablar de este asunto, pero es que la actualidad se nos impone sin querer, forzando, casi obligando un comentario, aunque repugne la materia del mismo.

La repugnante materia es una tal Lady Gaga, un putón rockero-pop-verbenero que hace furor y está de moda. Sórdida-excéntrica como las nenas de Zp, acumula millones y escándalos rentables para su publicidad. Una de las últimas especies, publicada en páginas de información católica, ha sido que la tal sujeta es satanista y utiliza símbolos satánicos en su vestuario, atrezzo de escenario y videoclips. Si se atreven [¡¡atención!! que los enlaces, los videos, las fotos, etc. son tan impropios para este blog como el excursus sodomítico del sermón del Viernes Santo del Ordinario de Alcalá] , si tienen estómagos resistentes al vómito miren estas referencias al respecto (¡Ojo con los contenidos! please, ¡¡repito!! Sólo miren referencias sin entrar en las páginas ni ver los youtubes, please, please!!!).

Pues con todo esto como repugnante prólogo ambientador, me encuentro con esta otra noticia de Rome-Reports, increíble: La discográfica de Lady Gaga producirá el disco de Fra Alessandro

Fra Alessandro es el franciscano que canta en el youtube que he puesto de cabecera el Ave María con la melodía del intermezzo de Cavalería Rusticana, del Mascagni. Imagino que el fraile se está promocionando, estilo al trío The Priests. Seguro que los comisarios de la nuevangelización estarán al loro para incluir a estos clero-cantantes en el muestrario de medios nuevangelizadores, imagino.

A mí, sin embargo, cuando un cura, fraile o monja hace carrera artístico-musical, me asaltan aprensiones y temores, yo creo que bien fundados. Porque me acuerdo, por ejemplo, de la monja aquella, Sor Sonrisa, la del Dominique-nique-nique, tan simpática, y de su posterior historia personal, tan patética y trágica.

Y es que, en la buena tradición católica de los conversos, el camino ha sido a la inversa: De la escena al claustro, de las tablas al convento. Como la historia de nuestra Maria Antonia Fernández, la Caramba . La verdad de una conversión que lleva del mundo al recogimiento penitente, tan válida para una maja madrileña de estampa goyesca como para uno o una de ahora, de nuestro tiempo. Quiero decir que me creo que un rockero, un rapero o un batería de heavy-metal se conviertan de su mala vida y se metan fraile; pero me resisto a tragarme la novelería de que una monja o un fraile se santifiquen haciendo carrera escénico-musical.

Para inquietud añadida, el tema satanista de Lady Gaga se titula 'Alejandro' y el fraile con el que comparte discográfica (de lo que parecen ufanarse los de Rome-Reports) se llama fra 'Allessandro' (¿¿!!)

Es natural que uno se pregunte si tendrá algo que ver, o si será mera (?) coincidencia o, en todo caso, cosa de la discográfica.

Total, para rematar el articulete, me quedo con la historia de La Caramba, en disco de pizarra, cantada por Concha Piquer. Me parece una buena opción (si tuviera que elegir), dado el panorama.




+T.

Un Hildebrando adveniente


La gravísima crisis de descomposición post-conciliar con su coda juanpablista sufre actualmente un episodio de intriga que fascinaría al mismísimo Morris West. Ciertamente, la realidad supera a la ficción, con colorido y pormenores dignos del mejor guión de serial escrito, radiado, filmado o televisado. Apasionante y divertido si no fueran los Palacios Apostólicos la escena del drama.

Volviendo la mirada atras, por registrar en la Historia algún parangón, el caso se podría ilustrar, por ejemplo, con la crisis en torno al 1300. Quiera Dios que no veamos repetirse otro gran rifiuto por agotamiento del Santo Padre. Cuando me sacan al relucir el episodio, siempre recalco que la crisis que empezó con Celestino V no se resolvió hasta Martín V Colonna, un siglo y pico más tarde. E incluso algunos prolongarían el período hasta la clausura de Trento (1545-1563). Las crisis de la Historia de la Iglesia no duran cuarenta días.

Y como las noticias con su dramatis personae han coincidido con la fiesta de gran Gregorio VII, me decía un compadre afín que nuestra Iglesia necesita otro como aquel. Yo le comenté que personajes así no se improvisan, que antes se necesita completar un Hildebrando, y antes de un Hildebrando se precisa un Cluny. Acabé preguntando - una pregunta retórica - si no estaríamos inmersos en un siglo oscuro, o a las puertas de otro siglo de hierro (las coyunturas del siglo económico-político como amenazador telón de fondo), con la posibilidad venturosa de un Hildebrando todavía muy lejos, en remota lontananza.

Si me apuran, convendría por otro lado, en otra dirección, que también tendría que haber un par de Otones, etc. Quiero decir que los remedios necesarios y eficaces para las afecciones extensas y profundas no aparecen de repente, no surgen del vacío. Item más: Con la crónica del pasado en la mano, se demuestra que la Providencia, muchas veces, deja supurar la úlcera hasta que el pus infecto da paso a la sangre limpia, y entonces aplica el remedio a la llaga. En el caso de la Iglesia, los remedios suelen ser personas, y las personas son, frecuentemente, santos.

En algunas encrucijadas, son los Mártires quienes preparan el momento oportuno de la llegada de los Santos providenciales. En otras épocas han sido los claustros, las clausuras, los conventos, quienes han precedido al momento de la sanación eficiente. El problema de nuestra época sería, en parte, dilucidar la tipología de nuestra crisis, pero esto sólo se juzga acertadamente desde la perspectiva del tiempo, un factor que nos falta en el presente. Otros verán como se saldrá y quienes promoverán; nosotros, conscientes o inconscientemente, somos parte del reparto, personajes de la historia que está siendo y será.

Pero eso no nos impide preguntarnos qué Cluny estará gestando al Hildebrando necesario y dónde estará ese Cluny.

Cuando algunos exaltados se excitan por los 50 años de aquello que fue, otros, más serenamente, se recogen y ruegan que al tiempo febril de la crisis suceda ya la necesaria quietud para reaccionar, convalecer, reponerse y sanar.

De luchas, partidos y banderías, no quiero imaginar ni hablar, aunque no las olvide. De persecuciones al Papa, tampoco. Véase, no obstante, la ilustración de la crónica de Gregorio VII que encabeza este articulete: Fue confrontado, contradicho, hostigado, traicionado, perseguido, murió desterrado y fue sepultado extra Urbem. Hasta cuando fue beatificado y canononizado se opusieron a su memoria los reyes de la tierra.

Orémus
Deus in te sperantium fortitudo, qui beatum Gregorium Confessorem tuum atque Pontificem, pro tuenda Ecclesiae libertate virtute constantiae roborasti: da nobis eius exemplo, et intercessione, omnia adversantia fortiter superare.
Per Dóminum...Amen

+T.