jueves, 28 de junio de 2007

Su mano contra todos y la de todos contra él


Se ha leído esta mañana en Misa, en la lectura de la feria IVª de la XIIª semana del Tiempo Ordinario:

"...Y el Ángel del Señor le siguió diciendo:"Tú has concebido y darás a luz un hijo,al que llamarás Ismael,porque el Señor ha escuchado tu aflicción. Más que un hombre, será un asno salvaje:alzará su mano contra todos y todos la alzarán contra él; y vivirá enfrentado a todos sus hermanos..." Gn 16,11-12

Las narraciones de los ciclos patriarcales del Génesis están llenas de etiologías que explican el porqué de personas, cosas, nombres, lugares, tradiciones. Tienen el encantador atractivo de la temprana Revelación, pero también el tremendo efecto de profecias que desde entonces están ahí, cumplidas, cumpliéndose o esperando su cumplimiento. Esta es de las cumplidas y que todavía se cumplen.

Ismael, el hijo del Patriarca Abraham con la esclava Agar, es el padre reconocido de los pueblos de Arabia y, por extensión, de los pueblos del Islam, para quienes significa lo mismo que Israel-Jacob para los israelitas y judíos.

La etiología profética del Ángel describiendo el carácter y el futuro de Ismael parecería post-factum, referida a la historia del Islam pasada y actual, si no se supiera que la narración genesíaca es de hace unos tres mil años o cuatro mil (Abraham en Canaán, en torno al 1850 a.C. ; Moisés, el Éxodo y la Ley del Sinaí, en torno al 1250 a.C.); por eso es tan vivamente actual la profecía: Él contra todos y todos contra él.

La tradición ismaelita de La Meca recogida luego por Mahoma en Al Corán dice que el santuario de La Kaaba fué edificado por Ismael para dar culto al Dios Único rvelado a los Patriarcas del Génesis, Abraham y su descendencia.

La "alianza de las civilizaciones" o se hace con y desde el Dios de la Alianza, o la indómita descendencia de Ismael seguirá tal como hasta ahora: Ellos contra todos y todos contra ellos.


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viernes, 22 de junio de 2007

Perder la cabeza

Soy amigo de Tomás Moro desde los siete u ocho años, por un artículo de una enciclopedia juvenil que contaba su vida y su muerte. Un cadalso con verdugo y decapitación, Moro dando la moneda al verdugo, el hachazo y la cabeza colgada sobre una puerta de la Torre de Londres, son escenas fascinantes para los ocho años...y para el resto.

Ese fué el comienzo. Luego vinieron más lecturas, y con catorce o quince años, la Utopía. Utopía fué la primera obra filosófica que me leí del tirón: Era un librito editado en Argentina, en rústica. Se leía muy bien, y se entendía, y hasta daba argumento para imaginarse reinos y estados ideales. Más tarde me dí cuenta que era una iniciación buenísima para empezar a hincar el diente a las obras serias; mejor que el Orwell tan recomendado, el viaje con Rafael Hitlodeo me parece mejor, mucho mejor en todos los sentidos: Comenzar con un clásico, es siempre una garantía.

La peli de Zinnemann vino después; la vi de reposición, cuando todavía existían aquellas magníficas salas de re-estreno. Sesión contínua, que repetí aquella misma semana. Por la peli, busqué y compré la obra de Robert Bolt A man for all seasons.

La moromanía se enriquecía con más complejas aficiones, porque también desde chico me fascinaron las cosas de Enrique VIII, las seis esposas, Holbein y sus retratos, los episodios de la reforma y la Iglesia Anglicana, y More me afianzaba el gusto.

Es frecuente - el cine, el teatro, la biografía - plantear el drama de Moro como el del desenvuelto hombre de ideas y leyes arguyendo y resistiendo hasta que le acorralan entre el sí o el no. Su vida dorada de humanista, y la apacible del hombre de familia, que se ve envuelta en uno de los más espinosos zarzales de la época, un caso de pasiones, frustraciones, dinastías, ambiciones, reinos, épocas, leyes, controversias doctrinales...

La actitud de Moro tiene más valor si se consideran las circustancias de los protagonistas directos del drama y los actores y jueces de la cuestión. Incluso la firme y apasionada defensa de sus derechos de esposa por parte de la Reina Catalina de Aragón no está exenta de arrogancia. Se diga lo que se diga y quien lo diga, el matrimonio de una reina no vale, no debe valer, un cisma para la Iglesia. Pero dígase lo mismo también de los Papas que intervinieron y del emperador Carlos; de Henry Tudor no se diga, porque su más atormentada duda o su más frustrado deseo de engendrar heredero valen tantísimo menos, dado el personaje y su trayectoria.

Se estaba fraguando Europa casi tal cual la hemos heredado, y su génesis trajo sus conflictos, hechos drama en este caso. La tristeza es que el humanismo regenerante y esperanzador fuera víctima y también "dramatis persona". Con la cabeza de Moro, decapitan aquel Humanismo. Quedarían luego ideólogos políticos, teólogos reformadores, o filósofos de la ciencia o las letras, pero con la cabeza de Moro en la London's Tower se oreó secándose en reliquia el tiempo de los humanistas.

No fué la única víctima. Con Moro caen Fisher de Rochester y una selecta representación de lo mejor del monacato inglés, con algunos nobles y también gente del pueblo llano. Hasta el siglo XX no son canonizados, More y Fisher por el mismo Pio XI que canoniza a Juana de Arco (tan "distantes" en concepto unos y otra). A veces me he preguntado si sangre tan digna mereció derramarse por causa tan enrarecida y por una Roma tan discutible, cápite et in membris, en aquellos momentos. Más aun si se piensa que More y Fisher eran representantes de la intelectualidad, tan propensa siempre al fino desmarque con el que las élites se desentienden del compromiso o el riesgo personal, porque pueden y saben. Pero Thomas More y John Fisher, sobre todo y ante todo creen.

La nota de Santidad nunca falta a la Iglesia, y si no está en la tiara, puede estar activísima y esplendente en el cíngulo, la fimbria, o las sandalias. La Roma rutilante y medicea de Leon X había pasado con la Roma del sacco y Clemente VII ; Michelángelo pensaba ya su Giudizio y Paulo III Farnese todavía no planeaba Trento; pero la santidad se derramaba por las cabezas y con la sangre de Fisher y More, creyentes en lo que tantos no creían, y defensores de lo que otros despilfarraban o vendían.

Honra de su tiempo, de la Historia, de su Patria, de la Iglesia tan Católica y Apostólica y Romana por ellos testimoniada, a pesar de Roma, de aquella Roma que ellos sabían era más que Roma. La oración de su colecta lo expresa tan romanamente bien: "...quam ore profitemur, testimonio vitae confirmemus ".

Una queja: Que hayan metido en el Martirologio a los dos prefiriendo al Obispo-Cardenal San Juan Fisher antes que al Thomas More Canciller, abogado, esposo, padre y humanista. Hoy es la fecha del martirio del Obispo de Rochester, porque Tomás Moro fué decapitado un 6 de Julio. A San Juan Fisher de Rochester le conocen pocos, la fama de More es universal.

Cosas de clérigos.

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Ps. He cambiado la ilustración de Tomas Moro en familia por esta que me ha mandado mi amigo Tente: Su estatua en Chelsea, con el collar de Canciller en las rodillas y sólo la cruz sobre el pecho. Me ha gustado.

martes, 19 de junio de 2007

Newton: 70 semanas para el 2060


Un flash de la entretenida Inglaterra de los Estuardo Carlos y Jacobo IIºs , las Queens Mary y Anne, y el desembarco de los Hannover; la London renacida de las cenizas, la arquitectura de Wren, la nueva Saint Paul y el exquisito St. Martin-in-the-fiels de Gibbs, con música de Purcell y Häendel.

Todo porque passim la prensa ha publicado esta mañana los cálculos de Sir Isaac Newton fijando para el próximo 2060 el fin del mundo con sus apocalípticas escenas etc. etc.

La prensa, cuando no tiene noticias frescas, desentierra dinosaurios o entrevista al monstruo del lago Ness, ya se sabe. Pero es pronto, porque todavía no es Agosto. O será que la prensa rosa ya está saturada de re-putadas, o que el siniestro Zp & piara ya no dan más de sí; o yo que sé, pero es una peregrina "noticia" sacar a relucir lo de Newton ahora a mitad de Junio.

Lo que se demuestra con esto es que el eximio físico era un herejazo protestantón de tomo y lomo, porque esa atracción por los cálculos de las últimas fechas, ha sido muy sintomático siempre de actividades o escarceos heretizantes. Pero el XVII científico fué así, con una lista insuperable de físicos-místicos-filósofos-teólogos muy polifacéticos: Descartes, Spinoza, Leibnitz, Pascal, Newton...

Newton, entre genialidad y depresión histérica, pronóstico el finiquito para el 2060 según cálculos basados en las misteriosas 70 semanas del capítulo 9, 20-27 del profeta Daniel, que siempre ha dado pié a muchas variaciones sobre el mismo tema, también muy sintomático. Pero es una alegría encontrarse de repente en la prensa ordinaria de la actualidad ordinarísssima con esa delicia de XVII que hace ciencia y cree y hasta se atreve con las profecias y le echa un pulso al Arcángel San Gabriel (que es el que anuncia las setenta semanas).

Yo no me figuro a Hawking - aunque respire el mismo aire del mismo Cambridge de Newton - tomándose en serio la Biblia, y sacando cuentas y números sobre las 70 semanas. ¿Qué ha cambiado? ¿Contaminación ambiental del aire y del rio Cam? ¿Algo más profundo? ¿Falta de gravedad, de ley de la gravedad?

El mérito de un Newton en aquel XVII no lo supera un lucasiano del XXI, sin duda. Tomarse en serio el universo creado, las leyes físicas y la Palabra del Creador, es muy serio. Dejarse atraer por Él, también: Es otra fuerza de gravedad, con su atracción de las cosas desde las periferias de sus orbitaciones al atractivo y poderoso centro inmovil que todo lo mueve, sin causa que todo lo causa.

El Viernes pasado recé algo también contemporáneo de Newton: Cor Iesu, Rex et Centrum omnium cordium!

Una necesaria y no contingente atracción que mueve y sostiene el mundo. ¡Qué pena que los científicos ya no sean místicos, ni se tomen en serio el libro de Daniel, ni se dejen atraer por el Centro!

P.s. (A mí el 2060, de todas formas, me pilla centenario...si me pilla sujeto a la gravedad terrena).
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(En la ilustración, Newton alegorizado por William Blake).-
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lunes, 18 de junio de 2007

Ella y su víctima

Ella es bulímica-anoréxica, ella es cómico-hipócrita, ella es cripto-post-moderna, todo maquillaje, todo lifting, todo rimmel. Ella se llama Mari-Stela (Martínez de Perón, no; esa es otra).

Hoy, sobre las cuatro y media, en su programa magazine de una tele popular, se sentaba y le rellenaba el mini plató Juan Manuel de Prada, elefantiástico, omni-rotundo, hiperbólico-corpóreo (el sofá debe ser sólido, o tener refuerzos, porque aguanta).

La gata engañosa empieza ronroneando y saluda: - "Bienvenido, Don Juan Manuel" (no cabe la ironía histórico-literaria porque no le figuro tantas letras; el "Hola!" sí, pero El Conde Lucanor, seguro que no; ella no lee apólogos de Patronio). El orondo articulista casi auto-derrite una libra de lípidos abdominales caldeado por la lisonja de la lisonjera, toda sonrisa, toda dientes. Todavía no asoma las uñas.

Se saca un tema de actualidad: La violencia de género. Él, caballeroso, intenta templar la puya que va y que viene, que pica y se retira, que pincha y se escapa. - "Querida Maria Stela, permíteme que te diga..." Ella-laraña hila, teje, trama...Él parece que suelta gas por la espita, como olla express a presión, mucha presión: - "Querida Maria Stela, como buena feminista que eres...". La pantera le salta al cuello, saca garras y susurra atropellada como una Bagheera con silbo de Kaa : - "¡ Yo no sssoy feminista, sssoy fffemenina!!!".

Eran las cuatro y media, y yo tenía que echarme la siesta y ahí dejé el combate implacable. Lo penúltimo que escuché fue que el multicalórico periodista decía no sé qué de la -"...fuerza física del varón...".

Me quedé dormido, embeleñado con una idea: "La perversidad psíquica de la hembra" ; de la hembra esa frente al macho aquel. El juicio es particular-singular-concreto, no universal omnímodo - (aunque el peligro/riesgo sí sea naturalmente general).

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sábado, 16 de junio de 2007

Un toque de luz, belleza y armonía

La National Gallery de Londres ha instalado 44 reproducciones de otras tantas obras maestras de su museo por las esquinas y las calles londinenses. Los cuadros, en tamaño real, pretenden atraer al público a la famosa galería, como un aperitivo que incitara desde la calle a adentrarse en el santuario del Arte.

Como ocurrencia publicitaria, me parece mejor y más acertada que las otras que intentan provocar desfigurando, o presentando de forma agresiva o manipulada los originales. En este sentido, se ha hecho casi de todo, inclusive la imbecilidad de la pirámide de metacrilato de Le Lovre. Esta nueva publicidad cultural, explicita la transformación estética que opera el Arte sobre la realidad más trivial. Vean el ejemplo en las fotos:

1-


La esquina de la muy británica Rose street (con WC y todo) se ha transformado con el Rembrandt, absolutamente. El ocre del ladrillo y el formato del cuadro, realzan todo el entorno a la vez que atraen la mirada sobre el retrato rembrandtiano. Ese ángulo callejero se ha transfigurado, elevado de su pedestre plano urbano a otro nivel superior por la dominante estética del Arte presente. Item más: Con luz diurna, al atardecer, iluminado de noche por las farolas, el cuadro irá moderando estéticamente todo el ámbito, como un centro emisor y referencial de belleza y significado.
2)


En esta, la Virgen de las Rocas de Leonardo metamorfiza todo un lienzo de pared comercial, abriendo una sfumata puerta al misterio, la belleza sacra y el pincel renacentista en el opaco muro del ladrillo urbano. La Madonna impone su contraste estético y relativiza la efímera presencia que transcurre por la acera. La estática belleza de lo representado en la pintura, se impone sobre el movimiento, trivializándolo en su vanidad insignificante. Ni siquiera la vulgar publicidad , el mobiliario urbano, o las estridentes señales perturban la armónica composición, tan reservada en sí misma, a la vez que clamorosa en su poderoso atractivo.

Aunque tampoco hay que pasarse, que sería temible el exceso de vulgarizar por las calles lo que no se pensó para estar colgado a la intemperie. Como aquí todo se remeda, pronto aparecerán Las Meninas en la esquina de Serrano con Goya, o la Inmaculada de Zurbarán en la avenida de Pedralbes, o el San Hugo en el refectorio colgado junto a un cajero automático de la calle Sierpes.

...Y se mearan los perros encima del más sagrado y eximio arte.

Mientras no saquen los originales...

Pero es verdad: No se debe echar las perlas delante de los cerdos. ¿Verdad?

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jueves, 14 de junio de 2007

Auténticos o sea


Es un programa de sobremesa-siesta; la emisora, una tele popular. Presenta una anoréxica, de unos sesenta años, queriendo aparentar 30; pelo teñido, look juvenil, acento mestizo-hispano, y mucha caja de dientes lucida en sonrisa que no cesa hable de lo que hable.

El decorado es gay-ruiz de la prada, psicodélico-postmoderno, con lunares blanco-negros y elementos fucsia-verde limón, pobretón-escaso. Deficiente iluminación y una sóla cámara, los invitados al mini estudio-plató alternan en dos tresillos/dos sofás y dos sillones, que ocupan y desocupan con la presentadora, por toca, según van llegando.

Se intenta una macedonia con temas serios, frívolos, de sociedad, actualidad política, moda, espectáculos, prensa rosa, etc. Cuatro-cinco minutitos para cada cosa, y de oca en oca.

Aparecen dos chicos, ninguno de más de treinta años, porte pijo-clásico-pp-madrileño, con vaqueros, polos, mocasines uno y el otro náuticos; de marca, no copy, presumo. Uno es subdirector del periódico A*** , el otro jefe de sección del semanario É****.

La anoréxica sesentona disimulada que presenta saca un tema de actualidad internacional, y los dos chicos alternan una sarta de tópicos "de derecha" (centro-dcha., perdón), con cierto tonillo de crispada indignación y absoluta parcialidad, con algunos "o sea" mechando sus opiniones. Uno es menudillo, con pelito largo; el otro gordo, pelo corto. Se hablaba de las últimas cosas del caso palestino; ellos decían que aquello era - "... como Eta, o sea..."

Dos chicos de papá (también mamá), tan jóvenes generaciones, tan en su tipo, tan bien colocados, tan relacionados, como se espera que sean; muy de su círculo, dando el perfil.

Lo grave es que no era un programa de cómicos parodiando: Eran-son así de auténticos, o sea, como una caricatura viva de su mismidad.

O sea.

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Las redes de la muerte


El Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, organismo de la Santa Sede, ha anunciado que retirará la ayuda económica que hasta ahora prestaba a Amnistía Internacional después de que esta institución haya decidido apoyar el aborto:



Hoy también me he enterado de la contradictoria publicidad que aparece en el periódico ALBA:



Como denuncia el autor del artículo, ese consorcio opera en países depauperados con planes de intervención que incluyen la cobertura de campañas pro-abortistas.

Me espanta que tenga razón el denunciante.

Me horrorizan los largos tentáculos de la "cultura de la muerte".

Me horripilan esas redes tan bien tendidas, con tantas conexiones, tan cínicamente dismuladas.

No caben posturas ambiguas en temas pro vita. A esos enemigos, ni agua, ni un centimo, ni una línea.

Y de ellos, ni una sonrisa, ni un favor, ni un céntimo.


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